sábado, 29 de junio de 2013

Fiesta no

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

En algunos países el día de las elecciones es un día de fiesta. En Costa Rica por ejemplo, la gente sale a las calles con banderas y pancartas de sus candidatos; y en vehículos o a pie, apoyan a sus favoritos con música y gran alharaca. Da gusto verlos.
En otros países, las administraciones públicas marchan tan bien, que en algunos electores hay apatía y en otros, verdadero ardor ideológico, y no se detiene la marcha de la nación ni los países se reinventan periodo tras periodo.
En otros más la acción de votar es una pesada obligación que se cumple con desgano, se considera un mal necesario, pero necesario al fin. Y en México, votar o participar en procesos electorales es una carga para la sociedad en general y llega a ser una molestia. Es un derecho de la ciudadanía, pero los partidos políticos han desvirtuado de tal forma el asunto electoral, que la mayor parte de la población en México no quiere saber nada ni de políticos ni de partidos ni de nada que se les parezca.
La molestia, que cada vez más llega a la indignación y al coraje, se sustenta en los escasísimos resultados de la clase política, la que fue electa y la que forma parte de los equipos de quienes ganaron las elecciones, los que cobran bastante bien y religiosamente a nuestras costillas, pero que lejos de trabajar como servidores públicos, se sirven de la sociedad para sus fines e intereses, para enriquecerse, corromperse y corromper. Hay excepciones claro, pero son excepciones y por lo tanto, no pintan, no alcanzan a hacer ninguna diferencia y las más de las veces, si es que quieren permanecer, son absorbidos y transformados por el sistema.
Y luego están los miles de millones de pesos que se entregan a los partidos políticos vía prerrogativas; y los recursos públicos que se desvían para favorecer a los candidatos oficiales (todos los partidos lo hacen, que el PAN no se haga el sorprendido e indignado, por favor) y la saturación de spots, basura electoral en las calles, bardas pintadas, anuncios radiofónicos, llamadas telefónicas con una grabadora, presencia en redes sociales. Y la gente está harta y lo manifiesta de muchas formas, pero también de muchas maneras la clase política ignora lo que los ciudadanos quieren.
Y en México, además, desde hace varios años la violencia ha estado presente en diferentes procesos y la situación de inseguridad ha llevado a mucha gente a no salir a votar por miedo. De mañana en ocho días habrá elecciones en 14 entidades federativas. Sólo en una se elegirá gobernador (Baja California), y en las demás, diputados y/o munícipes.
Hace tiempo las elecciones intermedias no eran tan importantes… Ahora sí. La alternancia y a través de ella, el haber probado las mieles del poder, ha hecho que cualquier proceso electoral sea peleado y se ha llegado a extremos como el asesinato de candidatos o de dirigentes de partidos (el asesinato de Colosio fue en otro contexto).
En este año, el candidato del PRI al ayuntamiento de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, desapareció a principios de junio y días después fue encontrado sin vida; y ahora el líder del PRD en Oaxaca, también fue encontrado muerto.

Se supone que la democracia tendría que ser una fiesta, una ocasión para celebrar, para festejar que somos capaces de construir y respetar un sistema civil, pacífico, imparcial, organizado y honesto, confiable, transparente y claro para la renovación de la clase política, pero no, cada vez es más pesado, costoso, doloroso y, lo que es peor, está cobrando vidas.

Publicado en El Informador el sábado 29 de junio de 2013.

jueves, 27 de junio de 2013

El mundo podría acabarse mañana



El mundo podría acabarse mañana ¿y qué hacemos aquí? ¿Nos contentaremos con ser testigos del fin de los tiempos? Tal vez hasta consideremos como un privilegio ver cómo acaba todo, cómo acaba el hombre con el hombre, cómo acaba el hombre con la Tierra…

De algún tiempo a esta parte me siento pesimista y normalmente no lo soy ¿estaré acaso perdiendo la partida? Las noticias son terribles. No es para menos.
El fin de siglo se nos viene encima ¿y por qué ver todo tan negro? Tal vez sea un mal que padecemos los que nos toca en suerte vivir la conclusión de cien años, quién sabe; la situación es que ahora no sólo se acaba un siglo, sino que termina además un milenio, pero bueno, esto sí que es ver con pesimismo las cosas. ¿Por qué no pensar que habrá renovación y cambio? Vamos a estrenar –si es que la muerte no dispone otra cosa— el inicio de otros cien años, otros mil años ¿no es eso maravilloso?

He leído a José Emilio Pacheco como nunca… y me gustó y es extraño. Huyo del pensamiento negativo y, sin embargo, no pude desprenderme de la lectura de poemas y narraciones que son catástrofes, holocaustos y tormentas, apocalipsis y muertes grandes y pequeñas, muertes temporales y definitivas. La lectura de sus poemas de Fin de siglo me envolvió y encontré que me gustaron, y me pregunté por qué me gustaron. Tal vez porque soy amante de la verdad ¿será eso? ¿Serán verdades o mejor dicho, predicciones las que escribe José Emilio en sus poemas de hace más de 30 años? Aún no nacía y leer ahora Jardín de Niños por ejemplo (que es de hace menos), me transporta a lugares comunes, basta con encender la televisión o leer cualquier periódico para saber que se perfecciona el exterminio; para estar de acuerdo en que

Somos los peces de este ahora
que velozmente se transforma en entonces.
Los prisioneros, los reducidos a soñar un futuro
que otros muchos soñaron y ya es este
presente miserable

(1)
¿Cuándo escribiste ese poema José Emilio? (no es entrevista, aclaro) fue ayer ¿verdad? Años, no, no puede ser, es que es lo mismo. O de qué otra manera  podría ser el presente hoy sino miserable, cuando, maldita sea, atendemos más la evolución de la paridad, cuando aprendemos términos como banda de flotación, devaluación y tipo de cambio o será ¿cambio de tipo? (¿habían pensado antes en lo extraño del término TIPO DE CAMBIO?); cuando hacemos más caso del nerviosismo de los mercados que del nuestro propio, que de nuestras propias inestabilidades, que de nuestros constantes y cotidianos tipos de cambio… de humor.

De qué otra manera podría ser nuestro presente, si en cualquier momento las pruebas nucleares podrían fallar. Nadie es perfecto y el mundo podría acabarse mañana para todos o simplemente para la babosa, sin ánimo de ofender, que todos o casi todos llevamos dentro, el paralelismo es increíble, es esa babosa que

En su moroso edén de baba
proclama
que andar por este mundo
significa
ir dejando
pedazos de uno mismo
en el viaje…
Pobrecita
Es tan supersticiosa
Teme
(justificadamente)
que alguien
venga y le eche sal
(2)
¿Qué hacemos aquí entonces? Muy sencillo.
Evadimos un fin inminente que quién sabe cómo será, pero será fin de todas maneras y ¿qué hacemos mientras? Muchos hacemos cosas buenas y agradables, y aquí pueden echar a volar la imaginación, hay muchas cosas que son buenas y agradables, como estar aquí, y concentrar nuestra energía y nuestra atención en algo que sí vale la pena, en algo que no hará sino enriquecernos en este mar de pobrezas: rendir homenaje a un hombre que con todo y el pesimismo de años, no sé si de toda su vida, está aquí. 

José Emilio Pacheco está aquí y sigue en pie y, estoy segura, no ha dejado de creer, no ha dejado de tener esperanzas ni de pensar un futuro y un mundo mejor, uno no tan negro, ni tan denso, ni tan asfixiante. Y que quizá no sea éste, pero creer es lo importante. Tal vez todo sea una treta para atenuar un optimismo que por exagerado, debe ser reprimido. O a lo mejor es resultado de un altruismo inusitado: medicina para enfermos de optimismo, para obligarnos a pensar que lo que nunca imaginamos o que no queríamos imaginar, puede ser verdad.

El caos es una presencia constante en la obra poética y aun en la narrativa de José Emilio, es cierto, y también el mar. Eso me gustó mucho más. La tierra y el agua se compenetran siempre, la tierra la absorbe, el agua la nutre. Yo soy tierra y no sé qué tipo de relación tengo con el mar pero sé que es eso que los psicólogos definen como obsesión. Sí, la tengo. Y no sé si él la identifique de la misma manera, pero la encontré en sus libros. Encontré playas, arenas, conchas, pulpos, olas, tormentas y un cangrejo inmortal. Agua. Tierra y Agua; Agua y Tierra, paisajes. Tierra inventada por el mar…

Alta mar que se inclina cuando ofrece a la tierra
el sacrificio de su oleaje
Verde y azul y color de arena
es la ola al romperse
En su insaciedad
¿qué palabra muda dice a la playa eternamente la espuma?

Podría ser amor, por qué no, todavía creo que el amor está vigente y que no ha pasado al terreno de lo cursi, como para muchos… lamentablemente. Esto no es tan negro, es hermoso.
Encontré el mar como un Idilio de Irás y no volverás, con lo que no tienen nada que ver las olas, que siempre vuelven.
Pero de pronto me sentí en la playa, cubierta por una fina brisa, tenía los ojos cerrados y cuando desperté y con mis manos traté de limpiar lo que creí que era sudor y agua salada, me encontré con las palmas rojas. Era el mar de sangre que ni José Emilio ni nadie ha podido vaciar; era el infierno del mar…

Cuando haya muerto el mar no tendremos oxígeno… el infierno del mar se adueñará de nosotros y… moriremos boqueando como peces fuera del agua.

(3)
Prefiero el mar de las Costas que no son mías:

Lo que dice la arena al mar es acaso:
No te serenes nunca. Tu belleza
es tu absoluto desconsuelo
Si alguna vez
encontraras sosiego perderías
tu condición de mar.
Si te calmas
dejará de fluir el tiempo

Escribo esto ante la imposibilidad de relatar alguna anécdota, pero no, no es cierto, ahora que me acuerdo sí hay una: una breve llamada por teléfono cuando José Emilio vino al homenaje a Enrique González Martínez; fue una llamada para confirmar que no da entrevistas y para saber que la razón era que hasta a su propia hija se la había negado. Ni hablar. Fue en esa misma llamada cuando, sin ánimo de ser indiscreta lo juro, le di la primera noticia de que su nombre sonaba como uno de los que podría recibir el  homenaje del Premio "Fernando Benítez". Le dio mucho gusto por supuesto y yo fui la primera sorprendida al saber que él no sabía.

Intenté otra llamada, ahora a México, quería platicar con él sobre su discurso apocalíptico con los mexicanistas en el Franz Mayer, pero me encontré con el muro infranqueable de una voz femenina y, les aseguro, fue muy efectiva, no he vuelto a intentarlo.

Además del caos y el mar, hay otra constante en José Emilio Pacheco: su labor incansable en pro del periodismo cultural, su trabajo de lustros por ampliar sus espacios, por defenderlo, por ejercerlo dignamente. Más que el mar, esa tarea me acerca mucho a José Emilio, la comprensión es inmediata porque todos los días, contra viento y marea, ejerzo el periodismo cultural y es difícil; es difícil porque es preciso luchar contra quienes lo menosprecian, contra los indiferentes que no sé si es peor; contra los y las vedettes del arte y la cultura; contra los prepotentes y contra los que quieren cortar a todos los periodistas con la misma tijera. Es difícil sí, porque aquí la cultura y sus espacios y manifestaciones son constantemente atacados desde distintos frentes. Es difícil, pero vale la pena. Es cosa de insistir, como el mar, que no deja de buscar a la tierra enemiga.

Creo en que el periodismo cultural nos puede acercar a una mejor comprensión de nuestra realidad, de nuestro entorno. El periodismo cultural, como especialidad periodística –sin entrar en polémicas con el significado de cultura—puede ser el vehículo que nos ayude a interpretar mejor los acontecimientos que nos agobian, que nos sofocan, porque implica aprendizaje, alimento espiritual e intelectual, es reflejo de identidades y de la diversidad de quienes formamos parte de este maravilloso país; y es ahora el gran pretexto para estar aquí.

El mundo podría acabarse mañana, es cierto, pero antes… felicidades José Emilio y gracias.


Nota: Texto de Laura Castro Golarte en el homenaje al escritor, poeta y periodista cultural José Emilio Pacheco, en el marco del Premio de Periodismo Cultural “Fernando Benítez” el 3 de diciembre de 1995 en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

viernes, 21 de junio de 2013

Jornaleros

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

El pasado 10 de junio fueron rescatados 275 jornaleros y sus familias, incluidos 15 niños, de las barracas en donde vivían en la empresa Bioparques de Occidente, en Tolimán, Jalisco. Pizcaban jitomate.
De entonces a la fecha el asunto ha generado diversidad de reacciones; el caso ha llegado incluso a la prensa internacional y se suma a las desafortunadas noticias de la explotación que persiste en diferentes partes del mundo. No hemos aprendido. Seguimos (no puedo decir que volvemos) en los tiempos de la explotación del hombre por el hombre; el dominio de los poderosos, los abusos, la discriminación, el trato infrahumano.
Podría parecer increíble que estemos repitiendo términos como barracas y capataz y tienda de raya… Pero es la realidad, una realidad que se nos cae encima y nos aplasta y nos confronta con nosotros mismos.
Los políticos ahora en el poder aprovechan la situación y bueno, al parecer están poniendo orden, tratando de hacerlo por lo menos, aun cuando no se sabe quién o quiénes son los dueños y se cuidan bastante bien de no mencionarlos. Se dictó auto de formal prisión contra los cinco capataces que fueron detenidos en el operativo del 10 de junio pero no se menciona ni a los directivos ni a los propietarios de una empresa que tiene años operando en el sur de Jalisco al igual que otras incluso señaladas por la Comisión Estatal de Derechos Humanos hace 15 años y que operaban en Sayula.
Así es, expuesta desde hace tiempo, esta situación no es nueva y las autoridades de todos los niveles han pecado de omisión en el menos peor de los casos; pero se ha llegado incluso al otorgamiento de títulos como empresas “socialmente responsables” y de ¡subsidios millonarios! en administraciones panistas.
Si el PRI ahora en el poder, que no es ajeno a este tipo de prácticas que se dan y se han dado a lo largo de décadas a lo largo y ancho del país, realmente quiere hacer algo, es preciso llegar hasta las últimas consecuencias, más allá de los señalamientos coyunturales y los operativos que se emprendieron días después de lo sucedido en Tolimán, espectaculares por cierto. Y bueno, que se luzcan si quieren, pero que garanticen que las empresas que trabajan bajo estos esquemas, explotando y esclavizando a la gente, serán sancionadas y los jornaleros restituidos en sus derechos e indemnizados ampliamente.
Jorge Enrique Rocha, académico del ITESO y estudioso de estos temas especialmente en el sur de Jalisco desde hace años, llamó la atención sobre las condiciones laborales que ahora todos conocemos y que son deplorables, pero además con respecto a los daños al medio ambiente por el uso de agroquímicos y otros productos que contaminan la tierra.
La situación es pues, grave y compleja, y más allá de acciones mediáticas, vistosas y hasta faramallosas, impostadas, es urgente que se tomen medidas de fondo que vayan hacia la erradicación de estas prácticas vergonzosas y denigrantes; que se sancione con todo el peso de la ley; y que sean detenidos no sólo los capataces (léase chivos expiatorios) sino los dueños de las empresas.

Publicado en El Informador el sábado 22 de junio de 2013.






Corporativismo

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

La clase política mexicana está inmersa en estos momentos en asuntos que poco o nada tienen que ver con los reclamos más urgentes, los pendientes más claros y sentidos o las demandas ciudadanas más contundentes y necesarias de la sociedad mexicana.
En julio habrá elecciones en una decena de estados de la República y ya no hace ninguna diferencia en que sean intermedias o para elegir gobernador. Desde el año pasado se había dicho que en este 2013 se podría avanzar en materia Legislativa por ejemplo, porque no era un año político… Error.
José María Martínez, senador panista por Jalisco, no sólo forma parte, sino que preside una Comisión especial de la Cámara alta para “supervisar” las próximas elecciones locales. Los integrantes de esta comisión son los que han denunciado ante los medios el desvío de recursos en Veracruz y Quintana Roo que por poco lleva al fracaso al Pacto por México (igual no le veo mayor utilidad).
Y Jesús Casillas, senador priísta por Jalisco, se hace cargo de la CNOP en el Estado, por los “tiempos que vienen” y aunque se contradice, rechaza que se trata de un asunto electoral, aunque todos sabemos que así es, porque además, de cuándo acá la CNOP ha hecho algo por las organizaciones populares, por favor. Y si acaso ha hecho algo, se trata de un instrumento “corporativizador” que en estos momentos requiere el PRI con urgencia porque desde hace tiempo no las trae todas consigo.
José María Martínez tampoco contestó a la pregunta del desgaste y utilización de tiempo y fuerza en actividades que no tienen que ver con el Senado, estrictamente; ni al hecho de que hay instituciones creadas por los mismos partidos que se supone debe servir para fiscalizar las elecciones.
En fin. Lo que queda claro es lo que señalé en un principio, la clase política anda en otros intereses y manifiesta otras preocupaciones como lo que sí me parece una cortina de humo: el tema de Andrés Granier, ya convertido en franca telenovela, mientras se destapan otras presuntas irregularidades, desfalcos, acusaciones por peculado y enriquecimiento ilícito del ex gobernador de Aguascalientes, del ex de Jalisco y, aquí también, del ex director del SIAPA (este sí en proceso) y otros relacionados.
Es importante que se corten cabezas y que se llame a cuentas a los responsables, que se investigue y se finquen las responsabilidades y que se apliquen las sanciones ¿no presumen acaso nuestros políticos que vivimos en pleno estado de derecho?
Lo peor de todo es que ya no creemos nada y sabemos (a menos que nos demuestren lo contrario) que todo esto sirve a los políticos para negociar impunidad, para ganar tiempo, para asegurar el futuro (“hoy por ti mañana por mí”) y/o como elementos distractores para que la sociedad en general no pongamos atención a la reforma financiera… por ejemplo.
Esto por lo que hace a los escándalos de desfalcos y demás que alcanzan por lo menos al PRI y al PAN de manera muy clara y a lo mejor sigue el PRD, quién sabe. En cuanto al desvío de la atención de Jesús Casillas, de su responsabilidad como senador, tiene que ver con las elecciones que vienen, no tanto los tiempos, sino los comicios y rescatar organizaciones como la CNOP ayuda revivir y fortalecer el corporativismo.

Publicado en El Informador el sábado 15 de junio de 2013.



Agua para Guadalajara

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

¿Desde cuándo? Casi desde que tengo uso de razón periodística el agua es una demanda, un tema, un pendiente, una preocupación y/o un anhelo para los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara pero poco o nada se ha avanzado al respecto. Si acaso, por ejemplo en materia de plantas de tratamiento, pues sí, se instalaron (entre otras) en la ribera del Lago de Chapala pero no se les ha dado el mantenimiento adecuado.
Como esto hay muchas muestras de que el asunto del agua para Guadalajara y la conservación del Lago de Chapala son rehenes de las administraciones públicas de los tres órdenes de gobierno y de todas las posiciones en el cuadrante político. Gobernantes van y vienen y todas las acciones dependen de las preocupaciones y caprichos personales.
Mientras todavía se discute si la presa El Zapotillo se va a terminar o no; o que si la cortina será de 80 o de 105 metros, nos sorprenden con el arranque inmediato después del anuncio, de la construcción de la presa El Purgatorio para concluir un proyecto “priista” (así se dijo) que el panismo dejó de lado por Arcediano que fue una pérdida descomunal de tiempo y de dinero; y por El Zapotillo que en un principio sólo contemplaba 80 metros de altura pero luego 105 con la consecuente inundación de Temacapulín, Acasico y Palmarejo; y que en este momento lleva 90% de avance aunque no se sabe a ciencia cierta con respecto a qué altura, si 80 o 105.
Hay hermetismo y creo que lo que se pretende es dejar la cortina de El Zapotillo en 80 metros, no inundar las poblaciones ya citadas, cumplir los compromisos con 14 municipios de Los Altos y con León, Guanajuato; y cubrir las demandas de la zona metropolitana con la conclusión del sistema Purgatorio-Calderón con las aguas del Río Verde.
Sin embargo, no hay un pronunciamiento claro y contundente al respecto y, lo que es peor, no se habla de resolver esta situación de manera integral lo cual implicaría involucrar a la sociedad civil y emprender programas planificados de reforestación y de introducción de sistemas de riego, entre otros, fundamentales para la conservación de las cuencas con base en medidas integrales, sustentables y calculadas a futuro.
Dice Felipe Tito Lugo, titular de la Comisión Estatal del Agua, que con El Purgatorio se va a dejar descansar a Chapala, nada más que esa presa estará lista entre 2015 y 2016 y para cuando entre en operación, la población habrá crecido.
Este es el punto. Se ha usado a Chapala para chantajear a la población con el cuento de conservarlo, rescatarlo, protegerlo y demás, cuando con un manejo integral y sustentable (ya lo he dicho en otras ocasiones y no se diga los organismos no gubernamentales que no quitan el dedo del renglón) podríamos tener agua de Chapala eternamente con un lago sano de larga vida prácticamente garantizada.
Pero no. El tema del agua para Guadalajara seguirá siendo un asunto partidista, en uno de los manejos con mayores niveles de estulticia de la clase política. Y ahí está el botón de muestra con el crédito japonés que se cayó por un capricho del líder del Grupo Universidad en ese entonces diputado local. Sí, Raúl Padilla López nada más queriendo hacer sentir a todos su poder.

Se puede hacer un manejo sustentable, integral e inteligente de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago; claro que se puede y todos ganaríamos y ganaríamos en todos los sentidos, incluso los políticos ganarían votos y quizá hasta confianza. Desconozco la razón por la que optan por el camino pedregoso, por tomar decisiones que generan desconfianza o por no tomar decisiones. Ojalá rectificaran… y pronto.

Publicado en El Informador el sábado 8 de junio de 2013.

domingo, 2 de junio de 2013

Pobrecitos

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

En las últimas semanas ha ido creciendo el anecdotario de personajes que hacen gala de su soberbia y prepotencia, se les conoce ya como ladies a las mujeres y gentleman a los hombres y hasta tienen sus hashtags en Twitter y se convierten en trending topics, tanto, que hasta casi parece que es el objetivo, casi.
A través de las redes sociales, de hecho, gracias a ellas en muchos casos, nos enteramos prácticamente en tiempo real de la prepotencia por ejemplo, de la hija del ahora ex procurador de la Defensa del Consumidor o, más recientemente, de la senadora Luz María Beristain, quien le dijo a la empleada del mostrador de una aerolínea que era senadora “a ver si así ablandaba su corazón”.
Hay ejemplos también de hombres y mujeres que no forman parte de la clase política pero son parientes o amigos de algún funcionario; y no faltan las personas que por su nivel económico también caen en este tipo de actitudes como aquel famoso gentlemen de Las Lomas.
No son nuevas, han existido desde ¿siempre? Y no creo que se acaben pero sí he notado que se han incrementado en los últimos meses. También está el ejemplo del llamado “niño Verde” (mal llamado, de hecho) que se negó a ser recluido en el “Torito” como se le conoce en el Distrito Federal al lugar en donde son encerrados quienes no pasan la prueba del alcoholímetro. Después ya fue con todo lo necesario para tener una estancia cómoda en el lugar, pero igual recurrió a sus influencias para “escaparse” en el momento.
Es para destacar que todos estos personajes hayan sido expuestos gracias a Twitter y Facebook, el problema, me parece, es que estas notas están quedando en el nivel de anécdota y no hay cambios en las actitudes y la conducta en general de la clase política.
Ya en redes sociales, con todos los recursos para manipular fotografías, agregar textos y otros elementos, estos individuos son la diversión de todo mundo y vaya que con el ingenio que nos caracteriza como pueblo, las carcajadas son imparables.
Si, si, muy divertido pero… ¿Qué está pasando? ¿Qué está detrás de esta prepotencia de la clase política? No se le puede atribuir al PRI, partido que ha trascendido entre otras cosas por los charolazos y prácticas por el estilo, pero resulta que por lo menos en los ejemplos de hoy, también hay Verde y Amarillo; y personajes del PAN generaron escándalos en su momento, por la soberbia y la prepotencia (ahí está la mentada de Emilio González Márquez que no me deja mentir).
He escrito en este espacio, en repetidas ocasiones, que la clase gobernante va por una vía y la sociedad mexicana por otra, sin intersecciones o cruces a la vista, al contrario, hasta parece que se alejan, se bifurcan. Pues bueno, todo indica que esto se agrava y profundiza porque lejos de poner remedio, de cambiar las actitudes, se está atacando directamente a la sociedad mediante el influyentismo y los abusos de poder. La senadora Beristain ejemplifica el modus operandi de muchos políticos y de su forma de pensar, de su falta de sensibilidad. Lo que falta es que efectivamente se cree una fiscalía especializada contra la discriminación a los políticos… pobrecitos.

Publicado en El Informador el sábado 1 de junio de 2013.