jueves, 31 de julio de 2014

Migrantes

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

El fenómeno migratorio es de una complejidad tal que desde hace décadas es investigado, analizado y estudiado por académicos de diferentes disciplinas y también por activistas que además se enfocan en ofrecer ayuda humanitaria a los hombres, mujeres y niños que se mueven de sus lugares de origen en busca de una vida mejor; son cientos de miles de seres humanos que pasan hambre, discriminación, amenazas de distinta índole, que sufren enfermedades, que arriesgan la vida; que dejan sus lugares de origen, a la familia.
El padre Alejandro Solalinde es un ejemplo no sólo de ayuda humanitaria para quien lo requiere en estas circunstancias; sino también, y de manera muy importante, de exposición y denuncia de lo que pasa en México en torno a la migración de mexicanos y de personas de Centro y Sudamérica hacia Estados Unidos. Y hay muchos otros como él, por lo general anónimos, que contribuyen a reducir la magnitud de esta realidad que pesa sobre todos.
La migración hacia el vecino del Norte tiene altibajos marcados por fenómenos económicos y por procesos electorales fundamentalmente; y ha pasado por diversos momentos a lo largo de la historia. Hoy en día, además de la información relativa a los niños migrantes, la situación se ha tornado grave de manera particular y remarcada por la operación en casi plena impunidad de la delincuencia organizada.
Muchos migrantes, mexicanos y de países hermanos, son amenazados, cooptados, desaparecidos y asesinados si no aceptan sumarse a las filas del crimen. Hallazgos macabros y otras historias se han dado a conocer cada vez con más frecuencia en los últimos años, infortunada, dolorosa y lamentablemente. Un ejemplo terrible es el de los 72 cuerpos hallados en 2010, en San Fernando, Tamaulipas. Hechos similares se han difundido recientemente.
Desde antes, pero particularmente desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994, el asunto de la reforma migratoria es un pendiente que cada día cobra más vidas mientras los presidentes en turno de aquí y de allá, se reúnen sonrientes, se toman fotografías, hacen declaraciones contundentes y esperanzadoras para muchos, se hablan por teléfono y dizque se ponen de acuerdo, pero sigue sin pasar nada.
Siempre hay otras prioridades para unos y para otros, con todo y el dolor que este flujo de personas causa en miles de familias, más una serie de consecuencias que tienen que ver con pobreza, delincuencia, transmisión de enfermedades, desapariciones y muertes.
Nada más el año pasado casi 700 mil mexicanos fueron detenidos en la frontera con Estados Unidos. Detenidos, es decir que miles más, sin cuenta exacta posible, decidieron cruzar la línea con esta idea de vivir mejor.
Queda claro que, hasta ahora y quién sabe desde cuándo, el principal problema que impide paliar –por lo menos—los efectos migratorios, es la falta de voluntad de los gobernantes en turno.

Si las migraciones se incrementan las razones están estrechamente vinculadas con las condiciones de vida en cada lugar de origen, en cada rancho, en cada pueblo, en cada ciudad… América Latina sigue en deuda con su gente. Tenemos que esperar a que el poderoso del Norte se digne prestar atención al tema, que le dé la importancia que tiene, que gestione e impulse los cambios que los legisladores de uno y de otro partido no quieren aprobar; en lugar de trabajar, de tomar decisiones y diseñar políticas, de promover mejores empleos y mejores ingresos, de combatir las desigualdades, de ofrecer garantías a todos los habitantes de la región país por país… Pero no, se conforman con una llamadita para hacer pactos que, si no se cumplen firmados en papelería oficial, mucho menos vía telefónica.

Publicada en El Informador el sábado 26 de julio de 2014.

sábado, 19 de julio de 2014

El horror

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Me enteré de la matanza en Allende, Coahuila al leer la columna de Guadalupe Morfín Otero y luego, horrorizada, busqué más información en internet. El reportaje que aportó la primera noticia sobre este hecho dolorosísimo es del periodista Diego Enrique Osorno y se publicó desde febrero de este año, pero tiene que ver con una venganza que se ejecutó en la primavera de 2011, cuando Felipe Calderón era presidente y, obstinado, mantenía la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado que dejó miles de muertos y ríos de sangre en nuestro país.
Desde entonces hasta ahora las autoridades guardaron silencio y, de hecho, lo que informan es escueto e impreciso. Hay entre 300 y 400 muertos, todos familiares, amigos y hasta trabajadores de dos hombres ahora convertidos en testigos protegidos de la DEA. El horror.
Sólo unos cuantos de los familiares lograron escapar hacia Estados Unidos pero los asesinatos no cesan. Cuenta el periodista que uno decidió regresar a Allende, abrió una tienda de ropa y al poco tiempo fue asesinado junto con su hijo. Este hecho es horroroso, los asesinatos previos también y la forma en la que desaparecieron los cuerpos. Habrá que definir y ubicar niveles para el horror.
Escribo esto y siento náuseas y ganas de llorar. Es el horror de la masacre a causa de cinco millones de dólares que se robaron dos delincuentes y que decidieron no devolver a pesar de la amenaza que pesaba sobre sus ¿seres queridos? ¿Qué es peor? ¿Quién es peor? ¿Los dos que se fugaron con el dinero y ahora viven protegidos? ¿Los autores intelectuales y materiales de los secuestros, destrucción y asesinatos? ¿Las autoridades involucradas? ¿Las omisas? ¿El silencio? ¿El miedo?
Esta masacre se suma a otras y alimenta el horror que parece un troglodita insaciable. ¿Cuántas muertes pesan sobre este pueblo, sobre todos los pueblos, sobre todo el país? ¿Desde cuándo? (¿Desde siempre?) ¿Cuánto dolor? ¿Cuántos duelos? ¿Cuántas heridas abiertas? (¿Cuántas esperanzas?) ¿Cuántas penas por muertos y desaparecidos?¿Por hijos y esposos que eligen puertas falsas y caminos fáciles y fatales?
Y está el horror que produce la simulación de los gobernantes, las banalidades de alcaldes, gobernadores y presidentes; las fotografías que en revistas de moda dan cuenta de sus vacaciones y sus outfits; de sus reuniones felices; de sus discursos abetunados y mentirosos.
El horror de la hipocresía, del desinterés, de los abusos, de las componendas, de las imposiciones vestidas de legalidad y estado de derecho; de los operativos mañosos disfrazados de efectividad y éxito; el horror de la corrupción  y del cinismo.
El horror de que poderosos sin escrúpulos, sin amor a la patria ni conciencia nacional tengan en sus manos nuestros destinos; el horror de que las decisiones que toman no tienen que ver con la gente, ni con la tierra ni con la historia. Son decisiones por más poder y más dinero, por impunidad.
El horror de la violencia criminal y la violencia institucional e institucionalizada; de los muertos por deficiencias en la infraestructura pública, en los servicios públicos; el horror por el maltrato, por el abandono de niños y ancianos, por el ensañamiento de las burocracias.
El horror, el horror, el horror…

Publicada en El Informador el sábado 19 de julio de 2014.



sábado, 12 de julio de 2014

Pasmo colectivo

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Apenas la semana pasada escribí que los legisladores avanzaban demasiado rápido en la aprobación de las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones y bueno, pues ya está. Faltaba el “visto bueno” de los diputados y analizar casi 600 reservas para su discusión en lo particular, pero fueron desechadas de plano, así, de sopetón, y ya sólo falta que las normas sean promulgadas. Rapidísimo.
Grupos de la sociedad civil organizados, expertos y atentos a todo el proceso, manifestaron y advirtieron sobre riesgos por ejemplo, contra derechos humanos en materia de privacidad y geolocalización, con un conocimiento técnico profundo, pero, lamentablemente sus señalamientos fueron soslayados.
Y realmente no sé si se generó algún tipo de división entre los activistas porque los legisladores y promotores de la ley ensalzaron los beneficios, con la mayoría de los medios de comunicación de su lado; y poca difusión se hizo de los prejuicios, defectos y temas polémicos, de hecho, la información relativa a los aspectos negativos, tuvo una mayor exposición en medios, después de aprobadas las  leyes secundarias.
Las cuestiones técnicas siempre son complicadas de entender y, en función de ello, sólo personas avezadas en el tema pueden participar, tratar de incidir de alguna manera para que la afectación no sea generalizada, no obstante, pese a que sí hubo un activismo notable, las posturas fueron dejadas de lado en una serie de cambios que, por un lado, llegarán a la Suprema Corte más tarde o más temprano (hay también varios amparos en curso y otros que se han anunciado o se esperan); y/o empezarán a saltar por aquí y por allá problemas, lagunas y defectos, una vez que entren en vigor, ya lo veremos.
Por lo pronto, a quienes estamos fuera del círculo de los expertos y no se diga de la clase política, que estamos medio pasmado, nos queda tratar de estar lo mejor informados posible porque todo esto tiene que ver de manera muy clara y directa con libertad de expresión (se trata de todos los medios: televisión, radio, internet, teléfono), ni más, ni menos.
Hasta aquí con este tema porque seguirá dando de qué hablar (persiste la sensación de que desde el Gobierno federal metieron un golazo a la sociedad) especialmente si las organizaciones no gubernamentales y empresarios tienen éxito en los recursos judiciales que interpongan.
Y es que en esta semana hubo información que me parece pertinente por lo menos mencionar porque se están moviendo cosas muy fuertes y dolorosas en México y el mundo y es preciso estar atentos, reitero, por lo menos informados, de manera que además del comentario quiero hacer una invitación a no quedar al margen de hechos como los ataques de Israel en Gaza que han dejado decenas de muertos y cientos de heridos, especialmente civiles: hombres, mujeres y niños que no tienen nada que ver con las posturas de los mandatarios. Israel empezó el operativo con el nombre de “ventaja defensiva” y es una barbaridad. Después de tres días de ataque sin cesar, se ofrece Estados Unidos como mediador y de parte de la comunidad internacional sólo hay llamados por la paz mientras mueren palestinos cada minuto. ¿Hasta cuándo pues? La actuación criminal e impune del Gobierno de Israel debe parar cuanto antes ¿qué hay detrás de todo esto?
Un tercer asunto es la situación de los niños migrantes tanto mexicanos como de otros países de Centro y Sudamérica que en las últimas semanas se ha dado a conocer y es de una gravedad inconmensurable. Más de ¡57 mil niños! han cruzado la frontera entre México y Estados Unidos de octubre de 2013 a la fecha y prácticamente la mitad lo hacen solos.
Fotografía tomada de la siguiente página: Siete24

Los niños y niñas en estas circunstancias viven las peores experiencias y peligros durante los largos trayectos. Pasan hambre, frío, corren grandes y graves riesgos como ser abusados en todos los sentidos, reclutados para el crimen organizado, asesinados o muertos accidentalmente. Esta realidad requiere más que un pronunciamiento de Estados Unidos a favor de una reforma migratoria, reclama que en cada país, cada gobierno y sus sociedades en pleno se involucren y resuelvan.
Urge salir de esta especie de pasmo colectivo.

Publicado en El Informador el sábado 12 de julio de 2014.


sábado, 5 de julio de 2014

Demasiado rápido

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Con una serie de irregularidades se aprobaron en comisiones las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones. No es la primera vez que los mismos legisladores (algunos, pocos) denuncian mañas y atropellos, para empezar, en las convocatorias para que los integrantes de comisiones se reúnan; y luego en diversos acuerdos que violan procedimientos y prácticas parlamentarias “que van contra la dignidad del Senado” como dijo el jueves en la madrugada el senador Javier Corral, después (claro) de la citada aprobación.
Se hacen las denuncias y señalamientos de manera pública, pero de todos modos no pasa nada; así que estas leyes secundarias, polémicas y peligrosas por lo demás, siguen avanzando contra viento y marea; en franca oposición a las tendencias internacionales y desdeñando el sentir ciudadano, como siempre. Y como si no tuvieran todas las de ganar, se valen de otros comparsas como el titular de Comunicaciones y Transportes para lanzar el clásico chantaje de que se han perdido quién sabe cuántos miles de millones de dólares en inversiones porque no se han aprobado las leyes reglamentarias.
Apenas el 30 de junio se publicó la intención de los líderes parlamentarios, de empezar a trabajar varias leyes secundarias, en distintas materias, para a mediados de julio tener ya las aprobaciones necesarias; y vaya que trabajaron rápido, para el 3 de julio en la madrugada por lo menos las conocidas como leyes telecom ya habían avanzado en comisiones y el mismo jueves se tramitaría un periodo extraordinario en el Congreso de la Unión, para presentar ante el pleno este paquete y también, por ejemplo, el de la reforma energética; por supuesto, el mismo jueves inició el periodo extraordinario.
Sorprende su rapidez y eficiencia, particularmente cuando se trata de leyes que no gozan de popularidad, que acusan una serie de omisiones, fallas, redacciones que se prestan a la ambigüedad, a la discrecionalidad en la interpretación y, por supuesto, que están al servicio de unos cuantos.
En el caso de las leyes telecom, los opositores (algunos, pocos) que son también legisladores, dicen que en realidad se favorece a monopolios o duopolios televisivos; que se limita a las radiodifusoras comunitarias; que no queda del todo clara la libertad de expresión vía internet; que los derechos de las audiencias se dejan de lado; que Gobernación seguirá metiendo la mano en contenidos y asignación de concesiones (¿condicionamiento?) y otras cuestiones que hasta ahora han sido desdeñadas por quienes tienen la mayoría, por lo pronto en el Senado.
¿Qué sigue? Que se someta a consideración del pleno para su revisión en “lo particular” porque en “lo general” ya fue aprobado en comisiones; y una vez cubierto ese requisito, se enviaría a la Cámara de Diputados para su revisión; luego de regreso al Senado, aprobación, publicación por el Ejecutivo y ¡listo! Así de sencillo y así de rápido, a pesar de que, desde antes de que terminara el periodo ordinario anterior, se organizaron manifestaciones varias en las calles y en las redes sociales contra las propuestas de leyes telecom; se enfriaron un poco las cosas con el fin del periodo ordinario y ahora que se retoma el tema, la cosa está que arde porque además fueron reprimidos de manera violenta activistas que hicieron acto de presencia en el Senado para expresar su inconformidad y oposición a lo que se sigue enjuagando en el Legislativo.
Ayer inició el periodo extraordinario para la discusión en el pleno y surge una andanada de datos con toooodos los beneficios que podemos esperar una vez que las multicitadas normas estén aprobadas, como que se atraerán inversiones de entre 20 mil y 30 mil millones de dólares. Avanzan sí, demasiado rápido; y no sólo en esta materia, también en la energética. Reitero: en otro tiempo se hubiera celebrado esa celeridad y eficiencia, pero no ahora con reformas que se han negociado al margen de la sociedad.

Publicada en El Informador el sábado 5 de julio de 2014.