Ciudad adentro
Apenas la semana pasada escribí que los legisladores
avanzaban demasiado rápido en la aprobación de las leyes secundarias en materia
de telecomunicaciones y bueno, pues ya está. Faltaba el “visto bueno” de los
diputados y analizar casi 600 reservas para su discusión en lo particular, pero
fueron desechadas de plano, así, de sopetón, y ya sólo falta que las normas
sean promulgadas. Rapidísimo.
Grupos de la sociedad civil organizados, expertos y
atentos a todo el proceso, manifestaron y advirtieron sobre riesgos por
ejemplo, contra derechos humanos en materia de privacidad y geolocalización, con
un conocimiento técnico profundo, pero, lamentablemente sus señalamientos
fueron soslayados.
Y realmente no sé si se generó algún tipo de división
entre los activistas porque los legisladores y promotores de la ley ensalzaron
los beneficios, con la mayoría de los medios de comunicación de su lado; y poca
difusión se hizo de los prejuicios, defectos y temas polémicos, de hecho, la
información relativa a los aspectos negativos, tuvo una mayor exposición en
medios, después de aprobadas las leyes
secundarias.
Las cuestiones técnicas siempre son complicadas de
entender y, en función de ello, sólo personas avezadas en el tema pueden
participar, tratar de incidir de alguna manera para que la afectación no sea
generalizada, no obstante, pese a que sí hubo un activismo notable, las
posturas fueron dejadas de lado en una serie de cambios que, por un lado,
llegarán a la Suprema Corte más tarde o más temprano (hay también varios
amparos en curso y otros que se han anunciado o se esperan); y/o empezarán a saltar
por aquí y por allá problemas, lagunas y defectos, una vez que entren en vigor,
ya lo veremos.
Por lo pronto, a quienes estamos fuera del círculo de los
expertos y no se diga de la clase política, que estamos medio pasmado, nos
queda tratar de estar lo mejor informados posible porque todo esto tiene que
ver de manera muy clara y directa con libertad de expresión (se trata de todos
los medios: televisión, radio, internet, teléfono), ni más, ni menos.
Hasta aquí con este tema porque seguirá dando de qué hablar
(persiste la sensación de que desde el Gobierno federal metieron un golazo a la
sociedad) especialmente si las organizaciones no gubernamentales y empresarios
tienen éxito en los recursos judiciales que interpongan.
Y es que en esta semana hubo información que me parece
pertinente por lo menos mencionar porque se están moviendo cosas muy fuertes y
dolorosas en México y el mundo y es preciso estar atentos, reitero, por lo
menos informados, de manera que además del comentario quiero hacer una invitación
a no quedar al margen de hechos como los ataques de Israel en Gaza que han
dejado decenas de muertos y cientos de heridos, especialmente civiles: hombres,
mujeres y niños que no tienen nada que ver con las posturas de los mandatarios.
Israel empezó el operativo con el nombre de “ventaja defensiva” y es una
barbaridad. Después de tres días de ataque sin cesar, se ofrece Estados Unidos
como mediador y de parte de la comunidad internacional sólo hay llamados por la
paz mientras mueren palestinos cada minuto. ¿Hasta cuándo pues? La actuación
criminal e impune del Gobierno de Israel debe parar cuanto antes ¿qué hay
detrás de todo esto?
Un tercer asunto es la situación de los niños migrantes
tanto mexicanos como de otros países de Centro y Sudamérica que en las últimas
semanas se ha dado a conocer y es de una gravedad inconmensurable. Más de ¡57
mil niños! han cruzado la frontera entre México y Estados Unidos de octubre de
2013 a la fecha y prácticamente la mitad lo hacen solos.
Fotografía tomada de la siguiente página: Siete24
Los niños y niñas en estas circunstancias viven las peores experiencias y peligros durante los largos trayectos. Pasan hambre, frío, corren grandes y graves riesgos como ser abusados en todos los sentidos, reclutados para el crimen organizado, asesinados o muertos accidentalmente. Esta realidad requiere más que un pronunciamiento de Estados Unidos a favor de una reforma migratoria, reclama que en cada país, cada gobierno y sus sociedades en pleno se involucren y resuelvan.
Urge salir de esta especie de pasmo colectivo.
Publicado en El Informador el sábado 12 de julio de 2014.