sábado, 30 de mayo de 2015

¿Democracia consolidada?

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

De mal en peor. Lo más preocupante es que nos podemos desgañitar, manifestarnos, gritar hasta la afonía y el Presidente de la República sigue en su mundo de sololoy, en su casita de juguete, en su país de fantasía. Y lo malo de esto es que si no se reconoce una realidad y no se va al fondo de las cosas para atacarlas de raíz, cada vez será menor la esperanza de salir de una situación difícil, desilusionante, frustrante y desesperada.
Esta semana, primero, aparece como columnista de varios periódicos y anuncia directamente que al día siguiente promulgaría una reforma constitucional más (la número 12), ahora para combatir la corrupción. Y luego, el día de la promulgación, emite un discurso en el que se atreve a decir que México es una democracia consolidada. Me gustaría saber qué es para él o qué significa el concepto de democracia consolidada, porque yo no encuentro congruencia con la realidad que vivimos día a día.
No me parece que esté consolidada si, precisamente, para combatir la corrupción es necesario legislar. El espacio me va a alcanzar casi nada más para desmenuzar un párrafo o dos de su discurso:
Hace apenas unas décadas, gran parte de la sociedad mexicana dudaba que en nuestro país pudieran celebrarse auténticas elecciones libres y democráticas, en las que se respetara la voluntad ciudadana. En aquel entonces, se veía muy remota la posibilidad de que México pudiera contar con instituciones electorales autónomas, que aseguraran la certeza, legalidad, independencia e imparcialidad de los comicios. En ese tiempo, incluso algunos llegaban a pensar o hacían impensable una alternancia en la Presidencia de la República.
Sin embargo, gracias a una sociedad más participativa, gracias a las instituciones que entre todos hemos construido, y gracias a una creciente cultura democrática, hoy nuestra Nación ha demostrado que esas creencias del pasado eran falsas.
En el México de la actualidad, hay elecciones libres, tenemos instituciones electorales fuertes e independientes; y la alternancia, en todos los órdenes de Gobierno ya es parte de nuestra normalidad democrática.
Sé que la cita es larga pero creo que vale la pena analizarla punto por punto porque no se puede dejar pasar una tergiversación de este tamaño de lo que era y es nuestra vida política. Por supuesto, habla y escribe en consonancia con lo dicho al principio de esta columna: un mundo que no existe; y sobre falsedades no hay manera de construir una nación, no hay manera de recomponer el rumbo, no hay forma de restituir a la sociedad mexicana todo lo que se le debe.
Dice en primer término que la sociedad mexicana “dudaba”. ¿Y cómo no? Si muchos mexicanos fuimos testigos de las diversas formas de fraude, de la caída del sistema, de la intervención del Estado en las elecciones. Y añade que nadie creía que en México fuera posible la alternancia, para luego afirmar que esas creencias del pasado “eran falsas”. No eran falsas, era justo lo que vivíamos elección tras elección ¿cómo íbamos a creer en una posible alternancia si el PRI tenía todo arreglado? Hay libros como diccionarios en donde se definen todas y cada una de las formas del fraude… Yo fue testigo de una en la elección de 1988. ¿Cómo puede decir que eran falsas?
Y finalmente (en verdad me falta espacio) afirma que tenemos “instituciones electorales fuertes e independientes”, pero ¡por favor! Se estaba logrando con el IFE, con aquel organismo que encabezó Woldenberg, pero cuando la clase política empezó a ver que sí funcionaba, se encargó de acabárselo y hoy tenemos la bazofia que tenemos, porque participó no sólo el PRI sino todos los partidos. ¿Y que venga ahora a decir que nuestra democracia está consolidada? ¿Y que así como lo logramos también seremos capaces de combatir la corrupción?
La corrupción tiene muchas formas, engañar es una de ellas. Hablar así de nuestra realidad deja en evidencia que la visión que se tiene de ella está corrompida, es falsa, esa sí es falsa, no las percepciones de la sociedad.
¿Democracia consolidada? ¡Por Dios! Si los partidos políticos se han encargado de que vivamos en plena y franca regresión. ¿Consolidada? ¿Con el nivel de campañas que tenemos: guerra sucia, difamación y lodazal al por mayor? ¿Marrullería e intentos de manipulación de la voluntad ciudadana? ¿Cuáles elecciones libres con compra de votos, discurso del miedo y uso de la ignorancia y de la pobreza de millones de mexicanos a los que les conviene mantener así?
No es posible, no más.

Columna publicada en El Informador el sábado 30 de mayo de 2015.


sábado, 23 de mayo de 2015

Guerra sucia secular

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Conforme se acerca el día de las elecciones los ataques contra el candidato puntero están más tupidos, han aumentado en cantidad porque los contrincantes no han variado el discurso y la verdad, la impresión que dejan es que están desesperados, dando patadas de ahogado y ya no hallan cómo hacerle, así que la guerra sucia está a todo lo que da a ver qué tanto le pueden restar al que goza de las preferencias electorales según casi todas las encuestas y sondeos.
Me estoy refiriendo a la elección de munícipes en Guadalajara, Jalisco, México y creo que vale la pena hacer la puntualización porque, primero, habrá elecciones en 17 entidades de la República, más la elección de diputados federales. Y, segundo, se podría pensar que esta realidad que describo ampliamente podría ser la misma de Nuevo León, Sonora, Campeche, Guerrero, Michoacán o de cualquiera de los estados en donde los ciudadanos saldrán a votar el 7 de junio, dentro de dos escasas semanas.
Cabe apuntar que en nueve entidades se votará además de por diputados y munícipes, por gobernador y seguro esos comicios se llevarán los reflectores en el contexto nacional y las elecciones nada más locales no serán tan protagónicas, digo, hago el comentario porque en el caso de Jalisco, como sociedad nos tocaría estar más que atentos a todo el proceso, ya sabemos cómo se las gastan.
Y esta afirmación de “ya sabemos cómo se las gastan” es un conocimiento aprendido a lo largo de décadas, desde hace más de un siglo, es más, casi dos, desde que empezamos a experimentar procesos electorales como una nación independiente.
Justo el día de ayer se desarrolló una actividad académica titulada: “Prensa y elecciones. Formas de hacer política en el México del siglo XIX” en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, con la participación de cuatro académicas, tres de ellas coautoras del libro que dio título a la actividad, Fausta Gantús, Alicia Salmerón y Matilde Souto, y la cuarta, coordinadora de la mesa de discusión, Elisa Cárdenas Ayala.
Pues bien, resulta que la guerra sucia de que ahora somos testigos y que podríamos pensar que tiene de unos lustros a la fecha, desde que se empezó a experimentar la alternancia en nuestro país, no es una práctica nueva. En este libro por demás muy interesante y muy recomendable para saber cómo se las ha gastado la clase política mexicana y desde cuándo, se incluye un caso que revela cómo el diario El Debate en la ciudad de México recurrió a un discurso “agresivo y descalificador” en las elecciones de 1910, las de la Sucesión presidencial de Francisco I. Madero y el activismo de Bernardo Reyes que terminó en el exilio.
El Debate se convirtió además de en un promotor incondicional y descarado de la fórmula Díaz-Corral, en el denostador oficial de los opositores con un discurso “irónico y burlón” y “un estilo […] capaz de generar miedos”. Acuérdense, estamos hablando del fin del Porfirismo, de esa larga etapa de paz y estabilidad y desigualdad e injusticias que forma parte de nuestra historia.
Reitero, muy interesante. Este artículo en particular fue escrito por Gabriela Guerrero y la historiadora expone con lujo de detalles lo que hoy podríamos identificar como política editorial de una prensa franca y abiertamente militante; ideas y conceptos que muchos creíamos superados pero que en este proceso electoral vemos que no, que sigue la mata dando, que igual se recurre a la difamación, a la descalificación y a la siembra de dudas y miedos… en todo el país y unos contra otros.
Como sociedad, como ciudadanos, con este conocimiento centenario, debemos estar muy atentos y saber distinguir. Y sé que sí. Igual que la marrullería electoral también está a la orden del día y es baja y burda, como esos spots en donde una mujer de edad avanzada, dice que votará por el PRI porque si ganan otros a lo mejor no respetan los apoyos. Esto no se vale, es una bajeza, saben bien a quién dirigir esos promocionales… y es del PRI Jalisco para mayores señas.

No porque las malas prácticas político-electorales sean seculares quiere decir que está bien que se mantengan y hasta se mejoren, deben erradicarse y dejar al ciudadano que decida sin interferencias ni manipulación ni marrullerías… No tendrían que recurrir a estas prácticas si cumplieran con su trabajo. Y sí es posible romper patrones.

Publicada en El Informador el sábado 23 de mayo de 2015.

sábado, 16 de mayo de 2015

Ataques versus propuestas

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


Desde hace varios procesos electorales y especialmente después de algún debate (show), nos volvemos a enfrascar en la discusión de que si fueron más ataques que propuestas; o nos quejamos porque nada más se echan unos a otros; y hemos acuñado términos como campañas “sucias” y “negras”, entre otros, para describir el bajo, bajísimo nivel de las contiendas electorales entre la clase política mexicana; en muchos casos hasta se llega casi al desgarre de vestiduras.
Bueno, pues en las últimas semanas he estado reflexionando al respecto y recordando elecciones anteriores en donde ha pasado lo mismo y la verdad es que llego a la conclusión de que ni ataques ni propuestas; a estas alturas, tanto unos como otras no hacen ya tanta mella en el electorado, hemos dejado de creer y cada vez somos menos susceptibles a sus peroratas.
En el caso de los ataques, estas expresiones, muchas veces con pruebas incluidas, a las que recurren algunos candidatos para denostar a sus contrincantes, se ha llegado a una situación tal que ya ni se creen, por lo general, porque resulta que pasadas las elecciones, aun cuando se trate de acusaciones que impliquen acciones legales, no se vuelve a hacer ni decir nada. Esto por un lado, y por otro, resulta que muchos de los señalamientos son falsos o se manejan con marrullería barata (hay marrullería magistral) fácil de detectar como achacar problemas de ámbito federal o estatal cuando las facultades municipales son distintas.
Esta semana hubo debates entre candidatos a alcaldías en Jalisco, en el de los aspirantes a la presidencia municipal de Guadalajara, pese a las promesas de algunos de ellos de no caer en provocaciones y/o de no atacar a los contrincantes sino de privilegiar las propuestas, gracias al seguimiento puntual de esta casa editorial supimos que hubo más ataques que propuestas.
Se echan en cara cuanta cosa, cierta o falsa, en una guerra de lodo en la que terminan salpicando al electorado más y más harto de que este sea el estilo que prevalece en las campañas. Con esta actitud, que no atinan a corregir pese al enfado y hartazgo manifiesto de muchas maneras, logran —hasta parece su propósito—que mucha gente se aleje de este tipo de procesos y opte por no participar, por no involucrarse, ya sea que vote por el que sea, el menos peor; o que de plano ni piense en acudir a las urnas, para qué.
Claro que el efecto no es el mismo en todos los votantes. Hay quienes asumen estas actitudes pero están aquellos en los que, infortunadamente, —a eso le apuestan— de pronto sí se siembra la duda, se generan confusiones, incertidumbre y se termina no votando o cruzando la boleta por uno que en realidad ni convencía.
El caso es que los efectos de los ataques, aunque a la baja, siempre son perversos contra una sociedad cuya educación cívico-electoral es básica, muy superficial y precaria con todo y los avances en la materia que son un hecho. No se vale pues que los candidatos sigan recurriendo a la estrategia de la violencia verbal y la denostación, es una falta de respeto al electorado, por donde se le vea.
Y en el caso de las propuestas también estamos en problemas, porque con todo y que sí haya ideas, proyectos, iniciativas, compromisos y promesas, rara vez, muy rara vez se cumplen.
En Guadalajara por ejemplo ¿qué propuestas nos parecerán suficientes a los habitantes de esta maravillosa ciudad —pese a todo— que conocemos sus problemas y carencias porque los vivimos y sufrimos todos los días? Casi siempre somos los habitantes de la ciudad, sus usuarios: transeúntes, ciclistas, automovilistas, motociclistas, amas de casa, estudiantes, niños, comerciantes, empleados, burócratas… los que sabemos lo que se requiere, sin necesidad de tener estudios especializados hay niveles de experiencia (somos expertos pues) nada más porque caminamos y vivimos la ciudad día a día.
¿No sería mejor, en lugar de ataques y propuestas vanas, en este diálogo de sordos entre ellos, escuchar a la gente? Digo, para variar, creo que así se podría empezar a marcar una diferencia.

Publicada en El Informador el sábado 16 de mayo de 2015.


martes, 12 de mayo de 2015

Negación

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Hace una semana, los habitantes de Guadalajara y de varios puntos del Estado de Jalisco, nos levantamos con una sensación de peligro, de miedo, de preocupación, pero sobre todo de incertidumbre porque un día antes la ciudad estuvo sitiada por narcoterroristas ¿o de qué otra forma se puede calificar a la quema de varios vehículos en los accesos principales a la ciudad y en diferentes municipios de la entidad? Quema de vehículos, de sucursales bancarias, de enfrentamientos y del derribo de un helicóptero del Ejército, además.
Usar “narco” como prefijo es resultado del conocimiento que desde hace lustro tenemos los mexicanos, de la operación de criminales organizados en la producción y distribución de narcóticos en nuestro país. Una actividad que sólo ha cambiado de mandos pero que va en constante aumento, no se sabe de un abatimiento real, es decir, se captura o se asesina a alguno y ya hay sucesor en línea directa, tan eficientes como en las monarquías; de pronto por eso se les denomina reyes o zares de determinada droga o sustancia.
Pues bueno, alguien que tiene capacidad para operar con tal precisión puede ser llamado de todo menos vándalo y esta declaración del gobernador Aristóteles Sandoval es la que critico hoy, no sólo por señalar o criticar, ni para burlarme ni nada, sino para llamar la atención porque verdaderamente, después de lo que vivimos la semana pasada, es muy preocupante que desde la autoridad se pretenda minimizar una realidad que si no se aborda tal cual, irremediablemente estará mal resuelta o atendida. Esta es una gran preocupación y genera temores incluso mayores porque entonces los ciudadanos nos encontramos inermes ante las operaciones del crimen organizado que según los conocedores y varios analistas, en Jalisco va tomando una fuerza inusitada por su nivel de organización precisamente, por el armamento que usan, las estrategias y la infiltración en las corporaciones oficiales.
La situación es muy grave y una conducta de negación de lo que realmente pasa no ayuda en nada, no sirve, no tranquiliza a nadie, al contrario, enciende focos de alerta y lo que nos toca como sociedad es, estoy convencida, hacernos escuchar de las maneras que sea posible para que la autoridad reconsidere, reconozca la magnitud del problema y actúe en consecuencia, de otro modo veo muy difícil cualquier avance real.
Aristóteles Sandoval, quien sabemos tiene aspiraciones políticas incluso presidenciales, ha sido fuertemente criticado por periodistas y comentaristas del Distrito Federal, por locales poco, en gran medida, creo, porque es muy susceptible a las críticas; no le gusta ser cuestionado y ahora sí que hablo por experiencia propia, sin embargo, es urgente primero, una actitud de humildad frente a los señalamientos para reconocer errores; y segundo, una actitud de reconocimiento del nivel de problema que se enfrenta en Jalisco en materia de narcotráfico y crimen organizado para actuar en consecuencia. Si se afirma que fueron vándalos y no narcoterroristas los que nos mantuvieron en jaque la semana pasada, las medidas que se tomen desde la autoridad no serán directamente proporcionales, insisto, a la magnitud que la mayoría le concedemos a los hechos del 1 de mayo de 2015.
Este es un llamado, pues, a que no se le den vueltas al asunto, a que se recurra a expertos, a que se aprenda de los señalamientos para tomar mejores decisiones y responder con entereza y honor al cargo conferido por los jaliscienses. Es un mandato por el que se paga y muy bien y lo menos que puede y debe hacerse, es cumplir con las obligaciones que un cargo así implica.
Las cosas no están bien, en este caso estamos hablando de seguridad; no obstante, hay otros temas pendientes: economía, política, derechos humanos, educación, salud… en fin. Pues bien, nada será atendido de manera eficiente y suficiente para los jaliscienses si la actitud del gobernador es de negación, urge cambiar eso aunque implique abandonar el patrón que se dicta desde el centro… por el bien de Jalisco.

Publicada en El Informador el sábado 9 de mayo de 2015.



sábado, 2 de mayo de 2015

Jalisco en vilo

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)
  
Más o menos desde las nueve de la mañana, cuando empezó a difundirse a través de redes sociales el primer narco bloqueo en Periférico y Av. Acueducto, hasta que dijo la última palabra de su mensaje el gobernador del Estado, Aristóteles Sandoval, casi a las dos de la tarde, no hubo tregua por parte de los autores de los incendios de autos y camiones, de una decena de sucursales bancarias y algunos negocios en 29 puntos de Jalisco, a saber: Guadalajara y la zona metropolitana así como 14 municipios, aparte de algunos puntos en el vecino Estado de Colima.
La situación es grave. El primer “aviso” de la Fiscalía del Estado se publicó en Twitter unos minutos después de las 10 de la mañana. Ya para entonces la información de por lo menos cinco narco bloqueos le daba la vuelta a las redes sociales. En la cuenta de la Fiscalía (@FiscaliaJal), señalada como la vía oficial para el reporte de avisos y novedades, todavía se manejaron los hechos como “presuntos” y aproximadamente de las once horas en adelante la dependencia inició con la ubicación de los puntos bloqueados con vehículos incendiados, sobre todo, cuando en algunos medios de comunicación y especialmente en Twitter y Facebook la información confirmada superaba a la del Gobierno estatal.
Como a la mitad del caos empezó a circular un boletín de la Secretaría de la Defensa Nacional en donde se daba cuenta del arranque, a partir de ayer, de “Operación Jalisco”, ya saben, una estrategia del Gobierno federal para “garantizar la seguridad de la ciudadanía y reducir los índices delictivos”.
Muy difícil no prestar oídos a rumores o a versiones distintas a la oficial cuando los datos empezaban a generarse en la Ciudad de México y no aquí; a nivel local, más veloces que un rayo, pronto se colgaron y publicaron que los “tres órdenes de gobierno trabajaban coordinados”… Si, si, si, bla, bla, bla.
La comunicación relativa al derribo de un helicóptero con militares también se difundió en la Ciudad de México. Fue en la región Costa Sur de Jalisco. Fallecieron tres soldados. En total, luego de la relación estadística de los hechos del primero de mayo, se contaron hasta las dos de la tarde, siete personas fallecidas y 15 heridas.
Nunca hubo claridad con respecto a las causas de los ataques: que si el inicio del operativo o que si la detención de un criminal… sabe de qué grupo.
A partir de que las “autoridades” rompieron el silencio se reiteraron los llamados y las exhortaciones a la calma, a que nadie entrara en pánico, a no hacer caso de rumores, a verificar la información y a mejor no salir de casa. Recomendaciones ideales para un día de asueto.
Curiosamente y como por parte de magia (digo, qué bueno) después del mensaje del gobernador (mensaje, porque no permitió preguntas de los reporteros, conducta que es y será siempre cuestionable; si se dispone de la información y se tiene seguridad en las decisiones ¿por qué no someterse al escrutinio de los representantes de los medios de comunicación? Nunca estaré de acuerdo con estas conferencias de prensa disfrazadas) no se dio cuenta de manera oficial de nuevos ataques, narco bloqueos o enfrentamientos.
Reitero: siete personas muertas entre elementos de diversas corporaciones y delincuentes; 15 personas heridas; todo un Estado en situación de crisis y psicosis; el derribo de un helicóptero; el incendio de varios vehículos y de una decena de sucursales bancarias en Ciudad Guzmán y Zapotiltic; el cierre temporal de la carretera Guadalajara-Manzanillo y Guadalajara-Tepic; 29 puntos de Jalisco bloqueados y cientos de miles de personas afectadas de diversas formas, en conjunto, es algo gravísimo y ni los avisos y comunicados ni mucho menos el mensaje, por el tono y el contenido, reflejaban la gravedad de la situación. Un manejo superficial en contraste permanente con el activismo y la responsabilidad de mucha gente en redes sociales, incluso desde Estados Unidos. La postura de las “autoridades” no fue satisfactoria ni directamente proporcional a la magnitud de los hechos, siempre tratando de minimizar.
Fueron cinco horas en vilo, la ciudad en vilo, Jalisco en vilo… Es una paráfrasis de la máxima obra del historiador Luis González y González, quien con la microhistoria de su pueblo, San José de Gracia, reflejó la realidad de todo el país.
Así es, es lo mismo. A ver si siguen festinando y haciendo alarde de ignorancia y estulticia en inauguraciones rimbombantes en pleno proceso electoral; a ver si siguen diciendo que México (y Jalisco es México) es casi el mejor país del mundo para invertir en donde la gente (eso dicen las encuestas) es una de las más felices del orbe; y que todo está bajo control, que los niveles delincuenciales se han reducido y todo es casi, casi perfecto.


Publicada en El Informador el sábado 2 de mayo de 2015.