Ciudad adentro
LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)
Desde hace varios años estoy convencida de que los
mexicanos somos muy trabajadores y buenos trabajadores, contra la idea
generalizada que desde el gobierno y desde las cúpulas empresariales,
fundamentalmente, se insiste en difundir, de que somos flojos, desobligados y
malos.
No somos perfectos y claro que hay excepciones (en
todo el mundo las hay), pero basta con echar un vistazo a nuestro alrededor
para darnos cuenta de la cantidad de horas que le dedicamos a nuestras
actividades económicas y no sólo tiempo, sino calidad, empeño, ingenio e
iniciativa.
Siempre que se hace referencia al mexicano como
perezoso y transa me molesto sobremanera porque no es una afirmación que
aplique para las mayorías, es exactamente al contrario y si bien mis
convicciones se han fundado en el contacto con la realidad, con lo que pasa a
mi alrededor y lo que abrevo de experiencias varias, hoy puedo recurrir a
pruebas contundentes de una situación que todos sabemos y, casi siempre,
vivimos en carne propia.
Me refiero a las Employment Outlook 2015 (Expectativas
de empleo) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos,
OCDE (OECD por sus siglas en inglés, disponible en la siguiente liga: OECD.
Cuando escuché la información relativa a la
emisión del documento el pasado día 9 me alegré por dos cosas, no por supuesto
por la realidad que se expone, sino porque en la medida en que hay un
reconocimiento, en este caso de carácter internacional sobre un escenario
lacerante para millones de mexicanos, estaremos en condiciones de tratar, de
luchar denodadamente por cambiarlo y, segundo, porque echa por tierra las
cifras alegres del Gobierno de la República que insiste en vendernos la idea de
un país de mentiras en donde todo es perfecto, un país de sololoy.
De hecho, recientemente el mismísimo Presidente
habló de un incremento extraordinario en la creación de empleos. Nada más 81%
en el mes de junio en comparación con el mismo mes del año pasado; y a
principios de este 2015 vaticinó que se superaría la cifra histórica de 2014
cuando, dijo, se generaron 714 mil empleos.
Seguramente con eso se siente satisfecho, pues no.
Se difunde este documento en donde con datos contundentes y el respaldo de la
Organización, se afirma que el empleo en México es de baja, muy baja calidad,
precario y el peor pagado. De los 24 países que integran la OCDE, el ingreso
promedio anual en nuestro país es equivalente a 12 mil 850 dólares, en franco
contraste con el ingreso promedio de un trabajador estadounidense que es de 60
mil 779 dólares. Proporcionalmente se gana más en Alemania porque es el país en
donde menos horas se dedican al trabajo, alrededor de mil, mientras que en
México son más de dos mil 200 y es también el peor ubicado en este indicador.
En realidad en todos los rubros del estudio quedamos muy mal parados si
pensamos en calidad de vida.
Alguien podría decir por ahí que el problema está
en la productividad, pero entonces pensaría en la falta de liderazgo de
empresarios que se conforman con su nivel de utilidades; y como hay tanta gente
buscando trabajo, siempre cualquier inconforme es reemplazable, así que los
empleos siguen siendo inseguros y mal pagados mientras los patrones no
sacrifiquen ni un centavo de sus ganancias. Sé que nadie se pondrá el saco, pero
ojalá, porque a lo mejor pensarían en cambiar su modelo o su conducta
empresarial, viviríamos mejor todos; los dueños de negocios incrementarían sus
ingresos al reactivarse el mercado interno, pero no hay nadie con capacidad
para ver eso, no lo ven o no lo quieren ver… Y nosotros seguimos aguantando, a
ver hasta cuándo; el espacio se me acaba, pero en este mismo estudio se reveló
la situación grave y precaria de los jóvenes entre 15 y 24 años de edad sin
oportunidades.
Reitero: ahí están las pruebas de que los
trabajadores mexicanos somos de primer mundo en cuanto a responsabilidad y
disposición para trabajar, en calidad de ejecución; y de tercero o cuarto
mundo, del inframundo mejor, por trabajar tantas horas con tan escasos ingresos
y en pésimas condiciones.
Publicado en El Informador el sábado 11 de julio de 2015.