domingo, 19 de mayo de 2019

La Primavera


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

El estiaje es real, parte de los ciclos de la naturaleza y año con año hay que lidiar con eso, pero precisamente porque se sabe desde siempre, las autoridades y la sociedad tendríamos que actuar de otro modo con respecto a esa realidad que hasta se reconoce como “temporada de incendios forestales”, sí, temporada, como la de lluvias o huracanes.
Todo está seco después del invierno y con el cambio climático que también es real, es peor cada vez, más extremoso, más radical. Circula en redes sociales y en internet una fotografía satelital de México donde se marcan los incendios al día lunes de esta semana: la mitad del país en llamas, de la región Pacífico-Centro al sureste y del lado del Atlántico, la península de Yucatán.
Bien, entonces están las cuestiones propias de la naturaleza pero también los accidentes y la falta de conciencia de paseantes diversos que no apagan bien las fogatas, que usan asadores irresponsablemente, que fuman y dejan basura inflamable. Contra estos riesgos hay campañas recurrentes que hay que reforzar siempre, esto no puede obviarse de ningún modo.
Estos dos aspectos son permanentes y es cuando se deberían aplicar políticas públicas pertinentes y oportunas que nos recuerden que estamos en pleno estiaje y hay que ser especialmente cuidadosos si queremos seguir disfrutando de la naturaleza.
Hay un tercer aspecto, el más complicado y sin duda criminal, que reclama acciones urgentes de las autoridades: los incendios provocados con fines inmobiliarios y agropecuarios más otras acciones que dañan al bosque como sobrepastoreo, tala clandestina y siembra en terrenos que no tienen esa vocación. Desconozco exactamente cuántos de los incendios en el país son resultado de esto, pero sabemos, y es un secreto a voces, que es el caso del Bosque de La Primavera, un espacio natural sobre el que deberíamos sentirnos verdaderamente privilegiados.

Fotografía: El Informador.
Los incendios este año suman 47 y la cantidad de zonas afectadas supera las mil 500 hectáreas. Más o menos desde hace 15 años el incremento en los incendios en La Primavera ha sido notable, contrasta con los incidentes de años anteriores y, paralelamente, los desarrollos inmobiliarios han ido en aumento.
La Primavera es una caldera volcánica y, por lo mismo, es un espacio muy frágil. Los suelos y la masa forestal son delicados, por decirlo de alguna manera y fue por eso y por la riqueza natural del espacio, la biodiversidad, las especies de flora y fauna y los beneficios ambientes para la Zona Metropolitana de Guadalajara y otros municipios, que desde 1980 se decretó Área Natural Protegida, no obstante, no hemos avanzado gran cosa en su protección, al contrario.
Me encontré en mi archivo los textos de un reportaje colectivo que se publicó en esta casa editorial en mayo de 1998, hace 21 años, porque entonces se registraron varios incendios. Hemos avanzado tan poco o nada, de plano, que empecé a leer aquella información de hace dos décadas y salvo por los personajes, parecía que eran datos generados hace unos días y próximos a publicarse (se publicó en dos entregas, 22 y 23 de mayo de 1998).
No se ha trabajado bien y no se ha hecho lo suficiente a pesar de los esfuerzos de asociaciones de la sociedad civil o de la sociedad en general, por su activa participación en la generación de conciencia y en trabajos de voluntariado cuando se ofrece, ya sea para combatir incendios o en labores de reforestación y recolección de basura. Las autoridades no han actuado en la misma medida por décadas, siempre reactivas, con paliativos, con decisiones cosméticas y para salir del paso.
Cómo quisiera que por una vez se emprendiera un programa diseñado para surtir efectos de muy largo plazo, que nos garantizara la supervivencia del bosque en excelentes condiciones; que cada quien hiciera su parte empezando por los gobiernos federal, estatal y municipales, que bien podrían servir de ejemplo para despertar y fortalecer conciencias y motivar una mayor participación.
Urgen medidas radicales para combatir los incendios provocados, más allá de cerrar uno de los accesos públicos. No puede ser que el bosque esté a merced de los intereses inmobiliarios, miopes, inmediatistas, egoístas y avaros; y que superen el sentido y el bien común, la conveniencia de un medio ambiente sano y sin duda alguna benéfico para cinco millones de habitantes de la zona conurbada y municipios como Tala y Ameca. Mejora la calidad del aire, hay agua, flora y fauna abundantes.
Urge romper el patrón de lo que ha sido la atención del Bosque de La Primavera y cambiar hacia decisiones inteligentes, con efectos duraderos, que reflejen un verdadero interés por proteger ese espacio para beneficio de todos.

Columna publicada en El Informador el sábado 18 de mayo de 2019.

jueves, 16 de mayo de 2019

Crónicas de ayer

Los años cuentan. En los últimos días, en lugar de buscar en Google he buscado en mi computadora y me he llevado sorpresas. Es el caso de este hallazgo. Un reportaje producto de mi paso por la Coordinación de Investigaciones Especiales en El Informador, en 1998, hace 21 años, porque el trabajo que a continuación compartiré, se publicó en dos entregas 22 y 23 de mayo ¿sobre qué? Bosque La Primavera. Leí algunos de los textos del reportaje colectivo y pareciera que fueron escritos ayer o que se publicarán mañana. Y esto no es más que reflejo de que pese a palabras y papeles, firmas, fotografías, acuerdos y compromisos, no hemos avanzado en la protección y defensa del bosque, al contrario, parece que vamos para atrás. Les dejo aquí los textos a su consideración.


Primera entrega

22 de mayo de 1998


Falta administración del Programa de Manejo para salvar La Primavera: ACB


·         Sigue habiendo un gran deterioro
·         La U. de G. sólo tiene 600 hectáreas
·         Está por entrar en vigor el Programa de Manejo


Contrario a lo que pudiera creerse la figura jurídica de zona de protección o área protegida, es más estricta que la de parque nacional porque en la primera no se permite ni siquiera molestar, mucho menos cazar a la fauna silvestre. En realidad, este no es el problema en La Primavera, sobre todo si se toma en cuenta que en el decreto, si los propietarios no cumplen con sus disposiciones, se indica que el gobierno puede hacer las compras necesarias, de terrenos por supuesto.
Lo que se necesita hoy por hoy en La Primavera es: que se cumpla el decreto y que se opere una administración basada en el programa de manejo.
En estos momentos, acaba de concluir la etapa de consulta pública del Programa de Manejo, que fue publicado para tal efecto en el Diario Oficial de la Federación el pasado 4 de marzo; el plazo para la consulta pública y la recepción de observaciones cerró el último día del mes de abril y para que entre en vigor sólo falta que la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), a través del Instituto Nacional de Ecología (INE) lo publique para que entre en vigor.
Arturo Curiel Ballesteros, director de Difusión Científica y Vinculación de la Universidad de Guadalajara, hizo un recuento de lo que ha pasado con La Primavera desde la década de los sesenta hasta nuestros días.
¿Qué ha pasado en 18 años desde la publicación del decreto?
--Para hacer una historia del Bosque La Primavera, relacionada con su protección  creo que nos tendríamos que ir a los años sesentas, porque entonces realmente empezó la preocupación por la conservación de La Primavera y comienza precisamente porque se nota que con la forma como empieza a crecer Guadalajara por el lado oeste, se identifica que iba a llegar un momento en el cual ese bosque se iba a perder o se iba a fraccionar. Y a partir de los sesentas es cuando empieza un interés social en diferentes sectores por el bosque.
En ese tiempo es cuando sale la primera propuesta de conservación del bosque. Es una propuesta que tiene como idea el detener el crecimiento urbano y la presentó J. Guadalupe Zuno. Después de eso los propietarios sacan una contrapropuesta, esto es en 1972, de urbanizar La Primavera y de crear una ciudad satélite. Ante eso hay una reacción muy fuerte en términos públicos. Lo cierto es que hay una gran rechazo al planteamiento que hacen los propietarios en aquel entonces. Ellos querían crear una unidad satélite para medio millón de habitantes en una cuarta parte del bosque, crear lagos artificiales y una serie de cosas y empiezan a abrir algunos caminos, entre ellos el de Mariano Otero.
En ese sentido hay una reacción en el nivel de gobierno federal y  se empieza a trabajar en una propuesta para decretarlo Parque Nacional y la  SARH (Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos) elabora un proyecto de cómo establecer el perímetro para decretarlo Parque Nacional. Por otro lado, los universitarios de aquel entonces, el sector gobierno, algunos empresarios, todos los ayuntamientos se ven motivados al compromiso de proteger el bosque ante la amenaza de un crecimiento que se estaba dando y también bajo un proyecto de urbanización  que se estaba ya planteando. Inclusive, a mediados de los setenta  había una lucha entre las dos posturas, una, de la mayoría, de conservar el bosque y la de los propietarios.
Hay un acuerdo en el que incluso se plantea la posibilidad de la expropiación, porque el Parque Nacional eso implica y se publica en los periódicos un desplegado en el que se indica que todos los propietarios deben llevar sus títulos de propiedad para hacer un balance de cuánto era lo que se iba a pagar.
El decreto se hizo, estaban las firmas de todas las autoridades excepto la del Presidente de la República que en aquel entonces era Luis Echeverría Alvarez. Y en gran medida fue por una participación de los propietarios, es clásica esa anécdota de que los propietarios fueron hasta el otro lado del mundo en donde Echeverría estaba haciendo una gira para pedirle que no se decretara como Parque Nacional, para no les fueran quitadas sus propiedades.
Después de eso, todo el esfuerzo que se hace en los sesenta no se concreta en el periodo de Echeverría porque no firma el decreto. Cuando asume la presidencia José López Portillo y él responde –fue uno de sus compromisos de campaña—a lo que viene a hacer la protección de La Primavera pero sin afectar los regímenes de tenencia de la tierra y entonces decreta Zona de Protección, aunque la categoría que le correspondía era Parque Nacional. Teóricamente, la Zona de Protección es más estricta que la de Parque Nacional, pero también es cierto, que no modifica el régimen de propiedad.
Luego del decreto ¿qué es lo que ha pasado?
--Prácticamente lo que ha pasado es que el segundo paso luego de la publicación de la figura, es publicar el Programa de Manejo y armar una estructura para la administración. Eso no se hizo inclusive, ni siquiera como lo marca el decreto se incluyó en lo que viene a ser la parte de registro de propiedad para que entonces quedara muy claro que esos terrenos estaban bajo decreto  y que había algunas cosas que estaban restringidas.

Curiosamente el mismo año que se publica el decreto, la Comisión Federal de Electricidad empieza a perforar La Primavera. Y a partir de ahí ha sido una situación de que empiezan a disminuir las áreas arboladas.

Sí ha habido una perdida. Que se hubieran perdido más sin el decreto, eso es muy probable. El decreto ha cumplido una cierta función a nivel de interés social, porque de alguna manera define el interés público de esa zona por el artículo 27 Constitucional que es el que da base a cualquier área protegida en este país y que condiciona el interés particular al interés público.
Si la zona de La Primavera, mientras tenga el decreto de protección forestal pues hay que proteger los bosques y de refugio de la fauna silvestre, pues hay que buscar protegerla, a menos que cambien la figura, reserva urbana por ejemplo, entonces se podría pensar en fraccionamientos o que se modifique como reserva energética. Pero si la zona está decretada como Zona de Protección Forestal y Refugio de la Fauna Silvestre (ZPFRFS) es un área silvestre y entonces todo debe de ajustarse a eso. Es de lo mucho que se ha insistido desde que se generó el decreto.

El Informador.


Decreto

Decreto que declara Zona de Protección Forestal y Refugio de la Fauna Silvestre, la región conocida como La Primavera.
Aprobado el 19 de febrero de 1980, vigente desde el 7 de marzo de ese mismo año.


En los considerandos, entre otras cuestiones, se establece lo siguiente:
“Que en la región conocida como “La Primavera” que se localiza en la Sierra de La Primavera y del Colli, que comprende una superficie de 30 mil 500 hectáreas, dentro de los municipios de Tala, Zapopan y Tlajomulco en el Estado de Jalisco, se encuentran macizos forestales, acuíferos subterráneos y aguas superficiales que en gran parte regulan las condiciones ecoclimáticas de Guadalajara, Tlaquepaque, Zapopan, valles de Atemajac y Ameca y que por su configuración topográfica constituye refugio natural de la fauna silvestre que subsiste libremente en dicha región”.

El decreto señala como entidad responsable a la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.


“Que las autoridades municipales de Guadalajara, Tlaquepaque, Zapopan, Tala, Tlajomulco y Ameca, del Estado de Jalisco, así como la Comisión Forestal de la citada entidad federativa, han solicitado se declare zona de protección forestal y refugio de la fauna silvestre de la región, a que se refiere el considerando primero de este ordenamiento, con objeto de evitar se continúe explotando en forma desmedida y sin control alguno los recursos forestales, así como para que se sigan afectando predios dentro de la zona para fines urbanísticos, en virtud de que tales acciones han provocado el desequilibrio y la erosión de los suelos de la citada región.”

A partir de la solicitud, la SARH realizó una serie de estudios, que dieron como resultado la determinación  de que “... es conveniente declarar zona protectora forestal y refugio de la fauna silvestre la región conocida como “La Primavera”, debiendo, para tal efecto, tomar las medidas encaminadas a lograr la reforestación de la zona, así como de los trabajos de protección, fijación y restauración de suelos, a los de repoblación e incremento de masas arboladas, a la preservación y propagación de la fauna silvestre, así como a la preservación del régimen ambiental e hidrológico de dicha región”.

Puntos de referencia para la delimitación de las 30 mil 500 hectáreas (artículo 1o.):
Río El Salado
Chamizal
Agua Dulce
Mesas de Ocampo y Las Jícaras
Cerro El Chiquilitillo
Mesa El Burro
Arroyo Las Tortugas
Venta del Astillero
Arroyo Chorro de Agua
Arroyo La Cuartilla
Pinar de la Venta
Arroyos Boca de la Arena y Arena Chica
Cerro El Colli
Arroyo Grande
Arroyo Puentecitas
Fraccionamientos Bugambilias y El Palomar
Ejido de San Agustín
Arroyo Colorado
Afluente del arroyo La Culebra
Cerro de la Concha
Cerro La Campana
Afluente del arroyo Los Malvastes
Cauce del arroyo La Culebra
Afluente del arroyo Saucillo
Arroyo El Nopal
Arroyo El Pachón
Arroyo Agua Caliente
Arroyo del Acueducto
Cauce del arroyo que baja a la presa La Mesa
Arroyo Los Letreros
Antigua cerca de piedra que cruza los arroyos El Taray y Cerrito Colorado
Arroyos Las Animas yEl Zarco (de Tala a La Lobera)
Fraccionamiento Villa Felicidad
Arroyo El Carrizo

Artículo 2.- La SARH, de acuerdo con lo que dispone la ley de la materia, promoverá la cooperación de los propietarios y poseedores en la realización de los trabajos o en la ejecución de las obras encaminadas a lograr la reforestación , protección, fijación y restauración de suelos, a la repoblación e incremento de las masas arboladas, a la perservación y propagación de la fauna silvestre y a la preservación del régimen ambiental e hidrológico de las poblaciones antes citadas.
En caso de que los propietarios o poseedores se hallen en la imposibilidad de realizar los trabajos, o de ejecutar las obras a que se refiere este artículo, podrán acogerse a las condiciones, términos y procedimientos que fijan las leyes de la materia.
Si los propietarios o poseedores se rehusaran a cooperar, o bien, se opusieran a la realización de los trabajos o la ejecución de las obras a que se refiere este mandamiento, el Ejecutivo Federal, por conducto de la SARH, adquirirá, para los fines que se indican, los terrenos de propiedad particular que se localicen dentro de la superficie señalada...”

Artículo 6.- Queda a cargo de la SARH, establecer la vigilancia necesaria para el cumplimiento de lo dispuesto en el presente mandamiento y las infracciones que llegaren a cometerse se sancionarán conforme a lo dispuesto en la ley de la materia.

Artículo 8.- En la región delimitada en el artículo primero del presente decreto, la Secretaría de la Reforma Agraria, procederá a hacer los deslindes de los terrenos ejidales y comunales y las declaratorias relativas a los presuntos terrenos nacionales, baldíos y demasías”. Era Presidente de México, José López Portillo; titular de la SARH, Francisco Merino Rábago y de la Reforma Agraria, Antonio Toledo Corro.

Efemérides

19 de febrero de 1980
El Presidente de la República, Lic. José López Portillo, decreta la Zona de Protección Forestal y Refugio de la Fauna Silvestre “Bosque La Primavera” (ZPFRFSBLP), para una superficie de 30,500 Has. de las 36,229 del macizo forestal.

6 de marzo de 1980
Se publica el decreto en el Diario Oficial de la Federación

7 de diciembre de 1995
Se firma el Acuerdo de Coordinación entre la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca y el Gobierno del Estado para transferir a este último, la administración de la ZPFRFSBLP.

12 de enero de 1996
El gobernador constitucional del Estado, Alberto Cárdenas Jiménez, forma el Comité Técnico para la Administración del Bosque La Primavera (CTABLP).

23 de julio de 1996
El CTABLP revisa y aprueba en lo general el Programa de Manejo Bosque La Primavera elaborado por la Universidad de Guadalajara, el cual se envía al Instituto Nacional de Ecología para su aprobación y publicación correspondiente.

5 de noviembre de 1996
Se publica en el Periódico Oficial “El Estado de Jalisco” el Acuerdo de transferencia firmado el 7 de diciembre de 1995.

17 de diciembre de 1996
En sesión ordinaria, el CTABLP elige director para la ZPFRFSBLP.

4 de marzo de 1998
Se publica en el Diario Oficial de la Federación el Programa de Manejo Bosque La Primavera aprobado el 23 de julio de 1996 y enviado al INE, para someterlo a un proceso de consulta pública.

Fuente: Comité Técnico para la Administración del Bosque La Primavera.

Página 4B.

La Primavera, de todos y de nadie

·     Sólo transformando la cultura ecológica se podrá salvar
·     Con el régimen de área protegida no cambia la propiedad
·     Todos toman decisiones que afectan al bosque
·     A 18 años del decreto la zona no está delimitada
·     Faltan recursos para una adecuada administración

Hace unas cuantas semanas, dos incendios de grandes proporciones en La Primavera llamaron la atención de los tapatíos, sin embargo, se apagaron y otros asuntos pasaron a formar parte de las ocupaciones y preocupaciones de los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
La Primavera está ahí desde que tenemos uso de razón y únicamente ha sido de nuestro interés cuando se trata, por ejemplo, de los incendios, o bien, cuando el escándalo de la Comisión Federal de Electricidad o cuando hace entre cinco y ocho años, se clausuraron 36 bancos de material que dañaban al bosque gravemente.
En cuanto a los paseantes que eligen La Primavera para ir al río o a un día de campo --alrededor de 27 mil cada fin de semana--, dejan a su paso basura, fogatas mal apagadas y daños quizá mínimos pero constantes, a los árboles.
Dice el director del Comité Técnico para la Administración del Bosque La Primavera, Salvador Mayorga, que se necesita transformar la cultura ecológica de la población para salvar La Primavera, pero sin duda se trata de una tarea que va mucho más allá de despertar la conciencia social.
Desde 1960 se han hecho intentos por conservar ese bosque milenario y sumamente frágil, con vacíos y altibajos que han dado como resultado que prácticamente no se haya hecho nada distinto en casi 40 años.
La emisión del decreto presidencial para que La Primavera fuera considerada Zona de Protección Forestal y Refugio de la Fauna Silvestre, según Arturo Curiel Ballesteros, quien fuera director del Laboratorio Bosque La Primavera de la Universidad de Guadalajara, ha servido para que el daño no haya sido peor y con todo y que originalmente se había planteado que fuera Parque Nacional, en la década de los setenta, la figura de zona de protección es suficiente para proteger La Primavera, de hecho, es más estricta que la de parque nacional y contempla la expropiación como una posibilidad.
El problema no es tanto ese, sino que en 18 años desde la publicación del decreto, no ha habido una adecuada administración de los recursos del bosque ni se cuenta con el Plan o Programa de Manejo, indispensable para saber qué y cómo administrarlo.
Como zona de protección o área protegida, La Primavera se convierte en patrimonnio no sólo de los jaliscienses, sino de los mexicanos. Se integra a la no muy larga lista de áreas protegidas que por su riqueza natural han merecido ser consideradas así, sin embargo, considerando que el decreto de zona de protección no modifica el régimen de propiedad, hay alrededor de 300 dueños que, por supuesto, defienden lo que es su patrimonio y deciden hacer con él lo que mejor les place, como fraccionar y vender, o bien, en el caso de los ejidatarios y productores, cambiar la vocación del suelo cuántas veces sea necesario.
El decreto es muy claro al respecto: si los propietarios no cumplen con sus disposiciones, el gobierno tiene la facultad de comprar, pero nunca se ha hecho y al decir gobierno, se está hablando del gobierno del Estado, responsable de la administración del bosque desde 1995, transferida desde entonces por la SEMARNAP.
Sobre el bosque, toman decisiones los propietarios, los ejidatarios y los productores, toman decisiones los ayuntamientos en donde está el bosque, es decir: Zapopan, Tala, El Arenal y Tlajomulo, las autoridades federales (CNA, CFE) y las estatales. Los paseantes hacen lo suyo.
Construcciones, estanques para patos, desviaciones del río Las Tortugas, balnearios, desmonte para sembrar agave, caña y maíz o bien, para tener tierras para que paste el ganado, pozos para extraer agua y otros, cotidianamente  dañan al bosque que es patrimonio de todos, pero muy pocos lo perciben así. En esta primera entrega de dos, se presentan varias entrevistas con Mayorga Castañeda por ejemplo y con Curiel Ballesteros y algunos de los propietarios del bosque; la solicitud de recursos y la crónica de dos de los recorridos que el equipo de investigación realizó en el bosque. Mañana, en la segunda entrega: "La Primavera: los incendios estaban anunciados".

El Bosque sí está siendo cuidado: SMC



Pese a los incendios y a los cambios de uso de suelo, por “ignorancia” y/o por “vacío de autoridad”, La Primavera está siendo cuidada por las instituciones, los vecinos, los propietarios, los ejidatarios y los productores.
Así lo afirmó categórico en entrevista el director del Comité Técnico  para la Administración del Bosque La Primavera, Salvador Mayorga Castañeda, quien, no obstante, reconoció que la dirección del Comité está en etapa de consolidación y que hacen falta recursos humanos y económicos para alcanzar ese objetivo, sin embargo, la principal carencia que va en detrimento del bosque, es la conciencia ecológica y de conservación en todos los involucrados y en la sociedad en general. Con base en esto, se van a buscar dijo, consensos para el manejo adecuado del bosque.
Aún así, Mayorga Castañeda confía en que esa transformación cultural con relación a los recursos naturales no se posponga mucho tiempo más. Cabe recordar que el decreto para convertir a La Primavera en una zona protegida  se emitió hace 18 años y aún no se delimita el área.
Este asunto es uno de los que se debe resolver pronto para saber exactamente qué lugares de La Primavera deben estar protegidos por el decreto. Pero volvemos a lo mismo, dijo Mayorga Castañeda: faltan recursos. Lo que se pretende hacer, en principio, es colocar 30 mojoneras “madres” o base, de un total de 110 que se necesitan. El resto, adelantó, podrían ser instaladas por los propietarios de cada predios.
En estos momentos, se están gestionando ante todos los miembros del Comité Técnico, recursos por cinco millones 662 mil pesos, con el propósito de, entre otras cuestiones, echar a andar un ambicioso proyecto integral de restauración del bosque: “Programa de prevención y combate de incendios forestales y refugio de la fauna silvestre Bosque la Primavera”.
El programa, pensado para la temporada 1997 y 1998, no se ha podido aplicar, de cualquier manera, en estos momentos la SEMARNAP y la Universidad de Guadalajara están realizando un peritaje de toda la zona dañada por los recientes incendios y se estima que en dos o tres semanas se tendrán los resultados con base en los cuales se trabajará en el plan de restauración.
Mayorga Castañeda explicó que en las zonas protegidas el régimen de propiedad no cambia y si bien no tienen datos precisos de todos los dueños del bosque, estimó que son entre 300 y 500.
 En su momento se intentó convertir a La Primavera en un Parque Nacional, un régimen que sí implica expropiación o compra, de tal suerte que queda a cargo del gobierno su protección y administración. Los dueños del bosque se opusieron y buscaron al entonces Presidente de la República, Luis Echeverría Alvarez, en Egipto, para manifestarle su posición. El Presidente accedió y sólo se decretó como zona de protección pero hasta el periodo de López Portillo.
A este respecto, Mayorga Casteñeda afirmó que es mejor esta figura que la de Parque Nacional porque, como sucede con otros parques, están abandonados y en el caso de una zona protegida, son los dueños los que tienen que involucrarse en la conservación, restauración y recuperación tanto del recurso forestal como del faunístico.

Cambios en el uso del suelo


Sobre los cambios de uso del suelo, el director del Comité Técnico reconoció que se trata de un problema serio, pero también se refirió a la grave situación por la que pasa el campo de Jalisco y la necesidad de los campesinos y ejidatarios de sacar algo a la tierra. Habló de la pobreza en la que viven: “o matamos al bosque o matamos a los campesinos”.
Para atajar este problema, Mayorga Castañeda indicó que se buscarán alternativas para los productores, de tal suerte que sus predios en el bosque se puedan reconvertir en las áreas forestales que eran, es decir, se trata de devolver al área su vocación original.
Para eso, añadió, es preciso conocer a los campesinos y ejidatarios de uno por uno, meterse al bosque, platicar con ellos, y hacer las determinaciones necesarias mediante la intervención de expertos. Pero todavía “no hay expertos que se metan al bosque”.
A propósito de esto, indicó que el proyecto que se elabore y se aplique tiene que ser incluyente, de ahí que se haya integrado ya un fideicomiso, abierto para todo el público, en donde se reciban los donativos que las personas y/o las instituciones quieran hacer para contribuir a la recuperación y protección del bosque. El fideicomiso se constituyó el 3 de septiembre del año pasado con un capital inicial de 50 mil pesos.
Ahora bien, sobre la participación de los municipios en donde se enclava el bosque, es decir, Zapopan, Tlajomulco, Tala y El Arenal, Mayorga afirmó que es sumamente importante, pero también se remitió al eterno problema del centralismo, por un lado y, por el otro, a los intentos por descentralizar que ha dado lugar a la elaboración de planes federales, estatales y municipales.
La aportación de estos municipios al bosque consiste en la asignación de brigadas de combate y/o prevención, dependiendo de los recursos de cada municipio. La diferencia es que las brigadas de prevención están de planta y las de combate sólo de manera eventual en caso de incendio.

“Vacío de poder”


Ahora bien, ante el señalamiento de que por el lado del autódromo, delante de la zona arqueológica del Ixtépete, se acaba de perforar un pozo para extraer agua, el funcionario indicó que ese tipo de permisos los otorga la Comisión Nacional del Agua, una instancia federal, mientras que los permisos de construcción son autorizados o no por los municipios. Además, los dueños del bosque deciden en el momento que lo desean, cambiar los usos del suelo, es decir, desmontan (quitan los árboles) para sembrar agave o maíz, como sucede en la parte cercana al río Las Tortugas, en los municipios de Tala y El Arenal, o bien, para tener terrenos que sirvan al ganado para pastar. Esto es lo que produce el “”vacío de poder”” al que hacía referencia Mayorga Castañeda.
Este es uno de los principales problemas del Bosque La Primavera, varias instancias toman decisiones sobre él y la falta de una administración consolidada impide que realmente se preserve la zona de protección como lo señala el decreto.
Es importante recordar que cuando se emitió la disposición presidencial en 1980, se señaló como la dependencia responsable de aplicarlo, a la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. A partir de su desaparición, el “vacío de poder” sentó sus reales hasta que en 1996 se firmó un convenio entre la SEMARNAP y el Gobierno del Estado, para que se instalara un Comité Técnico interinstitucional, que finalmente sería el responsable de la protección de la zona.
El convenio fue firmado por los representantes de cada entidad, por un lado, Julia Carabias, titular de la secretaría en cuestión y el gobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas Jiménez, y entró en vigor el día de su publicación en el Periódico oficial “El Estado de Jalisco” el 5 de noviembre de 1996.
En este convenio, la SEMARNAP, a través del Instituto Nacional de Ecología (INE), transfiere al Gobierno del Estado la administración de la zona protegida, sin embargo, entre los compromisos del Instituto, que hasta el momento no se ha cumplido, aparece “Aportar los recursos financieros que estén a su alcance y/o de que disponga para apoyar conforme a los programas anuales de trabajo, la consecución de las acciones de administración objeto del presente instrumento.
“Los recursos federales que se aporten estarán a la disposición en el Presupuesto de Egresos de la Federación que apruebe la H. Cámara de Diputados, para cada ejercicio fiscal, así como las autorizaciones jurídico-administrativas que correspondan conforme a la legislación aplicable en la materia” (fracción segunda de la cláusula cuarta del convenio).
Por su parte, el gobierno del Estado designó –en el mismo convenio— a la Comisión Estatal de Ecología como la entidad responsable del cumplimiento del acuerdo.
Finalmente, sobre el INE, Mayorga Castañeda dijo que está constituido un fideicomiso nacional para destinar fondos a las zonas protegidas, sin embargo, concluyó, los recursos de que se disponen se destinan a 25 áreas de protección, identificadas como prioritarias, entre las que no se encuentra La Primavera.
Página 5B 

 Segunda entrega

23 de mayo de 1998

Grave el cambio de uso
de suelo en La Primavera

 En esta segunda parte de la entrevista con Curiel Ballesteros, reitera: Ha habido deterioro. Aún así el problema sigue siendo serio en el cambio de uso del suelo para poner casas en el área protegida, para convertir predios forestales en agrícolas, para sobrepastoreo, los incendios, actividades de proyectos como la geotermia, etc.
El bosque La Primavera tiene todos los problemas que puede tener un área silvestre. Ha habido años que se ha utilizado para extraer materiales de bancos, ha sido contínua la extracción de tierra de hoja de encino para la cuestión de los viveros y otros usos, por ejemplo, se han detectado pipas que han ido a arrojar residuos peligrosos a los arroyos, no hay vigilancia. Se han encontrado cultivos de estupefacientes, inclusive trampeos para caza de animales, trampeos con zanjas y estacas. Carros abandonados...
La Primavera por una falta de administración como área silvestre, se han ido afectando sus valores naturales y quizá sea parte de una estrategia, porque ha habido sitios en este Estado en donde de repente se degrada de tal manera un ambiente natural, que después cualquier tipo de proyecto resulta benéfico, resulta más benéfico a dejarlo como está.
La Primavera sigue sufriendo deterioro.
¿Qué es lo que pudiera llegar a consolidar una conservación en el bosque?
--Un programa de manejo. Quizá por fortuna este año en marzo, el 4 de marzo, se puso a consulta pública el Programa de Manejo del Bosque La Primavera. Es un programa que de alguna manera tiene un sustento técnico-jurídico importante. Hasta ahorita ha recibido el apoyo de todas las instancias. El CTABLP lo revisó, lo enriqueció y lo envió y que se pone a disposición.
Sabemos que ha habido información en contrario. Mala información que ha buscado más que todo, el rechazo al programa de manejo. Ha terminado el periodo y no sé la SEMARNAP qué es lo que vaya a hacer. El periodo de consulta terminó a finales de abril. Lo que sigue es incorporar las opiniones que se hayan dado, incorporarlas y publicarlas para que luego entren en vigor.
Creo que con un Programa de Manejo se aventaja en mucho la protección de un área por varias razones, primero, porque define qué tipo de aprovechamiento se puede hacer y en qué lugares. El bosque –ninguno-- no se puede ver como una mesa de billar en donde cada cuadrito es igual al otro. En un ecosistema hay elementos dinámicos  que identifica la zonificación, y la zonificación regula porque seindica qué se puede hacer y qué no en cada parte de La Primavera.
El Programa de Manejo define las acciones prioritarias porque básicamente lo que se ha venido haciendo en La Primavera es lo mismo que en 1980, una cuadrilla –muy importante—para el combate de incendios e investigación, pero hasta ahí. Ahorita no hay algo establecido para la vigilancia, hace falta articulación para resolver problemas y limitantes de La Primavera.
¿El Programa de Manejo tiene carácter obligatorio?
--El Plan de Manejo vuelve operativos los objetivos de un decreto. La obligatoriedad inclusive, el mismo decreto la marca. Si se revisa el decreto, al final menciona que el decreto es para aplicarse y hay indicaciones para quien no lo cumpla.
Esta categoría de decreto es más estricta que la de Parque Nacional por ejemplo, porque en el caso de Zona Protegida queda prohibido en todo tiempo la caza, capturar, perseguir, molestar a los animales.
Sin embargo, se están alterando los corredores por donde se mueven algunos animales como aves y mamíferos y ahora hay casas y otras cosas y el decreto está ahí desde 1980.
Más que se pasen la bolita unos a otros. La administración como tal sí le compete al Gobierno del Estado; la federación tiene que apoyar al gobierno para esa administración, inclusive, yo creo que el bosque La Primavera debe ofrecer un indicador de qué tanto nos estamos acercando a la sustentabilidad o qué tanto nos estamos alejando. Es una situación de cumplimiento del decreto, pero también es una situación de que la última reserva silvestre que tiene la segunda ciudad más importante del país, tiene que ser un indicador de calidad.
Algunos grupos como Pro-Habitat han propuesto una serie de indicadores de sustentabilidad en la zona metropolitana y uno de ellos es el de La Primavera y la cobertura del bosque La Primavera.
Lo más importante es identificar que los indicadores que estamos viendo en La Primavera, no están garantizando la protección ni la conservación del bosque, y eso como indicador se debe de retomar por la misma administración del bosque para resolverlo. Seguimos haciendo las mismas cosas desde hace 18 años, pero esas cosas no resuelven.
Lo que se necesita  realmente es revalorar el bosque, retomar la concepción que se tenía en los años sesenta de la importancia de este recurso y actuar en los niveles que corresponde para detener los problemas y llegar a los acuerdos a que se tenga que llegar para la protección del bosque.
Un logro del Comité ha sido haber concretizado un Programa de Manejo y haberlo mandado a la Federación. Esta es una parte importante, pero lo demás se tiene que afrontar de una manera más intensa. Por ejemplo, las acciones deben ser diferentes a las que se han venido haciendo desde 1980, en intensidad y en dimensión.
¿Los propietarios están conscientes de la necesidad de proteger el bosque?
--Yo creo que los propietarios tienen un legítimo interés particular de decir “oye pues yo tengo este terreno, la ciudad está creciendo y quiero hacer un fraccionamiento”, es legítimo porque son los dueños, pero bueno, el bosque tiene un decreto de protección, aunque hay opciones de uso que se señalan en el Programa de Manejo, claro está que es otro concepto de aprovechamiento. Un área protegida puede ofrecer aprovechamientos y recursos, pero son planteamientos a largo plazo. El problema es que la gente quiere el máximo beneficio y quiere el máximo beneficio de inmediato.
Un elemento de conflicto es ése precisamente: se puede aprovechar el bosque, vaya, un bosque que recibe 27 mil habitantes en un fin de semana, lógicamente que puede ser costeable y puede generar recursos importantes.
¿Sería una buena salida que se decretara Parque Nacional en vista de que como zona de protección realmente no se ha cumplido?
--Yo diría que sí y que no. Se podría pensar que  sí porque era el planteamiento original, era lo que le correspondía, sin embargo, en este país desde los años ochenta no ha habido ningún decreto de Parque Nacional, es decir, es una modalidad que prácticamente no se utiliza ya en el país. En parte por la cuestión de los recursos económicos, tu tienes que expropiar, entonces tienes que tener los recursos económicos para pagarle a los propietarios.
Lo cierto es que no sería necesario, porque si lo que se busca es la expropiación, el mismo decreto te lo permite, ya que plantea  que cuando haya un rechazo a la cooperación se procede a la expropiación, es decir, que a final de cuentas esa herramienta la tienes, en esta categoría y en este decreto, y no necesitas tener el de Parque Nacional.
Hay problemas en el sentido del pago de una supuesta expropiación,  porque por un lado en el registro de la propiedad  poseer una área silvestre es un valor muy bajo y las expectativas de los propietarios son muy altas. El conflicto sería que el precio evaluado lo acepte el propietario, porque realmente mucha gente dice, “bueno, yo aquí tengo un camino, tengo aquí una infraestructura, aquí yo tengo tal o cual cosa, yo tengo aquí un determinado servicio, entonces esto vale como puede valer un terreno en la ciudad de Guadalajara”.
Yo creo que ahorita, la política que se ha estado planteando en términos ambientales, es la parte de la resolución de conflictos, este problema que está en La Primavera es un problema que está en todas las áreas protegidas donde hay propietarios, donde hay poseedores de los recursos  y poseedores de la tierra, se tiene que buscar una negociación, eso es muy claro, sólo hay que ver lo que se negocia, y hay que ver que es lo que llega a tener tenencia a nivel de acuerdo, es decir, que La Primavera puede funcionar sin  necesidad de expropiación, así lo plantea el decreto. Así están funcionando las reservas de la biósfera en este país, sin necesidad de modificar esto.
El problema es la poca especulación que hay sobre el uso de La Primavera y que es contrario al uso silvestre.
Lo mejor es que se cumpla el decreto y que se opere una administración basada en el programa de manejo.
Hay algunas áreas en las que sí el origen de los incendios es por limpieza de los terrenos, que luego se les va el fuego, pero en La Primavera no creo que sea la causa, no lo principal, yo creo que son otras las causas.
La Universidad de Guadalajara no tiene una sola hectárea de propiedad en La Primavera. La Universidad de Guadalajara tiene como dato en los ochenta, 1984, que se manejaron alrededor de 600 hectáreas que son del Gobierno del Estado, no es de ningún propietario, si los propietarios cedieron un terreno al Gobierno del Estado y el Gobierno del Estado pone en comodato 600 hectáreas del Gobierno del Estado para la Universidad de Guadalajara, y eso lo administra directamente Maderas, celulosa y papel, desde el 84 y por un periodo de 25 años, quiere decir que en el próximo milenio termina ese comodato, en la primera década del siguiente siglo termina ese comodato.
Ese terreno de 600 hectáreas, quizás el estudiado con mayor detalle en el Bosque de La Primavera es un terreno donde se están probando respuestas de especies forestales, es un terreno donde hay los únicos sitios asegurados, es un poco para estudiar la capacidad de respuesta que pueda tener el bosque como tal,  es decir, es el único sitio donde se encuentran las referencias para la conservación del bosque. En algunas ocasiones el  gran problema que tenemos es cuando alguien ve un área sin un uso, entre comillas, piensan que no tiene uso, pero lo cierto es que esa área realmente es un referente para La Primavera muy importante, por los trabajos que se están haciendo de reforestación, por las zonas primitivas que se están conservando ahí, etc.
Lo que sí tuvimos de Jorge Dipp directamente hacia la Universidad de Guadalajara, fueron dos áreas, un área que fue una casa que pertenecía a su hijo, y que hizo el favor en el 89 de ceder a la Universidad de Guadalajara, usen en comodato, por cuatro años. En ese periodo de cuatro años, La Primavera fue sede de diferentes talleres: los dos talleres de interpretación ambiental que se han hecho en México, primero fueron ahí. El acuerdo para la cooperación con el Studing Conservation Asociation, que es la asociación de parques y pensión voluntaria más grande que se tiene en los Estados Unidos, lo concluimos en esa área, hemos tenido campamentos de manera contínua y permanente con niños, alrededor de 108 mil niños estuvieron participando. El gran problemas que tenemos es de que después de esos cuatro años no se ha renovado. La seguimos utilizando, pero con una gran incertidumbre, porque don Jorge Dipp no ha vuelto a firmar el contrato, es algo que inclusive se necesita intensificar mucho las acciones, acciones que tienes que plantear, pero se sigue haciendo actividad, cada quince días mínimo tenemos un evento ahí, pero hace falta la certidumbre de que tenemos por un tiempo más esto, para intensificar la acción. Entonces estamos ahora en ese momento, estamos buscando el que ya no quede incertidumbre al uso de ese espacio.
Otro espacio que se nos permitió fue el espacio de la Hondonada, que  es la única zona en el Bosque  de La Primavera que se puede decir que se ha restaurado, eso no lo permitió, nos permitió entrarlo son 11 hectáreas, y desde que nos permitió entrarlo se han hecho reforestaciones y es un lugar que ahora puedes visitar y bueno, cuando inició esto, hasta 1200 gentes estuvieron participando cada fin de semana, insisto es quizás la única zona que se puede identificar como la única zona restaurada en el bosque y que se continúan haciendo trabajos, pero prácticamente lo que se tenía que reforestar ya ha sido reforestado.  La cabaña el objetivo era hacer talleres, era abrir un espacio de trabajo, y se ha venido haciendo ahora con incertidumbre que esperamos que se defina, y lo otro, las 600 hectáreas es algo que el Gobierno del Estado le proporcionó a la Universidad de Guadalajara por 25 años y que en un momento dado se han hecho cosas de reelevancia para el bosque y la conservación de La Primavera.

La CFE no ha descartado el proyecto
geotermoeléctrico en La Primavera



De acuerdo a los estudios realizados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), la zona del campo geotérmico “Cerritos Colorados” en el Bosque La Primavera tiene capacidad energética para generar 70 MW (mega watts), capacidad para producir 550 Gwh (gigawatts) anuales, suficientes para proporcionar el 13.5% del consumo de energía  de la Zona Metropolitana de Guadalajara, que en el año de 1996 fue de 4,070 Gwh aproximadamente.
Se estima que en las dos próximas décadas se podrían generar 11,000 Gwh, lo que sería equivalente al 8% del sumistro de la energía a la zona metropolitana durante ese período, considerando un crecimiento anual del 5%. El valor comercial de esa energía a precios actuales promedio sería del orden de 3,520 millones de pesos (enero de 1997). La inversión total del proyecto, incluyendo lo ya realizado, del orden de 800 millones de pesos.
De autorizarse, el proyecto contempla dos etapas: en la primera, se instalarían dos unidades de compresión de 5 MW cada una, en un lapso de 10 meses contados a partir del arranque del proyecto; en la segunda etapa se instalarían tres unidades de 20 MW a condensación, en donde los trabajos de ingeniería de detalles de esta segunda etapa se iniciarán simultáneamente a la instalación de las dos primeras unidades y en un lapso de 24 meses se llevaría al cabo la construcción.

Objetivos del Proyecto


Entre los principales objetivos propuestos por este proyecto, sobresalen: satisfacer parte de la demanda de energía eléctrica de la Zona Metropolitana de Guadalajara (13.5% anual); aprovechar el potencial geotérmico evaluado y certificado en la zona de “Cerritos Colorados” para generar energía eléctrica a un costo competitivo y con un mínimo de impacto al medio ambiente del Bosque La Primavera; promover el desarrollo de fuentes alternas de energía, que eviten el uso de combustibles fósiles; aprovechar la infraestructura ya existente en el campo.

Justificación del Proyecto


En el Estado de Jalisco se tiene una importante demanda de electricidad, sobre todo en la zona metropolitana, con una ocupación poblacional de un segundo lugar a nivel nacional. La demanda de capacidad en Jalisco en el año de 1996 fue de 1430 MW, correspondiendo 880 MW a la zona metropolitana (62%), y de acuerdo a las proyecciones, se espera que la demanda crezca a una tasa del 5% en los próximos años.
A decir de la Comisión Federal de Electricidad, el balance de energía en la zona metropolitana de Guadalajara, fue el siguiente: capacidad de 390 MW; demanda de 880 MW; generación anual de 460,000 MWh; consumo anual 4'070,000 MWh; un déficit de 3'610,000 MWh.
El faltante de la energía eléctrica se obtiene de las centrales termoeléctricas de Manzanillo, Colima y de la central hidroeléctrica de Aguamilpa, Nayarit, con las consiguientes pérdidas por transmisión.
La hidroeléctrica de Agua Prieta que se localiza en la zona metropolitana de Guadalajara tiene una capacidad instalada de 240 MW, es la central más importante en el estado de Jalisco, genera del orden de 400 Gwh anuales, lo que representa tan solo el 10% de la energía eléctrica que consume la zona metropolitana. Esta central opera únicamente en las horas de mayor demanda.
En el campo geotérmico de ``Cerritos Colorado'' se instalaría una capacidad de 70MW, que generaría el 13% de la energía que se consume en la zona metropolitana, de acuerdo a los siguientes parámetros: capacidad instalada 70 MW; generación anual 550 Gwh; un factor de planta del 90%.
A decir de la paraestatal, desde 1980 se han llevado al cabo estudios de geología e ingeniería de yacimientos para determinar la capacidad de generación eléctrica del campo en referencia. Se realizaron registros geológicos, de presión, temperatura de los pozos (actualmente hay 12 y se proyectan otros seis más), mediciones de producción de éstos y diversas pruebas de presión para conocer las propiedades termodinámicas y mecánicas del fluido geotérmico y las características petrofísicas de las rocas.
La temperatura media del yacimiento es de 300 grados centígrados y la presión de 100 bar. La transmisividad de la roca es del orden 7E-13 metros cúbicos. Estos estudios, que incluyen la simulación matemática del yacimiento geotérmico, fueron realizados por la CFE y la Agencia de Cooperación Internacional de Japón y soportar la capacidad de generar 70 MW durante un mínimo de 20 años.

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La Primavera: los incendios

estaban anunciados


Los miembros del Comité Técnico para la Administración del Bosque La Primavera ya sabían que el peligro de los incendios se cernía sobre el bosque, tanto, que habían decretado en petit comiteé, que La Primavera estaba en una "Situación Extraordinaria de Alto Riesgo".
El tiempo se vino encima y faltaron gente y dinero para poner en marcha un plande contingencia que se hizo con la debida anticipación. Dos grandes incendios fueron los que llamaron  la atención de la opinión pública, sin embargo, hasta los últimos días de abril ya se contaban treinta, entre incendios y conatos de incendio.
Después de esto fue que la Comisión Estatal de Ecología propuso un plan para vigilar permanentemente y por lo tanto, prevenir de manera constante, los incendios en La Primavera; después de esto, fue que se voltearon los ojos hacia La Primavera y los miembros de la Asociación de Propietarios decidieron donar algunos terrenos a universidades; después de esto, se empezaron a arreglar los caminos para facilitar el acceso a las zonas difíciles y combatir en mejores condiciones el bosque.
Los incendios, que de alguna manera ya se esperaban, de todas maneras sorprendieron a todos con los dedos en la puerta y, aunque las cifras varían de fuente a fuente, más de mil hectáreas de bosque quedaron severamente dañadas.
No sólo los incendios amenazan a La Primavera. Se trata de un terreno frágil de por sí, persistentemente agredido de muy diversas formas que, sin embargo, conserva aún gran parte de su belleza natural que todos deberíamos cuidar y defender.
En esta segunda entrega sobre La Primavera, se exponen las características generales de suelo, flora y fauna en el bosque; la historia de los incendios desde 1984, la situación actual de la CFE en La Primavera y lo que se decía hace diez años, así como las consideraciones del doctor Enrique Estrada Faudón, promotor de la defensa de La Primavera desde hace varios lustros.

 
El Informador.

Viaje al corazón de La Primavera

 Desde la torre del Nejahuete es otra La Primavera, aun cuando desde ahí se alcanza a ver perfectamente el daño que causó uno de los más recientes incendios.
Pinos y encinos se alternan de una manera casi perfecta y el olor del viento, pese a la calima, es puro y muy fresco. En otros tiempos –sin contaminación, sin polvos ni humos—desde esa torre es posible avistar la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Normalmente, los paseantes se concretan a visitar la periferia de La Primavera, las partes bajas, en donde corren ríos como Las Tortugas o Río Caliente y dada la accesibilidad de estos predios, es aquí donde se aprecia la deforestación, basura y escombros, construcciones, antiguos bancos de material, plantíos...
Desde la torre del Nejahuete es distinto. La altura es de dos mil metros sobre el nivel del mar y el bosque es prácticamente virgen.
Conforme se adentra uno en La Primavera, que es enorme pese a la percepción citadina que pudiéramos tener de él, el paisaje va cambiando. El arbolado es cada vez más denso y sólo aparecen unas dos o tres casas abandonadas que algún día habitaron ermitaños.
También se encuentra uno con las casas del ejido López Mateos, abandonadas igual, en una más o menos extensa planicie en donde el concreto y el cemento choca con el fondo boscoso. Tomando por distintos caminos, ahora más o menos en buenas condiciones, pasa uno por un cerro de pedernal o de obsidiana, en donde las piedras se amontonan a los lados del camino.
A estas alturas, en cualquier lugar donde uno se pare, el paisaje es hermoso y sin duda hubiera sido más sin ese fenómeno nuevo para las generaciones de hoy que se llama calima. No se pudo ver mucho más allá, pero las zonas que estaban fácilmente al alcance de la vista sob hermosas.
Conforme subíamos al Nejahuete era fácil entender porqué se ha hecho tan poco caso de La Primavera y sólo unos cuantos se detentan como sus defensores: no conocemos el bosque. Está a unos minutos de la zona metropolitana y no lo conocemos. Y entonces se antoja pensar que si como habitantes de la aglomeración urbana en la que vivimos tuviéramos una mejor idea de lo que es La Primavera, la cuidaríamos y la defenderíamos, más allá de intereses políticos o sensacionalistas.
Para tener conciencia es preciso conocer, no hay otra forma. La ignorancia de un recurso tan rico, generador de oxígeno, captador de agua y refugio de la fauna silvestre impide que como sociedad hagamos o promovamos algo, lo que sea, por protegerlo. Cosas tan simples pero tan importantes, como no tirar basura, apagar bien las fogatas, denunciar la extracción clandestina de bancos de material o la caza furtiva de especies silvestres.
Sería necesario ver, por ejemplo, que en el corazón del bosque hay un venadario, es decir, un criadero de venados cola blanca que en su momento serán liberados para que habiten las profundidades del bosque. Son alrededor de trece animales, de distintas edades, cuidados y sostenidos por la asociación Biósfera Jalisco.
Vicente Arregui, miembro de  esta asociación y de la de propietarios del bosque, explicó que al inicio del proyecto hace alrededor de tres años, eran más animales, pero los coyotes acabaron con muchos, hasta que colocaron dos alambres de alta tensión. El propósito es llegar a unas 20 cabezas en este año, para seguir fomentando la reproducción al mismo tiempo que se liberan.
Por supuesto, no todo es tan bello. Rumbo a la torre, pasa uno por la zona que fue explotada por la Comisión Federal de Electricidad. Es posible ver algunas terrazas con árboles nuevos en ellas, como signos de una incipiente recuperación, pero el terreno, desolado, contrasta también con la abundancia de árboles de los alrededores.
Desde el Nejahuete, se podría pensar que “hay bosque para rato”, sin embargo, basta revisar fotografías y esquemas de principios de siglo, para darse cuenta de que se ha perdido mucho, y que si los incendios y la deforestación por el cambio de uso del suelo continúan, a principios del siglo que viene será una mancha que apenas podrá ser llamada parque o jardín.

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Nota: el reportaje incluye otros elementos como tablas y estadísticas. Si están interesados, pueden buscar por fecha en la Navegación directa de la Hemeroteca de El Informador (aquí).