sábado, 25 de abril de 2020

#CorreLaVoz

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Desde hace tiempo, y lo he señalado en comentarios anteriores, el uso de las redes sociales como medios de comunicación directa que hacen algunos gobernantes (aquí y en el mundo) hoy en día me causa una gran inquietud y preocupación constante; sin duda alguna es un tema para reflexionar con profundidad y, en su momento —ojalá—, comunicólogos, sociólogos y antropólogos lo analicen porque se trata de un fenómeno global y progresivo no necesariamente positivo.
Tiene ventajas y desventajas, aunque en las actuales circunstancias de emergencia sanitaria mundial me parece que son más las segundas que las primeras, porque en una realidad que me resulta difícil de entender, el contexto de pandemia ha despertado, activado o fortalecido actitudes mezquinas, mesiánicas, absolutistas, represoras, ignorantes, amenazantes, esquizofrénicas, autoritarias, totalitarias y ridículas en varios actores políticos que, creo, no tienen parangón, mucho menos si ellos mismos se exponen de manera directa en Twitter o en Facebook o en YouTube o en las tres y en otras.
Lamentablemente, sus disparates y aberraciones, peligrosas incluso (léase Donald Trump), no quedan en el ámbito de las redes sociales a las que no acceden las mayorías en ningún caso, ni local, ni nacional ni internacional, sino que son reproducidas en medios de comunicación masiva que sí tienen un mayor alcance e impacto tanto positivo como negativo, ganan seguidores y detractores (división).
En este orden de ideas, reitero (he venido insistiendo en esto en las últimas semanas), a la sociedad nos toca hacernos cargo, procurar proveernos de información de calidad, discriminar, sopesar, valorar en su justa dimensión, no dejarnos atrapar por intentos manipuladores ni por el miedo o el terror ante la incertidumbre y las decisiones desafortunadas de algunos “líderes” políticos.
La tarea, por supuesto, no está para nada fácil porque, además, si tenemos cierta conciencia de esta realidad, pues nos toca también correr la voz con el ánimo de ayudar, de contribuir, de aportar, de proteger incluso, a los nuestros y a los más cercanos, en la medida de nuestras posibilidades y con una intención multiplicadora.


En Jalisco, para aterrizar en la realidad local, la actitud del gobernador Enrique Alfaro ha generado efectos perversos que mientras sean para él, es decir, que sus decisiones se le reviertan, pues allá él, en su futuro político (no futuro) lo hallará; lo preocupante está en su contribución indiscutible a la polarización preexistente. Tenía la mesa servida para alzarse como el gobernador que con inteligencia y auténtico amor por México supo leer los tiempos, la gravedad de la pandemia, y no sólo tomó las mejores decisiones para los jaliscienses, sino que influyó en la toma de mejores decisiones a nivel nacional. Pero no.
Optó por la confrontación, por pelearse con su sombra, y como la sombra no devuelve el golpe, enfocó ahora los ataques contra los mismos jaliscienses que han recibido un mensaje contradictorio de quien, ahora resulta, llegó a la titularidad del Ejecutivo porque “Dios” así lo quiso (textual: “Estaba en Casa Jalisco, en donde la gente me puso para ser gobernador; estaba en el lugar en que siempre soñé estar. Dios había decidido que me tocara estar al frente de esta crisis en mi Estado por alguna razón y entendí que no nos iba a dejar solos”).
Y como seguramente es una cuestión divina, pues no tuvo empacho en señalar con palabras altisonantes que no repetiré, a los jaliscienses que no se han quedado quietos y siguen saliendo a la calle. Con ese dicho, con esa ofensa, Alfaro pierde de vista a los miles de jaliscienses que necesitan salir a trabajar todos los días porque viven al día, porque no les queda de otra; y son los mismos jaliscienses que, por lo general, no tienen acceso a los mensajes directos del gobernador porque no usan redes sociales, porque están enfrascados en la resolución de las urgencias y las necesidades cotidianas.
Alfaro deja en evidencia que le falta conocimiento de la realidad del Estado cuyo destino le toca (por mandato popular, por favor, no de otro tipo) conducir y, ante tal nivel de ignorancia, es obvio que no puede mostrar la más mínima sensibilidad ante una verdad tan grande y sólida como una lápida, similar quizá, a la que terminará sepultando sus aspiraciones políticas, con todo y sus medios directos de comunicación.
La pandemia ha causado una crisis global, sanitaria sí, pero con implicaciones críticas también en materia económica, social, política, migratoria, diplomática... Es importante #CorrerLaVoz entre nosotros para, desde la sociedad, tomar decisiones prudentes, inteligentes, sensatas y prepararnos para lo que viene. La pandemia es real, no es una gripa, no es un invento, ya nos han anunciado que se acerca lo peor en México. No necesitamos pleitos ni bravuconerías, mucho menos ofensas: #NosNecesitamosJuntos #YoMeQuedoEnCasa.

Columna publicada en El Informador el sábado 25 de abril de 2020.

sábado, 18 de abril de 2020

Vacuna de la confianza


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


Por increíble que parezca (de hecho, yo misma creí que era una práctica exclusiva de México), las noticias falsas, fake news o bulos como también se les conoce, además de la desinformación, son un fenómeno global. Tanto, que en esta semana el secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, emitió un mensaje al mundo para que todos nos apliquemos la “vacuna de la verdad” o “de la confianza” según diversas traducciones, aunque en el fondo significan lo mismo.
Guterres afirmó que mientras el planeta se enfrenta a una de las peores crisis después de la Segunda Guerra Mundial, desatada por la pandemia de la Covid 19, es preciso atajar también “otra peligrosa epidemia: la desinformación”.
En calidad de alerta, el secretario General de la ONU dijo: “Proliferan los consejos de salud perjudiciales y las soluciones de aceite de serpiente [...] El odio se está volviendo viral, estigmatizando y vilipendiando a personas y grupos [...] un veneno que está poniendo aún más vidas en peligro”. Y después aseveró: la “vacuna es la confianza” en la ciencia, las instituciones y “en cada uno de nosotros”.
El mensaje está dirigido a las personas, a los ciudadanos de las naciones que conforman el mundo, los que podemos ser víctimas y tenemos en nuestras manos, en un ejercicio de voluntad, atajar el avance de la pandemia, cuidándonos cada quien por nosotros y por todos, quedándonos en casa y atendiendo las recomendaciones oficiales entre las que se incluye, precisamente, aprender a discriminar la información útil y benéfica, de la inservible y perjudicial.
Diferentes motivaciones están detrás de las noticias falsas. En México, lamentable, incomprensible e indignantemente, el componente político-electoral ha prevalecido, en lugar del interés común por el bien de todos los mexicanos. En contraste y, por fortuna, lo que se dice en redes sociales no llega a la mayor parte de la población, aunque definitivamente hace mucho daño cuando se hace de mala fe, con información sin sustento y genera más incertidumbre y confusión en una sociedad de por sí inmersa en incertidumbre y miedo.

No encontré al autor de esta imagen, pero creo que es justo lo que necesitamos en estos momentos. #NosNecesitamosJuntos. La tomé de esta página: Juristas UNAM.

Ante la repetición de que en México se actuó tarde, pese a los buenos números que seguimos presentando en comparación con otras naciones, me di a la tarea de rastrear las primeras menciones o noticias sobre el nuevo coronavirus y la enfermedad que causa. La primera advertencia a todos los integrantes del sistema de salud en nuestro país se difundió en el Boletín epidemiológico de la segunda semana de este año, la del 5 al 11 de enero.
Se publicó un aviso preventivo de viaje a China “por neumonía de etiología desconocida” que circuló el 9 de enero de este año. A partir de esa fecha la información no cesó, al contrario, se incrementó en la medida en que se identificó el virus y se empezaron a multiplicar los casos en China, Corea, Japón, Irán e Italia. Semana tras semana se publicaron las recomendaciones generales y las acciones en México. Basta escribir en el buscador de internet: “Boletín epidemiológico 2020” para que aparezca de inmediato la página, que de todos modos dejo por aquí, como siempre:  Boletín Epidemiológico.
No hubo inacción de parte del Gobierno federal, y no se trata de entrar en polémica ni de descalificar otras decisiones, la idea es trata de contribuir con información cierta, porque lo que necesitamos usted y yo, es confianza. Esa vacuna de la confianza que nos permitirá salir adelante de esta contingencia.
No estaría mal, ahora que tenemos más tiempo, repasar lo que ha sido la estrategia de México que inició en enero y ha sido varias veces reconocida por la Organización Mundial de la Salud. Todo está registrado en el boletín, además hay noticias que se pueden rastrear y en internet está íntegra y accesible la colección de conferencias de prensa exclusivas sobre Covid 19 que empezaron el 27 de febrero (conferencia de prensa), el día que se confirmó el primer caso en México. Un mes antes, el 30 de enero, se celebró una sesión extraordinaria del Comité Nacional para la Seguridad en Salud.
La estrategia del Gobierno federal está planificada desde enero, no quiere decir que sea perfecta (no creo que en el mundo se haya diseñado una así), pero está conformada por acciones desde diversos frentes que tienen que ver con capacitación, avisos constantes a la comunidad del sistema de salud, previsión de necesidades que se incrementarán dentro de poco como sangre, equipos médicos especializados y otros materiales, así como de  infraestructura hospitalaria que se ha denominado reconversión. Otras medidas se han definido e implementado en un contexto de pandemia: económicas, dirigidas a las poblaciones de comunidades indígenas; a las mujeres, adultos mayores y niños, a las personas con discapacidad, educativas, en fin.
Todo está a disposición de quien quiera acceder a información de calidad. Nosotros, usted y yo, estamos más allá de ambiciones políticas y económicas; nuestra salud, nuestra vida está de por medio, las de nuestros seres queridos. Esto es lo más importante. Tenemos que mantenernos a salvo de la pandemia y de la infodemia. Con la ventaja de que, contra esta última, sí hay vacuna.

Columna publicada en El Informador el sábado 18 de abril de 2020.

sábado, 11 de abril de 2020

Es tiempo de cerrar filas


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


Está dicho que el próximo lunes se harán anuncios importantes, directamente el Presidente de la República, Andrés Manuel López, durante la “mañanera”, con respecto a las estrategias y medidas en torno a la pandemia que afecta al mundo. Lo dijo ayer, sólo un día después de que el Dr. Hugo López Gatell reiterara que México está por entrar a la fase tres de la evolución de la enfermedad Covid-19 que causa el coronavirus SARS-COV2.
No hay una fecha exacta para el inicio de esta tercera etapa, pero hay indicios de que puede suceder en cualquier momento cuando mucho en dos semanas, con base en las estimaciones, los simuladores, los cálculos matemáticos y las experiencias en otros países. Y no hay una fecha exacta porque en México se han tomado medidas desde enero dirigidas a “aplanar la curva” con una previsión tan precisa que se llegó a juzgar de inacción.
Y esta determinación por “aplanar la curva” tiene el propósito de impedir que el número de casos en total, sobre todo los graves, se dispare y así evitar, por ende, la saturación de los servicios de salud en México. Las medidas se han enfocado en no pasar por lo mismo que Italia, España y Estados Unidos, sobre todo. Tres países de primer mundo cuyos sistemas de salud no han sido suficientes para contener la incidencia exponencial de casos totales, graves y fallecimientos.
Día con día, puntualmente, desde hace semanas, el subsecretario de Salud López Gatell, junto con expertos de diferentes aspectos relacionados con las medidas para enfrentar la pandemia, explica, como si siguiera un guion, cómo están las cosas y cómo se van a poner, por eso la insistencia, a partir de la segunda fase, sobre todo, de que nos quedemos en casa, tomando en cuenta que no todos podemos por la realidad social y económica de México.

CoronavirusApp.
En este contexto, y por eso me alargué un poco, quiero hacer un llamado, como un mensaje urgente en una botella arrojada al mar, para quien la encuentre, a no perder la perspectiva, a enfocarnos en lo importante y esencial de las circunstancias por las que atravesamos y desdeñar, ignorar, hacer a un lado y oídos sordos a todo lo siguiente: el ruido político-partidista, el discurso recurrente de odio y descalificación, las noticias falsas miles de veces repetidas, las tergiversaciones, los malentendidos y las interpretaciones erróneas de casi todos los mensajes del Gobierno federal, las campañas de desprestigio infundadas, la siembra de dudas, las ofensas y burlas innecesarias, la mezquindad y estulticia de actores políticos como el gobernador de Jalisco o el de Nuevo León; los intentos golpistas de algunos empresarios, sobre todo cupulares, que exigen lo que no otorgan (responsabilidad, fin a la confrontación, a la descalificación infundada, a las divisiones); la información generadora de pánico y alarma, alentadora de incertidumbres y de miedo, en tiempos en que es muy fácil que eso suceda. Por favor, nada de esto nos servirá para salir adelante, para sobrevivir. Es criminal quien lo promueve, quien lo financia.
Viene lo peor de la pandemia y nosotros, usted y yo, la gente que amamos este país, que trabajamos día con día para salir adelante, que deseamos lo mejor para nuestros hijos, que soñamos con una patria que alcance para todos, nos necesitamos juntos. La solidaridad que se nos reconoce en el mundo, es real, fuerte y poderosa a pesar de los embates en la República de las redes sociales por desbaratarla y promover la división y el encono entre nosotros mismos. Nos necesitamos juntos. No me cansaré de decirlo y de apelar a ello.
Confío en que se están tomando las mejores decisiones en el Gobierno de la República para transitar de la mejor manera por un escenario inédito y por lo tanto histórico, para el que no había antecedentes de manejo; la reacción en México ha sido reconocida a nivel internacional. Nos toca quedarnos en casa lo más posible, los más posibles.
El llamado es urgente. De no salir y atiborrar los mercados depende que no se disparen los casos en México. El Gobierno federal trabaja desde enero en las medidas de preparación del sistema de salud, de contención, de información, esto es muy importante y es tan real y efectivo que ahí están los números de México en el panorama mundial de la pandemia. Depende de nuestro nivel de conciencia y entendimiento que esto no se salga de control. Perspectiva. Nos necesitamos juntos, es tiempo de cerrar filas.

Columna publicada en El Informador el sábado 11 de abril de 2020.

sábado, 4 de abril de 2020

Equilibrio y calma


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


Desde hace semanas me llama la atención la polémica o, mejor dicho, la división, entre quienes afirman que el foco debe estar en la salud; y los que dicen que en la economía en este contexto de pandemia y crisis mundial. Y cada grupo tiene argumentos razonablemente válidos y atendibles, de eso no me cabe ninguna duda. Mi conclusión sobre esta discusión, de verdad, estéril por donde se le vea, es que lo que se requiere es equilibrio, calma, decisiones inteligentes, lecturas puntuales de la realidad, unión (#NosNecesitamosJuntos) y disciplina, sobre todo para no dejarnos atrapar por la estridencia de las redes y las malas decisiones de los políticos, sobre todo si son de los oportunistas. Como siempre, seremos nosotros, la sociedad, los que salgamos y llevemos adelante la situación para continuar, pese a todo (ver la plataforma: paraquedarnosencasa.org).
“La salud del pueblo es la suprema ley”, perfecto, no creo que haya alguien que se oponga a esta máxima, lo comenté hace poco en este espacio. Pero, por ejemplo, para estar en óptimas condiciones físicas hay que comer sano y para tener qué comer se requiere dinero que permita comprar las proteínas, los carbohidratos y los demás nutrientes básicos e indispensables para vivir.
Otro ejemplo: en un contexto de pandemia como en el que estamos, que está llevando al colapso los sistemas de salud de los países más ricos y avanzados, se necesitan recursos para dotar a los sistemas de infraestructura, equipo y materiales urgentes e imprescindibles para atender a las personas contagiadas.
De pronto me siento diciendo cosas que no demandarían mayor explicación o comprensión, sin embargo, en esta tendencia a la que nos conducen, muchas veces a través de las redes, se adoptan posturas radicales que, de verdad, no sirven para nada, al contrario, estorban y perjudican, así que por favor.
Lo que se necesita y con urgencia es el diseño inmediato de políticas públicas que conserven un equilibrio entre la atención de la salud y el cuidado de la economía. Entiendo que, en muchas naciones, en el mundo podría decir, los Estados, los mandatarios o mandamases, sólo han tenido tiempo para reaccionar y han cometido errores. A estas alturas creo que ya es posible serenarse, aprender de experiencias previas y recomponer el rumbo.
Hay millones de personas que no pueden quedarse en sus casas porque viven al día. La mitad o más de la mitad de la población en México vive en diferentes niveles de pobreza, de la menor hasta la más extrema. La desigualdad descomunal del mundo, y lamentablemente nuestro país no es la excepción, está quedando en evidencia como nunca. Y viene lo peor. Ahora sí que no es para alarmar, pero sí para prepararnos. Hasta ahora, sigo convencida de que la estrategia del Gobierno federal en materia de políticas públicas de salud ha sido acertada y todo me hace pensar que mañana se hará lo conducente en materia económica. Ojalá incluyan acciones y programas que tiendan a mantener el equilibrio. Es decir, se trata de impedir que colapse el sistema de salud en México, deteriorado desde hace tiempo; y habrá que actuar para que no colapse la economía, que ya estaba con signos de debilidad.
México no es el único. Quiero recomendar aquí casi como tarea, la lectura íntegra del informe que apenas ayer emitió la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) de la ONU y que encabeza la mexicana Alicia Bárcena. Ya saben, aquí dejo la liga del informe: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45337/4/S2000264_es.pdf. Aparte de todo, recomiendo revisar su Observatorio de medidas de política sobre #Covid19 en la región (también me queda la impresión que cambiará a partir de mañana, para que le echen un ojo de una vez; México es uno de los países que aparece con menos acciones en todos los sentidos): https://www.cepal.org/es/temas/covid-19 y escuchar el video del informe que incluyó al final sesión de preguntas y respuestas de la secretaria General Alicia Bárcena.

Observatorio Covid-19 en América Latina y el Caribe, CEPAL. 
Con la claridad de este informe es que hablo de “lecturas puntuales”. A manera de ejemplo, un párrafo que parece fue inspirado por México y, sobre todo, Jalisco, fácil juzgar: “Más allá de cualquier modelo predictivo, la acción de los gobiernos se está llevando a cabo sobre la base de procesos de prueba y error. En algunos casos la crisis sanitaria está adquiriendo elementos de crisis política, como se ve en la contradicción frecuente entre autoridades locales y gobiernos centrales o entre países en el seno de bloques de integración regional”. No tiene pierde, no somos los únicos, se nota y será gravemente contraproducente si no se rectifica; y la sociedad pasará la factura cuando llegue el momento, que llegará.
Finalmente, Alicia Bárcena se pronunció contra prácticas perversas del capitalismo como la “mercantilización” de los servicios de salud. No tiene desperdicio esta intervención. Destacó también la importancia de volver los ojos hacía la región, hacia América Latina y el Caribe, nadie más verá por nosotros, dijo, porque cada uno está con sus propios problemas derivados de esta pandemia cuyos efectos no tienen precedente.
Vienen tiempos muy difíciles, más difíciles de lo que nos ha tocado vivir, tenemos que prepararnos, y el equilibrio y la calma siempre ayudan. #YoMeQuedoEnCasa.

Columna publicada en El Informador el sábado 4 de abril de 2020.