miércoles, 16 de junio de 2021

"Llegó la Hora de los Pueblos"

En 1994, la noticia de un levantamiento armado en Chiapas nos cimbró en México y el mundo. Después de años de una paz simulada con los sucesivos gobiernos "revolucionarios" que sentaron las bases y construyeron sexenio tras sexenio autoritarismo, simulación, represión, guerra sucia, desigualdad, abusos de poder, corrupción, pobreza y violencia, los distintivos del sistema político mexicano, el surgimiento de un movimiento autonombrado Ejército Zapatista de Liberación Nacional abrió una pequeña ventana de esperanza porque se trataba de decir lo que nadie había dicho, de exigir lo que sólo se había atendido con paliativos o desdén y de alzar la voz para impulsar cambios en el status quo y pensar que otra realidad, mucho mejor por supuesto, más digna, era posible en México.

Hay estudios, libros y tratados sobre el movimiento zapatista; hay críticos y detractores y hay defensores a ultranza. Como todo, nada es así en esta vida. En lo personal, he deseado que transiten hacia una estructura política que se constituya en una opción para muchos mexicanos que se sentirían amplia y dignamente representados.

Esto que escribo es nada más preámbulo de un comunicado que el movimiento empezó a circular ayer, ante el bloqueo que sufren, resultado de prácticas discriminatorias, para realizar trámites ante la Secretaría de Gobernación y ante la Secretaría de Relaciones Exteriores. Todos los derechos para todas las personas. Que corra la voz.

A continuación, el comunicado aquí y la liga correspondiente para entrar a la publicación original:


Pronunciamiento del Colectivo 

"Llegó la Hora de los Pueblos"



Los y las integrantes del Colectivo “Llegó la Hora de los Pueblos” hemos recibido y leído con mucha indignación y preocupación el comunicado de la Comisión Sexta Zapatista, fechado el 11 de junio del 2021, en el que se describen las actitudes y prácticas racistas y discriminatorias con las que se ha negado a compañeros y compañeras zapatistas el derecho a un pasaporte mexicano, a pesar de cumplir con los requisitos correspondientes.


Lo descrito en el comunicado: el trato irrespetuoso, el lenguaje racista, la extranjerización y negación de su ciudadanía, la solicitud arbitraria de requisitos que no se solicitan a otros ciudadanos, revelan, en suma, la violencia burocrática y un racismo institucionalizado que se reproducen cotidianamente en las estructuras estatales.


A pesar de las reformas constitucionales en torno a los derechos indígenas y de los múltiples compromisos internacionales que se han firmado en la materia, se ha documentado ampliamente que el racismo en el trato que recibieron los y las compañeras zapatistas, es un problema estructural en los sistemas de justicia, salud y educación, y en múltiples espacios estatales donde la población indígena, afrodescendiente, campesina y los pobres racializados, son tratados como ciudadanos de tercera, negándoseles sus derechos fundamentales. Este racismo institucional se ha denunciado también en la expedición de otros documentos oficiales, como las actas de nacimiento, credenciales del INE, especialmente en regiones indígenas y afromexicanas.


En esta dirección, demandamos a la Secretaría de Gobernación que cese la demora y el bloqueo de múltiples actas de nacimiento al exigir igualmente requisitos indebidos que están impidiendo la tramitación del pasaporte.


En el caso específico que aquí denunciamos, los burócratas de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), han extralimitado sus atribuciones, actuando como agentes migratorios que tratan de controlar la salida de ciudadanos mexicanos negando el derecho al pasaporte. Si bien la SRE establece en su página, que los únicos requisitos para obtener dicho documento, son la acreditación de la nacionalidad mexicana (con acta de nacimiento), fotografía y pago correspondiente (https://www.gob.mx/tramites/ficha/pasaporte-ordinario-para-personas-mayores-de-edad/SRE112) a los y las solicitantes zapatistas se les han exigido requisitos innecesarios como certificados de estudios, cartas de validación de sus municipios, hasta demostrar lo que los funcionarios consideran “conocimientos generales” sobre México, con prácticas racistas que los agentes migratorios aplican a la población centroamericana en nuestras fronteras.


El día de hoy 15 de junio, desde presidencia se informó que se tomarían las medidas necesarias “para aclarar esta situación, pero si se cometió un error se va a resolver”. Estaremos atentos y vigilando la pronta solución al problema de la emisión de pasaportes. Sin embargo, recalcamos que no se trata de casos aislados, y que el problema de fondo no se resuelve exclusivamente sancionando a los funcionarios de la SRE. Consideramos que la visibilización de estos casos de las y los compañeros zapatistas, debe servir para hacer una denuncia más amplia respecto a los patrones racistas que sustentan el aparato burocrático del Estado mexicano.


Aprovechamos para manifestar públicamente nuestro apoyo a estos “Viajeros por la vida”, cuya travesía busca articular esfuerzos y trascender fronteras en las luchas contra el racismo y las políticas de muerte.


Colectivo de apoyo al EZLN, CNI CIG Llegó la Hora de los Pueblos.
Comunicado tomado de: Camino al andar.


sábado, 13 de marzo de 2021

¿Y el Lago de Chapala?

Ciudad Adentro

 

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


 

Hice una revisión, y no exhaustiva, de las columnas y reportajes que he escrito en esta casa editorial desde hace casi 32 años, sobre el Lago de Chapala, la cuenca Lerma-Chapala-Santiago (ahora Lerma-Santiago-Pacífico) su consejo, su organismo; sobre el SIAPA, las fugas, la corrupción, las presas como El Zapotillo, Purgatorio, Calderón, aquel famoso crédito japonés, el Río Verde, los tandeos, los trasvases, los manantiales, el lirio, la contaminación, el canal de Atequiza, las plantas de tratamiento, la reforestación de la cuenca, en fin, y constato con preocupación, casi terror, que hemos estado caminando en círculos, porque el lago y todo el problema complejo y añejo del agua para Guadalajara han sido rehenes de intereses políticos-electorales y económicos que nos tienen, una vez más, en una situación crítica cuyas causas no son sólo el clima.

A principios de esta semana el gobernador del Estado, una vez más, traslada responsabilidades, ahora sin nomenclatura, y achaca la falta de agua a que no se hicieron trabajos para mejorar la distribución. Por supuesto, para él no cuenta que fue alcalde de Guadalajara y no dijo nada; y tampoco cuentan sus dos años al frente del Ejecutivo.

Tampoco cuenta para él que el temporal de lluvias del año pasado terminó cuando tenía qué terminar y desde entonces se sabía que llovió poco y enfrentaríamos problemas. Cero preparación, cero advertencia, cero campaña de concienciación, bueno, si pudiéramos valorar el interés que se tiene en el tema del agua desde el Gobierno del Estado, bastaría con revisar el tiempo y el espacio que se le ha dedicado al asunto en la presente administración.

Dice el gobernador que la presa de Calderón no tiene agua, está a menos de 20 % de su capacidad y resulta que de Calderón se toma 14 % de toda el agua que se consume en la zona metropolitana de Guadalajara. Además de las redes de distribución que identificó como un problema técnico, Alfaro dijo que no llovió lo suficiente el año pasado. Ahora sí que el Ejecutivo las trae nuevas o como si no nos hubiésemos percatado de tal realidad. El agua y las lluvias son, desde tiempos inmemoriales, tópicos muy sensibles para los habitantes de estas tierras.

Bueno, pues resulta que, además de que hay poca información (y lo que hallé fue después de un buen rato de búsquedas), sobre los niveles del Lago de Chapala (lo exiguo del temporal fue generalizado) me encontré con que Chapala está en un nivel muy bajo.

El gráfico, que obtuve en esta página: Comportamiento del Lago de Chapala 2019-2020, indica que mientras al 1 de enero de 2019 el lago estaba a 84.27 % de su capacidad y ese mismo día de 2020, estaba a 73.56 % --una baja ya de por sí considerable-- al 1 de enero de 2021, el Lago de Chapala estaba a 61.55 % de su capacidad. Por supuesto, estamos hablando de datos de hace dos meses. La información llega hasta el 26 de enero y los porcentajes son peores con una clara tendencia a la baja. El gráfico es elocuente porque muestra la evolución del nivel del vaso todo 2019 y todo 2020.



Fuente: CEA Jalisco con datos de CONAGUA.


La buena salud y estabilidad del Lago de Chapala es fundamental para el funcionamiento de la cuenca, del ecosistema, de las actividades económicas que dependen de actividades vinculadas con el lago (pesca, turismo) y del abasto de agua potable para los habitantes de los municipios de la ribera del lago y de la zona metropolitana, así como de varias industrias.

Es un problema grave, crítico, que no ha merecido la atención que requiere ya, el sentido es de urgencia. Habría que revisar los porcentajes de uso del agua, los niveles de las presas de todos los estados de la cuenca, el cumplimiento de los acuerdos; se tendrían que estar diseñando estrategias para que a Chapala no le falte agua, atender llamados y propuestas de expertos para que el agua del lago sea un recurso renovable, campañas de reforestación de cuidado del agua, en fin.

Urgen medidas, revisión de la realidad, un diagnóstico exprés, soluciones inmediatas y bien diseñadas y aplicadas, pero no veo que pase nada. No me sirve y a ningún habitantes de esta ciudad, que se diga hoy, a dos años de distancia, en un asunto básico como es la dotación de agua potable, que antes no hicieron quién sabe qué, cuando la falta de agua y la tendencia a la baja, data de hace, por lo menos, dos años.

Espero de verdad que se ponga atención en este asunto y se resuelva de una vez por todas. Lo seguiré siempre, pero ya no desde este espacio. Esta es la última colaboración que escribo para esta, hasta ahora, mi casa editorial por más de 32 años. Gracias a El Informador y gracias a los lectores por estar al pendiente, por su retroalimentación y lectura puntual cada sábado desde el primer día. Hasta pronto.

sábado, 6 de marzo de 2021

8M

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

 

Ya son muchos años de lucha y, la verdad, aunque no puedo decir que no se ha avanzado, los logros son lentos, pocos, se han ido dando con cuentagotas, se regatean o se autorizan como concesiones graciosas, como si nos hicieran el favor. Y las resistencias e inercias son poderosas. Y pasa que, ante el más mínimo avance, llueven reclamos, burlas, desdén o reconocimientos disfrazados.

Arrastramos como humanidad usos y costumbres, en todas las culturas, en mayor o menor medida, que sí dejan en desventaja a las mujeres, la minimizan, la segregan, la nulifican, la agreden. Es una realidad. Y están las desventajas, pero también las violencias motivadas por todo y por nada, por apreciaciones y percepciones que nacen de lo más profundo de las herencias patriarcales que aún se resisten a que el orden de las cosas cambie, de una vez y para siempre.

Es claro que no ha sido fácil, ni lo será lo que falta, pero ojalá el avance acelerara la marcha porque, en el ínter, los feminicidios, las violencias de todo tipo, los retrasos y la discriminación, no cesan. En muchos casos, al contrario, se recrudecen. Lamentablemente el ejemplo más cercano es el incremento en la violencia contra las mujeres en los hogares, durante este año y medio de confinamiento intermitente en el mundo por la pandemia.

Los mecanismos para el adelanto de las mujeres, los marcos legales tendientes a defender y proteger a las mujeres, a mejorar las condiciones laborales, de estudio, de vida, de desarrollo, de interrelaciones familiares, profesionales y sociales, son desiguales con marcadas diferencias entre un país y otro, pero no se puede claudicar ni bajar la guardia; al contrario, hay que imprimir velocidad.


Fuente: ONU Mujeres.


En el contexto de la pandemia las mujeres han desempeñado un papel fundamental en todos los ámbitos y podría ser la ocasión para que el reconocimiento se dé sin resistencias en una acción fundamental y necesaria para emprender un nuevo camino juntos todos los seres humanos, un camino armonioso y productivo, benéfico para unas y otros, especialmente para la niñez, porque crecerán bajo otros códigos y nacerán nuevas costumbres, donde la equidad sea natural, tan natural y normal que ni siquiera será necesario nombrarla o pedirla o pelear por ella.

Con todo y lo que se puede cuestionar de la ONU y sus filiales, para el 8 de Marzo de este año me llamó particularmente la atención el tema que eligieron porque realmente refleja que se logró detectar, con una gran sensibilidad, justo el papel de las mujeres en el contexto de la pandemia: “Mujeres líderes: por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”.

Durante la emergencia sanitaria han quedado en evidencia los liderazgos femeninos en el manejo de la pandemia, por ejemplo, hablando de estadistas y mujeres gobernantes; pero también en lo cotidiano, en el día día; en el lento y complejo proceso de adaptación a las circunstancias para combinar los cuidados y el encierro, con la lucha por la vida, el trabajo, la familia, la escuela y las actividades de los hijos, la protección de los abuelos, el desempeño de funciones dobles y triples en el trabajo y/o en el hogar. Incluso, y de manera muy relevante, en la contribución a las dinámicas económicas por todos los productos, básicos y no que consumimos las mujeres y que mantienen en pie a negocios de todos los tamaños, pero particularmente los pequeños, muy pequeños o hasta individuales.

ONU Mujeres lo reconoce: “Las mujeres líderes y las organizaciones de mujeres han demostrado sus habilidades, conocimientos y redes para liderar eficazmente los esfuerzos de respuesta y recuperación ante la Covid-19. Actualmente se acepta más que nunca que las mujeres aportan experiencias, perspectivas y habilidades diferentes y que contribuyen de manera indispensable en las decisiones políticas y leyes que funcionan mejor para todas y todos”. Es real, es lo que es, en todo el mundo. Con los recursos que han tenido a la mano y las circunstancias y entornos que las envuelven, son más los casos de éxito a la hora de enfrentar la emergencia sanitaria, que los fracasos.

Y precisamente por esas acciones que no han pasado inadvertidas, es que ONU Mujeres eligió el tema del 8 de Marzo y lo vinculó con el tema prioritario del LXV periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer: “La participación de las mujeres y la adopción de decisiones por ellas de forma plena y efectiva en la vida pública, así como la eliminación de la violencia, para lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas”. ¿Qué más?

Es claro que las capacidades, la sensibilidad, las experiencias, el sentido de cuidado y la toma de decisiones de las mujeres sustentadas en una cada vez más sólida preparación en distintos ámbitos y disciplinas, pueden aportar y contribuir ahora más que nunca, a enfrentar esta crisis y salir adelante en mejores condiciones, desde lo cotidiano y desde el gobierno. #YaEsHora.

Columna publicada en El Informador el sábado 6 de marzo de 2021.

sábado, 27 de febrero de 2021

¿Qué les cuesta?

Ciudad Adentro

 

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


 

El proceso se llevó un buen tiempo y el estira y afloja estuvo intenso, sobre todo porque el marco legal incluye tareas y obligaciones para el Estado, por eso las resistencias, increíble de verdad. Por fortuna ganó la presión que los colectivos de familiares ejercieron, sin ceder ni un ápice, para que no los dejaran fuera y el paquete de leyes tuviera un sentido efectivo, práctico y de justicia. Estoy hablando de la Ley de Personas Desaparecidas del Estado de Jalisco que finalmente se aprobó el jueves, por unanimidad.

Estuve atenta al proceso porque resulta que Jalisco ocupa el primer lugar en número de casos de personas desaparecidas en el país. Lamentable y dolorosamente ha ido ascendiendo en esta nada honrosa lista. De acuerdo al último reporte de la Secretaría de Gobernación, de diciembre de 2018 a diciembre de 2020, Jalisco es la Entidad que más casos registró (alrededor de tres mil 724) para un acumulado de 10 mil 031 personas “legalmente no localizadas” (la mayoría) y desaparecidas. Una de las organizaciones sostiene que la cifra llega a 11 mil 817 personas desde 1964 ¡hace 57 años! con sólo cinco sentencias condenatorias en ese lapso.

El trabajo de los colectivos y las aportaciones de las instituciones que estuvieron acompañando con trabajo técnico especializado fue fundamental para que esto se consolidara en términos de innovación y excelencia reconocidos más allá de nuestras fronteras. Como ciudadana agradezco esta labor que representa un beneficio social muy grande, porque trabajaron a favor de la colectividad y porque ahora son un ejemplo de lo que se puede lograr con determinación, perseverancia, adhesión y lealtad a una causa, así como empatía y conciencia social.

Gracias a Por Amor a Ellxs, Entre el Cielo y la Tierra, CLADEM (Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres), ITESO (Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente), Tómala, CEPAD (Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo) y Observatorio Legislativo ITESO; también a la Cruz Roja Internacional y a la Oficina del Alto Comisionado de la ONU en Derechos Humanos, entre otros organismos y asociaciones que estuvieron al pie del cañón por más de tres años y obtuvieron, según sus propias palabras, de las que son la voz de los que no están, un paquete legislativo “garantista e innovador”, el mejor en México.


Foto: ZonaDocs


Con la ley aprobada esta semana se fijan plazos límite para las autoridades de manera que están obligadas a agilizar las investigaciones y los procesos de identificación en caso de desapariciones. Se conformará un Sistema Estatal de Búsqueda encargado de coordinar acciones entre diferentes órdenes y niveles de gobierno y se permite, sin restricciones, la participación activa de los familiares.

Otras disposiciones, para tenerlas en mente y valorar en su justa medida la aprobación de la ley (que se suma a la de Declaración Especial de Ausencia por Desaparición aprobada hace unos diez días) son, por ejemplo: presunción de vida, la prohibición de que se destruyan cadáveres no identificados y que se disponga de sus pertenencias; se contempla, como instrucción al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, que elabore un registro del lugar donde sean depositados restos humanos; se homologarán los protocolos de investigación y se incluye como disposición el esclarecimiento de hechos.

Los colectivos e instituciones que impulsaron estas leyes y participaron en su redacción y contenido, reconocieron el trabajo de las legisladores de diferentes partidos que prácticamente tomaron a título personal esta tarea (a saber: Érika Pérez, Elizabeth Alcaraz, Priscilla Franco y Mara Robles), pero al mismo tiempo manifestaron su deseo, por un lado, de que el marco legal sea una herramienta efectiva para agilizar las labores de búsqueda y, sobre todo, para encontrar a los que no están; y, por el otro, aseguraron que vigilarán que las leyes se cumplan a pie juntillas. De que lo harán, no cabe la menor duda.

La aprobación de estas leyes, cuyo proceso no fue fácil ni terso, hubo momentos en los que se pensaba que se haría sin la participación de las familias (seguro se recuerda que en diciembre se hizo una clausura simbólica del Congreso porque se pretendía aprobar sin las familias), es un ejemplo de los resultados que puede tener una participación ciudadana intensa, consciente, colectiva, acompañada y preparada; también deja claro que, en realidad, a los legisladores no les cuesta nada trabajar de la mano de la sociedad civil. Sí es un asunto de voluntad. Y que es posible esquivar las presiones tendientes a reducir el nivel de responsabilidad y trabajo del Estado; hubo resistencias, pero al final, por lo pronto, se vencieron. Falta ahora poner en práctica el nuevo marco legal y estar al pendiente de que las autoridades e instituciones involucradas lo hagan bien. No les cuesta nada, para eso son y para eso se les paga.


Columna publicada en El Informador el sábado 27 de febrero de 2021.

sábado, 20 de febrero de 2021

No es suficiente

Ciudad Adentro

 

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

 

 

Es cierto que nunca en la historia algún gobierno presidencial en México incluyó a tantas mujeres en el gabinete, hasta ahora. Más o menos son mitad hombres y mitad mujeres tanto en el gabinete legal como en el ampliado. Muy bien, sí, para celebrar que se haga un reconocimiento, de esta manera, a las capacidades de las mujeres para encabezar puestos de los de más alto rango en el Gobierno y más allá del género. Sí, pero no es suficiente.

También es cierto que, desde hace algún tiempo, varias organizaciones de la sociedad civil enfocadas en la defensa de los derechos de las mujeres, con años de lucha contra las violencias hacia las mujeres, han sido usadas y/o infiltradas por grupos que, lejos de contribuir a que las causas avancen y se atiendan rezagos de décadas, han logrado que varios de estas asociaciones y sus manifestaciones sean descalificadas, desacreditadas y criminalizadas por varios sectores de la sociedad. Ha sucedido con movimientos feministas y con otros, particularmente de jóvenes estudiantes y de profesores.

Reconocer esta realidad ha llevado a que estos movimientos sean ignorados y desdeñados; se hace como que no existen aun cuando en el discurso se ponderan y se manifiesta respeto. Y, en gran medida, la puerta para la infiltración de gente que nunca antes había acompañado estas causas, la abrió el desdén presidencial por el tema. Hasta ahora, no ha sido y no es suficiente decir que se respeta el movimiento o los movimientos feministas. Es preciso ir más allá y no cortar con la misma tijera, distinguir.

La decisión de que el gabinete sea paritario tampoco es suficiente; urgen políticas públicas más claras, que se noten, que sean hechos cotidianos palpables, medibles, constatables y evaluables contra las violencias, contra los feminicidios, contra las injusticias laborales y de todo tipo, contra desventajas y discriminación, y contra todo lo que ha impedido que las mujeres alcancen las mismas condiciones en todos los ámbitos; faltan más acciones para el adelanto de las mujeres, en calidad, cantidad y carácter de permanencia. Lo que se ha hecho hasta ahora, desde el Gobierno federal, no es suficiente.

El “¡ya chole!” del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ante la insistencia reporteril sobre el caso de Félix Salgado Macedonio, nace de su convicción de que todo responde a acusaciones al calor de la contienda electoral o que son ataques de sus adversarios. Se equivoca. Claro que hay adversarios que se aprovechan y seguramente rivales electorales que llevarán agua a sus molinos, más aún con esa respuesta, pero también hay presuntas víctimas y no de ayer o antier. Las acusaciones por violaciones, presuntamente ocurridas en 1998 y 2016, esperan en los juzgados desde hace más de cuatro años.


Fuente: Imagen cortesía del colectivo Las Revueltas tomada de Cima Noticias

No hay sentencia judicial aún, pero las demandas están en proceso; nada más por eso no se debió permitir su registro como candidato de Morena, ni siquiera debió estar su nombre en las encuestas. En este sentido, los mecanismos y normas hacia el interior de los partidos deben ser expresos, claros y transparentes. ¿Hay un proceso judicial en curso del que el aspirante podría resultar inocente o culpable? Entonces no vas a la contienda. Así de simple, hasta que se resuelva. Por cierto, tendríamos que disponer de información precisa sobre las acciones y/u omisiones del Poder Judicial sobre este asunto.

Las autoridades deben resolver; la gente decidirá --si la candidatura se sostiene--, sin embargo, estoy convencida de que, si hay víctimas que acusan de violación, lo primero lo primero es atender sus demandas y que la justicia actúe de manera imparcial y expedita como debe ser cuando prevalece el Estado de Derecho. Que no queden dudas.

Me parece muy desafortunada la postura del Presidente, ojalá corrija. Celebro en cambio, las expresiones de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero: “El respeto irrestricto del derecho de las mujeres a vivir sin violencia es condición necesaria para una representación popular [...] Es responsabilidad de cada partido demostrar que sus candidatos están a la altura de las circunstancias y proceder de acuerdo con las leyes. Aplaudo la conciencia social que no tolera la violencia”.

Falta mucho por hacer, se trata de rezagos de años en todo, de inercias y resistencias que no ceden; y no es ni ha sido suficiente lo que se ha hecho por las causas feministas hasta ahora, no obstante, si el Presidente decidiera “romper el pacto” patriarcal y cambiar la postura sobre el caso Salgado Macedonio, quizá, entonces sí, se podría albergar alguna mínima esperanza de que estamos en el camino.


Columna publicada en El Informador el sábado 20 de febrero de 2020.

sábado, 13 de febrero de 2021

Vamos por partes

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

 

Cómo me gustaría que en las mesas a que convoca el gobernador del Estado, Enrique Alfaro, se incluyera por lo menos a una persona que tuviera un poquito de sentido común y de criterio para la toma de decisiones que nos afectan a todos los jaliscienses. No creo que sea difícil y el deseo es porque siempre hay algo que no checa o que de antemano la ciudadanía sabe que no funcionará o generará polémica, en la que nos enfrascamos siempre, por cierto, aun cuando sabemos que más pronto que tarde llegará una buena regañada y la descalificación inmediata a pesar de que las críticas y las observaciones se hagan para aportar.

¿A qué voy? Ahora sí que, por partes. Ayer terminó el periodo del segundo botón de emergencia de este año que se prolongó, junto con el primero, prácticamente durante un mes, más o menos del 16 de enero al 12 de febrero. Se tomó la decisión porque, como nunca en diez meses, los números en Jalisco se dispararon: cientos de casos nuevos, más hospitalizaciones y más lamentables defunciones. Volvimos al semáforo rojo y ahora sí, que yo sepa, desde Casa Jalisco no se dijo ni pío. Terminó el plazo y ayer mismo el gobernador y algunos funcionarios de su gabinete, detallaron el plan “Jalisco ante la pandemia. 2021: adaptación, convivencia y responsabilidad social” que tendrá una duración del 13 de febrero, es decir, a partir de hoy y hasta el 15 de diciembre.

Primero: No podemos bajar la guardia. Hay ligerísimas reducciones en los indicadores, pero nada para salir a las calles como si nada. No, por favor. En la medida de las posibilidades de cada quien, hay que quedarse en casa y seguir cuidándonos al extremo. Los números hoy son muy superiores a los registrados en noviembre pasado, por ejemplo. En otras palabras: la suspensión del botón de emergencia no quiere decir que volvemos a la vida de antes, no, en lo absoluto.

Segundo: Celebro dos cosas. El levantamiento de la prohibición para que adultos mayores ingresaran a comercios y diversos establecimientos. La prohibición es uno de los ejemplos de que las medidas siempre quedan mochas o con fallas. Se dio marcha atrás y sí, lo celebro. Y la otra cosa que me parece bien, es que no habrá clases presenciales en el actual ciclo escolar. No es lo ideal, todo mundo ya está harto, pero no queda de otra. En ninguna parte del mundo el regreso a clases presenciales ha dado resultado, invariablemente se han tenido que suspender por el impacto negativo en la incidencia de la enfermedad. El “sí o sí” del gobernador, de que en agosto se reanudarán las clases presenciales, no se lo doy por bueno. No se trata de deseos o ganas, hay una pandemia que es real, está activa y no se puede saber si en agosto habrá condiciones. Hay que esperar.



Tercero: La información estadística de la pandemia en Jalisco desde el principio ha sido deficiente; siempre hay diferencias entre lo que se manda a México y se difunde sobre Jalisco a nivel nacional y lo que se informa aquí. Las diferencias en la información dificultan la planeación y la atención de la pandemia como es debido, bueno, pues resulta que ahora no se darán a conocer los datos con regularidad (y aunque antes no eran perfectos, preferible así que como se plantea ahora). No me parece que sea lo más correcto. En un entorno de incertidumbres, lo que se requiere es eficiencia, seguridad y transparencia. La medida va contra eso totalmente.

Cuarto: Las fechas de evaluación no tienen nada qué ver con la forma en la que evoluciona una pandemia. Tuvimos oportunidad de aprenderlo el año pasado. Cinco días no eran suficientes para salvarnos de los contagios, para empezar. Las evaluaciones se tendrán que hacer antes, esta pandemia va de 15 en 15 días. Una revisión hasta el 15 de junio contando desde mañana, implica cuatro meses que no sabemos cómo serán ni qué pasará cuando se atraviesan vacaciones, 10 de Mayo y elecciones. Por favor, ojalá se reconsidere.

Quinto y último: urge un mejor mecanismo de comunicación de las medidas. No todas las personas tienen acceso a internet como para bajar el documento de 63 páginas. Hay detalles para los comercios, las industrias, el uso de parques y otros espacios públicos, el acceso a los servicios religiosos, en fin ¿cómo se hará llegar a todos y cada uno de los jaliscienses esta información? De entrada, que los adultos mayores sepan, todos, que ya no les van a impedir la entrada a una tienda o a un súper a comprar sus víveres y que no serán maltratados.

Vamos a ver cómo evoluciona esto y ojalá prevalezca el sentido común y se rectifique sobre la marcha si es lo que se requiere.


Columna publicada en El Informador el sábado 13 de febrero de 2021.  

sábado, 6 de febrero de 2021

2021

Ciudad Adentro

 

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


 

Desde que empezó este 2021 he tenido en mente escribir sobre los aniversarios que se cumplen este año, particularmente el de los 200 años de la Consumación de la Independencia. Primero, porque es a partir de esa fecha que empieza a conformarse México, realmente, como una nación independiente del dominio español; además —debo decirlo— porque ese episodio, con sus antecedentes y consecuencias, prácticamente es el centro de mi tesis de doctorado; y porque es un periodo de nuestra historia que ha sido poco y mal estudiado, sobre todo por el manejo maniqueo de sucesivos gobiernos e historiadores desde el siglo XIX (es un periodo “deliberadamente oscuro” como dijo ayer en conferencia el Dr. Jaime Olveda).

Por lo general se habla del “abrazo” de Acatempan, del Plan de Iguala, de los Tratados de Córdoba y de la entrada triunfal del Ejército Trigarante a la Ciudad de México. Quizá se añada algún hecho local como la adhesión al plan y a la independencia de Pedro Celestino Negrete en Guadalajara, por ejemplo, pero nada más.

Lo cierto es que fue un año que de principio a fin representó grandes riesgos, hubo movilizaciones, negociaciones, pláticas, refriegas, divisiones y aun cuando la independencia se consumó en septiembre, en octubre inició la toma de San Juan de Ulúa que duró cuatro años y en diciembre se descubrió una conspiración encabezada por Nicolás, Victoria y Miguel Domínguez, sí, el mismísimo corregidor de Querétaro.

En enero de ese año inició el intercambio de cartas entre Iturbide y Guerrero y duró aproximadamente un mes hasta que el día 10 de febrero (dentro de cuatro días se cumplirán 200 años de aquel encuentro) se reunieron en Acatempan. Guerrero aceptó la propuesta de Iturbide porque incluía la separación de México de España y su constitución como país independiente. Sin embargo, no era eso lo que se leía en el Plan de Iguala, un documento por demás interesante (Documentos para la historia del México independiente 1808-1938. (México: Cámara de Diputados LXI Legislatura/Miguel Ángel Porrúa), 2010).


Representación del "Abrazo de Acatempan". Fuente: Historiando.

Entre el Plan de Iguala y la entrada del Ejército Trigarante pasaron casi siete meses exactos, pero en el ínter muchas cosas sucedieron, incluyendo una reunión en junio, entre Guadalupe Victoria e Iturbide. El primero propuso que se constituyera un gobierno republicano pero el segundo la rechazó.

La mayor desgracia de Agustín de Iturbide y su más grande error fue erigirse en emperador de México, en aquella nación en ciernes inmersa en un contexto complejo y conflictivo a más no poder (dicho sea de paso, me habría encantado, como periodista, testificar aquellos hechos, momentos intensos y difíciles que concluyeron con el surgimiento de los Estados Unidos Mexicanos constituidos en una primera República federal).

Ese gran desacierto de Iturbide lo llevó a la tumba en términos literales y figurados. Es uno de los personajes prácticamente enterrados por la historia que, sin embargo, jugo un papel fundamental en la Consumación de la Independencia; no se le debería regatear. Tan equivocado estaba que su imperio fue efímero, duró un año escaso; pero antes, gozó del reconocimiento de los habitantes de entonces. Se le identificaba como el “Héroe de Iguala” mucho más que a Vicente Guerrero o que a cualquier otro de los sobrevivientes de la guerra que duró más de diez años.

Adentrarnos en la historia de México y sumarnos a las conmemoraciones (serán 15 a lo largo de todo el año) que incluyen 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán (13 de mayo) y 500 de la Conquista o de resistencia indígena (13 de agosto), las más importantes del año, puede darnos la gran oportunidad, para empezar, de conocerla con mayor profundidad (la producción será abundante y hay muchísimo material en internet de libre acceso; ayer empezó un ciclo de conferencias en El Colegio de Jalisco, vía zoom, sobre la Consumación. La inscripción es gratuita y se otorgará constancia).

En la medida en que conozcamos mejor nuestra historia estaremos mucho más conscientes de nuestra grandeza histórica, del pasado común que nos identifica y con el devenir de esta maravillosa nación a lo largo del tiempo, lo que somos ahora y las perspectivas de los años por venir.


Columna publicada en El Informador el sábado 6 de febrero de 2021.

sábado, 30 de enero de 2021

Confianza

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


 

Venimos de una historia de agravios constantes de la clase gobernante en México: corrupción, mentiras, fraudes, manipulación, engaños, promesas no cumplidas, desfalcos al erario, miles de casos de asesinatos y desapariciones sin resolver, agresiones directas, represión... Sí, es triste, doloroso e indignante hacer este recuento, pero la verdad espero que sirva para entender, primero, los niveles de desconfianza que, en general, tenemos los mexicanos; y, segundo, para darnos cuenta de los esfuerzos que se empeñan por hacer las cosas bien (recomiendo aquí la columna de Jorge Zepeda: "Otra manera de hacer patria").

No hemos tenido ni tendremos gobiernos perfectos, no existen en ninguna parte del mundo; hay dinámicas, procesos e inercias que desde atrás jalan la cuerda para impedir que muchas cosas cambien de fondo y que, en el planeta, país por país, ciudad por ciudad, tengamos mejores condiciones de vida. Las diferencias y desigualdades entre las naciones son tremendas y en un contexto de pandemia, lamentablemente se profundizan.

¿A qué voy con este preámbulo? A que sí, tenemos muchas razones para ser desconfiados, pero también para empezar a no serlo y albergar, aunque tímidas e incipientes, algunas perspectivas optimistas y esperanzadoras.

Desde que los países más avanzados empezaron a trabajar en el desarrollo de vacunas contra el SARS-CoV 2, México levantó la mano para participar con los recursos que fueran requeridos, económicos y humanos, de manera que nuestro país fuera uno de los primeros en recibir las vacunas en cuanto estuvieran listas. De esto se ha informado periódicamente desde el primer día. En diciembre del año pasado llegaron las primeras dosis para aplicarlas al personal de salud que está en la primera línea de atención, la de Pfizer, biológico que requiere refrigeración extrema y está diseñada en dos aplicaciones.

El lunes, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó sobre los acuerdos con Rusia para el suministro de 24 millones de vacunas Sputnik V (nada más como dato curioso, una de las acepciones de sputnik significa lo siguiente: “La persona que, junto con alguien, abre el camino”). En total son nueve los acuerdos de México con el mismo número de desarrolladores de vacunas y se nos ha dicho una y otra vez que los 126 millones de mexicanos que somos, con un plan que ya se dio a conocer, seremos vacunados.



República mexicana. Imagen: recorte de pantalla de Google earth.


Una de las críticas recurrentes en los últimos días y que siento que deja en evidencia la ausencia de reflexión sobre lo que implica una campaña de vacunación de emergencia en un país como el nuestro y también rebela un profundo desconocimiento de la logística (aparte de la mala entraña, por no decir más feo; mezquindad pues), es la formación de brigadas en las que participarán “servidores de la nación” para iniciar con la vacunación a los adultos mayores que viven en las zonas de más difícil acceso en México, que, sabemos, son cientos, dada la extensión de la República mexicana y las condiciones orográficas y geográficas bellísimas sí, diversas y ricas, pero que complican el proceso: desierto, selva, sierra, bosque, cañón, barranca...

En primer lugar, todavía no hay vacunas suficientes ¡en el mundo! Después de pasar las fases de rigor que tienen que pasar, falta elaborarlas y todos los países las queremos ya. Hay naciones como Italia, por ejemplo, que han iniciado procesos legales porque no se han surtido los pedidos. Y apenas el jueves la Unión Europea dio “un golpe en la mesa”, como se dice, para que tanto Pfizer como AstraZeneca cumplan con los contratos.

En segundo lugar, no hay fines electorales en el diseño de las brigadas: la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, explicó que se recurre a los “servidores de la nación” porque conocen el terreno, lo acaban de recorrer para el censo del INEGI, saben dónde están los rincones más recónditos del país donde hay adultos mayores. Me parece una decisión lógica y práctica.

Y, en tercer lugar, se insiste en que se recurra al Sistema Nacional de Vacunación, uno de los más eficientes en el mundo. Bueno, eso no es posible porque habría que acudir en persona a las instalaciones sanitarias, desde el más pequeño centro de salud hasta los grandes hospitales de este país y, parece que no saben quienes lo señalan, que eso está contraindicado justo por Covid-19. Aplicar las vacunas contra esa enfermedad no es tan sencillo como poner una palomita en la Cartilla Nacional de Vacunación, es una estrategia de emergencia, no de vacunación tradicional, y no se puede ni debe presionar más la infraestructura sanitaria.

Queremos ver moros con tranchete donde no hay “¡Es que es año electoral!”. Pues sí, un factor ajeno a este o a cualquier gobierno de cualquier orden: así está diseñado el sistema electoral mexicano y tocó en un contexto de pandemia que afecta al mundo, una perspectiva que se insiste en perder de vista.

Además de seguir en confinamiento en la medida de lo posible; y si no se puede, con todos los cuidados y precauciones habidos y por haber, nos toca confiar en que se están haciendo grandes esfuerzos para salir adelante de la pandemia que nos asola desde hace casi un año; hacer algo distinto, algo que se aparte de ese objetivo, sin duda será contraproducente.

Columna publicada en El Informador el sábado 30 de enero de 2021.