viernes, 27 de febrero de 2009

Otra vez el IFE

LAURA CASTRO GOLARTE

Apenas la semana pasada me refería a las malas noticias que generó el Instituto Federal Electoral (IFE) a propósito de los procesos sancionadores contra las grandes televisoras en nuestro país por el asunto de los spots y los partidos de futbol cuando, a los pocos días, nos almorzamos otra mala noticia: incremento de 46% en sus salarios porque así lo estipula la Constitución.
Ese incremento implica acatar la disposición constitucional descrita en el Art. 41 en el sentido que los consejeros electorales deben ganar lo mismo que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y, por supuesto, es una orden en la que estuvieron de acuerdo los legisladores, se publicó y entró en vigor.
Para hacerla efectiva, era necesario que los consejeros electorales aprobaran el dictamen correspondiente en donde se determinara el incremento correspondiente (en este caso 46%) y además una serie de indicaciones relativas a los salarios y prestaciones de otros funcionarios de la institución.
Sin transición, cuando muchos todavía no nos reponíamos de la actuación de los consejeros con respecto a los procesos sancionadores a las televisoras, se informa que los integrantes del Consejo General del IFE se habían autorizado el incremento pendiente para homologar sus salarios a los de los ministros y de 173 mil pesos al mes pasarían a ganar 333 mil pesos mensuales.
Tampoco me repongo todavía, a pesar de que, obligados por la andanada de críticas que recibieron, dieron marcha atrás. La semana pasada decía que confianza y autoridad van de la mano y las noticias siguen siendo malas con respecto al IFE.
Cuando dijeron que siempre no harían efectivo el incremento, hablaron de sensibilidad, específicamente el presidente Leonardo Valdés Zurita y las pregunta son ¿cómo es que no la demostraron antes? ¿Encima se los tenemos que agradecer?
Si no es por las reacciones, los consejeros se hubieran embolsado sus 333 mil pesos cada mes y aquí no pasa nada.
Aunque el tiempo es breve, el IFE debe hacer un esfuerzo por recuperar algo de la autoridad perdida, por lo menos algo que nos dé certeza con respecto a las próximas elecciones en un contexto de guerra sucia en internet, de mensajes bélicos entre los presidentes de los partidos políticos que participan en la contienda, de crisis económica, de desaliento, de caballos flacos y de atiborramiento de mensajes preelectorales y electorales.
Es urgente que el IFE envíe cuanto antes señales a los ciudadanos mexicanos de que no todo está perdido y de que quedan restos de confianza, más allá de llamados y exhortaciones. La nueva ley electoral les dejó facultades… que las ejerzan.

Artículo publicado en El Informador el 28 de febrero de 2009.