domingo, 26 de julio de 2009

Así no

LAURA CASTRO GOLARTE

Esa forma de operar de muchos gobernantes en México, las decisiones que se toman de espaldas a la sociedad o mientras la opinión pública está entretenida con algún otro asunto, tiene que terminar.
Y luego que lo hagan después de un proceso electoral cuyos resultados fueron un castigo severo contra los partidos en el gobierno, sobre todo Acción Nacional, lleva a pensar que realmente no les importa, al cabo ya perdieron y lo que puedan sacar, aprovechar e imponer durante los meses que les quedan de gestión, es ganancia.
Podríamos decir que es parte de la idiosincrasia del político mexicano y de todos son conocidas frases y expresiones como “el año de Hidalgo” y “lo caido, caido”. Ya es hora de romper con esto; y si se trata de ineficiencia, ineptitud, falta de carácter, ignorancia o de plano estupidez, también.
Un ejemplo: en la semana posterior a las elecciones del 5 de julio, incluso antes de que se entregaran las constancias de mayoría, el Ayuntamiento de Guadalajara, los regidores panistas, aprobaron modificaciones en el plan parcial de desarrollo de la Zona Zoológico-Huentitán que implican la autorización del cambio de uso de suelo en un área que incluye parte del área natural protegida de la Barranca.
Quienes han sido cuestionados por esto lo justifican y aducen que se trata de impulsar el progreso de Guadalajara y de dar marco al estadio de atletismo para los Juegos Panamericanos, reactivar la zona, generar empleos, en fin, derrama económica por doquier. La pregunta es, si representa sólo beneficios y para todos ¿por qué se hace de esa manera? ¿Por qué no se consulta a los tapatíos y a los expertos? Si es tan bueno, no hay nada qué temer.
Bueno, pues el proyecto está recibiendo ahora una lluvia de críticas, es cuestionado en los medios de comunicación y por organismos no gubernamentales que preparan incluso acciones jurídicas, por los regidores de oposición y hasta por funcionarios del Gobierno del Estado.
Está por terminar la gestión de Alfonso Petersen y podríamos decir que esto ha sido el signo de la administración: se toma una decisión sin buscar consenso, se oculta hasta donde sea posible, luego queda expuesto en la prensa, se moviliza la sociedad y los proyectos se caen, se modifican o se imponen. De todos es sabido que hasta se podría perder la sede de los Juegos Panamericanos.
Han sido casi tres años de operar de la misma manera; los “golpes” sociales y mediáticos para la administración municipal se suceden; ha quedado claro que así no se hacen las cosas, que no es el camino, no funciona pues…
Artículo publicado en El Informador el sábado 25 de julio de 2009.