domingo, 3 de abril de 2011

Mujeres

CIUDAD ADENTRO

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Esta semana estuvo en Guadalajara la diputada federal Josefina Vázquez Mota, quien fuera, en esta administración, secretaria de Educación y, antes, con Vicente Fox, secretaria de Desarrollo Social. Por su larga militancia panista y las responsabilidades que ha desempeñado se podría decir que sí, que tiene experiencia y ha acumulado méritos como para llegar a ser la candidata del PAN a la Presidencia de la República.
Este bagaje y no el hecho de ser mujer es lo que debería contar, sin embargo, en el marco de la visita hemos sido testigos de cómo el papel de las mujeres en política se reduce a eso, a una cuestión de género y no de capacidad.
El gobernador Emilio González Márquez, quien también aspira a esa candidatura, se centró en la idea de que México está preparado para ser gobernado por una mujer. No es el primero ni el único que ha dicho algo así. Se repite cada vez que una mujer es candidata o por lo menos aspirante a algún puesto de elección popular.
Y luego viene el discurso sobado que implica la comparación con otros países que han sido o son gobernados por mujeres en el contexto de América Latina.
Desafortunadamente, son las mismas mujeres, especialmente las que se desempeña en diversas esferas del gobierno, las que se sienten conformes con este argumento y mucho más con la disposición que les permite llegar al poder a través de cuotas. Son tan escasos los espacios que es fácil llegar aun cuando no se tenga la capacidad requerida y tenemos el ejemplo de aquellas legisladoras que se apuntaron, ganaron por diversas vías, se cumplió con las cuotas, y a la hora de empezar a ejercer como diputadas, declinaron a favor de sus suplentes, todos hombres.
Yo creo que las mujeres capaces de convertirse en auténticas y valiosas servidoras públicas no están interesadas en formar parte de la clase política y por eso, en general, la mediocridad campea entre las que ven (como los hombres) la oportunidad de acceder a un modus vivendi muy cómodo, con privilegios y prebendas.
Lamentablemente es así y muchas de mis congéneres hasta denigran el rol de las mujeres en política. Muchas de ellas se comportan como hombres, es decir, en la clase política no hay grandes diferencias, salvo por la cantidad de espacios que tienen unos y otras… y el nivel; pero operan de la misma forma, no se distinguen por una actuación congruente, honesta, de frente a la sociedad, eficiente y resolutiva. Hay excepciones sin duda alguna, y honrosas, pero sucede igual con los hombres.
No, no creo que estemos preparados y el tono en los discursos es consecuente, populista y falso, incongruente las más de las veces y el ejemplo a la mano es precisamente el gobernador de Jalisco, quien tenía tres y ahora sólo dos mujeres en su gabinete.

Artículo publicado en El Informador el sábado 2 de abril de 2011