lunes, 22 de agosto de 2011

Estamos mal

CIUDAD ADENTRO

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Esta semana se ha generado información preocupante que debería servir para que la clase política mundial y los poderes fácticos frenen su carrera irracional en la búsqueda de más poder y más dinero.
En África, 12.4 millones de personas se están muriendo de hambre, necesitan ayuda alimentaria de inmediato.
En una década (2000-2009), el número de niños que vive en pobreza en Estados Unidos pasó de 2.4 millones a 14.7 millones, a consecuencia de la reducción presupuestal en los programas sociales enfocados en la infancia.
El jueves, una vez más el panorama fue negro para los mercados especulativos mundiales; las bolsas cayeron una vez más presagiando recesión tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos y, con ellos, en el resto del mundo.
En Pakistán, mientras 400 mil seres humanos sufren por los efectos de las lluvias, pobres y damnificados, un ataque suicida por diferencias religiosas causó la muerte de por lo menos 47 personas y dejó más de 70 heridos.
En España, los enfrentamientos entre paisanos se suceden en el marco de la visita del Papa Benedicto XVI, quien además fue denunciado por varias organizaciones no gubernamentales: lo acusan de proteger a curas pederastas y exigen su detención. Antes, la policía reprimió al grupo de laicos que se oponía a la visita del Papa y el Gobierno español niega los señalamientos de que los uniformados se excedieron.
En Inglaterra, apenas en esta semana terminaron las revueltas y manifestaciones con saldo de cinco personas muertas y más de tres mil detenidos; casi 700 de ellos ya encarcelados.
En la Franja de Gaza siguen muriendo israelitas y palestinos. Ayer continuaron los bombardeos. Y muy cerca de ahí, en Siria, día a día se siguen sumando muertos entre ciudadanos que querían un cambio en su país. Las manifestaciones y la represión consecuente llevan por lo menos ocho meses.
Un ataque talibán en Kabul contra el Consejo Británico dejó nueve muertos; crisis en India por las denuncias de corrupción; crisis en Chile por el sistema educativo, un país que ha sido considerado ejemplo en América Latina desde el fin del régimen de Pinochet bajo cuya dictadura, por cierto, el número de víctimas (asesinatos, desaparecidos, torturados) subió a 40 mil.
Por si fuera poco, un mapa de los flujos de hielo en la Antártida revela el desplazamiento de glaciares y de cómo esto causará un incremento en el nivel del mar.
Y en México, crisis por la corrupción de la clase política, por las operaciones del crimen organizado y la pobreza que alcanza a más de 52 millones de mexicanos. El número de muertos por la estrategia del Gobierno federal contra la delincuencia, en esta administración, supera los 50 mil, muchos más que todas las víctimas de la dictadura en Chile.
¿Es esto lo que queremos como humanidad? ¿Por qué no hemos aprendido? ¿Qué tiene que pasar, qué tenemos que hacer para entender y corregir el rumbo? ¿Hasta cuándo? ¿Cuántos muertos más?

Artículo publicado en El Informador el sábado 20 de agosto de 2011