domingo, 24 de marzo de 2019

Es de sabios...


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

De pronto no alcanzo a entender cuál es la razón o el motivo de que los gobernantes en turno, en el país y aquí en Jalisco (no sé de otros casos hasta el momento), se aferren a impulsar iniciativas hasta las últimas consecuencias, a pesar de que no sólo no sean bienvenidas sino de plano rechazadas; el mensaje es que no les importa porque en el proceso dañan el tejido social y la relación con los afectados por tales medidas.
Van con todo en asuntos que, además, no han sabido gestionar —se llama oficio político— ni  socializar ni comunicar. Hay un serio problema en esta materia, en ambos casos,  coincidentemente. Y luego resulta que se echan para atrás, por la presión o porque que la decisión, aparte, contravenía disposiciones constitucionales y convenciones internacionales.
Digo, qué bueno que han rectificado en ciertos casos (o que los han ayudado a hacerlo) pero me sigo preguntando ¿por qué así? ¿Por qué aferrarse, con urgencia y la peor práctica política, antes de asegurarse de que lo que ordenan o ejecutan es verdaderamente lo mejor, que es algo que necesita o reclama la sociedad? ¿Por qué actuar lastimando? ¿Por qué hacer enojar a los y las afectadas y a personas interesadas en estos procesos? Se echa pleito, se hacen declaraciones contundentes como para dejar claro quién tiene el poder y luego los cambios de giro se revisten de actitud democrática y todo eso, que escuchan, que consideraron, que tomaron en cuenta ¿por qué no conducirse así siempre antes de lanzarse con todo como locomotora o aplanadora?
Esto lo comento ahora, más que por las decisiones en el centro (en este momento), por la muy reciente de esta semana aquí en Jalisco de restituir lo que se conoce como Mecanismo de Adelanto para las Mujeres (MAM); en otras palabras, después de sorprender (léase madruguete) con una reforma a la Constitución del Estado para desaparecer el Instituto Jalisciense de las Mujeres y embutir la agenda de Derechos Humanos y grupos vulnerables en una secretaría, la de Igualdad Sustantiva entre Hombres y Mujeres, se rectifica y se anuncia una nueva reforma, sobre la anterior, para que esa secretaría se constituya en el MAM en lugar del instituto y se le dé la jerarquía y la importancia que reclamaban los colectivos y grupos de defensa y promoción de los derechos de las mujeres con base en lógica, sentido común, historia y convenciones internacionales.
En general, aunque algunas con reservas, las mujeres que se habían pronunciado sobre este asunto cuando se ordenó la extinción del IJM, expresaron su beneplácito por la nueva decisión del gobernador de dar un paso atrás. Específicamente Candelaria Ochoa, contra quien incluso se personalizó el debate sin argumento alguno, se congratuló (en su cuenta de Twitter @CandeOchoaA) de que el Gobierno de Jalisco reconociera “el retroceso que había dado para desaparecer el mecanismo para el adelanto de las mujeres, nunca es tarde para reconocer errores @EnriqueAlfaroR”. Esto fue el mismo miércoles que se emitió el comunicado. Y al día siguiente, en las reacciones a tal noticia, manifestó que había preguntas sobre el anuncio y, al mismo tiempo, disposición al diálogo y a la búsqueda de consensos.
Ahí está, todo en la mesa y quizá muy a tiempo de resarcir los daños causados en el proceso, siempre y cuando claro está, no se rompa el canal de comunicación y haya disposición sincera de todas las partes. Según yo no es tan difícil… no debería ser si se tiene oficio político.
En lo personal, que critiqué severamente al gobernador y a su operador en el Congreso del Estado (“Malas noticias para Jalisco” https://www.informador.mx/ideas/Malas-noticias-para-Jalisco-20190202-0003.html) celebro que efectivamente haya rectificado porque estoy convencida de que sí es de sabios cambiar de opinión. Más allá de saber qué lo llevó a corregir este asunto, como ciudadana me parece alentador que un gobernante, un representante popular, un servidor público, se auto-enmiende la plana.
Ahora, espero, claro que lo espero, que este no sea el signo ni la forma de operar, al contrario. Ojalá (otra vez, ojalá), con una auténtica visión de beneficio social, las decisiones se tomen de mejor manera. Las ideas y propuestas de participación ciudadana y gobernanza ahí están, es cuestión de ponerlas en práctica de verdad, actuar en consecuencia y evitar estas decisiones abruptas, groseras, contraproducentes que sólo dejan escombros en el camino cuando se trata de construir y reconstruir, venimos de tiempos terribles y hasta ahora no hay muchas noticias de que el cambio nos conduzca a mejores condiciones en todos los ámbitos y sentidos.

Columna publicada en El Informador el sábado 2 de marzo de 2019.


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