sábado, 26 de septiembre de 2020

Nuevos partidos

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


El mundo se nos viene encima y nosotros estamos con nuevos partidos, pues sí. La vida sigue, algún día el coronavirus Sars-CoV2 será derrotado, pero los procesos y las dinámicas en las que estamos inmersos los seres humanos siguen su curso, marcados siempre por la idiosincrasia de cada pueblo, las identidades, las desigualdades, las tendencias, los sistemas de gobierno, las creencias, usos y costumbres. Claro que también los gestos de grandeza, de generosidad o de mezquindad. Hay de todo y bueno, ya tocará juzgar a nosotros o a la historia.

El caso es que esta noticia, aparentemente pequeña, como de rutina político-electoral en el Estado de Jalisco, me parece alentadora, sí, esperanzadora en términos de desarrollo democrático local particularmente por dos cuestiones, la primera, que se aprobó en el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana la conformación de dos nuevos partidos; y la segunda, que los dos institutos políticos traen, por lo menos en el discurso, una narrativa que rompe con esquemas tradicionales y anquilosados del sistema de partidos en México.

En general, con base en sus principios (https://www.hayfuturo.mx/principios), Futuro se presenta como un partido de centro izquierda, a favor de la democracia participativa, pluralidad, transparencia y rendición de cuentas, excelencia en el servicio público, reivindicación de lo común, sustentabilidad, paz, feminismo, justicia social, localismo, ampliación y garantía de derechos e innovación política.


Futuro

Hagamos (https://www.hagamosjalisco.mx/) se ostenta como un partido liberal, socialdemócrata, es decir, con agenda progresista que por definición es incluyente, a favor de la redistribución de la riqueza, defensa de lo público, honestidad y transparencia, igualdad, equidad, libertad, progresividad en derechos humanos, rescate del planeta, trabajo colectivo, participación ciudadana, diversidad, justicia universal, democracia y recuperación de la paz.


Hagamos


Están redactados de diferente forma, pero prácticamente plantean lo mismo. En el caso de Futuro, cabe decir, se integra a partir de los resultados de la elección anterior, en la que los candidatos independientes que seguían los pasos de Pedro Kumamoto y Wikipolítica, después de analizarlo a profundidad y ante posturas encontradas, impulsados en gran medida por los mismos ciudadanos que los apoyaron, tomaron esa decisión, no fue fácil.

¿Por qué no fue fácil? Porque precisamente una de sus baterías críticas se enfocaba en combatir los partidos tradicionales, no tanto por ser un partido en sí, digo, así está estructurado constitucionalmente el sistema político mexicano; sino por la forma en la que operan, pervertida, desde hace décadas. Los partidos de oposición funcionaban como comparsas del PRI y en la medida en que fueron ganando terreno, se comportaron igual, incluso peor, se degeneraron pues. Negocio familiar, negocio simplemente, modus vivendi, ¿y la sociedad? Bien gracias. En Futuro siguen pensando —y coincido plenamente— que vivimos una crisis de representación política y que urge una transformación radical de la cultura política en México.

En cuanto a Hagamos, que inicia también con una agenda progresista y gente joven, deben quizá esforzarse el doble para ganar adeptos y votos, porque están identificados plenamente con el grupo político de la Universidad de Guadalajara. Directamente les preguntan si le tienen que rendir cuentas al “licenciado”. Por supuesto lo niegan y reiteran que con trabajo convencerán.

Ambos partidos deberán enfrentar un sistema que les es adverso, cooptado por los grandes institutos políticos y el reparto de los espacios de publicidad y los presupuestos; deberán hacerse cargo también de la desconfianza y el descontento en la sociedad cuando se trata de la clase política; y las divisiones, el ambiente de polarización y enardecimiento de que pronto se llega a sentir, por ejemplo, en redes sociales.

No será fácil para ninguno de los dos ganar los votos suficientes para permanecer, para confirmar el registro, sin embargo, su entusiasmo, su convencimiento de que otro México es posible, su determinación por practicar la política con base en su esencia y no en la forma como se ha mal practicado en México, su inteligencia, su visión, su amor por lo que hacen, son buenas noticias. Ojalá, de verdad lo deseo, logren romper patrones.


Columna publicada en El Informador el sábado 26 de septiembre de 2020.