Ciudad Adentro
El estigma de flojos que nos han impuesto a los
mexicanos desde tiempo inmemorial es una carga que se debe erradicar por completo.
No lo somos. La fuerza laboral de México es la que trabaja más horas en todo el
mundo; y de las que gana menos (no tiene que ver con productividad, porque
luego eso se alega; en todo caso, si es así, los patrones también tendrían que
responder a eso).
Hubo un tiempo cuando las quejas por los “puentes”
eran recurrentes hasta que llegó a la presidencia uno de los más nefastos que
hemos tenido, Vicente Fox, y se le ocurrió trasladar los descansos obligatorios
de tres días festivos, a los lunes, con el conque de “impulsar el turismo
nacional” (para lograrlo tendría que haber pensado en abatir el rezago en
materia salarial primero, antes que en cambiar días, por un lado y, por otro,
¿los “puentes” no servían para eso?).
La reforma entró en vigor y nos adaptamos o nos
resignamos como con el horario de verano de los tiempos de Zedillo; aunque en
realidad no se suprimieron los “puentes” porque resulta que los días 1 de
Enero, 1 de Mayo, 16 de Septiembre y 25 de Diciembre se descansan caigan en el
día de la semana que caigan.
En diciembre y enero no se hace tanto ruido porque, pensando
en términos de ciclo escolar, los estudiantes están de vacaciones; y los
trabajadores tienen costumbres y reglas empresa por empresa, de manera que como
puede que descansen, puede que no; los empleados aceptan tales acuerdos, si no,
las puertas son anchas...
Lo mismo sucede con otras vacaciones y fechas que los
patrones manejan libremente: Semana Santa, de Pascua, 12 de diciembre, 12 de
octubre... En Aguascalientes, por ejemplo, el calendario escolar es distinto al
del resto del país por la Feria de San Marcos. Otro ejemplo: los empleados de
embajadas y consulados de otros países en México, descansan los festivos de
allá y los de aquí. Qué padre. También hay variaciones de un tipo de negocio o
institución a otro: los bancos cierran el 12 de diciembre porque es el Día del
Empleado Bancario (también descansan jueves y viernes santos) y en las escuelas
de Jalisco se descansa el 12 de octubre porque es el día de la Romería de la
Virgen de Zapopan.
Guadalupe Victoria (1786-1843), primer Presidente de México, 1824-1829. Fuente: Sedena. |
Por favor, el cambio que promovió Fox (en una de sus
acciones trascendentales e históricas, sin duda alguna, de lo
más importante que hizo en su sexenio) no trastocó el tipo de relación que
mantienen trabajadores con empresarios, lo que rompió con los abusos fue la
“desaparición” de las centrales obreras y los sindicatos charros; los tiempos
de crisis, el interés por conservar el empleo y la necesidad de mejorar los
ingresos.
En este orden de ideas, finalmente aterrizo (ahora que
está de moda la jerga aeronáutica), me parece muy bien que el 5 de Febrero, el
21 de Marzo y el 20 de Noviembre, se festejen el día que toque con descanso
incluido, lo digo así porque para que el aniversario de la Revolución Mexicana
no pase inadvertido, se descansa el lunes, pero el 20 hay desfile, se me hace
peor que como estábamos antes.
En función de descansos y de impulso al turismo
nacional, no pasará nada si volvemos a como estábamos y creo que sí
repercutirá, con otras medidas adosadas como el refuerzo en la educación
pública, en una mejor idea o comprensión de por qué se festejan y se descansa
en tales fechas, con la orientación adecuada que incluya información precisa y
ejercicios para la reflexión que favorezcan y faciliten la valoración de
momentos y personajes de nuestra historia.
Ahora que, entrados en gastos, no estaría mal
hacer una revisión de las fechas que celebramos y que son tan importantes que
les reservamos día y fiesta. En lo personal, agregaría el 27 de septiembre, día
del aniversario de la consumación de la Independencia. Una fecha que ha quedado
fuera de las fiestas importantes porque el protagonista se convirtió luego en
villano favorito. Incluiría otra, aunque con esta sí que se armaría un buen “puente”:
el 29 de septiembre, fecha del natalicio de Guadalupe Victoria, el primer
Presidente de México, Benemérito de la Patria, como Benito Juárez, nombrado así
en vida, por cierto, junto con Vicente Guerrero, en los primeros años de la
independencia de México. Y si no, por lo menos que se rescate del olvido en el
que está y se le dé un tratamiento especial a la enseñanza de quién fue y qué
hizo, porque, en principio, esto es lo importante de las fechas, recordar de
dónde venimos y reconocer nuestra grandeza. Columna publicada en El Informador el sábado 8 de febrero de 2020.