sábado, 14 de marzo de 2020

Nos toca


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

No sólo en México se toman las desgracias, los desastres y las contingencias con humor; en Italia pasó, hubo memes y, al principio, la reacción de políticos y opositores fue muy similar a lo que estamos viviendo ahora en nuestro país incluso con actitudes de lo más irresponsable como la del senador (por Dios), Samuel García Sepúlveda, quien se basó en información que ha circulado en redes sociales para decir que se maquillan cifras sobre la cantidad de mexicanos confirmados con el nuevo coronavirus, el Conavid-19. En estos casos la revocación de mandato debería ser automática; es criminal lo que hizo.
Vivimos juntos la experiencia del AH1N1 y, con sus diferencias, sabemos de qué se trata y lo que nos toca. En aquellos años nos portamos de manera ejemplar, en términos generales, con todo y que muchos pensábamos que era exagerado o, incluso, una farsa. Por sí o por no, por las creencias y temores de todos, era necesario cumplir con las disposiciones y cuidarnos entre todos; vacunarnos, aunque no creyéramos en las vacunas, por ejemplo. Hicimos lo que teníamos que hacer y salimos adelante ¿por qué tiene que ser distinto ahora?
No depende de ningún gobernante, somos nosotros, la sociedad, la que se informa y toma las medidas necesarias, las que considera pertinentes, las que le indica su intuición, su buen juicio, su sentido común. Contamos ahora con información en cantidades industriales y seguramente con elementos para discriminar y saber qué sí es confiable y qué no.
Lamentablemente, tanto en Italia como en España, por mencionar los casos que he seguido, muchos jóvenes, al suspenderse clases, decidieron tomarlo como si fueran vacaciones y esta decisión irreflexiva contribuyó al incremento de los niveles de contagio que registran ambos países. Hasta ahora, después de miles de personas enfermas y cientos de muertos, se promueve el hashtag #MeQuedoEnCasa.

Imagen tomada de Gobierno de México.

Estamos perfectamente a tiempo de tomar las medidas pertinentes y, sobre todo, mostrar una actitud serena, responsable, enfocada en lo que viene, sin pánico, para que cuando se llegue a la segunda fase estemos prácticamente blindados contra el coronavirus, el nuevo, que sabemos pone en riesgo la vida de los adultos mayores, sobre todo.
Nos toca y sabemos que hay que lavarse las manos, evitar las reuniones y la asistencia a lugares concurridos. Y si no, hay una página disponible para estar al día de la información relativa y de las políticas públicas de salud en nuestro país: COVID-19
El rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, en la conferencia de prensa de ayer con el gobernador Enrique Alfaro, dijo algo que no me parece descabellado y que, si tenemos en mente tal idea como meta, saldremos muy bien librados: si Jalisco tiene cero casos hasta ahora, hay que mantenerlo así y transitar por la contingencia en las mismas condiciones, de manera que todas las medidas preventivas son bienvenidas, los operativos, las clases virtuales, sí, todo muy bien, pero lo principal nos toca a nosotros.
Pronto tendremos que encerrarnos en casa, hacer todo virtual, estar bien informados, llamar a los teléfonos en caso de duda o sospecha: 800-0044-800 del Gobierno federal y 333 823 32 20 del Gobierno estatal, ambos funcionan las 24 horas. Y en la página cuya liga ya agregué, también hay información sobre mitos y realidades, experiencias y artículos científicos, materiales de consulta y otros muy útiles.
Sin alarmas y con plena claridad, debemos aprestarnos ya a las medidas extraordinarias que nos cambiarán la vida. Depende de nosotros que esto sea más o menos traumático, más o menos prolongado. Tenemos tiempo para aprender de las experiencias en otros países y prepararnos convenientemente sin añadir presiones o angustias innecesarias.
Nos toca hacer caso omiso de voces irreflexivas e irresponsables que, para variar, llevan agua a sus molinos, no es momento para eso, sí hay que resistir cualquier intento de manipulación o de tergiversación que perjudique lejos de contribuir; es criminal que lo hagan y aticen el fuego de la división.
Nos necesitamos juntos; nos toca ser responsables, inteligentes, conscientes, solidarios, compasivos... estar muy al pendiente del otro, de los otros. No vendrá nadie del gobierno federal ni estatal ni municipal a lavarnos las manos, ni a impedir que asistamos a algún lugar pletórico de gente, ni que vayamos a un centro de salud porque creemos que estamos enfermos ni podremos tener un vigilante que cuide las distancias. Reitero: nos toca.

Columna publicada en El Informador el sábado 14 de marzo de 2020.

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