Ciudad Adentro
Desde hace semanas me llama la atención la polémica o,
mejor dicho, la división, entre quienes afirman que el foco debe estar en la
salud; y los que dicen que en la economía en este contexto de pandemia y crisis
mundial. Y cada grupo tiene argumentos razonablemente válidos y atendibles, de
eso no me cabe ninguna duda. Mi conclusión sobre esta discusión, de verdad,
estéril por donde se le vea, es que lo que se requiere es equilibrio, calma,
decisiones inteligentes, lecturas puntuales de la realidad, unión
(#NosNecesitamosJuntos) y disciplina, sobre todo para no dejarnos atrapar por
la estridencia de las redes y las malas decisiones de los políticos, sobre todo
si son de los oportunistas. Como siempre, seremos nosotros, la sociedad, los
que salgamos y llevemos adelante la situación para continuar, pese a todo (ver
la plataforma: paraquedarnosencasa.org).
“La salud del pueblo es la suprema ley”, perfecto, no
creo que haya alguien que se oponga a esta máxima, lo comenté hace poco en este
espacio. Pero, por ejemplo, para estar en óptimas condiciones físicas hay que
comer sano y para tener qué comer se requiere dinero que permita comprar las
proteínas, los carbohidratos y los demás nutrientes básicos e indispensables
para vivir.
Otro ejemplo: en un contexto de pandemia como en el
que estamos, que está llevando al colapso los sistemas de salud de los países
más ricos y avanzados, se necesitan recursos para dotar a los sistemas de
infraestructura, equipo y materiales urgentes e imprescindibles para atender a
las personas contagiadas.
De pronto me siento diciendo cosas que no demandarían
mayor explicación o comprensión, sin embargo, en esta tendencia a la que nos
conducen, muchas veces a través de las redes, se adoptan posturas radicales
que, de verdad, no sirven para nada, al contrario, estorban y perjudican, así
que por favor.
Lo que se necesita y con urgencia es el diseño
inmediato de políticas públicas que conserven un equilibrio entre la atención
de la salud y el cuidado de la economía. Entiendo que, en muchas naciones, en
el mundo podría decir, los Estados, los mandatarios o mandamases, sólo han
tenido tiempo para reaccionar y han cometido errores. A estas alturas creo que
ya es posible serenarse, aprender de experiencias previas y recomponer el
rumbo.
Hay millones de personas que no pueden quedarse en sus
casas porque viven al día. La mitad o más de la mitad de la población en México
vive en diferentes niveles de pobreza, de la menor hasta la más extrema. La
desigualdad descomunal del mundo, y lamentablemente nuestro país no es la
excepción, está quedando en evidencia como nunca. Y viene lo peor. Ahora sí que
no es para alarmar, pero sí para prepararnos. Hasta ahora, sigo convencida de
que la estrategia del Gobierno federal en materia de políticas públicas de
salud ha sido acertada y todo me hace pensar que mañana se hará lo conducente
en materia económica. Ojalá incluyan acciones y programas que tiendan a
mantener el equilibrio. Es decir, se trata de impedir que colapse el sistema de
salud en México, deteriorado desde hace tiempo; y habrá que actuar para que no
colapse la economía, que ya estaba con signos de debilidad.
México no es el único. Quiero recomendar aquí casi
como tarea, la lectura íntegra del informe que apenas ayer emitió la CEPAL (Comisión
Económica para América Latina y el Caribe) de la ONU y que encabeza la mexicana
Alicia Bárcena. Ya saben, aquí dejo la liga del informe: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45337/4/S2000264_es.pdf. Aparte de todo, recomiendo revisar su Observatorio
de medidas de política sobre #Covid19 en la región (también me queda la
impresión que cambiará a partir de mañana, para que le echen un ojo de una vez;
México es uno de los países que aparece con menos acciones en todos los
sentidos): https://www.cepal.org/es/temas/covid-19 y escuchar el video del informe que incluyó al final
sesión de preguntas y respuestas de la secretaria General Alicia Bárcena.
Observatorio Covid-19 en América Latina y el Caribe, CEPAL. |
Con la claridad de este informe es que hablo de
“lecturas puntuales”. A manera de ejemplo, un párrafo que parece fue inspirado
por México y, sobre todo, Jalisco, fácil juzgar: “Más allá de cualquier modelo
predictivo, la acción de los gobiernos se está llevando a cabo sobre la base de
procesos de prueba y error. En algunos casos la crisis sanitaria está
adquiriendo elementos de crisis política, como se ve en la contradicción
frecuente entre autoridades locales y gobiernos centrales o entre países en el
seno de bloques de integración regional”. No tiene pierde, no somos los únicos,
se nota y será gravemente contraproducente si no se rectifica; y la sociedad
pasará la factura cuando llegue el momento, que llegará.
Finalmente, Alicia Bárcena se pronunció contra
prácticas perversas del capitalismo como la “mercantilización” de los servicios
de salud. No tiene desperdicio esta intervención. Destacó también la
importancia de volver los ojos hacía la región, hacia América Latina y el
Caribe, nadie más verá por nosotros, dijo, porque cada uno está con sus propios
problemas derivados de esta pandemia cuyos efectos no tienen precedente.
Vienen tiempos muy difíciles, más difíciles de lo que
nos ha tocado vivir, tenemos que prepararnos, y el equilibrio y la calma
siempre ayudan. #YoMeQuedoEnCasa.
Columna publicada en El Informador el sábado 4 de abril de 2020.