sábado, 11 de julio de 2009

Margen de maniobra

LAURA CASTRO GOLARTE

No es la primera vez que en elecciones intermedias el electorado, en general y por mayoría, opta por opositores. Si es el PAN el partido en el gobierno, elige al PRI, y viceversa.
Sin embargo, en este proceso encuentro sobre todo una gran diferencia: la sociedad mexicana es mucho más madura políticamente hablando y, en función de ello, no sólo las elecciones de 2012 son impredecibles sino que además falta mucho por ver en los tres años que le restan a esta administración pública federal y a la estatal en Jalisco.
Primero, más vale que los ganadores no crean que recibieron un cheque en blanco y el perdón absoluto por los agravios del pasado añejo y reciente. Y, segundo, los perdedores tendrían que estar trabajando en el análisis de las causas de su derrota aunque en estos momentos, de manera especial en Jalisco, en donde la crisis interna del PAN es de una virulencia inusitada, difícilmente atinarán a reflexionar sobre eso porque están muy ocupados en el reparto de culpas, las acusaciones mutuas y, en suma, la lucha feroz y despiadada, inescrupulosa, por el poder.
En ambos casos, ganadores y perdedores, urgen altas dosis de humildad porque tengo la impresión, y día con día más clara, de que al electorado se le acabó la paciencia y no dará oportunidades a la clase política más allá de tres o seis años (quizá menos si se implementa la revocación de mandato, reclamo generalizado), para que ejerza una auténtica representación y actúe de frente y para la sociedad a la que se debe.
El PAN como gobierno en Jalisco y ahora ante esta derrota, ha hecho gala de soberbia. Quién sabe cuándo detendrán la vorágine en la que están inmersos en este momento, para abrir los ojos y recomponerse.
Y en cuanto al PRI, si cree que ya la hizo, si está convencido de que ganó en estas elecciones porque su comportamiento ha sido ejemplar como oposición, porque las campañas fueron de alto nivel y nuevamente tienen el reconocimiento ciudadano, habrán caído entonces en las garras de la soberbia, y el gusto, insisto, no les durará más de tres años.
El PRI ha sido aliado del PAN en el Poder Legislativo; y se sabe, como un secreto a voces, de pactos y componendas para protegerse mutuamente.
La sociedad está atenta y la clase política no tiene margen de maniobra para hacer y deshacer. Ojalá todo este proceso sirva, pese a los peores pronósticos, para que tengamos mejores partidos políticos… la sociedad no necesita ninguna recomendación, está en el camino y lo acaba de demostrar, simplemente hay que seguir.
Artículo publicado en El Informador el sábado 11 de julio de 2009.