lunes, 7 de diciembre de 2009

No somos así

LAURA CASTRO GOLARTE

Desde hace tiempo, pero más en fechas recientes, circulan correos electrónicos en donde se exige a los mexicanos que no nos quejemos de las crisis económica y política que vivimos y, en resumidas cuentas (son correos larguísimos), que tenemos el gobierno que merecemos y que si estamos así es por nuestra negligencia, porque dejamos todo para última hora, somos flojos y estamos de acuerdo con frases como “el que no transa no avanza” o bien “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Recuerdo el chiste aquel en el durante la creación Dios dotó de todo a México, como el cuerno de la abundancia que parece por su geografía, y alguien le reclamó que por qué tanto a este país: plata, petróleo, bosques, tierras cultivables, agua, playas, montañas y mucho más. La respuesta de Dios fue “no te preocupes, ahí pondré a los mexicanos”.
No estoy de acuerdo, no creo que merezcamos las autoridades que tenemos, en primer lugar, porque los electores votamos, la mayoría, de buena fe y con la idea de elegir al menos peor. Muchos calculamos cuidadosamente quién parece más honesto, quién será capaz de cumplir promesas, de respetar acuerdos, de considerar realmente a la sociedad. No elegimos al peor de manera deliberada y sí al que nos da esperanzas mínimas de que las cosas pueden cambiar, para bien.
Estamos haciendo nuestra tarea: pagamos impuestos, trabajamos como descosidos (basta investigar los periodos vacacionales en España y Argentina, por citar a dos naciones latinas y muy cercanas), estamos buscando siempre cómo mejorar nuestra situación económica particular, cada vez participamos más aunque seamos ignorados, y tratamos, en la medida de lo posible y, en general, de cubrir las deficiencias de los servicios que por obligación y gracias a que cumplimos, “presta” el Estado en materia educativa, de seguridad y de salud.
No somos responsables de la negligencia, ineficiencia, deshonestidad, timoratez (permítaseme la palabra), estulticia ni corrupción de la clase política mexicana.
Los mexicanos no somos flojos, ni transas por naturaleza. No, los mexicanos no somos eso. Hemos venido arrastrando con mitos y atavismos que nos ubican como una raza inferior, comparándonos siempre con los habitantes de otras naciones para obtener resultados desventajosos.
Sin embargo, a través del sistema educativo, de rumores, ahora de correos electrónicos perniciosos, malos chistes y bromas por el estilo, nos han hecho creer que eso somos y así somos. No, por favor. Urge cambiar la concepción que tenemos de nosotros mismos.
La verdad es que somos un pueblo maravilloso, solidario, humano, ingenioso, hábil, trabajador, inteligente, cada vez más consciente por nuestra propia iniciativa y nuestros propios medios. No merecemos el gobierno que tenemos, de ninguna manera.

Artículo publicado en El Informador el sábado 5 de diciembre de 2009.