CIUDAD ADENTRO
LAURA CASTRO GOLARTE
Bueno, pues acabamos de perder 952 millones de pesos que estaban etiquetados para la Línea 2 del Macrobús. Panistas y priistas polarizaron a la población, la manipularon y, por supuesto, se reservaron información importante para que la gente, especialmente la afectada de manera directa, no tuviera todos los elementos para una decisión o para normar su criterio.
Entraron en la escena organizaciones civiles y empresariales pero en medio ya de la radicalización en las posturas, sus esfuerzos fueron infructuosos, y creo que también les faltó contribuir a la llamada “socialización” del proyecto.
Claro que es mejor el Tren Ligero que el Macrobús, de eso no cabe la menor duda, sin embargo, a Guadalajara le urge transporte colectivo y lo más rápido era la Línea 2 y ya había dinero. La perdimos y ya ni llorar es bueno, pero eso sí, Aristóteles Sandoval, Héctor Vielma y Miguel Castro, presidentes municipales de Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque respectivamente, ahora cumplen porque cumplen.
Todos, de un lado y de otros, se metieron en un berenjenal que no era necesario, pero priva siempre el componente electoral y el de la rivalidad política, a costa de la ciudadanía.
En estos momentos claramente se puede decir que nos quedamos sin Juan y sin las gallinas. Lo peor es que no es la primera vez ¿cuántas cosas hemos perdido en Jalisco por conflictos partidistas? ¿Cuántas, porque prevalecen intereses particulares y electorales? Y luego, si aparece alguien o alguna asociación desinteresada a favor de algún proyecto, inmediatamente se duda y se descalifica.
No es justo y mucho menos que la sociedad sea manipulada y dividida, llevada hasta el enardecimiento. Encima de la falta de soluciones, en este caso, en materia de transporte público masivo, nos peleamos entre nosotros convenientemente para los que se dicen y se hacen llamar servidores públicos pero que de eso no tienen nada.
¿Es cuestionable la actuación de los presidentes municipales del PRI por rechazar una oportunidad, así, sin etiquetas? Sí, rotundamente, pero también es cuestionable la decisión del Partido Acción Nacional de subir al ring electoral el tema del macrobús y muy criticable que sólo hayan hecho un remedo del tipo de transporte que es ponderado en otras latitudes y que es exitoso porque se ha introducido bajo el concepto de integralidad y de soluciones de fondo.
Muy mal de los dos lados. Por eso suena tan bien, como música a los oídos, que muchas voces, cada vez más, se pronuncien porque sea la ciudadanía la que decida este y otros asuntos: ciudadanizar los proyectos para Jalisco, erradicar el componente partidista-electoral de las decisiones. No es justo para los jaliscienses que nos arrastren en sus pleitos, por sus indecisiones, por sus cálculos egoístas, por su falta de visión. No es justo y ya basta.
Debe ser al revés: una ciudadanía capaz de arrastrar a la clase política hacia la atención de los intereses sociales.
Artículo publicado en El Informador el sábado 30 de octubre de 2010.
