miércoles, 2 de noviembre de 2011

Realidad aplastante

Ciudad Adentro

Laura Castro Golarte (lauracastro05@gmail.com)

Una de las principales críticas que han recibido los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 que ya terminan mañana, es que son un distractor, un circo, una cortina de humo. Una fiesta en la que, además de todo, los atletas mexicanos ganaron medallas como nunca. Sí, todos los deportistas merecen el reconocimiento y el espacio para disfrutar sus glorias porque, por otro lado, además nos ayuden a recuperar el sentimiento y el fervor nacionalista que de pronto se diluye. Muy bien.
Sin embargo, a partir del lunes todo volverá a la normalidad y la realidad se nos vendrá encima como huracán; nos dará en la cara con tal fuerza que no habrá de otra más que atenderla, poner los pies en la tierra y no cejar, como ciudadanía, en los empeños por cambiar el entorno y vivir mejor.
Lamentablemente, la información relativa a violencia y crimen persiste. Enfrentamientos, hallazgos macabros, delitos diversos del crimen organizado y de ex funcionarios públicos; y la cuenta de los muertos y más muertos.
No podremos olvidarnos ni perder de vista, por ejemplo, que los legisladores federales se tomaron un largo puente vacacional, desde el jueves de esta semana y regresarán a “trabajar” hasta el 3 de noviembre después del Día de Muertos. Y se fueron y dejaron montón de cosas pendientes: reformas en materia de seguridad y justicia, energética, detalles del Paquete Económico 2012 y, entre muchos otros, el nombramiento de los tres consejeros del IFE que faltan.
Eso sí, aprobaron una dizque reforma política que no tendrá efectos para el proceso electoral 2011-2012 y quizá nunca, porque después de las elecciones del año entrante, sin duda alguna otros ajustes al marco legal electoral serán necesarios. Clásico ejemplo de negligencia, cinismo, desdén por el sentir ciudadano, desgaste y desperdicio siempre con cargo a la sociedad que los mantiene.
Sí, la realidad nos caerá como loza y será preciso insistir y exigir la rendición de cuentas con respecto a todos y cada uno de los asuntos que implican el ejercicio de recursos públicos, como los mismos Juegos Panamericanos y todas las obras relativas: la infraestructura deportiva, las vialidades y otras acciones para “remozar” la ciudad que se hicieron de última hora para salir adelante del compromiso.
Y, de manera especial, la clase política no podrá postergar ni por un segundo más la atención de los damnificados por el huracán “Jova”, un desastre que dejó alrededor de 50 mil damnificados en Jalisco, quienes hasta ahora no han recibido respuestas satisfactorias de las autoridades sobre todo estatales y federales y sí, en cambio, han sido utilizados con fines electoreros en una de las formas más bajas e inescrupulosas de hacer política en nuestro país.
Empezarán a salir cosas, incluso desde la misma clase política en su afán por llevar agua a sus molinos en pleno tiempo electoral. A nosotros nos tocará no quitar el dedo del renglón.

Artículo publicado en El Informador el sábado 29 de octubre de 2011.