domingo, 29 de abril de 2012

¿(T) apatíos?


Acabamos de ser testigos de uno de los peores incendios en el Bosque de La Primavera: 122 horas de fuego arrasaron con más de ocho mil 200 hectáreas de arbolado adulto, de renuevo y pastizales. Aunque no hay datos precisos, oficialmente alguien provocó el incendio y se registraron amenazas contra los brigadistas para que no siguieran sofocando el incendio.
El tiempo que transcurrió así como la superficie afectada fueron resultado, en gran medida, de la reacción tan lenta de las autoridades y de la falta de recursos propios para el combate de incendios que sólo hasta el penúltimo día fueron reforzados con más brigadistas y equipo.
Falta ahora saber, por ejemplo, de los recursos prometidos por el Presidente Felipe Calderón, cuántos se destinarán a La Primavera; y si el gobernador Emilio González Márquez atenderá la llamada de atención presidencial para que “ponga orden” en el bosque y si prosperarán las ideas e iniciativas que apuntan a la expropiación del principal pulmón de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Lo que está claro y es en verdad alentador, es la movilización ciudadana en la defensa del bosque y en el apoyo que se entregó, incluso cuando desde la autoridad se anunció que ya no era necesario, a los brigadistas, verdaderos héroes de este desastre que gracias a ellos no llegó a mayores.
Esta reacción de la gente, indignada y enojada con los gobiernos de todos los niveles por su inacción cuando el incendio no había avanzado tanto, es lo más valioso de este episodio que deja esta, entre otras muchas lecciones.
Las redes sociales como Facebook y Twitter jugaron y están jugando un papel fundamental en la generación de conciencia para exigir que se cumplan las leyes, luchar contra la impunidad y actuar a favor del bosque en cuanto sea posible, inmediatamente después de que los expertos anuncien, cuándo, qué y dónde se podrá participar en labores de reforestación.
Estas muestras de preocupación y la ocupación real y contundente de los tapatíos me lleva a confirmar que esa idea de que somos “apatíos” (apáticos) es un mito, una idea perversa que nos quieren hacer creer precisamente para que nadie se mueva.
Pues no hay tal. Los habitantes de esta maravillosa y compleja ciudad han demostrado fehacientemente su disposición y efectividad cuando no está de acuerdo con decisiones gubernamentales o cuando surge como una explosión la indignación ante negligencia y omisiones.
Así es y así será. Quien no lo quiera entender de esa manera, desde la clase política y aun desde la sociedad, estará haciendo una pésima lectura de la reacción ciudadana ante hechos tan lamentables como el incendio de esta semana en el Bosque de La Primavera y la pésima actuación del Gobierno del Estado, de los ayuntamientos involucrados, de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable y de la Secretaría de Educación.
No somos “apatíos”… Tapatíos y así, con mayúscula.

Artículo publicado en El Informador el sábado 28 de abril de 2012.