Ciudad Adentro
Aunque se le quiera achacar a la
sociedad, esta inacción en los gobiernos de todos los órdenes en nuestro país,
es por obra y gracia de los partidos políticos. Como tienen la idea de que los
mexicanos somos inmaduros e influenciables, han dispuesto una serie de candados
y restricciones para que dizque no se intente manipular a través de obras y
aplicación de programas de gobierno durante
procesos electorales.
Esta veda electoral en la que por
disposición del IFE (apegados a derecho como deben con base en las leyes
aprobadas por los legisladores representantes de partidos políticos) no se
puede informar absolutamente de nada (hasta se tardan para emitir alguna
comunicación incluso si se trata de casos de emergencia) está sirviendo de pretexto
para que efectivamente no se haga nada o se trabaje al mínimo, al cabo que de
todas maneras “no se puede” informar… Ahora sí muy respetuosos de la ley.
La cosa es que esta situación de
inacción o cuasi parálisis es un continuum
porque resulta que, por un lado, siempre hay intereses electorales de por medio
y, por otro, la desbandada de “servidores públicos” de todos los niveles para
contender por otro cargo de elección popular está a la orden del día.
Quisiera saber si en cuanto pasen
las elecciones y ya no exista el “riesgo” de que se ejerza influencia sobre los
votantes, los alcaldes, gobernadores y el mismo Presidente de la República van
a informar sobre lo que hicieron, las decisiones que tomaron y las acciones que
emprendieron durante estos meses de campaña; y la verdad es que no necesitarían
informar… se notaría su trabajo.
No es justo para nadie en este
país que las actividades que se emprenden desde el gobierno y por lo que
pagamos, se reduzcan al mínimo por una reglamentación impuesta por los mismos
partidos políticos. Las afectaciones son económicas y sociales fundamentalmente
y el país, con los rezagos que enfrenta, no está para soportar estas lagunas.
Todo se concentra en las campañas
electorales, en los que dizque debates, en los spots, en los gastos de campaña y en las encuestas. Y todo lo
demás, lo verdaderamente urgente, sigue en la lista de pendientes porque por lo
general, no están las condiciones dadas
para emprender políticas públicas ya indispensables e inaplazables en
educación, salud, empleo, pobreza, alimentación, desarrollo urbano, promoción
económica, medio ambiente, infraestructura, justicia, seguridad.
Insisto, aunque los partidos
políticos y sus dirigentes y candidatos no lo quieran ver: la sociedad mexicana
es políticamente madura y cada vez más. Mejora la memoria y los niveles de
conciencia y participación. Hay una efervescencia, casi frenesí por querer
saber, por protegerse contra la manipulación, por estar mejor informados y
tomar las mejores decisiones, por hacernos escuchar y que nuestra voz valga y
cuente; por el rechazo a la impunidad y contra la impotencia, contra la clase
política y su inopia, es decir, su indigencia, pobreza, escasez.
Artículo publicado en El Informador el sábado 5 de mayo de 2012.