martes, 22 de mayo de 2012

Semilla


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Creo que es apenas la semilla, pero semilla, y cayó en suelo fértil y está siendo regada y cuidada, sin que nadie se lo proponga, para que crezca, dé sombra y frutos. Son los jóvenes y sus manifestaciones, su indignación, su hartazgo, su amor por México, su deseo de que las cosas cambien de verdad.
Son los jóvenes que están atrayendo como imán a niños y adultos a un movimiento gestado aquí y allá, pero sobre todo en las universidades, a través de las redes sociales y en la calle. Es la simiente de un fenómeno que ya muchos se atreven a calificar, y me sumo, como el 11-M porque esto nació el 11 de mayo con el ya famoso video “Somos 131”.
Son los jóvenes que, activos y cada vez más, como muchos otros, se saben no representados por la clase política y además de todo, tergiversados, minimizados, ninguneados, descalificados, juzgados y acusados.
Son los jóvenes que alzan la voz y expresan con toda su energía, frescura, rebeldía y pasión: “Aquí estamos” y “Yo soy 132” por hablar de todos, por incluirnos a los que estamos de mil maneras y a los que no están, pero se agregarán, estoy segura.
Es el inicio de la ruptura del silencio, de los brazos cruzados, de los ojos cerrados. Marcharon ayer en la Ciudad de México y en otros puntos del país para decir que no son lo que se dice en varios medios de comunicación desde donde se les vilipendia o se les señala de “traviesos”; y para decir, para gritar que han sido mal contados.
Marcharon ayer y lo harán nuevamente el 23 de mayo y no creo que nadie los pare, tienen formas y caminos, cauces y recursos, inteligencia, valentía y conciencia.
Antes de esto, otras manifestaciones se han dado en México de manera paralela y quizá hasta anterior a movimientos internacionales de indignados y de ciudadanos, pero nunca como ahora, no con tanta participación juvenil y especialmente de estudiantes, de los que votarán por primera vez o de los que ya lo hicieron pero no están contentos, y avizoran un futuro incierto.
Sin distingos económicos, muchachos de todas las universidades se han organizado a través de las redes sociales para pararse de frente al poder y con su voz detener las cadenas de abusos, de negligencia, de manipulación, de mentiras, de corrupción.
José Narro Robles, rector de la UNAM, lo dijo el jueves: “Yo prefiero ver a un joven protestando que a un joven con desesperanza; yo prefiero ver a un joven que se expresa, manifiesta, incluso rompiendo cánones y reglas…”.
Coincido. Y son muchos, son la mayor parte de este país de jóvenes que hasta ahora no ha sido para ellos, para quienes dentro de pocos años llevarán las riendas, los que claman honestidad y paz y seguridad.
Son la semilla nueva y la tierra, son el agua y el sol.

Artículo publicado en El Informador el sábado 19 de mayo de 2012.