sábado, 27 de abril de 2013

Gran decepción


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Quisiera decir que ya lo sabía, que no me extraña, que era de esperarse… pero no puedo. La verdad, sí creí que habría una diferencia, sobre todo si pensamos en la muy fresca y esperanzadora fracción de Movimiento Ciudadano en el Congreso del Estado y en el compromiso contundente de Miguel Castro Reynoso, coordinador de la bancada del PRI.
No sé cuántos albergamos en el fondo, muy en el fondo, una endeble esperanza de que por fin las cosas se harían de otro modo para empezar a reparar los daños, para recuperar la confianza perdida, para modificar el modus operandi de la clase política y reconquistar a la sociedad.
Ilusos todos esos y me incluyo. Por supuesto, todo esto se debe al asunto de las casas de enlace que abona a la desconfianza que se le tiene a los diputados, que alimenta la indignación y atiza el fuego de la molestia; un trabajo publicado en este diario en donde se da cuenta de que, por un lado, se disminuyeron las partidas para viáticos y transporte, pero se creó otra denominada “asignaciones parlamentarias” que dizque para sostener las casas de enlace de las que 13 no operan. ¿La cantidad? 92 mil pesos al mes para cada diputado.
Y luego, ayer la mayoría de los legisladores aprobó una modificación presupuestal para que cada diputado reciba 105 mil pesos al mes y con eso pague los salarios de su personal más cercano, que sería contratado en calidad de supernumerario y con la condición de que al salir el diputado por la conclusión de la legislatura, el supernumerario se irá con él.
Figuras tramposas, engañosas, triquiñuelas que ya les conocemos y que, por lo visto, no dejarán de hacer, ahora sí que qué difícil creerles, ni el bendito.
Algunos diputados votaron contra estas medidas, entre otros Guillermo Martínez Mora, panista, quien en una entrevista radiofónica, a la pregunta de” ¿qué se puede hacer?” respondió que recurrir a los medios y a recabar firmas entre la sociedad.
Bueno, o es cinismo o es ingenuidad, gracias por votar en contra, no sirvió de nada pero igual se reconoce. En cuanto a los medios, muchos han expuesto y siguen exponiendo irregularidades, corrupción y precisamente la conducta reprobable de la clase política, arreglos bajo la mesa y cosas por el estilo ¿y? Todo indica que los “periodicazos” ya no sirven de nada. La desfachatez y la desvergüenza de los mal llamados servidores públicos, esos que se comprometieron a cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes y que si no, aceptarían la demanda correspondiente del pueblo, alcanza niveles para los que ya no encuentro calificativos. El mismo Martínez Mora dijo que era una expresión común entre los políticos, que las críticas en los medios a cualquier asunto duraban dos o tres días y luego caía en el olvido. Entonces ¿la culpa es de los medios?
La impotencia es descomunal y la indignación se desborda de todos los contenedores. No hay manera. Y si se juntan firmas, seguramente usarán las hojas para hacer una exhibición de avioncitos en el Salón de Sesiones del Congreso.
¿Y por qué tiene que ser así? ¿Qué no ganan muy bien de todas maneras? ¿Por qué quieren más? Es una gran decepción, lo peor de todo es que ellos siguen y seguirán como si nada.

Publicado en El Informador el sábado 27 de abril de 2013.