Ciudad Adentro
El
enfrentamiento entre presuntos vendedores de droga en Ciudad Universitaria de
la Universidad Nacional Autónoma de México, destapó una cloaca que durante años
se fue llenando de la porquería que ahora sale a flote.
Las
universidades en México y en varias partes del mundo, son los sitios perfectos
para los traficantes de drogas porque desgraciadamente jóvenes son los
principales consumidores, No importa que sean estudiantes ni que tengan
determinado nivel socioeconómico, son el mercado más codiciado por los
vendedores de estupefacientes y sustancias similares.
Lo que me llama
la atención es que el tema sale a la luz pública a raíz de la muerte de dos
individuos que, según dicen las fuentes oficiales, no pertenecían a la
comunidad universitaria pero en ella operaban como narcomenudistas.
Alguna
diferencia los condujo a tal desenlace porque, en realidad, después de lustros,
décadas, no se había tenido noticia de que por algo así hubiera problemas de
este tipo en la máxima casa de estudios, es decir, mientras cada uno tuviera su
coto y se respetaran mutuamente no tendría por qué haber conflicto. Algo pasó y
sin duda sus allegados lo saben, ojalá que no siga la rivalidad porque entonces
habría una guerra al interior de CU como una réplica de lo que pasa en varios
puntos del país. Ojalá que no, ojalá que no.
Antes de los
hechos de hace una semana, aparentemente todo estaba tranquilo y a unos días de
que se dieran a conocer los lugares que ocupa la UNAM en varios indicadores
internacionales de excelencia educativa y académica, muy buenos por cierto,
mejores que muchas universidades de países desarrollados.
La información
hasta ahora se ha manejado como si nunca en la UNAM se hubiera vendido droga,
como si apenas las autoridades se dieran cuenta o se enteraran. Esto me parece
intolerable. Todos, absolutamente, deberían asumir su responsabilidad y
reconocer lo que se tenga que reconocer, incluido el miedo.
¿Qué pasaría si
el rector declarara: sí, sabíamos del
narcomenudeo pero era difícil combatirlo porque había amenazas bla bla bla o porque hay muchos intereses o porque la corrupción alcanza a toda la
institución o porque hay reparto de
las ganancias? ¿No se estaría en mejores condiciones de enfrentar con
probabilidades de éxito la situación compleja y peligrosa? ¿No sería mejor
reconocer y en un ámbito de transparencia y honestidad sumar esfuerzos y
convocar a las instituciones que tienen injerencia en estos asuntos por el bien
de los jóvenes y de la universidad?
Aunque la
ilustración está muy trillada, lo que está pasando en la UNAM es sólo la punta
del iceberg y urge, urge (como tantos pendientes en México) que se tomen cartas
en el asunto, que se ponga remedio, que se cubran rezagos, que ya no se mienta,
que haya purgas y un proceso intensivo de saneamiento auténtico, con ganas de
hacerlo, con determinación.
De entrada, es
preciso que se detenga la mala costumbre de querer tapar el sol con un dedo, de
cegarse ante realidades dolorosas y riesgosas, de voltear para otro lado,
especialmente si los que lo hacen son los directores y jefes de las
instituciones que más que eso deberían actuar como líderes.
José Manuel
Mireles, quien fuera líder de las autodefensas en Michoacán, presentó su libro
ante estudiantes de la UNAM y les dijo, entre otras cosas, que el miedo no se
quita a la hora de enfrentar situaciones como lo que está pasando en la
universidad, “no esperen no tener miedo nunca, el miedo nunca se les va a
quitar, el que muere de miedo muere todos los días, el que no tiene miedo muere
una sola vez”. Los conminó a defender su universidad, a unirse y a abrir los
ojos “ayúdenme a despertar la conciencia de toda la nación… prepárense muy
bien, están en el mejor lugar del mundo para que cambien las cosas en toda la
nación, no sólo en sus pueblos de origen… Esta es la mejor trinchera que existe
para toda lucha social… El día que empiecen a defender su escuela nadie va a
volver a entrar a venderles drogas, duro con ellos, las drogas no benefician a
nadie, se pueden sentir bien un ratito, pero lo mejor es tener la conciencia
despierta y el conocimiento trabajando”.
José Manuel Mireles en la U NAM, Foto: ADN Político. |
Habría que hacer
extensiva la invitación que hizo Mireles a los muchachos de la UNAM a todos los
jóvenes mexicanos.
Columna publicada en El Informador el sábado 3 de marzo de 2018.