sábado, 2 de febrero de 2019

Bloqueo ferroviario: foco rojo


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Luego de las negociaciones de ayer con los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), sección 18 de Michoacán, no se logró el retiro del bloqueo en las vías del tren que desde el 14 de enero pasado mantiene esa organización sindical en el tramo Lázaro Cárdenas-Maravatío. Las pérdidas son cuantiosas en verdad y las consecuencias en los estados vecinos gravísimas. Particularmente Jalisco que resulta afectado en dos sentidos: es un duro golpe al sector exportador y dificulta el abasto de gasolina y diésel.
Es un asunto complejo que deja en evidencia una vez más el desastre que es el sistema educativo nacional convertido en un verdadero engendro desde hace décadas alimentado administración tras administración con medidas perversas y paliativas, mal gestionadas y peor ejecutadas, siempre en contubernio con el sindicato. Y cosas peores.
Las quejas de los maestros en Michoacán son porque se les debe dinero desde hace más de diez años resultado de la irresponsabilidad y malos manejos de los gobiernos estatales (ojo), todo esto producto de la famosa, en su momento, federalización. Pues resulta (esto poco se conoce) que el 26 de noviembre del año pasado el Gobierno del Estado que encabeza Silvano Aureoles, por cierto, de viaje en España, decidió retirarse del acuerdo de la federalización y con esto, es el Gobierno federal el responsable de pagar los servicios de educación en Michoacán. Esta acción de Aureoles, al cuarto para las doce, con prácticamente cero margen de maniobra, tiene visos total y absolutamente desestabilizadores y considerando las afectaciones, es egoísta, negligente, mezquina y criminal.
Las pérdidas contabilizadas hasta el 23 de enero pasado sumaban siete mil 500 millones de pesos. Son más de 150 trenes parados, ocho mil 200 contenedores y aproximadamente millón y medio de toneladas de diversas mercancías detenidas. Los sectores más afectados son el agroalimentario (Jalisco es — ¿era?— el gigante agroalimentario de México) y el automotriz con pérdidas diarias por ¡200 millones de pesos! Cantidad que significa 20 % de todas las afectaciones que tiene el sector privado en el país según explicó el jueves Miguel Ángel Landeros, presidente del Consejo Mexicano de Comercio Exterior, Comce.
Aun cuando el problema del desabasto de gasolina se lleva prácticamente todos los reflectores, el asunto de Michoacán (que además contribuye a empeorar la situación de disponibilidad de combustibles para Jalisco y el propio Michoacán) debería ser considerado de seguridad nacional y creo que no se le ha dado la importancia que merece ni se ha dimensionado (menos) en su justa medida. El bloqueo empieza ya a tener repercusiones que afectan el comercio internacional y hay empresas que están por perder contratos por incumplimiento en pagos o entregas. Es grave. Hay cientos de empleos en riesgo.
El delegado federal en Michoacán, Roberto Pantoja, en entrevista radiofónica, no muy convencido por cierto (Carmen Aristegui le repitió dos o tres veces la pregunta), dijo que en las próximas horas se estaría levantando el bloqueo mientras se sentaban a negociar todos los involucrados el próximo martes. Hasta ahora no ha sido así, con todo y que entre las medidas del Gobierno federal se adelantaron 200 millones de pesos al de Michoacán, producto de participaciones federales, para que haga frente a parte del adeudo con los maestros.
Esta acción tiene como propósito pagar a los docentes la primera quincena de enero pero la misma CNTE advirtió ayer que eso no era suficiente para reanudar las clases y suspender  las protestas entre las que se incluyen el bloqueo y plantones en la ciudad de Morelia. La deuda de años a los profesores se ha estimado en siete mil millones de pesos y lo que exigen es el pago de salarios atrasados, el reembolso del Impuesto Sobre la Renta de los aguinaldos de 2017 y 2018 y, aparte, plazas para los normalistas egresados en los últimos cuatro años. No sobra decir que es evidente que la mal llamada reforma educativa de Peña, no sirvió de nada y este conflicto tan grave es una prueba de ello, porque además estoy segura que hay otras intenciones detrás, desde la medida del 26 de noviembre de salirse de una acuerdo federal y añejo. Urgen acciones inmediatas y contundentes.

Columna publicada en El Informador el sábado 26 de enero de 2019.