sábado, 19 de enero de 2019

Mejor


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Al desabasto de gasolina en Jalisco (fundamentalmente Guadalajara) se había sumado el ambiente tenso generado por los mensajes belicosos del gobernador Enrique Alfaro. Su discurso del 14 de enero contenía manifestaciones de apoyo a la medida implementada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador pero al mismo tiempo una crítica feroz, feroz sí, por el tono y la expresión en la mirada. Es decir, era posible detectar de inmediato la incongruencia.
Que estaba de acuerdo con el combate al robo de combustible pero no con la falta de información. Y con voz realmente amenazante: “le exijo al Presidente de México, que den la cara, que ya no nos echen este cuento y esta explicación permanente --que ya sabemos y que celebramos-- de que esto es para combatir el huachicol, sí, ya lo sabemos. La pregunta es clara y contundente: cuándo y cómo se va a resolver el problema de abasto de gasolina para la ciudad de Guadalajara y para el Estado de Jalisco. Así de claro. Esa es mi pregunta y esa es la exigencia que como gobernador le hago al Gobierno de la República”. En el texto del tuit donde se anexó el video, Alfaro reitera su apoyo personal y del Gobierno de Jalisco a la decisión de AMLO “pero también alzamos la voz ante la creciente demanda”.
Exigir eso desbarataba hasta la dilución la oferta de apoyo. Este doble discurso, a todas luces falso, no me parece la mejor manera de efectivamente gestionar soluciones para los jaliscienses en el caso muy particular del abasto de gasolina.
Por fortuna, todo parece indicar que se recurrió al oficio político de ciertas personas o esas ciertas personas ofrecieron sus buenos oficios y el día 16 de enero el gobernador ya estaba participando en una reunión de trabajo con los secretarios de Gobernación, Energía y Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno federal.
A raíz de este encuentro, Enrique Alfaro emitió otro mensaje donde celebró la definición de un canal de comunicación efectivo, tan efectivo que, dijo, “no lo vamos a soltar”; así como la instalación de una mesa de trabajo en torno al problema del desabasto, en busca de soluciones, de las mejores decisiones para atenuar los efectos de las medidas y de información con respecto a lo que está pasando. De hecho, el gobernador de los jaliscienses ofreció la participación de elementos de seguridad del Estado y patrullas para reforzar la vigilancia “kilómetro a kilómetro” del ducto Salamanca-Guadalajara.
Algo pasó y si bien no se ha generado información detallada sobre lo que sucedió adentro, ahora sí que en los ductos de la política, es claro que hubo gestores e intervenciones que privilegiaron el oficio político y ahora estamos ante un panorama totalmente diferente y favorable.
Uno de estos días corrió el rumor de que se abriría el ducto Salamanca-Guadalajara y luego salió el gobernador a desmentirlo y a dar una serie de explicaciones de sobre la preparación de la gasolina y tecnicismos varios y justo ayer, con una actitud mucho más serena y pausada, en un mensaje oficial sin preguntas de los reporteros, anunció que hoy, sí, hoy, se abrirá por fin el ducto en cuestión y mejorará la distribución de gasolina en el Estado de Jalisco, reitero, particularmente en Guadalajara.
Mejor, mucho mejor la actitud, las palabras, el tono, la postura, el contenido del mensaje y, por supuesto, aunque fuera de su control, la percepción generalizada. No sé de verdad qué piensa el gobernador, pero estoy convencida de que una actitud beligerante, contestataria, agresiva, no deja nada bueno. Y esto aplica para todo mundo y en todas las circunstancias. Recuerdo por ejemplo, a algunos colegas en entrevistas de banqueta, que a las primeras de cambio agredían al entrevistado con sus preguntas impactantes sin duda, incluso valientes, pero lo único que conseguían era que el entrevistado se cerrara y no contestara nada o sólo monosílabos que no respondían a los cuestionamientos. El efecto es pues, contraproducente. Por eso celebro el cambio en la actitud de Enrique Alfaro. Si se mantiene así, si pondera el oficio político, si no pierde de vista el beneficio mayor para los jaliscienses y actúa en consecuencia, como en esta ocasión, vamos de gane. Mejor, mucho mejor. Como él dijo con respecto a la disposición de los funcionarios federales “eso se agradece”.


Columna publicada en El Informador el sábado 19 de enero de 2019.

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