Ciudad Adentro
Siempre son muchos
los temas y es así porque los pendientes se acumulan y surgen asuntos
disimulados antes, deliberadamente ocultados, minimizados o desdeñados por
diversos motivos, sobre todo los vinculados con la corrupción, enriquecimiento
ilícito y mermas severas al erario público por obra y gracia de malos a pésimos
funcionarios públicos (ahí está lo relacionado con Pemex, tanto Odebrecht como
Fertinal y la investigación que en Estados Unidos se emprendió contra Enrique
Peña Nieto).
Frente a una
manera distinta de gobernar, empiezan a brotar como desde una cloaca rebosada,
la porquería, la impunidad, los crímenes contra los mexicanos, los abusos de un
lado, la mezquindad por otro, el interés personal y de partido, la manipulación
y notas y notas de cómo hemos sido esquilmados por lo menos desde el sexenio
1988-1994. Alguien decía en radio el otro día: “todos los caminos llevan a
Salinas”. Y también aparece, de manera por demás incomprensible, la añoranza de
ese sistema autoritario, corrupto y corruptor, que dejan en evidencia a través
de redes sociales amplios sectores de la sociedad, de manera tácita y también
expresa.
En medio de estas
informaciones que dejan al descubierto a varios personajes de la clase política
mexicana de sexenios anteriores (cosas que se decían, eran un secreto a voces,
pero no se habían hecho públicas), están la crisis migratoria, las opiniones
encontradas y extremosas con respecto a las decisiones del Gobierno mexicano
frente al de Estados Unidos; la operación de los programas sociales; la reciente
decisión de desaparecer el Inadem; la crisis de seguridad (violencia,
asesinatos y desapariciones); lo que parece un bloqueo o boicot desde la
burocracia; los recortes presupuestales y las afectaciones en la salud pública;
lo del aeropuerto de la Ciudad de México y el estancamiento de la economía. El
panorama es tremendo y aparte hay que sumar lo que pasa en cada Estado, en cada
municipio y los factores externos, en fin. Definitivamente no pasamos por los
mejores momentos pero sigo convencida de que todo es resultado de la ruina en
la que dejaron este país los gobernantes
anteriores y de varios sexenios; y también del abordaje inicial a diversos
problemas, pero no de todos.
Por si fuera poco,
el IMSS anuncia esta semana que cayó la generación de empleos en mayo y sólo se
crearon en todo el país, tres mil 983 plazas formales entre abril y el mes
pasado para un acumulado anual de 303 mil 545 empleos nuevos permanentes en lo
que va de 2019. No me parece que el Presidente Andrés Manuel López Obrador no
reconozca esa realidad en el tono en el que lo hizo, en lugar de explicar, como
lo han hecho otros, el mismo director del IMSS y varios analistas, que no
entran en ese conteo los puestos del programa Jóvenes Construyendo el Futuro,
porque sus empleadores no pagan por ellos cuotas obrero patronales, ni cuentan
para efectos de ahorro para el retiro, por ejemplo; o el programa de
reforestación en la frontera sur que en realidad es un programa social y para
las cuentas del IMSS no hay registro. Cambiará el panorama cuando el INEGI
emita el informe sobre la ocupación, donde se incluye todo, formal, informal y
programas sociales… espero.
Hay datos que se
pasan por alto y creo que es importante tener en mente, por lo menos dos: el
primero de ellos es que los empleos generados de enero a febrero superaron con
creces la meta y el comparativo con el año anterior: fueron 125 mil 982 empleos
más cuando la meta mensual es de 100 mil al mes (este comparativo se puede
consultar en el sitio de México cómo vamos) y, sobre esto mismo, que aun cuando
es el peor mayo en esta materia desde hace años, es cíclico; y el segundo dato
es que hace apenas unos días, ya con los números del empleo en la mano, yo
creo, de un lado o del otro, los líderes empresariales aglutinados en el
Consejo Coordinador Empresarial se comprometieron a invertir hasta llegar a 25
% del PIB en los próximos dos años, lo cual equivale a 35 mil millones de
dólares, que se suman a los 32 mil millones de dólares que anunció también hace
unos días el Consejo Mexicano de Negocios; y el Presidente se comprometió a no
obstaculizar la inversión y a dar certeza a los inversionistas. Esto sucedió
hace apenas una semana, cuando mucho. Más tarde o más temprano, los efectos de
estos compromisos deberán estar representados en las cifras. Vamos a ver.
Columna publicada en El Informador el sábado 22 de junio de 2019.