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domingo, 4 de marzo de 2018

Precariedad del proletariado


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Aprovechando que estamos en un tiempo inter campañas, neutral se supone, que nos puede permitir cierta tranquilidad y calma para dedicarnos a nuestras actividades cotidianas sin mayores interferencias ruidosas, quiero recomendarles que vean y escuchen con atención (tomen nota si es preciso) el documental Requiem for the American Dream (“Réquiem por el sueño americano”).
Es un documental que está libre en YouTube (como siempre, aquí comparto la liga: documental) y además se puede acceder a él a través de Netflix (plataforma streaming). Tampoco es reciente, quizá tenga un año ya en la web y en redes pero es de una actualidad indiscutible y, si me apuran, urgente.
Noam Chomsky, lingüista filósofo y activista estadounidense, severo crítico del capitalismo y sus perversiones, explica con lujo de detalles y sin conceptos rebuscados, los diez principios de la concentración del poder y de la riqueza en Estados Unidos. Claro que en cuanto esté atento al documental, encontrará sin dificultad todas las asociaciones y coincidencias que se pueda imaginar con respecto a la realidad que vivimos en México y, sin duda alguna, en otros países, pero México es lo que me importa y es siempre en el que pienso primero.

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Noam Chomsky. Foto: Ecoosfera.

Los diez principios son los siguientes, digo, la simple enumeración les sonará cercana, conocida: (1) reducir la democracia, (2) moldear la ideología, (3) rediseñar la economía, (4) desplazar la carga, (5) atacar la solidaridad, (6) dirigir las instituciones reguladoras, (7) manipular las elecciones, (8) mantener a la plebe bajo control, (9) fabricar el consentimiento y (10) marginar a la población. Si se tratara de una check list bastaría con poner palomita a todas.
Comentaré hoy sólo uno de los principios, el cuarto: desplazar la carga, porque resulta que está estrechamente vinculado con varios temas recientes que he manejado en este mismo espacio como la desigualdad y el nivel tan bajo y criminal de los salarios en México ¿de qué se trata? ¿A qué se refiere con eso de desplazar la carga? Bueno, pues a algún genio vinculado con el poder y la riqueza extrema se le ocurrió que los más ricos, que los capitalistas mayores, ya no pagaran tantos impuestos y que era mejor “desplazar la carga” hacia la población en general. En el documental, con datos de la Tax Foundation, del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y del área de investigación y servicio de análisis de impuestos del Congreso estadounidense, se muestra cómo los más ricos han dejado de pagar tantos impuestos y cómo, los menos ricos, básicamente la clase trabajadora cautiva, paga más impuestos. Los gravámenes que se han incrementado son al consumo y al salario, es decir, a la  mayor parte de la población. Para los poderosos esto tiene un nombre que ellos mismos, dice Noam Chomsky, han puesto de moda: Precariat o Precarious Proletariat, en otras palabras, la precariedad del proletariado.
Por supuesto que esto profundiza la desigualdad en el reparto de la riqueza, un discurso que, por cierto, ha estado ausente de la demagogia trillada de la clase política en México. Hace mucho que no escucho que algún gobernante prometa, se comprometa o por lo menos lo diga para simular, que sabemos que les encanta, que combatirá la desigualdad y tomará medidas para un-reparto-más-justo-de-la-riqueza.
En este concepto de la precariedad del proletariado ubico, entre otras realidades, el papel cada vez más marginal e inútil de los sindicatos; la consecuente nula defensa de los derechos de los trabajadores; el ascenso de las empresas de outsourcing (subcontratistas); los contratos de seis meses; adiós a la antigüedad en los empleos y adiós, en general, a otras prestaciones que eran por ley que garantizaban ciertas condiciones y cierto nivel de vida que no era tan precario como ahora.
Y la crisis económica es tal y está la situación tan grave y complicada para la clase trabajadora, que estamos llegando a un punto en que nos conformamos con este panorama porque de otra manera perderíamos nuestro trabajo. Para algunos filósofos contemporáneos se trata de aceptar o hasta propiciar una especie de auto explotación porque de otra manera, no tendríamos posibilidades de desempeñar una actividad, la que sea, que nos permita obtener los ingresos necesarios para vivir al día en el mejor de los escenarios, para sobrevivir, en el peor.
Reitero la invitación para que vea este documental y, por favor, corra la voz.

Columna publicada en el El Informador el sábado 17 de febrero de 2018.

sábado, 25 de junio de 2016

Ni con la sacudida

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Los hechos criminales registrados en Nochixtlán, Oaxaca, la semana pasada son una sacudida, un terremoto, un sismo de la más alta intensidad  y ni así reacciona el Gobierno mexicano. Ocho o nueve personas muertas y más de 40 heridos son el saldo de un enfrentamiento que no debió tener lugar y que desde la autoridad se ha tergiversado y manipulado de manera burda y desaseada por decir lo menos, y además fácilmente, gracias a los servicios de las grandes televisoras y de estaciones de radio que a lo largo y ancho del país, sin el más mínimo rigor periodístico acusan sin ambages y sin verificar ni contrastar se posicionan del lado “oficial”.
Desde el domingo pasado he estado atenta a las reacciones y hechos derivados de la violencia del Estado contra sus ciudadanos y sólo en algunos medios, los menos y la mayoría alternativos e independientes, se ha profundizado en lo sucedido y se ha intentado por lo menos presentar las dos versiones, la gubernamental y la de la disidencia.
Ocho o nueve mexicanos, según las diversas fuentes, perdieron la vida y desde la autoridad, apenas, atinan a convocar a mesas de diálogo cuyos resultados, deliberadamente no dados a conocer por la Secretaría de Gobernación, es evidente que no responden a las demandas del magisterio inconforme porque las marchas y los plantones continúan.
¿Es que no se dan cuenta que están actuando mal? ¿Qué las fórmulas a las que recurren, escudados en los medios, no están dando resultados? ¿Qué no hay alguien en el gobierno que informe al Presidente y a su gabinete de la reacción que los hechos violentos en Nochixtlán han despertado en el mundo?
¿Qué se necesita entonces más que una sacudida de esta magnitud para que el gobierno asuma su responsabilidad y con voluntad y apertura, y no con autoritarismo y represión, resuelva el conflicto?
La sensación de impotencia es tanta que duele porque la clase política persiste en mantener una conducta errónea, equivocada a todas luces o cómo se puede calificar la declaración del vocero de la Segob cuando terminó la reunión el miércoles pasado: “…el diálogo es sano, fluido, no hay gritos ni sombrerazos. Hay disposición”.  Mientras las marchas y manifestaciones se repetían en diferentes puntos del país de norte a sur y de este a oeste. Ya no sólo contra la reforma educativa sino exigiendo justicia por los mexicanos asesinados y los desaparecidos en Nochixtlán.
Y luego se dice que en México somos apáticos. Las expresiones de apoyo a los maestros y de demanda de solución sin violencia de parte del Estado se repiten, pero curiosamente es información que no se difunde suficientemente. Sólo en algunos medios y si acaso, no se repite como sí, el discurso de que los maestros son los culpables de todo. Este asunto lo he tratado en columnas anteriores, de hecho, hace unas semanas titulé el comentario como "Amenaza tormenta" y pues aquí la tenemos.
La actitud autoritaria y de represión del secretario de Educación, más la disposición de fuerzas contra los manifestantes fueron el caldo de cultivo, reitero, desde el Estado. Podríamos pensar que los maestros están equivocados, hay mucha gente que está convencida ¿matarlos es la solución?
Las expresiones de repudio en el extranjero se suman al sismo interno, pero el gobierno sigue sin percatarse, no se da por aludido aun cuando de manera expresa se exige la renuncia del presidentes, del secretario de Gobernación, del de Educación y del gobernador de Oaxaca; desde el poder siguen creyendo que tienen razón, que todos los demás estamos mal, amparados en los juicios y prejuicios que han alimentado de la mano de los grandes medios de comunicación para mantenernos a los mexicanos divididos. Aun así, tantos no podemos estar mal, ni pensadores críticos como Noam Chomsky ni asociaciones civiles nacionales e internacionales como las organizaciones que integran el consejo consultivo de la OCDE ni los colectivos de Oceanía y de Europa que también se manifestaron a favor de que se finquen responsabilidad y se esclarezcan los hechos, insisto, manejados informativamente hasta hoy con una ambigüedad que pasma y que favorece las dudas, la desconfianza, el temor y, claro, la manipulación y tergiversación de lo que realmente sucedió.

La sacudida es grande, pero el gobierno está como pasmado, como ido, porque con esto era para que, ahora sí, lo bueno pasara, lo bueno para los mexicanos todos, lo bueno que implique y signifique rendición de cuentas y justicia particularmente en este caso.

Columna publicada en El Informador el sábado 25 de junio de 2016.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Problemas de salud en Jalisco y sobre la conferencia de Noam Chomsky

Dengue, influenza humana y sobre la incidencia de enfermedades y fallecimientos por la contaminación del Río Santiago y la respuesta de la autoridad sanitaria del Gobierno del Estado.
Comentarios sobre la conferencia que Noam Chomsky, intelectual estadounidense, crítico del imperialismo, dictó en la Ciudad de México.
http://www.notisistema.net/h09/092209.html
Forma y Fondo
Jorge Octavio Navarro (Jonás) y Laura Castro Golarte

Crónica sincrónica

México: un tiempo nuevo     Laura Castro Golarte     El aguacero estaba a punto. Amenazó todo el día y los charcos en las esqu...