Ciudad Adentro
¿Desde cuándo? Casi desde que tengo uso de razón periodística el agua es
una demanda, un tema, un pendiente, una preocupación y/o un anhelo para los
habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara pero poco o nada se ha
avanzado al respecto. Si acaso, por ejemplo en materia de plantas de
tratamiento, pues sí, se instalaron (entre otras) en la ribera del Lago de Chapala
pero no se les ha dado el mantenimiento adecuado.
Como esto hay muchas muestras de que el asunto del agua para Guadalajara y
la conservación del Lago de Chapala son rehenes de las administraciones
públicas de los tres órdenes de gobierno y de todas las posiciones en el
cuadrante político. Gobernantes van y vienen y todas las acciones dependen de
las preocupaciones y caprichos personales.
Mientras todavía se discute si la presa El Zapotillo se va a terminar o no;
o que si la cortina será de 80 o de 105 metros, nos sorprenden con el arranque
inmediato después del anuncio, de la construcción de la presa El Purgatorio
para concluir un proyecto “priista” (así se dijo) que el panismo dejó de lado
por Arcediano que fue una pérdida descomunal de tiempo y de dinero; y por El
Zapotillo que en un principio sólo contemplaba 80 metros de altura pero luego
105 con la consecuente inundación de Temacapulín, Acasico y Palmarejo; y que en
este momento lleva 90% de avance aunque no se sabe a ciencia cierta con
respecto a qué altura, si 80 o 105.
Hay hermetismo y creo que lo que se pretende es dejar la cortina de El
Zapotillo en 80 metros, no inundar las poblaciones ya citadas, cumplir los
compromisos con 14 municipios de Los Altos y con León, Guanajuato; y cubrir las
demandas de la zona metropolitana con la conclusión del sistema
Purgatorio-Calderón con las aguas del Río Verde.
Sin embargo, no hay un pronunciamiento claro y contundente al respecto y,
lo que es peor, no se habla de resolver esta situación de manera integral lo
cual implicaría involucrar a la sociedad civil y emprender programas
planificados de reforestación y de introducción de sistemas de riego, entre
otros, fundamentales para la conservación de las cuencas con base en medidas
integrales, sustentables y calculadas a futuro.
Dice Felipe Tito Lugo, titular de la Comisión Estatal del Agua, que con El
Purgatorio se va a dejar descansar a Chapala, nada más que esa presa estará
lista entre 2015 y 2016 y para cuando entre en operación, la población habrá
crecido.
Este es el punto. Se ha usado a Chapala para chantajear a la población con
el cuento de conservarlo, rescatarlo, protegerlo y demás, cuando con un manejo
integral y sustentable (ya lo he dicho en otras ocasiones y no se diga los
organismos no gubernamentales que no quitan el dedo del renglón) podríamos
tener agua de Chapala eternamente con un lago sano de larga vida prácticamente
garantizada.
Pero no. El tema del agua para Guadalajara seguirá siendo un asunto partidista,
en uno de los manejos con mayores niveles de estulticia de la clase política. Y
ahí está el botón de muestra con el crédito japonés que se cayó por un capricho
del líder del Grupo Universidad en ese entonces diputado local. Sí, Raúl
Padilla López nada más queriendo hacer sentir a todos su poder.
Se puede hacer un manejo sustentable, integral e inteligente de la Cuenca
Lerma-Chapala-Santiago; claro que se puede y todos ganaríamos y ganaríamos en
todos los sentidos, incluso los políticos ganarían votos y quizá hasta
confianza. Desconozco la razón por la que optan por el camino pedregoso, por
tomar decisiones que generan desconfianza o por no tomar decisiones. Ojalá
rectificaran… y pronto.
Publicado en El Informador el sábado 8 de junio de 2013.