Ciudad Adentro
Aunque “todavía se le mueve una patita” (como decía mi abuelita), veo
difícil que la iniciativa para una Ley de Sociedades de Libre Convivencia pase.
Estoy hablando de la propuesta del PRD en el Congreso del Estado de Jalisco,
que si bien parece que tiene el apoyo del PRI y del Verde más un diputado
independiente (hasta ahora), enfrenta en contra al PAN y a Movimiento Ciudadano así como a sectores
de la sociedad ultraconservadores que, en algunos casos de manera deliberada,
han tergiversado el contenido de la ley, claro, con fines político-partidistas
absolutamente mezquinos.
La oposición por desinformación existe también pero la capacidad de
influencia para incidir en cambios es prácticamente nula.
El caso es, por un lado, que está en veremos que la ley sea aprobada en el
pleno. Con ello se estará perdiendo la oportunidad de avanzar en la dotación de
marcos legales que, en realidad, ni siquiera son de vanguardia, pero que vienen
a dar legalidad y formalidad a lo que de hecho ya pasa en la sociedad y es
resultado de dinámicas que buscan sus propios cauces, como el agua,
exactamente.
Y, por otro lado, queda en evidencia la mezquindad de actores políticos,
específicamente de Movimiento Ciudadano, porque todo responde –así lo creo— a
la enemistad o rivalidad entre ese partido y el PRD en Jalisco, bancada autora
de la iniciativa.
El jueves, el dictamen de la ley citada fue rechazado en la Comisión de
Puntos Constitucionales por PAN y MC;
después de eso, PRD y PRI ofrecieron una conferencia de prensa y, más
tarde, se difundió el pronunciamiento de Movimiento Ciudadano en donde, de
entrada, descalifica al PRD y lo acusa de monotemático, no por el tema central
de la ley (copia de la del Distrito Federal) sino por los señalamientos contra
el propio Movimiento Ciudadano.
La verdad, creí de y con mayor nivel a los integrantes de Movimiento
Ciudadano pero evidentemente están enfrascados en una lucha sin cuartel contra
sus enemigos políticos (y sin duda alguna desde la otra esquina pasa igual) y a
los ciudadanos nos recetan el mismo modus
operandi de la clase política que nos tiene en esta realidad precaria,
vulnerable, paupérrima, retrógrada, paralizada, corrupta y negligente. Creí
realmente que pensaban en la gente pero me vuelvo a equivocar, cosa que en
realidad no me sorprende porque cada vez espero menos de la degradada clase
política que tenemos en Jalisco y México.
Ahora, según la fracción del MC en ese posicionamiento posterior a su voto
en contra en la Comisión de Puntos Constitucionales, lo hicieron así porque “la
iniciativa presentada por el PRD es, técnica y jurídicamente, incorrecta y
genera sinnúmero de incertidumbres a las personas que se busca beneficiar”. ¿Y
su capacidad de gestión política?
Si revisaron la iniciativa –es lo deseable, es su trabajo-- ¿por qué no se
acercaron al PRD para hacerles ver a los diputados y asesores las fallas que
señalan, con el ánimo de mejorar la iniciativa?
Y debo decir por supuesto que el PRD tampoco se acercó a socializar su
iniciativa para que fuera enriquecida y pasara sin problemas en el pleno. Ahora
sí que –como en otros casos— tan malo el
pinto como el colorado y luego ya se ve venir una retractación del PRI por su
cercanía con la Curia y la escasa y tergiversada información que se ha
difundido sobre la iniciativa.
En fin, que por obra y gracia de nuestra clase política, tan pobre en
capacidades y tan mezquina, lo más probable es que esta ley se quede en la
congeladora, se arrumbe o se archive como suele suceder.
Publicado en El Informador el sábado 5 de octubre de 2013.