sábado, 14 de mayo de 2016

Amenaza tormenta

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

El secretario de Educación Pública lo dijo cuando se refirió a las resistencias que genera desde su aprobación e implementación, la reforma educativa: “Son intereses de algunos líderes sindicales, por ejemplo, que no quieren perder sus privilegios de seguir vendiendo o heredando plazas, o de controlar la vida de los maestros para tener utilidad política o económica”.
¡Uff! ¿Por dónde empiezo? Antes, nada más quiero recordar al amable lector que está anunciada para mañana, Día del Maestro, una marcha multitudinaria en la Ciudad de México protagonizada por profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, organismo independiente del SNTE; y por estudiantes de Politécnico Nacional en solidaridad con los docentes, aun cuando los jóvenes tienen sus propias demandas y su propio proceso de exigencias a las autoridades educativas.
Está anunciada la marcha y además un paro a partir del lunes 16 de mayo particularmente en las entidades en donde la CNTE es muy fuerte como Oaxaca, Guerrero y Chiapas, pero es probable que se dé en otros estados, aunque no de manera total.
¿Desde cuándo está en la memoria colectiva el magisterio? ¿Sus necesidades, sus demandas, sus manifestaciones, sus paros y sus marchas? ¿Desde cuándo? Formalmente la CNTE se fundó en 1979, estamos hablando de 37 años aun cuando los antecedentes datan de más atrás, cuando para el Estado y los líderes sindicales era fácil acallar voces disidentes con diversos métodos, desde la cooptación y la amenaza hasta la desaparición forzada e indefinida.
He abordado el tema en otros comentarios pero creo que es importante insistir porque es evidente (la frase entre comillas del primer párrafo es elocuente) que las autoridades, cuya tarea esencial y trascendental es la educación pública de este país, están instaladas en un mundo irreal, en el eterno juego de la simulación y en la negación de la grandísima responsabilidad que el Estado mexicano tiene en esta materia.
¿Acaso Alfonso Nuño se escuchó? ¿O el funcionario es de generación espontánea? ¿O cómo es posible que esté al frente de la SEP sin tener antecedentes de cómo se ha manipulado desde el Estado, al magisterio y a la educación? ¿Creerá acaso que todos los demás coincidimos con él?
Nada más con la afirmación de que los que se resisten a la reforma son líderes que quieren seguir controlando la vida de los maestros para tener utilidades económicas y políticas me pregunto si no se mordió la lengua, como solemos decir cuando cojeamos del mismo pie pero no queremos darnos cuenta.
El sistema, particularmente el PRI, gobierno tras gobierno a lo largo de su hegemonía de entre 60 y 70 años; y los presidentes panistas que no se quedaron atrás pero en lo absoluto, sin olvidar al amplio y versátil mosaico de gobernadores, han utilizado al magisterio como se les ha dado la gana.
Los profesores son carne de urna, capital electoral; son útiles para manifestarse o para replegarse; para cumplir y no cumplir los programas de estudio, dependiendo de qué se necesite; para bloquear, boicotear o apoyar, lo que sea que les ordenen sus “líderes”. Fueron dotados de prestaciones jugosas y privilegios nada desdeñables que ahora se les retiran (¡y está bien! pero no lo han sabido manejar); fue tolerada y hasta alentada la corrupción en las cúpulas sindicales, en cada sección del SNTE a lo largo y ancho de este país, pero en  su momento, las demandas del magisterio para acceder a una mejor capacitación y actualización constante, fueron desoídas, desdeñadas, ninguneadas; ni qué decir de las demandas salariales y las disparidades entre lo que gana un maestro frente a grupo y el comisionado, el secretario de una comisión en la mesa directiva y el secretario general; o los que tienen hasta tres plazas y licencias con goce de sueldo sin ton ni son; y claro, los que venden plazas, una práctica ante la que la autoridad había navegado de muertito durante lustros.
Y de pronto, como si nada hubiera pasado, como si no existiera una historia de la educación en México perversa y pervertida, llega el gobierno de Peña Nieto a imponer una reforma que pretende ahogar al monstruo que el sistema al que pertenece creó y alimentó desde hace décadas, pero ese monstruo ha sido usado, manipulado, mal pagado, mal capacitado, discriminado y tratado injustamente en contraste con los “consentidos” de las mesas directivas, los lambiscones, los arrastrados por lo general comisionados y perezosos que no se han partido la vida frente a grupo, en donde se abren otros problemas y conflictos que no alcanzaré a abordar. 
Es un monstruo enojado y con hambre y sed de justicia. Un monstruo creado por el mismo Estado que sólo el Estado puede controlar, pero no cortándole la cabeza porque, como Hydra, le saldrán más sin remedio. El problema es que no se está atacando el problema de raíz ni desde una postura de reconocimiento de los usos del pasado, de los errores, de los abusos que se han cometido al calor de un sistema podrido.

Amenaza tormenta, lo que hemos testificado hasta ahorita, apenas llega a chubasco.

Columna publicada en El Informador el sábado 14 de mayo de 2016.