Ciudad Adentro
Podría pensar
que es buena noticia la decisión que se tomó ayer en el Congreso del Estado,
relativa al fuero. No es lo máximo y quién sabe si logre concretarse en su
totalidad, pero sí, algo es algo, para no pecar de inconforme pues. Algo se
mueve.
Ahora lo que
sigue es que los iniciadores del proyecto no quiten el dedo del renglón y la
determinación de retirar el fuero a servidores públicos, no sólo sea aprobada
por los ayuntamientos de Jalisco (se trata de una propuesta de reforma
constitucional), sino que llegue a nivel federal, de lo contrario, con ciertos
servidores como el gobernador y los diputados federales no tendrá ningún
sentido.
La eliminación
del fuero, si mal no recuerdo, es una de las demandas sociales más añejas,
motivada por los altísimos niveles de corrupción e impunidad en la clase
política. Definitivamente es un avance del Poder Legislativo jalisciense, particularmente
de los impulsores que hicieron suyo este reclamo social.
No se trata
ahorita de echar las campanas al vuelo porque, como decía, falta que por lo
menos 63 ayuntamientos avalen la reforma —tienen 30 días para hacerlo— y todos
sabemos cómo se las gastan en los municipios por la lejanía, la autonomía, los
diferentes niveles de involucramiento de los gobernados, distintas concepciones
de honestidad, transparencia y servicio público.
Aparte, una vez
que se cumpla ese paso, restaría modificar la norma federal, situación todavía
mucho más complicada porque, en ese caso, afectaría a todos los funcionarios
públicos susceptibles de que se les retire el fuero, no sólo a los de Jalisco.
Ya veremos, ya veremos. Hay que estar atentos. Si se logra, realmente sería una
reforma trascendental y para festejar, porque se constituiría en una
herramienta de combate a la impunidad en términos generales y quizá, sólo
quizá, podría servir para purgar a la clase política, limpiarla, sanearla.
Y a propósito de
impunidad, no puedo dejar de comentar (tenía tiempo con la intención pero los
temas se multiplican) el spot del
Senado de la República en donde prácticamente se ubica como a los únicos
responsables de la impunidad en México, que alcanza niveles estratosféricos, a
los ciudadanos, que porque denuncian delitos.
Desde que tengo
memoria, gobiernos van, gobiernos vienen, de uno y de otro partido, y se
diseñan programas y campañas para promover la cultura de la denuncia, que
porque dizque nos falta. ¿Deseos de que no se haga justicia? ¿Falta de ganas? ¿O
es que acaso queremos ser cómplices de los delincuentes?
En escasos 30
segundos, el creativo contratado por el Senado de la República nos echa toda la
culpa: “nueve de cada diez delitos no se denuncian en México”. Y luego que es
uno de los países con mayores niveles de impunidad en el mundo. Que lo que no
se denuncia no se investiga y, por ende, no se sanciona, que la responsabilidad
es de todos “la inseguridad es responsabilidad de todos, tú también puedes
prevenirla denunciando al crimen; si denunciamos acabamos con el delito y
acorralamos a los delincuentes; juntos podemos cambiar, si todos cambiamos,
México cambia”. Ajá. Y no es que yo quiera impedir o inhibir o promover que no
se denuncie, claro que no, al contrario. Siempre será bueno promover la cultura
de la denuncia pero ¿y al Poder Judicial no le toca hacer nada?
Datos apenas de
2015, publicados en Forbes, revelan que México es el segundo de un listado de
59 países, con mayor impunidad; y no le atribuyen la responsabilidad a los
ciudadanos por no denunciar, sino a las deficiencias en el sistema de justicia:
46 % de la población detenida carece de una sentencia condenatoria, por
ejemplo. El Índice Global de Impunidad recomienda la operación de 17 jueces por
cada 100 mil habitantes; el dato para México es de cuatro jueces por cada 100
mil habitantes. Y claro que no se trata de abultar la burocracia judicial, sino
de hacerla más eficiente y que el indicador “se hizo justicia” se dispare. Ajá.
Según el Senado
todo se debe a que no denunciamos ¿y por qué las cárceles están llenas? ¿Serán todos culpables? ¿Todos tienes
sentencia? ¿No es la impunidad en México resultado de un sistema podrido y
pervertido?
Por lo general,
lo he notado, gobiernos deficientes le echan la culpa de todos los males a su
población, que dizque no participamos, ni denunciamos, ni pagamos impuestos.
Por si fuera poco, ahora se difunde un spot
de que gracias al gobierno los mexicanos creemos en nuestro ingenio. No bueno.
Así los niveles de impunidad e ineficiencia. Respecto al retiro del fuero,
hasta no ver no creer.
Columna publicada en El Informador el sábado 16 de julio de 2017.