Ciudad Adentro
Hace una semana
escribí sobre lo que considero es “la debacle que se avecina” es decir, una
derrota estrepitosa del PRI en las elecciones de 2018; y me referí apenas
superficialmente, a la reunión que al día siguiente (domingo pasado) tendrían
los priistas en la sesión de instalación de su VI Consejo Político Nacional.
Secundé las
consideraciones de Raymundo Riva Palacio en su columna en el sentido que el
Presidente Peña no era bien recibido por sus correligionarios, y que a ver cómo
le iba, sin embargo, a la luz no salió nada relacionado con eso, lo que sí
puedo corroborar es que se avecina una debacle para ellos, siempre y cuando
todos los electores estemos despiertos, para empezar, porque tienen un discurso
mareador que han ido puliendo a lo largo de casi un siglo, que los convierte en
verdaderos expertos en el don manipulador de masas.
Voy a abordar
algunos puntos de lo que sucedió el domingo pasado; con todo y que ha transcurrido
casi una semana me resisto a obviarlo. Hay otros tópicos más trascendentes y
visionarios que comentar, pero me centraré en este tema chiquito porque
lamentablemente los políticos del PRI, en este momento, tienen en sus manos los
destinos de 120 millones de mexicanos, como quien dice, estamos a su merced. De
los políticos de los demás partidos también, aunque en menor medida, por ahora.
Para establecer
claramente la diferencia, temas grandes, trascendentes, urgentes y visionarios
son los que ha puesto sobre la mesa el científico británico Stephen Hawking:
“este es el momento más peligroso para el plantea”. Está en riesgo el planeta y
con él, por supuesto, la humanidad. Es un peligro tan grande que se antoja
imposible, propio para una película de ficción… pero es tan real y descomunal
que todas las naciones, sus gobernantes y todos los habitantes de la Tierra,
deberíamos enfocar nuestras acciones en atajarlo.
Ilustración de Nate Kitch. Tomada de: The Guardian. |
El otro tema,
estrechamente vinculado, lo resumió en una frase demoledora: “No podemos seguir
ignorando la desigualdad, porque tenemos los medios para destruir nuestro
mundo, pero no para escapar de él”. De hecho, propuso que se apoye
financieramente a las personas para que se capaciten “en un nuevo mundo”, esto
ante la desaparición de industrias y de empleos.
Y uno más (los
invito a que lean la nota completa, no tiene desperdicio: español inglés): Hawking opinó
que el triunfo de Donald Trump y el refrendo de Gran Bretaña para salirse de la
Unión Europea son una manifestación de “enojo” de la gente que se siente
abandonada por sus líderes: “Fue, estamos de acuerdo, el momento cuando los
olvidados hablaron” y enseguida hizo un llamado a cerrar filas en favor del
planeta y trabajar juntos para protegerlo.
Esto lo dijo
ayer el científico británico, sin embargo, es una realidad aplastante que está
ahí desde hace décadas y realmente como humanidad no la hemos enfrentado con
decisión y resultados medibles, como cuando se logró la recuperación de la capa
de ozono.
Entonces,
mientras los retos son mundiales, de esta envergadura y lo que está en juego es
la supervivencia de la humanidad, aquí en México, los priistas se reúnen, entre
otras cosas, para decir que “el pan es primero que el hombre” y bueno, es fácil
pensar que lejos de tratarse de un error fue algo deliberado, porque todo
parece que el PRI trabaja para que el PAN gane, como saben hacerlo. Y también
para emitir un discurso (el de Enrique Ochoa) en el que con aspavientos y
frases hechas y teatrales, se anunció que pondrían en marcha cuatro acciones. Me
referiré sólo a la primera: convocar a las fuerzas políticas, económicas y
sociales, desde el PRI claro está, “a diseñar, instrumentar y operar una
estrategia de Unidad Nacional que promueva los más altos intereses de nuestro
país”. Sí bueno, suena ideal ¿por qué no lo hicieron antes? Ochoa añadió:
“Aquí, el equipo es México”. ¿Y antes de Trump qué?
Se plantan y
hablan como si hubieran sido los grandes gobernantes toda la vida cuanto tienen
sumido al país en una de las peores crisis de su historia y no por la
globalización ni por Trump sino por su ineficiencia y altísimos niveles de
corrupción. Son capaces de pararse y tratar de hacernos creer que ellos son
nuestros salvadores y los servidores públicos más responsables. Sólo un
botoncito de muestra y eso porque el espacio se agota: la Fiscalía
Anticorrupción y los dos años que han pasado desde su creación porque a los
senadores no les da la gana hacer el nombramiento. Sin duda, para ellos, es un
tema chiquito.
Columna publicada en El Informador el sábado 3 de diciembre de 2016.