sábado, 3 de diciembre de 2016

Temas chiquitos

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Hace una semana escribí sobre lo que considero es “la debacle que se avecina” es decir, una derrota estrepitosa del PRI en las elecciones de 2018; y me referí apenas superficialmente, a la reunión que al día siguiente (domingo pasado) tendrían los priistas en la sesión de instalación de su VI Consejo Político Nacional.
Secundé las consideraciones de Raymundo Riva Palacio en su columna en el sentido que el Presidente Peña no era bien recibido por sus correligionarios, y que a ver cómo le iba, sin embargo, a la luz no salió nada relacionado con eso, lo que sí puedo corroborar es que se avecina una debacle para ellos, siempre y cuando todos los electores estemos despiertos, para empezar, porque tienen un discurso mareador que han ido puliendo a lo largo de casi un siglo, que los convierte en verdaderos expertos en el don manipulador de masas.
Voy a abordar algunos puntos de lo que sucedió el domingo pasado; con todo y que ha transcurrido casi una semana me resisto a obviarlo. Hay otros tópicos más trascendentes y visionarios que comentar, pero me centraré en este tema chiquito porque lamentablemente los políticos del PRI, en este momento, tienen en sus manos los destinos de 120 millones de mexicanos, como quien dice, estamos a su merced. De los políticos de los demás partidos también, aunque en menor medida, por ahora.
Para establecer claramente la diferencia, temas grandes, trascendentes, urgentes y visionarios son los que ha puesto sobre la mesa el científico británico Stephen Hawking: “este es el momento más peligroso para el plantea”. Está en riesgo el planeta y con él, por supuesto, la humanidad. Es un peligro tan grande que se antoja imposible, propio para una película de ficción… pero es tan real y descomunal que todas las naciones, sus gobernantes y todos los habitantes de la Tierra, deberíamos enfocar nuestras acciones en atajarlo.

Ilustración de Nate Kitch. Tomada de: The Guardian.
El otro tema, estrechamente vinculado, lo resumió en una frase demoledora: “No podemos seguir ignorando la desigualdad, porque tenemos los medios para destruir nuestro mundo, pero no para escapar de él”. De hecho, propuso que se apoye financieramente a las personas para que se capaciten “en un nuevo mundo”, esto ante la desaparición de industrias y de empleos.
Y uno más (los invito a que lean la nota completa, no tiene desperdicio: español inglés): Hawking opinó que el triunfo de Donald Trump y el refrendo de Gran Bretaña para salirse de la Unión Europea son una manifestación de “enojo” de la gente que se siente abandonada por sus líderes: “Fue, estamos de acuerdo, el momento cuando los olvidados hablaron” y enseguida hizo un llamado a cerrar filas en favor del planeta y trabajar juntos para protegerlo.
Esto lo dijo ayer el científico británico, sin embargo, es una realidad aplastante que está ahí desde hace décadas y realmente como humanidad no la hemos enfrentado con decisión y resultados medibles, como cuando se logró la recuperación de la capa de ozono.
Entonces, mientras los retos son mundiales, de esta envergadura y lo que está en juego es la supervivencia de la humanidad, aquí en México, los priistas se reúnen, entre otras cosas, para decir que “el pan es primero que el hombre” y bueno, es fácil pensar que lejos de tratarse de un error fue algo deliberado, porque todo parece que el PRI trabaja para que el PAN gane, como saben hacerlo. Y también para emitir un discurso (el de Enrique Ochoa) en el que con aspavientos y frases hechas y teatrales, se anunció que pondrían en marcha cuatro acciones. Me referiré sólo a la primera: convocar a las fuerzas políticas, económicas y sociales, desde el PRI claro está, “a diseñar, instrumentar y operar una estrategia de Unidad Nacional que promueva los más altos intereses de nuestro país”. Sí bueno, suena ideal ¿por qué no lo hicieron antes? Ochoa añadió: “Aquí, el equipo es México”. ¿Y antes de Trump qué?
Se plantan y hablan como si hubieran sido los grandes gobernantes toda la vida cuanto tienen sumido al país en una de las peores crisis de su historia y no por la globalización ni por Trump sino por su ineficiencia y altísimos niveles de corrupción. Son capaces de pararse y tratar de hacernos creer que ellos son nuestros salvadores y los servidores públicos más responsables. Sólo un botoncito de muestra y eso porque el espacio se agota: la Fiscalía Anticorrupción y los dos años que han pasado desde su creación porque a los senadores no les da la gana hacer el nombramiento. Sin duda, para ellos, es un tema chiquito.

Columna publicada en El Informador el sábado 3 de diciembre de 2016.