Ciudad Adentro
Lo conocí tarde
y seguro hasta a regañadientes (si no me lo imponen quizá no lo hubiera leído)
en mi formación académica, sin embargo, hoy celebro haberlo leído, agradezco la
imposición y por supuesto extiendo una invitación abierta para que lo lean; hay
mucho material de Aníbal Quijano disponible en internet (Sociedad política y des/colonialidad del poder).
Quijano fue un
intelectual, sociólogo y filósofo peruano que hizo grandes aportaciones en
materia de análisis y reflexión en torno al capitalismo y la colonialidad del
poder, particularmente de y desde América Latina.
Se conoce poco
sobre él en general porque es uno de esos pensadores incómodos para el sistema
capitalista al que enfrentó y cuestionó con señalamientos en los que
prácticamente en todos tenía razón (la tiene).
Aníbal Quijano
falleció ayer a la edad de 90 años y su deceso ha causado una verdadera
conmoción en el mundo intelectual, político y social de América Latina y de
otras regiones del mundo.
La Universidad
de Guadalajara le otorgó Doctorado Honoris Causa en 2011 y en esa ocasión
pronunció un discurso en el que reiteró lo que ha sido el meollo de su trabajo:
la colonialidad del poder o bien, las condiciones ahora globales de dominación,
explotación y conflicto, un esquema que se ha venido repitiendo desde hace
siglos y ha llegado a un nivel peligroso de agotamiento dado su persistente sustento
dual descrito por el académico peruano: primitivo-civilizado,
tradicional-moderno, europeo-no europeo. En otras palabras: superior/inferior,
desarrollado/subdesarrollado, avanzado/atrasado.
En el discurso
de 2011 Quijano se refirió a la mutación del patrón de poder hegemónico mundial
cuyo alcance histórico sólo es equiparable, dada su magnitud, a la Revolución
industrial del siglo XVIII. Desde los años setenta del siglo pasado hasta
ahora, la humanidad ha estado inmersa en las reglas y condiciones de ese nuevo patrón
o patrón mutado que si bien conducen a pensar que “otro mundo es posible”, si
no hay cambios radicales en el esquema ya señalado de dominación, explotación y
conflicto, como advirtió Quijano, ese otro mundo posible no necesariamente será
mejor.
Collage de Rosina Valcárcel tomado de: LaMula.pe. |
Antes de la
mutación a la que se refirió y en la que con base en sus teorías vivimos
actualmente, para Quijano el patrón de poder nació con la constitución de lo
que “ahora llamamos América” porque con la conquista y la colonización se
inauguró lo que él denomina la colonialidad del poder y, con ella, nuevas
formas de dominación social y de explotación que, recurrentemente, han llevado
a escenarios de conflicto.
Otros han hecho
eco de sus reflexiones sociológicas o han coincidido, pero lo que ellos dicen,
Noam Chomsky también, por ejemplo, no es lo que desde el capitalismo y el
neoliberalismo se quiere escuchar porque precisamente los combate e intenta
modificarlos en aras de romper justo el patrón en el que las personas son lo
menos importante mientras trabajen, trabajen y trabajen, con escasos sueldos y
pésima calidad de vida, y, eso sí, mientras no dejen de pagar impuestos y de
comprar, comprar, comprar hasta donde alcance. En un mundo capitalista esto no
es políticamente correcto y por lo general se tacha de socialistoide o comunistoide
en esta postura que ignora las diferencias y sostiene que todo es igual.
Quijano advirtió
en varias ocasiones que el patrón de poder ya descrito está en crisis y eso
implica un paso hacia la etapa del conflicto derivada de los altísimos niveles
de desigualdad que prevalecen en el mundo y de los efectos de la actividad
capitalista contra el planeta. Nunca más pertinente.
A manera de
homenaje y, reitero, de invitación, incluyo aquí una breve cita de su
conferencia en Guadalajara:
“[…] este es un
patrón histórico nuevo, es de verdad nuevo, no tiene precedentes históricos.
Nunca estuvo el mundo en una situación equivalente. Pero además hay otra
razón, porque hoy en día tenemos eso que se llama crisis climática,
calentamiento global […] No hay duda alguna de que algo pasa con el clima en el
planeta. Y si la comunidad académica del mundo tiene razón […], esto no es un
proceso simplemente natural, es el resultado de lo que el homo sapiens le ha
hecho al planeta bajo el predominio y control de este patrón de poder y de sus
cambiantes controladores, porque este patrón de poder ha quedado en su fase de
agudización, yo le llamaría de perversión de sus tendencias más profundas
porque hoy día la necesidad de lucro ha tomado la intersubjetividad en gran
medida de la población del planeta, pero sobre todo de los conmutadores del
poder que sobre todo están dispuestos a sacrificar todo, literalmente todo, a
fin de aumentar el lucro”.
Descanse en paz
Aníbal Quijano.
Columna publicada en El Informador el sábado 2 de junio de 2018.