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domingo, 27 de mayo de 2018

Alto, por favor


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

El proceso electoral en el que estamos inmersos (es difícil encontrar a alguien que no) es hasta ahora uno de los más intensos, violentos, sucios e invasivos que recuerdo. La polarización que se fomenta desde los medios de comunicación y las redes sociales está llegando a niveles de enardecimiento que nos hacen olvidar o desdeñar hasta nuestra propia humanidad.
Después de nuestras recurrentes y desoídas quejas contra la guerra sucia de cada elección, ante la persistencia de la clase política en estas formas de construir candidaturas y gobiernos, una buena cantidad de mexicanos han caído irremediablemente en el juego del poder y los enfrentamientos entre personas de a pie, entre civiles, entre mexicanos dedicados a trabajar y a sacar adelante a sus familias y al país en conjunto, entre familias y amigos, cada vez son, además de más frecuentes, más violentos y divisorios.
Alto, por favor. Encima de tener que sufrir y capotear la crisis económica como se pueda, con dos y tres trabajos, lavando autos y vendiendo latas, productos de catálogo y ropa de segunda; encima de tener que aceptar los malos servicios de salud y de educación porque no hay más (si es que se tiene acceso a ellos); de soportar y aguantar la ineficiencia de las oficinas de gobierno a donde vamos a hacer diversos trámites, del nivel que sea; de trabajar a sabiendas de la precariedad del empleo que se puede perder en cualquier momento; más los problemas familiares derivados, muchos de ellos, de una sociedad en franca descomposición y un tejido social más que roto, desgarrado; nos quieren imponer otra vez la división por preferencias político-electorales con actitudes que bordean la obsesión compulsiva y hasta la esquizofrenia; las mentiras y la falta de escrúpulos.
Alto, por favor. Somos ciudadanos integrantes de una democracia imperfecta y con altos índices de simulación, sin embargo, como parte de ella tenemos responsabilidades que por lo general no asumimos. Ya se ha dicho mucho, pero lo cierto es que lo que ha pasado en los últimos lustros revela que nos hemos concretado a votar; y si quien gana no es el candidato de nuestra preferencia, regresamos a la vorágine de la vida diaria y se acabó, hasta dentro de tres o de seis años, volver a votar si es que quedan ganas, si es que tenemos tiempo.
México merece mejores políticos, pero si como ciudadanos no usamos los mecanismos de la democracia, débiles y todo, jamás los tendremos. Los jóvenes que están incursionando en política con la férrea determinación de practicarla de otra manera y reemplazar a quienes ahora integran la clase política en México, son una esperanza muy grande; es un movimiento que está empezando y que necesita respaldo, arropamiento y acompañamiento de la sociedad para que las cosas en México cambien de fondo y bien, con efectos a largo plazo que alcancen a las próximas generaciones de mexicanos.

LCG
Eso es algo que podemos hacer; además, buscar información, toda la información que consideremos necesaria para que nuestros votos el próximo 1 de julio sean producto de un ejercicio personal de investigación y reflexión. Si no tenemos internet pues un cyber  o en el teléfono o en la tablet de nuestros hijos, pero buscar información, contrastarla, compararla, sacar nuestras propias conclusiones, normar nuestro criterio. A las primeras de cambio se sorprenderán de lo mucho que se oculta, de la gran cantidad de mentiras y de todo lo que se tergiversa y manipula. No es justo que, encima de todo, seamos manipulados y que a la hora de la hora ni siquiera nosotros, cada quien, cada uno en la soledad de la mampara, votemos libremente, sino los que operaron a través de nosotros con información engañosa, filtrada, editada, tergiversada, inventada y demás
Hay enardecimiento y también confusión: música para los oídos de la clase política. No lo permitamos, ese es nuestro poder.
Alto, por favor, a la intolerancia, a los juicios sumarios, a las ofensas porque no hay coincidencia en preferencias electorales. Al final del día, una vez que pasen las elecciones y se cierre el proceso electoral, quien sea que gane, no debe gobernar solo y esa es otra de las responsabilidades que como ciudadanos miembros de una democracia tenemos; nos toca mejorar esa democracia, aceitarla y echarla a andar; mantenerla activa y dinámica; no permitir que se pervierta ni se viole; trabajar en repararla y perfeccionarla. Nos corresponde.
Reitero por enésima vez: nos necesitamos juntos, ese es nuestro gran poder y alto ya por favor a la guerra sucia y a las campañas de odio, no somos así, nos han hecho caer en eso y sólo nosotros, cada quien, podemos atajar el avance de formas de hacer política que urge erradicar.

Columna publicada en El Informador el sábado 26 de mayo de 2018.

Guerra sucia, debates y encuestas


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

La democracia en México es una de las más precarias del mundo. Ya lo he dicho antes: vivimos en una democracia disfrazada de autoritarismo, sin embargo, persisten los mecanismos propios de un sistema democrático para la renovación de los gobernantes y, como todo, no son perfectos, además de que constantemente se pretenden alterar, obviar, violar, desdeñar y así.
Uno de los grandes logros sociales luego de la “caída del  sistema” en 1988 fue la constitución de un órgano electoral autónomo y ciudadano. El alumbramiento del Instituto Federal Electoral ciudadanizado fue lento y complicado, pero llegamos a tener una de las entidades más sólidas y confiables en la historia de México. Me refiero, claro, al IFE de José Woldenberg.
Junto con el IFE, la ingeniería electoral en México se fue modernizando y se empezaron a dejar atrás las formas del fraude que el PRI construyó a lo largo de décadas pero además se introdujeron estilos de hacer campaña totalmente ajenos a la historia política mexicana, de manera que la combinación del ejemplo estadunidense con nuestra idiosincrasia y el sistema político nacional han dado como resultado los engendros que tenemos en materia de mercadotecnia electoral por un lado y, por el otro, en el asunto de las encuestas.
La novedad nos atrajo y nos atrapó como araña o como sirena; y caímos. El primer debate presidencial en un sistema en donde todo era políticamente correcto y simulado, sorprendió, emocionó y llevó a acariciar la esperanza (otra vez después de 1988) de que una realidad sin el PRI era posible: 1994. No nos equivocamos, era posible, tanto, que el PRI operó con todo para evitarlo. Aquel año se llegó a creer que el mejor en el debate sería el ganador de las elecciones, pero después del 12 de mayo Fernández de Cevallos (PAN) desapareció de la escena, y no por un cerco mediático (que claro que había) sino porque el mismo candidato hizo mutis, en una decisión cuestionada aún ahora.
Después de ese debate, los siguientes (en torno a los cuales, por cierto, cada vez hay menos expectativas de usarlos como herramienta de apoyo para saber por quién votar) han sido espectáculos unas veces tipo comedia barata y otras, ejemplo de guerra sucia y violencia electoral, estilos muy convenientes para las televisoras que van en busca de rating por morbo. Ya vimos cómo algunos candidatos son capaces de mentir y tergiversar con tal de ganar, con la mayor desfachatez y cinismo. Quedan en evidencia bajezas y falta de escrúpulos; a ver qué tienen preparado para mañana.
La historia de los debates políticos en México no llega a 25 años y la verdad es que tienen fallas de origen: Zedillo, quien ganó las elecciones, fue el gran perdedor en el debate; Fernández de Cevallos, el gran agresor y ganador del debate ¿para qué? y Cuauhtémoc Cárdenas, el demócrata que prefirió hacer propuestas en lugar de contestar agresiones y terminó arrepentido 20 años después.
Las encuestas electorales son de un sexenio anterior, justo cuando ganó Cárdenas: 1988. No estaban profesionalizadas ni eran fiscalizadas y/o vigiladas por la autoridad electoral, pero los resultados de entonces fueron más acertados que los más recientes, específicamente del año 2000 a la fecha. Recomiendo un artículo de Letras Libres con una breve historia de las encuestas en México (aquí la liga: Breve historia de las encuestas) de Yamil Nares, en donde queda clara la evolución que han registrado, con altibajos marcados por la desconfianza. Sus desatinos han llevado a las casas encuestadoras a reinventarse y lo que funciona ahora, más o menos, son las que se dedican a “agregar” encuestas y emitir promedios y probabilidades, no obstante, tampoco son, no deben ser, una herramienta para tomar decisiones electorales. Puede ser cómodo para gente que no dispone de información suficiente, que no se interesa por la política, que hace las cosas al aventón, pero no es positivo, ni recomendable, ni responsable, porque con frecuencia se manipulan resultados para orientar a los votantes o cómo se explica que en una encuesta, entre el primero y el segundo lugar (y me refiero a la elección presidencial) haya cinco puntos de diferencia y en otra, 20. Entonces, aguas con las encuestas.
Estos mecanismos que podrían ser útiles para un electorado harto, desinformado y confundido, no están funcionando, porque aparte a ellos se suma la guerra sucia que persiste a pesar de los llamados a pararla.
La invitación aquí es a gestionar personalmente la información necesaria para tomar la mejor decisión; contrastar fuentes, investigar, profundizar, reflexionar en conciencia y estar seguros de que nuestro voto es nuestro. Es complicado, hay que dedicarle tiempo, sí, pero creo que es lo menos que podemos hacer.

Columna publicada en El Informador el sábado 19 de mayo de 2018.

sábado, 13 de marzo de 2010

Bibliotecas públicas y mujeres

Colaboración de la Mtra. Helen Ladrón de Guevara, bibliotecaria, sobre la biblioteca pública y la comunidad, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
http://www.notisistema.net/h22/031122.html
Buenas Noches Metrópoli (1)

miércoles, 25 de marzo de 2009

Buenas Noches Metrópoli 240309 (1)

Colaboración de Helen Ladrón de Guevara, maestra en Bibliotecología por la Universidad estatal de Nueva York y en Historia por la UdG. Tema: el papel de las bibliotecas contra el analfabetismo digital.
http://www.ondasdealegria.com/h22/032422.html
Radio Metrópoli 1150AM/La Estación de las Noticias
El Sitio de la Información
http://www.notisistema.com

Crónica sincrónica

México: un tiempo nuevo     Laura Castro Golarte     El aguacero estaba a punto. Amenazó todo el día y los charcos en las esqu...