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sábado, 13 de junio de 2020

Si y sólo si


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Por supuesto que no es obligatorio pero la verdad es que seguir las conferencias vespertinas en las que se actualiza la información sobre la evolución de la Covid-19 en la República mexicana es, por decir lo menos, formativo. He aprendido nuevos conceptos, a veces hasta me animo a interpretar datos y curvas, porque todos los días se explica puntualmente cada cosa y con mucha frecuencia, se repiten y se repiten las mismas explicaciones sin que, hasta el momento, dado el seguimiento que le he dado claro, haya descubierto alguna inconsistencia o sorprendido al Dr. Hugo López Gatell en alguna contradicción.
He tenido dudas, como todos o casi todos, pero día con día algo aprendo y algo se aclara. Las preguntas que a veces juzgamos tontas, de los colegas presentes en la conferencia, muchas veces sirven para abundar sobre cuestiones que se creían comprendidas totalmente y resulta que no. Aparte de lo que se expone cotidianamente, compartí en comentarios pasados que tomé un curso para la cobertura de Covid-19 ahora y en el futuro, auspiciado por el Centro Knight de Periodismo. Estoy convencida de que la formación de los periodistas debe ser una actividad permanente.
Bueno, pues ahí aprendí que la pandemia trae loco al mundo porque es nueva y no había antecedentes para atajarla, que todos los días surge en el mundo información nueva, sobre pruebas, tratamientos, vacunas, manejo de datos, sistemas de vigilancia epidemiológica, intereses, errores y rectificaciones locales y globales.
ONU México.

Que la OMS y las entidades responsables de la salud en cada país se hacen pedazos tratando de tomar las mejores decisiones con base en las experiencias de los países donde pegó primero y en las variables de cada lugar: niveles económicos, educativos, recursos e infraestructura sanitaria; situación económica y realidad política.
Y que, entre otras muchas cosas, es impredecible porque de pronto surgen rebrotes donde se creía que ya no habría; porque se pensaba que el clima influía y luego que no; porque no se sabe si los asintomáticos son foco de contagio; porque tampoco se sabe a ciencia cierta qué pasará cuando empiece la temporada de enfermedades respiratorias y porque no se dispone aún de un tratamiento o vacuna que nos proteja. Complejo, muy complejo.
Con toda esta información y el conocimiento de las estrategias en otros países, me percaté de que el manejo de la pandemia en México ha sido adecuado, no es perfecto, ninguno lo es, pero estoy convencida de que ha sido correcto y atinado, si es que los objetivos eran y sé que son, no saturar los servicios de salud y tratar de reducir el número de fallecimientos lo más posible, con la búsqueda del equilibrio constante entre las acciones para atajar a la pandemia y las acciones para no colapsar la economía en un país como el nuestro, con más de 50 millones de mexicanos viviendo en la pobreza. Más complejo aún.
En este orden de ideas, me resulta muchas veces incomprensible cómo es que el foco de las críticas se concentra en el subsecretario de Salud quien además es la parte que da la cara de una estrategia, delineada desde enero, que ha sido construida por especialistas de todas las áreas pertinentes. Construida, revisada, diseñada y rediseñada conforme la pandemia evoluciona. Y me resulta difícil entender también, que se le busquen tres pies al gato, sin necesidad.
Desde el principio, el Dr. López Gatell ha explicado las tendencias, los cálculos y las estimaciones sin dejar de acotar que tales predicciones se cumplirían si y sólo si se mantenían la disciplina y las acciones contra la propagación del virus como el confinamiento, la sana distancia y la higiene de manos, fundamentalmente.
Si y sólo si se respetan las medidas del semáforo, tomando en cuenta las circunstancias vigentes; si y solo si se avanzaba (y se avanzó) en la reconversión hospitalaria, entre las medidas y acciones principales de una estrategia, reitero, que se delineó para todo el país, desde mediados del mes de enero de este año, en cuanto se tuvo noticia de lo enfermedad nueva, incluso antes de que se llamara Covid-19 y antes de que se declarara pandemia.
Las explicaciones y acotaciones sobre las curvas, el aplanamiento y las estimaciones de cuándo serían los picos, por ciudades y zonas metropolitanas, no todas, pero las principales, han sido constantes. Cuando no se ha cumplido con las predicciones es porque se ha roto la disciplina y ha aumentado la movilidad. No hay inconsistencias en la estrategia en la medida en que se han hecho las advertencias pertinentes de manera constante y con todas sus letras. Nadie ha prometido erradicar la pandemia de México, ni evitar los contagios ni las muertes al cien por ciento; el objetivo siempre estuvo en no saturar los hospitales y hasta ahora se ha conseguido, con altibajos, en todo el país.
Continuar con esta circunstancia será posible si y sólo sí entendemos que no hay de otra y que va para largo. Me cuido, te cuido, nos cuidamos todos. No aflojar las medidas de protección, quedarnos en casa si podemos y, si no, extremar precauciones. #YoMeQuedoEnCasa.

Columna publicada en El Informador el sábado 13 de junio de 2020.

sábado, 30 de mayo de 2020

Jalisco en rojo


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)
  
Aunque sin duda alguna, por sentido común y salud mental, se ha hecho caso omiso del berrinche del gobernador Enrique Alfaro ayer en la mañana, más vale dejar en claro algunos puntos de lo que pasó en tierras tapatías luego de que el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, diera a conocer el mapa de México, semaforizado, que entrará en vigor a partir del próximo lunes.
Lo primero que tengo que decir es que en Jalisco se acatará el semáforo rojo con todo y que el gobernador dijo que no la mañana de ayer en conferencia de prensa. En esa misma sesión anunció que daría un mensaje a los jaliscienses, pero luego que siempre no. Que mejor hoy, porque la mesa de salud estaba sesionando y ofrecería una conferencia de prensa al mediodía; no, a las 15; no a las 17 horas, como finalmente sucedió.
Por fortuna, Alfaro no estuvo en esa conferencia de prensa y prácticamente le enmendaron la plana (¡qué bueno!), sobre todo el rector general de la Universidad de Guadalajara que por primera vez en la historia yo creo, él o cualquier otro jalisciense o avecindado en estas tierras desde que era Nueva Galicia, reconoció una desventaja de Jalisco en comparación con la Ciudad de México.
Sorprendente de verdad, pero espero por favor que se entienda el mensaje, este mensaje y nos quede claro que toca volver al confinamiento los más que podamos. ¿Qué fue lo que pasó? Pues que Jalisco aumentó la movilidad en 22 % en comparación con los porcentajes de movilidad de la Ciudad de México, es decir, los capitalinos se portaron muy bien y los jaliscienses no, especialmente los de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Recorte de pantalla de la conferencia de prensa que se transmitió en vivo vía Facebook y que ofrecieron los integrantes de la Mesa de Salud del Estado de Jalisco.
Y por ese incremento de 22 % en la movilidad, a Jalisco no le va a quedar de otra más que acatar el semáforo rojo, por lo menos 15 días más, es decir, hasta el 15 de junio se traslada la reactivación de la economía en el Estado, siempre y cuando nos portemos bien y hagamos caso omiso, esto es muy importante, de mensajes contradictorios, encontrados y totalmente confundidores.
Creo que ya va siendo hora de que el Gobierno del Estado tenga un vocero, para algo son las vocerías, tienen una utilidad muy específica; con la comunicación directa se corren muchos riesgos, los políticos se exponen, porque además no hay mucho espacio para la reflexión, el margen de maniobra es escaso y es posible que se reaccione de mala manera o de forma equivocada. Lo que pasó ayer es la prueba de que con urgencia se necesita un vocero, por lo menos para el manejo de esta crisis.
Con ese confinamiento adelantado que nos recetó Enrique Alfaro y que fue muy celebrado por muchos, incluso por mí en algún momento (especialmente lo de las clases virtuales), resulta que se alargó la curva tanto y tanto que la que va a llevar la peor parte es la economía del Estado. El anuncio de la fase cero fue otro comunicado que generó confusión y la causa principal, según se reconoció ayer por la tarde, de que la gente saliera a la calle y abriera negocios que no son esenciales y que deberán cerrar ya (bares, cervecerías, negocios de alitas).
Ese 22 % en el incremento de la movilidad en Jalisco ha repercutido en un crecimiento que pinta para exponencial en los casos de personas contagiadas con Covid-19 y también en el número de fallecimientos, no se diga en la ocupación hospitalaria. Si no volvemos a la disciplina, el escenario para Jalisco es terrible y lo tengo que decir: no es la sociedad la principal responsable sino el mensaje contradictorio del titular del Ejecutivo estatal. Así, no se puede.
El mensaje reiterado de que “en Jalisco lo hemos hecho muy bien” tiene a mucha gente en la calle, el incremento exponencial se está dando desde el 10 de mayo a la fecha y los datos no son del Gobierno federal sino de la Universidad de Guadalajara.
Estaba dicho desde el principio: aplanar la curva alargará el confinamiento, pero será posible volver a la actividad económica en tanto se mantenga control de los porcentajes de movilidad, es decir, de manera gradual y escalonada; también se dijo que el semáforo cambiará dependiendo de la evolución de la pandemia en cada ciudad de cada estado y siempre se ha dicho que las autoridades sanitarias en cada entidad son los gobernadores.
Eso sí, el semáforo es uno solo y, salvo para Zacatecas, la única excepción, es rojo para todo el país. Así que, aunque no se refirieron a él en la conferencia de prensa de la tarde de ayer de manera expresa, porque así se necesita, es lo prudente, lo conveniente de acuerdo con la realidad en el Estado y a que nos hemos portado muy mal, Jalisco acepta el semáforo rojo de la estrategia sanitaria contra Covid-19 del Gobierno federal y entrará en vigor pasado mañana. #YoMeQuedoEnCasa.
Recorte de pantalla de la conferencia de prensa del 29 de mayo en Palacio Nacional a las 19:00 horas, donde se explica cómo funciona el semáforo. A partir del lunes 1 de junio (eso implica que hoy y mañana nos quedemos en casa) es rojo para todo el país menos para Zacatecas. 

 Columna publicada en El Informador el sábado 30 de mayo de 2020.

sábado, 9 de mayo de 2020

La curva

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Para nuestra tranquilidad, que en estos momentos se necesita tanto, tengo la certeza de que no hay manera de ocultar o maquillar datos en este contexto de pandemia y con esta pandemia en particular; pero si acaso sí hay manera, la verdad saldrá a la luz más temprano que tarde, como ha sucedido, por ejemplo, en el Reino Unido, una nación de primer mundo que decidió dejar a la enfermedad evolucionar sin mitigación ni contención y ahora resulta que es la que registra el mayor número de fallecimientos por Covid-19 en Europa, luego de una “corrección” en el conteo. Lamentable de verdad.
En México, pese a las explicaciones repetidas y cotidianas, hay un embate, en algunos casos incomprensible (exactamente como los ataques a personal de salud), contra la información que se difunde todos los días (en otros tiempos, impensable un ejercicio informativo como el que está disponible para quien quiera todos los días a las 19 horas) porque además el embate es de medios y periodistas que evidentemente no están haciendo su tarea.
Lo escribí aquí hace algunas semanas: México empezó a prepararse contra Covid-19 cuando todavía no era identificada así la enfermedad, desde el 20 de enero, a menos de un mes del reporte de China que fue el 31 de diciembre de 2019. En el Boletín Epidemiológico, la primera noticia de la nueva enfermedad se publicó el 9 de enero y a partir de ahí, la información relativa, más abundante, con recomendaciones y estrategias, no ha cesado.
La primera conferencia de prensa sobre el nuevo virus en México fue el 27 de febrero, el día que se confirmó el primer caso en nuestro país. Está disponible en YouTube y la vuelvo a recomendar porque ahí está explicado todo, desde el modelo centinela hasta las fases y lo que podía implicar aun cuando todavía no era declarada pandemia por la OMS. En cuanto fue declarada pandemia, el 11 de marzo, se tomaron las primeras medidas en México cuando no se llegaba aún a la fase dos, es decir, todavía no se registraban “brotes comunitarios”, había sólo importados.
La suspensión de clases presenciales envió a su casa a más de 40 millones de mexicanos entre estudiantes de todos los niveles, profesores, otros académicos y administrativos.

Recorte de pantalla de la conferencia de prensa del 5 de mayo de 2020 con el Dr. Hugo López Gatell.

Con la terrible experiencia de países como Italia y España, donde se saturaron los servicios de salud porque el incremento en el número de enfermos (exponencial en todos los países, es la dinámica de las pandemias) se dio de manera abrupta, en México se tomaron decisiones para que el mayor número de casos no se diera de un día para otro y evitar a toda costa la saturación de los servicios de salud.
Evitar la saturación de los servicios de salud es el principal objetivo de las acciones encaminadas a “aplanar la curva”. ¿Qué significa aplanar la curva? Está más que explicado, pero no sobra. Significa que toda la estrategia en México está enfocada en que los casos, que se incrementarán sin duda alguna y, lamentablemente, aumentará el número de fallecidos, no se den al mismo tiempo, sino en un periodo más prolongado que permita no perder capacidad de atención.
Esto se está logrando y tendrá que repercutir en menos fallecimientos; quizá en menos casos no, pero sí menos pérdidas humanas porque hay y habrá capacidad para atender a quienes desarrollen la enfermedad en niveles de gravedad. “Aplanar la curva” no significa desaparecer la enfermedad, nunca se ha prometido eso; tampoco que no habrá fallecimientos por Covid-19. Esto va para largo. El objetivo es, reitero, que no lleguen los casos graves, todos al mismo tiempo o en un periodo de pocos días a las instituciones de salud, porque entonces sí, el escenario sería tipo Italia o tipo Nueva York. Eso es lo que se está tratando de evitar y creo que la estrategia hasta ahora ha funcionado.
Insisto, si esto no es verdad, espero que se revele, pero con datos ciertos, comprobados, con números medibles, evaluables y verificables, no con supuestos ni ambigüedades como se ha manejado hasta ahora, lastimosa e irresponsablemente, desde medios y periodistas que han ponderado el factor político/partidista en lugar del interés social. Si no es verdad, habrá que fincar responsabilidades. Pero si sí es verdad, también tendrán que asumir su responsabilidad quienes han reiterado y difundido información sin sustento, basada en opiniones, incluso algunas viscerales y muy violentas, y en supuestos y figuraciones.
Tanto la curva epidémica, su evolución y comparativos, como la información de las pruebas y del modelo centinela, están disponibles en internet, se ha dejado registro de las conferencias de prensa, en video y versión estenográfica; están accesibles los datos abiertos, los boletines epidemiológicos de todo el año (van 17 semanas), los avisos epidemiológicos y los comunicados técnicos diarios.
Sigo pensando que quienes promueven información falsa o la tergiversan, la manipulan y la sacan de contexto, en un entorno de pandemia, están incurriendo en una conducta grave que pone en riesgo la salud física y mental de cientos de miles de personas. Toca hacer caso omiso, comprobar en la medida de lo posible y, por varios días más, quedarnos en casa. #YoMeQuedoEnCasa.

Columna publicada en El Informador el sábado 9 de mayo de 2020.

sábado, 2 de mayo de 2020

Hay esperanza


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

El ejercicio que alguien tuvo a bien discurrir en el Gobierno federal, para que el 30 de abril el doctor Hugo López Gatell se dedicara a responder las preguntas e inquietudes de varios niños mexicanos de diferentes partes de la República mexicana, me pareció una idea muy buena,           casi podría decir genial, que bien se podría repetir con funcionarios de otros niveles y distintos ámbitos: resultó por demás aleccionadora y, sobre todo, enriquecedora y muy esperanzadora.
Sus preguntas dejaron en claro qué les preocupa de fondo a niñas y niños mexicanos en el marco de la pandemia, de la cuarentena, pero también dejaron en evidencia realidades dolorosas y cotidianas que revelan, por ejemplo, aunque se oiga rimbombante o técnico, la morbilidad infantil en México. ¿A qué me refiero? Niños con hemofilia, diabetes tipo uno, asma, entre otras afecciones o discapacidades.

Recorte de pantalla de la transmisión por YouTube.

Hicieron preguntas puntuales a las que el Dr. López Gatell respondió igual, puntualmente, con palabras sencillas y precisas entendibles para todos y muy útiles también para adultos con las mismas inquietudes, por ellos y/o por sus hijos. Por ejemplo, el niño sordo que lee los labios y de cómo hacerle para entender cualquier cosa si se está usando cubrebocas; o de cómo recoger la medicina en los centros de salud si de preferencia no hay que ir si no se trata de una urgencia; o de cuándo será posible asistir a las sesiones de terapia.
Preguntas vinculadas con el día a día de niños y niñas que, aparte del encierro, enfrentan otros problemas de salud y/o alguna discapacidad. Esto es un filón de información que se desprendió de la sesión del jueves 30 de abril.
Otro más tiene que ver con la educación de los niños, la educación de cortesía podría decir y la formal de conocimientos y manejo del lenguaje. Contrario a lo que hemos testificado en los últimos lustros y que lleva a la queja adulta de la mala educación de las nuevas generaciones, los niños que grabaron videos o le hicieron preguntas en tiempo real al subsecretario de Salud, acusaron todos, además de gracia y frescura, un manejo de lenguaje impecable para sus pocos años y, unos más que otros claro está, de acuerdo a sus preocupaciones e intereses, un conocimiento preciso (ahora sí que superior al de muchos adultos) de lo que es la enfermedad. Saludaron correctamente, fueron atentos y mostraron que saben de qué se trata.
Todas las preguntas fueron buenas, graciosas e inteligentes, incluyendo a la niña que cumplirá años el próximo 8 de mayo.

Alexandra

Otra vertiente está en el interés que mostraron varios de los pequeños que preguntaron, por ser médicos y/o epidemiólogos; o bien, el niño que preguntó qué enseñanza nos va a dejar esta pandemia como país y como niños y “¿cómo enfrentaremos el futuro a partir de ahora en cuestiones de salud? ¿es cierto que el mundo será diferente después del Covid-19?”. Digo, si el niño Giuseppe no es el autor de la pregunta y se la hicieron sus papás para que él la planteara, de todos modos, habla de una familia con preocupaciones profundas y hasta filosóficas podría decir. Y ni qué decir de la respuesta: “Esta es una pandemia que ha afectado a todo el mundo como no había antecedente en los últimos cien años; exactamente hace 101 años se presentó la pandemia de influenza que afectó muchísimo a todo el planeta, en ese momento había guerras, estaba la Primera Guerra Mundial, había hambrunas y unas condiciones muy difíciles. Hoy en el mundo sigue habiendo muchos de estos problemas, existe la guerra, la desnutrición, la injusticia y todas estas situaciones son indeseables y el mundo puede aprender, después de una pandemia, entre muchas otras cosas, que tenemos que lograr una sociedad más justa para que todos tengamos los recursos que necesitamos para alimentarnos, para conservar la salud, para una vivienda digna, para un trabajo respetado y bien remunerado”. Las otras enseñanzas que enumeró el Dr. López Gatell fueron las de un sistema de salud fuerte y suficiente para todos; estar preparados siempre en caso de pandemia con instalaciones y personal de salud capacitado y el aprendizaje de hábitos de higiene desde la infancia. Y el mensaje de cierre: a los niños hay que escucharlos, siempre, niñas y niños tienen una gran sabiduría, sentimientos muy profundos. Saberlos escuchar nos hará una mejor sociedad en todos los sentidos.
Finalmente, pero no menos importante, de todo este ejercicio quedó muy clara también la preocupación de niños y niñas por los adultos que no se quedan en casa: se aproxima el incremento más fuerte de acuerdo con los pronósticos matemáticos del equipo de científicos mexicanos que participan en esto, así que, una vez más, el llamado a hacer lo que nos toca, quedarnos en casa. #YoMeQuedoEnCasa.

Columna publicada en El Informador el sábado 2 de mayo de 2020.

sábado, 11 de abril de 2020

Es tiempo de cerrar filas


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


Está dicho que el próximo lunes se harán anuncios importantes, directamente el Presidente de la República, Andrés Manuel López, durante la “mañanera”, con respecto a las estrategias y medidas en torno a la pandemia que afecta al mundo. Lo dijo ayer, sólo un día después de que el Dr. Hugo López Gatell reiterara que México está por entrar a la fase tres de la evolución de la enfermedad Covid-19 que causa el coronavirus SARS-COV2.
No hay una fecha exacta para el inicio de esta tercera etapa, pero hay indicios de que puede suceder en cualquier momento cuando mucho en dos semanas, con base en las estimaciones, los simuladores, los cálculos matemáticos y las experiencias en otros países. Y no hay una fecha exacta porque en México se han tomado medidas desde enero dirigidas a “aplanar la curva” con una previsión tan precisa que se llegó a juzgar de inacción.
Y esta determinación por “aplanar la curva” tiene el propósito de impedir que el número de casos en total, sobre todo los graves, se dispare y así evitar, por ende, la saturación de los servicios de salud en México. Las medidas se han enfocado en no pasar por lo mismo que Italia, España y Estados Unidos, sobre todo. Tres países de primer mundo cuyos sistemas de salud no han sido suficientes para contener la incidencia exponencial de casos totales, graves y fallecimientos.
Día con día, puntualmente, desde hace semanas, el subsecretario de Salud López Gatell, junto con expertos de diferentes aspectos relacionados con las medidas para enfrentar la pandemia, explica, como si siguiera un guion, cómo están las cosas y cómo se van a poner, por eso la insistencia, a partir de la segunda fase, sobre todo, de que nos quedemos en casa, tomando en cuenta que no todos podemos por la realidad social y económica de México.

CoronavirusApp.
En este contexto, y por eso me alargué un poco, quiero hacer un llamado, como un mensaje urgente en una botella arrojada al mar, para quien la encuentre, a no perder la perspectiva, a enfocarnos en lo importante y esencial de las circunstancias por las que atravesamos y desdeñar, ignorar, hacer a un lado y oídos sordos a todo lo siguiente: el ruido político-partidista, el discurso recurrente de odio y descalificación, las noticias falsas miles de veces repetidas, las tergiversaciones, los malentendidos y las interpretaciones erróneas de casi todos los mensajes del Gobierno federal, las campañas de desprestigio infundadas, la siembra de dudas, las ofensas y burlas innecesarias, la mezquindad y estulticia de actores políticos como el gobernador de Jalisco o el de Nuevo León; los intentos golpistas de algunos empresarios, sobre todo cupulares, que exigen lo que no otorgan (responsabilidad, fin a la confrontación, a la descalificación infundada, a las divisiones); la información generadora de pánico y alarma, alentadora de incertidumbres y de miedo, en tiempos en que es muy fácil que eso suceda. Por favor, nada de esto nos servirá para salir adelante, para sobrevivir. Es criminal quien lo promueve, quien lo financia.
Viene lo peor de la pandemia y nosotros, usted y yo, la gente que amamos este país, que trabajamos día con día para salir adelante, que deseamos lo mejor para nuestros hijos, que soñamos con una patria que alcance para todos, nos necesitamos juntos. La solidaridad que se nos reconoce en el mundo, es real, fuerte y poderosa a pesar de los embates en la República de las redes sociales por desbaratarla y promover la división y el encono entre nosotros mismos. Nos necesitamos juntos. No me cansaré de decirlo y de apelar a ello.
Confío en que se están tomando las mejores decisiones en el Gobierno de la República para transitar de la mejor manera por un escenario inédito y por lo tanto histórico, para el que no había antecedentes de manejo; la reacción en México ha sido reconocida a nivel internacional. Nos toca quedarnos en casa lo más posible, los más posibles.
El llamado es urgente. De no salir y atiborrar los mercados depende que no se disparen los casos en México. El Gobierno federal trabaja desde enero en las medidas de preparación del sistema de salud, de contención, de información, esto es muy importante y es tan real y efectivo que ahí están los números de México en el panorama mundial de la pandemia. Depende de nuestro nivel de conciencia y entendimiento que esto no se salga de control. Perspectiva. Nos necesitamos juntos, es tiempo de cerrar filas.

Columna publicada en El Informador el sábado 11 de abril de 2020.

Crónica sincrónica

México: un tiempo nuevo     Laura Castro Golarte     El aguacero estaba a punto. Amenazó todo el día y los charcos en las esqu...