viernes, 3 de noviembre de 2017

Muy sencillo

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Lo más fácil para no hacer nada, desde el gobierno, es echarnos la culpa de todo, incluida la corrupción. Y como nos sentimos culpables, después ya nadie dice nada mientras la corrupción continúa, crece, empeora y se afianza.
Con ese cuento que nos vendieron tan bien de que la corrupción somos todos, en realidad, fíjense bien lo que voy a decir, la han propiciado; hemos caído en el juego y como para muchos es más fácil dar una “mordida” que perder todo un día en el pago de la multa, pues ya está, se cierra el círculo y nada qué hacer.
¿Por qué existe la “mordida”, “cochupo”, dádiva o soborno? Porque las instituciones, esas que desde que me acuerdo están tratando de fortalecer, otra vez esta semana para no ir muy lejos, no funcionan. Porque la burocracia es un mazacote insondable cuya ineficiencia e inoperancia no hace sino generar costos a la sociedad.
Hace muchos años el empresario Arturo Márquez lo explicó con tal claridad que no lo he olvidado; lo grave es que el problema persiste como si fuera ayer y nadie, de ningún partido, ha hecho nada por empezar a atacar este cáncer de fondo, para erradicarlo. Ninguno, pero ninguno ha tenido los tamaños para entrarle porque siempre hay un cálculo electoral y la burocracia vende caro sus votos. Y ya.
Entonces, que venga el señor Presidente a decir que es un asunto cultural y que también ahí está la gente colgada del cable con los diablitos, no tiene nombre pero voy a intentar hacer una descripción: es el reflejo inobjetable de la falta de sensibilidad y de la distancia como de aquí a la Luna o más allá, entre la clase gobernante y la población.
A ver. ¿Quiénes se roban la luz? No justifico a quienes lo hacen de ninguna manera pero no estaría de más hacer un análisis y revisar la situación económica de las personas que incurren esa actitud tan reprobable. ¿Por qué se la roban? No dudo que haya vivales, siempre hay y en todo el mundo, pero por lo general quienes se roban la luz es porque no tienen servicio o porque no lo pueden pagar; y si no lo pueden pagar es porque viven en la pobreza; no tienen trabajo o ganan muy poquito. En lugar de echar culpas y señalar que “la gente también” ¿por qué no se ponen a trabajar en soluciones de fondo para erradicar la pobreza, la mala educación, los pésimos servicios de salud y mejorar el funcionamiento de la burocracia?
Los impuestos que pagamos alcanzan para pagar a un aparato gigante y obeso que dizque adelgazó y fue reestructurado, se vendieron empresas paraestatales también cuando Salinas ¿se acuerdan? ¿Y? Lo que se vendió fue o es monopolio y las “instituciones” que se conservan siguen en la inoperancia total. ¿O qué sí funciona?
El día en que sea fácil pagar una multa, es más probable que no se ofrezca mordida al agente de tránsito; y si el agente tiene un buen sueldo (porque ahí también está el problema, en las diferencias salariales entre la burocracia de abajo y la dorada) no la va a aceptar y mucho menos a pedir. Y así con todo, en realidad es sencillo, pero nadie lo quiere ver. El sistema es cómodo para los que están más arriba y para la gente es una solución que impide retrasos, más costos, pérdida de tiempo, corajes y frustración. Esto es lo que se tiene que resolver cuanto antes y le toca a quienes viven de nuestros impuestos.
Les toca poner orden en el funcionamiento de la burocracia y no lo hacen, nunca lo han hecho; los intentos hasta ahora son de risa y, si acaso, duran un trienio o un sexenio y quién sabe, se me hace mucho.
¿Qué vemos corrupción detrás de todo lo que sucede? ¿Por qué será? ¿Y cómo es que todos? ¿Cómo es que el Presidente puede generalizar con respecto a algo que para él es falso o una exageración?
Simple y sencillamente no hay voluntad ni valentía en la cabeza de ninguna administración pública (federal, estatal y municipal) para enfrentarse a sindicatos, cotos de poder, intereses añejos. Y que ni digan que les preocupa que haya paros y esas cosas, lo que les preocupa es que no llevarán a todo su gremio a votar por ellos. Es una mezquindad descomunal y del mismo tamaño la cobardía, de todos los integrantes de la clase política.
Sueño con el surgimiento de líderes que efectivamente antepongan el interés general al personal y las cosas funcionen en México, en Jalisco, en Guadalajara: la luz, el servicio de transporte, la infraestructura vial; el sistema educativo y el de salud; la recolección de basura y a disposición responsable de los desechos; que todos ganemos bien y estemos contentos con nuestros trabajos. Muy sencillo.

Columna publicada en El Informador el sábado 21 de octubre de 2017.


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