Ciudad Adentro
Ayer hubo una mega manifestación que paralizó durante algunas horas buena
parte de la Ciudad de México en un día especialmente conflictivo: viernes de
quincena en la víspera de un fin de semana largo. Fueron maestros, alrededor de
cuatro mil, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE,
inconformes por la reforma educativa. Al término de la marcha, en las puertas
de la Secretaría de Gobernación entregaron un pliego petitorio que incluye,
entre otras cuestiones, la derogación del Art. 3° Constitucional.
Sobre la reforma educativa recientemente dirigentes de padres de familia
afirmaron que se deja la puerta abierta para que las cuotas que se cobran cada
inicio de ciclo sean obligatorias y, en términos generales, esto es lo que ha
trascendido, es decir, asuntos de tipo laboral por lo que hace a las demandas
de los docentes; y la “preocupación” de que las cuotas vayan a ser
obligatorias.
Tuve la oportunidad de entrevistar en esta semana al Dr. Miguel Bazdresch
Parada, académico del ITESO experto en el tema educativo, quien explicó punto
por punto qué sí es la reforma, qué no y qué le falta, por supuesto, a la
letra, porque todavía está pendiente la ley secundaria correspondiente, es
decir, el marco legal con todos los detalles para su puesta en marcha, a más
tardar (según dicen), antes de que arranque el siguiente ciclo escolar. Falta
esa ley entonces y, más importante, que se ponga en práctica.
Dos asuntos me parecen fundamentales, reitero, tomando en consideración la
literalidad de la reforma: primero, en ningún punto se indica de manera expresa
que se cobrará, es decir, se hace una sobre interpretación como explicó el Dr.
Bazdresch y por lo general con ánimos manipuladores. Y, segundo, es un mito que
la evaluación universal se usará para correr profesores, como sí se planteó
como algo real cuando la maestra Elba Esther Gordillo todavía andaba en
circulación hace más o menos año y medio.
Que hay preocupación, que no podemos pecar de ingenuos, que hay un
trasfondo político, que nos están madrugando, que a la hora de la hora… bla bla
bla. Para empezar, las cuotas ya se cobran y continúan las quejas de padres de
familia porque en muchos planteles se condiciona el ingreso de los niños al
plantel o la aplicación de exámenes. En esto es en lo que tenemos que poner
atención y hacer valer nuestros derechos.
Y claro que queda en evidencia lo que no está en la reforma y es urgente,
como la “reforma” en el gobierno educativo en todos los niveles, es decir, en
las secretarías de Educación federal y de los estados; la parte urgente y
básica que tiene que ver con la formación de los profesores y la revisión de la
educación normal.
Los desafíos de la educación en México son grandes y complejos y se
conocen. La reforma educativa atiende algunos pendientes añejos pero no es
exhaustiva. Nos toca exigir que se avance, que se mejore, que incluya lo que
falta y quede en evidencia la voluntad para que por lo menos en esta parte los
cambios sean de fondo. Como sociedad sí toca actuar, dejar la posición cómoda y
conformista, se trata de la educación de nuestros hijos y, aunque suene
trillado, del futuro de México.
Artículo publicado en El Informador el sábado 16 de marzo de 2013.