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sábado, 21 de septiembre de 2019

Sorpresas


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


Hacía mucho que no presenciaba una ceremonia del Grito de Independencia como la del domingo pasado. Después de tantos años la celebración puede llegar a convertirse, para muchos, en rutina y aburrir, es cierto, pero, sobre todo, ver y escuchar a mandatarios que, dicho suavecito, no hicieron bien su trabajo, pues no representaba ningún atractivo.
Las de Peña las vi, creo que casi todas, más por obligación por las lecturas políticas que como ciudadana de a pie; y en general así ha sido desde hace tiempo. La del domingo pasado era, igual, la obligación de las lecturas políticas, aunque también la curiosidad de presenciar la primera ceremonia del Presidente en turno, en este caso Andrés Manuel López Obrador.
Me sorprendió. No me planteé ninguna cuestión previa, no imaginé cómo sería o podría ser pese a las elucubraciones en redes sociales, creo que hasta apuestas se hicieron. Me dispuse a verla con mi familia simplemente para testificar cómo sería y conocer el contenido de las anunciadas veinte vivas.
Reitero: me sorprendió, bueno, he de decir, de hecho, que varias cosas me sorprendieron gratamente. En primer lugar, el espectáculo previo que exaltó las venas y raíces culturales tan ricas, profundas y originales de nuestro país. La esencia, estado por estado, del folklor con altos niveles de calidad en las ejecuciones, en la música, en el vestuario. Casi todos escogieron lo mejor de su repertorio e incluso se presentaron bailables producto de investigaciones históricas y antropológicas recientes. En los cuadros de las 32 entidades quedó expuesta la diversidad, el talento, la historia ancestral, sincrética y contemporánea de esta maravilla de país que es México. Ponderar la difusión de esta riqueza por encima de lo que en sexenios anteriores ha sido la promoción del mal gusto, de lo corriente y vulgar, es un cambio a favor, grande y no menor.

Tomada de: RT

Me sorprendió la gente en el Zócalo. Apostada ahí desde temprano para presenciar tanto las representaciones de los estados como la ceremonia del grito y el espectáculo posterior. De acuerdo con los reportes el saldo fue blanco y se alcanzaba a apreciar en la transmisión el orden que privó en la disposición de los lugares y en el comportamiento de los asistentes.
Me sorprendieron mucho más, ya en la ceremonia, los gritos de la gente, la verdad, hasta me emocionaron. Nunca, en todos mis años de ver y asistir a ceremonias del grito, había testificado un apoyo así para ningún Presidente, hasta ahora. Nunca. Al contrario. En los últimos sexenios lo que ha caracterizado a los mexicanos que asisten a la verbena en el centro de la Ciudad de México, son las rechiflas y los gritos de “fuera, fuera”, entre otros peores.
“No estás solo, no estás solo”, “sí se pudo” y “Presidente, Presidente” coreado por miles, me puso la piel de gallina porque el significado profundo es trascendente, porque refleja la apuesta de millones en el actual mandatario, es noticia del contraste con tiempos pasados recientes y, muy importante, es el refrendo de un apoyo que reclama respuestas, todas las respuestas, las más posibles. Fue un símbolo de lo que millones de mexicanos esperan de esta administración. El Presidente lo ha dicho y reiterado: “no puedo fallar”. Esa afirmación, dadas estas expresiones populares y multitudinarias, debe tener una relación directa con hechos y resultados; no puede ni debe quedar en el aire.
Me sorprendieron las vivas (amén del protocolo, la austeridad y la solemnidad), las nuevas particularmente: “¡Vivan los padres y las madres de nuestra patria!” (en un claro reconocimiento, como nunca, a las mujeres que fueron fundamentales en el derrotero del movimiento independentista); “¡Vivan los héroes anónimos!” (quizá no haya mucho que decir, lo sabemos, sin embargo, es reconocer a los hombres y mujeres, de todos los grupos sociales, cuyos nombres no conocemos y dieron la vida por la causa, los que realmente la hicieron posible); “¡Viva el heroico pueblo de México!” (esta fue la que más me emocionó, lo somos); “¡Vivan las comunidades indígenas!” (jamás reconocidas antes, así, como parte esencial de nuestros orígenes y fundacional de nuestra grandeza) y luego las vivas por cada uno de los valores y principios democráticos y sociales: libertad, justicia, democracia, soberanía, fraternidad universal y paz; y el último: “¡Viva la grandeza cultural de México!” que merece reconocimiento, respeto y práctica por su profundidad, su contenido espiritual y trascendente, por el talento implícito, por la historia, los colores, las evidencias del trabajo de manos mexicanas, el pensamiento y las ideas, las diversas creaciones.
Me sorprendió, finalmente, mi propio y muy vivo sentimiento de orgullo que había estado adormecido, apagado, a fuerza de los más duros embates contra México, los mexicanos y lo mexicano infringidos por los que eran nuestros representantes, aunque no ejercían como tales.

Columna publicada en El Informador el sábado 21 de septiembre de 2019.

sábado, 23 de septiembre de 2017

La independencia de Hidalgo



Ciudad Adentro 

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Sólo hasta hace unos pocos lustros se incrementaron las discusiones en torno a si los movimientos revolucionarios del siglo XIX en Hispanoamérica tuvieron un origen de independencia entendida como separación de España, o fueron de autonomía para, de este lado del Atlántico, quedar a salvo de la invasión napoleónica.
Para algunos, la polémica es ociosa y se consideran temas de sobra abordados y estudiados como para volver a ellos; sin embargo, los trabajos revisionistas que han surgido en los últimos años, producto de nuevas visiones, nuevos marcos teórico-metodológicos y acceso a archivos otrora restringidos, están arrojando información que nos puede conducir a repensar nuestro pasado en otros términos mucho más favorables para nuestra autoestima como nación que los que han prevalecido como resultado de una historia maniquea, manipulada y manipuladora.
Claro que estos trabajos recientes en realidad no tienen una amplia difusión como deberían pero es cuestión de buscar en librerías, bibliotecas, internet y hasta en los puestos de periódicos y revistas para tener un panorama no sólo más amplio sino más cercano y preciso. ¿A dónde voy? Efectivamente, el movimiento que inició Miguel Hidalgo no tenía el propósito de separarse de España, sin embargo, dado el manejo del concepto de independencia en la época, fue fácil acomodarlo a conveniencia por los gobiernos que buscaban legitimidad y sobre todo, marcar una clara distancia con respecto a la dependencia de España. Esto por un lado, y por otro, el conocimiento de estos hechos no le resta mérito ni grandeza a quien consideramos Padre de la Patria, particularmente si tomamos en cuenta el alto contenido social de su movimiento, su relación con el pueblo y, entre otras decisiones de vanguardia para la época, la abolición de la esclavitud en diciembre de 1810 aquí en Guadalajara.

Foto: El Informador.

Miguel Hidalgo sí gritó “mueran los gachupines” pero también “viva Fernando VII”. Hace poco compartí una serie de artículos sobre lo mal que nos han enseñado la historia, pero así como creo que la pobreza en México se mantiene deliberadamente, así lo creo también con respecto a la educación en general y a la enseñanza de la historia en particular; es como si desde el poder se impidiera que tengamos acceso a la historia que da cuenta de nuestra grandeza.
La independencia por la que proclamaba Hidalgo sí tenía que ver con separarse de las autoridades virreinales por varias razones, entre otras, el desdén de los españoles peninsulares a la disposición de los criollos de navegar hacia la Metrópoli para defender al rey, es decir, despreciaron la voluntad de entregar la vida por el monarca si era preciso; y la resistencia a otorgar representación a los criollos en las juntas que se crearon en el reino para gobernarse mientras Fernando VII estuviera preso y España bajo el dominio de los franceses.
El descubrimiento de la conspiración de Querétaro detonó los preparativos de levantamiento y entre el 15 y el 16 de Septiembre en Dolores, el cura Hidalgo tomó las riendas de un movimiento que durante 10 largos años se transformó y transitó de pretensiones autonomistas a claras intenciones separatistas más o menos hacia la mitad del periodo ya con Morelos a la cabeza.
Varios historiadores sostienen que en México no había conciencia de nación al iniciar el movimiento porque no era de independencia; que surgió hasta que se enfrentó a los estadunidenses como extranjeros invasores; sin embargo, los agravios a la población desde la administración virreinal (léase reformas borbónicas) se habían acumulado por décadas y afectaban los intereses creados en estas tierras; las ofensas europeas de mediados y fines del XVIII habían despertado y alentado el patriotismo criollo y cuando la crisis de 1808 los gachupines, considerados advenedizos desde siempre (durante la Colonia), se convirtieron en enemigos percibidos ya extranjeros. El surgimiento de la conciencia de nación fue temprano, incluso antes de la consumación, y saber esto hoy puede favorecer que nos revaloremos y dejemos atrás complejos y el peso de una historia negativa que esa sí desde el poder se preocupan y ocupan por difundir.
Más allá de festejos y algarabías que no están mal, hoy puede ser ocasión para volver sobre nuestros pasos y reencontrarnos con nuestro pasado de grandeza, con esa independencia por la que luchó Hidalgo aun sin llamarla así, para hacer valer derechos y detener abusos.



Columna publicada en El Informador el sábado 16 de Septiembre de 2017.

sábado, 27 de mayo de 2017

Nos han enseñado mal la historia III

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Nos han enseñado mal la historia III

Antes de dar pie a la tercera entrega quiero agradecer los correos que he recibido de varios lectores, creo que como nunca antes sobre ningún otro tema había recibido tanta retroalimentación. Con esto reconfirmo lo que para mí es una certeza desde hace años: hay conocimiento e interés generalizado por la Historia de México. Por mi parte puedo decir que es apasionante y no me cansaré de agradecer al periodismo que desde mis inicios, por allá en 1983, me acercó a historiadores fundamentales. Quién diría que mucho tiempo después terminaría atrapada por la historia, gracias por enseñarme a amarla: Alfonso de Alba, José María Muriá y Angélica Peregrina, y a través de ellos, Luis González y González, Miguel León Portilla y Enrique Florescano. Son muchos más considerando ahora a mis profesores y tutores, pero a ellos los mencionaré la próxima semana, historiadores, profesores de historia, maestros de maestros cuya labor poco es reconocida pero es grande y trascendente. Va la tercera parte:
Después de los Tratados de Córdova en donde se proponía una solución similar a la de Portugal y Brasil; y de alguna manera congruente con lo que había propuesto el Conde de Aranda y más tarde Lucas Alamán, diputado en las Cortes de Madrid, de que México, Perú y Tierra Firme fueran reinos con monarcas de la Casa de los Borbones (autónomos pero integrados al imperio español), tuvo lugar la primera noticia de la resistencia a perder los dominios en los que no se ponía el sol: la toma de San Juan de Ulúa por el último contingente de militares españoles a dos meses escasos de la entrada triunfal del Ejército Trigarante a la Ciudad de México. No fue fácil lograr que capitularan. Sucedió al cabo de cuatro años y decenas de presos y muertos, mercado negro y el deterioro del puerto de Veracruz, el más importante en el golfo. De noviembre de 1821 a noviembre de 1825 el fuerte de San Juan de Ulúa, un sitio estratégico en materia comercial y militar, estuvo en posesión del ejército español que recibía pertrechos y refuerzos desde La Habana; y casi al final del lapso, en 1824, circuló en México otra encíclica: Etsi iam diu. La emitió el sucesor de Pío VII, León XII, para pedir a obispos y arzobispos americanos que hablaran con la feligresía y lograran desterrar a herejes y revoltosos, que reconocieran al gran rey católico Fernando VII y todo volviera a la normalidad previa a 1808.
San Juan de Ulúa, siglo XIX. Fuente: Galería Manuel Doblado-INEHRM.
El rechazo fue brutal, se justificaba al papa pero no al rey. Empezó a considerarse la posibilidad de emitir una ley de expulsión de españoles, pero cuando las reacciones a la encíclica, en México se fraguaba la república federal y no precisamente en términos de paz y armonía. Las resistencias eran fuertes.
Falló la carta papal y aumentaron las conspiraciones, las reales y las imaginadas. Después de la capitulación de los españoles en San Juan de Ulúa, la desconfianza era grande y se llegó a proponer trabajar por la independencia de Cuba o por dominarla, para quitarle a España ese punto de apoyo. Por lo pronto, Guadalupe Victoria reforzó la presencia militar en Yucatán.
Sostiene Harold Sims, el autor de La Reconquista de México. La historia de los atentados españoles, 1821-1830, que un gran error que impidió que España reconociera pronto a México como país independiente, y que, por ende, el rey no cejara en sus intentos de  reconquista, fue la mala representación diplomática de México en Europa derivada de la lucha encarnizada entre yorkinos y escoceses o, lo que es lo mismo, entre liberales y conservadores o entre federalistas y centralistas.
Una conspiración efímera, aparentemente inocua y de un solo hombre, el padre Joaquín Arenas en 1827, fue la causa de que, por fin, se emitiera una ley de expulsión; de que las divisiones entre yorkinos y escoceses se acentuara (se acusaron mutuamente de la conspiración), lo mismo que el odio contra los gachupines, pero al mismo tiempo ofreció información a españoles expulsos e informantes del rey, de que las élites políticas en México estaban enfrentadas a muerte, literal, y que sería fácil recuperar “el reyno rebelde de la Nueva España”, los dominios más vastos e interesantes de las antiguas posesiones americanas.
Fue así que en 1829 se emprendió la última expedición de reconquista. Duró más o menos dos meses, terminó con las amenazas españolas, elevó por las nubes a Antonio López de Santa Anna y reconfirmó, una vez más, la determinación de México y los mexicanos por permanecer libres e independientes.


Columna publicada en El Informador el sábado 27 de mayo de 2017.

sábado, 13 de mayo de 2017

Nos han enseñado mal la historia I

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

El rey Fernando VII empeñó lo que le quedaba de vida en su propósito de reconquistar la Nueva España, ese reyno rebelde que no había sido posible pacificar desde que revoltosos y sediciosos se rebelaron contra los gachupines en 1810. Como decía mi abuela, los criollos ya tenían el hígado lleno de piedritas y ese rechazo a la vida, tan cándida y auténticamente ofrecida para salvar al monarca de los herejes franceses, fue el colmo. La lealtad se desmoronó.
Los criollos habían soportado las desventajas de no ser ni indígenas ni peninsulares a lo largo de tres siglos; entre las concesiones y el proteccionismo de que “gozaban” los indios y los privilegios de los europeos, los criollos debían conformarse con las migajas y, además de todo, aguantar las ofensas que desde el Viejo Continente de manera cíclica se proferían contra todo lo que fuera americano.
No había pasado mucho tiempo desde que Buffon (1747),  Pauw (1768), Raynal (1770) y Robertson (1777) escribieron que todo lo americano era degenerado y estaba corrompido; que los seres humanos y hasta los animales eran inferiores a los europeos; débiles, menos valerosos, de inteligencia escasa, menor estatura, sin vello, degradados en todos los signos de virilidad, impotentes y cobardes y que la naturaleza era menos fértil. Así.
Con todo, hay que agradecerles, porque esas ofensas motivaron las más airadas, documentadas y extraordinarias defensas de lo americano y la reconfirmación del patriotismo criollo. Se elaboraron estudios e investigaciones que concluían, como otros antes, que las civilizaciones americanas eran de una grandeza sólo equiparable a la de las culturas egipcia y grecorromana.



De México, Francisco Xavier Clavigero (1780) no fue el único ni el primero, pero quizá sí el más notable y difundido. Su Historia Antigua de México, manuscrita en español e impresa en italiano en las postrimerías del siglo XVIII, durante el destierro al que fue obligado por Carlos III, está catalogada hoy como la obra precursora de la nacionalidad mexicana.
Antes del jesuita, incluso antes de que se publicara la Historia de América del escocés Robertson, Antonio Joaquín de Rivadeneira y Barrientos, inspirado en las ideas y convicciones de Juan de Palafox, preparó y leyó un documento conocido como la Representación de 1771, para defender a los criollos de los embates ejecutados por el visitador José de Gálvez quien cumplió más allá de al pie de la letra la aplicación de las reformas borbónicas.
La lista de agravios seguía en aumento, dolor y rencor acumulados por siglos hicieron explosión en un periodo corto, muy corto si nos situamos en una perspectiva de 300 años. Eran tiempos de por sí convulsos, confusos. A la guerra de Siete Años que perdió España le siguió la invasión napoleónica, mientras en América las nuevas disposiciones generaban las más airadas protestas, motines y revueltas, no nada más en la Nueva España, también en Perú con la revolución de Túpac Amaru convenientemente acallada y censurada en su momento. El horno no estaba para bollos. Resistencia e inconformidad cubrían todos los territorios hispanoamericanos.
Quiero compartir en este espacio un texto que preparé para mis clases de doctorado en Historia. Las reflexiones, después del conocimiento de aquella época, me remiten a esta. En historiografía eso se conoce como presentismo y no está mal, rechazar esa vertiente sería como aceptar que no soy de este mundo, ni de este país, ni de este tiempo. Los historiadores y, si me permiten (a riesgo de despertar polémica), los periodistas, somos seres históricos. Sé que Ryszard Kapuściński estaría de acuerdo. Así que, hasta aquí dejo la columna de hoy, pero no se la pierda porque a partir de ahora serán cuatro entregas en total, faltan tres. De entrada, lo invito a la reflexión que motiva esta afirmación: Nos han enseñado mal la historia. Y en general lo sabemos, y conocemos algún episodio o dos; algún que otro mito… Trato de ir un poco más allá. Sí creo que nos han enseñado mal la historia para que no tengamos conciencia de nuestra grandeza, de nuestra valentía, de nuestro valor.
No es un artículo, como por lo general lo hago, a propósito de alguna fecha emblemática, algún aniversario, son reflexiones a partir del conocimiento de nuestra historia de una forma mucho más profunda y ampliada. Surgió a raíz de darme cuenta de lo que nos han ocultado y tergiversado; y de cómo han usado (las clases políticas en México a lo largo del tiempo) a la historia para llevar agua a sus molinos.
La invitación es a leer sobre nuestra historia, de una postura y de otra, a quienes usan unas fuentes y otras; a los desconocidos, a muchos historiadores extranjeros que al escribir al margen de las dinámicas internas nos ofrecen información mucho más precisa y en muchos casos, más creíble. Por lo pronto, les recomiendo Orbe indiano de David Brading, pero ya. Y seguimos la próxima semana porque… nos han enseñado mal la historia.

Columna publicada en El Informador el sábado 13 de mayo de 2017.


domingo, 18 de septiembre de 2011

Reportes de la Ceremonia del Grito

Reportes de la Ceremonia del Grito en Palacio Nacional y en Palacio de Gobierno con Arturo García Caudillo en la ciudad de México y Carlos Álvarez Cortés en Guadalajara.
Buenas Noches Metrópoli (2)
Jueves 15 de septiembre de 2011

Operativos de seguridad en torno a la Ceremonia del Grito

Comentarios sobre los dispositivos y operativos de seguridad por la Ceremonia del Grito en el CCI aniversario del inicio de la Guerra de Independencia.
Forma y Fondo
Jorge Octavio Navarro (Jonás) y Laura Castro Golarte
Jueves 15 de septiembre de 2011

sábado, 9 de octubre de 2010

Diccionario de Eclesiásticos de la Insurgencia en México

Colaboración del Departamento de Estudios Históricos de la Arquidiócesis de Guadalajara con la participación del padre Tomás de Híjar, sobre el Diccionario de Eclesiásticos de la Insurgencia en México.
Buenas Noches Metrópoli (1)
Buenas Noches Metrópoli (2)
Jueves 7 de octubre de 2010

Insurgencia en la Intendencia de Guadalajara

Colaboración del Departamento de Historia de la Universidad de Guadalajara con la participación de los doctores en Historia Celina Guadalupe Becerra Jiménez y David Carbajal López sobre la insurgencia en la Intendencia de Guadalajara.
Buenas Noches Metrópoli (1)
Buenas Noches Metrópoli (2)
Martes 5 de octubre de 2010

lunes, 13 de septiembre de 2010

Bicentenario ¿de la Independencia?

Mesa de análisis con Jorge E. Rocha, ITESO y Bernardo Jaén, UdG, sobre la conmemoración por el Bicentenario del inicio de la Independencia, una oportunidad para la reflexión y para la recuperación de nuestra historia.
http://www.notisistema.net/h09/091309.html
Forma y Fondo
Jorge Octavio Navarro (Jonás) y Laura Castro Golarte
Lunes 13 de septiembre de 2010

sábado, 11 de septiembre de 2010

1808

Entrevista con la Mtra. Martha Villaseñor Tinoco, profesora-investigadora del Departamento de Historia de la Universidad de Guadalajara sobre los antecedentes europeos que desembocaron en las independencias de América Latina: España 1808.
http://www.notisistema.net/h22/090722.html
Buenas Noches Metrópoli (1)
http://www.notisistema.net/h23/090723.html
Buenas Noches Metrópoli (2)
Martes 7 de septiembre de 2010

sábado, 4 de septiembre de 2010

No es justo

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

A pesar de que se anunció con bombos y platillos que las celebraciones por el Bicentenario del inicio de la Independencia y por el Centenario del inicio de la Revolución Mexicana serían apoteósicas y realmente se generaron grandes expectativas después de que el entonces Presidente Vicente Fox nombrara a Cuauhtémoc Cárdenas como coordinador nacional de los festejos, hoy en día vemos con tristeza, indiferencia, molestia, inconformidad, apatía y muy poco entusiasmo, lo que a boca de jarro trata de hacer el Gobierno federal para que las fechas históricas no pasen inadvertidas.
A excepción, y muy honrosa, de las instituciones académicas que han trabajado desde hace tiempo en el desarrollo de investigaciones, publicaciones y encuentros entre expertos, entre otros; a los tres órdenes de gobierno el tiempo se les vino encima porque otras han sido sus prioridades; y la falta de planeación – que simplemente hubiera resultado de un auténtico amor por la Patria y de la clara comprensión de lo que significan los dos momentos históricos— se intenta suplir con el dispendio de recursos que, en estas circunstancias, se necesitan para muchas otras cosas, empezando por las emergencias en Tabasco, Guerrero y Veracruz por las inundaciones. Hasta el momento se ha anunciado una inversión por dos mil 900 millones de pesos, vamos a ver en qué se los gastan y, por supuesto, tendremos que estar atentos y exigir rendición de cuentas de un presupuesto equivalente, por ejemplo, a la mitad del presupuesto de una ciudad como Guadalajara para este año 2010.
Con dinero no se generará entusiasmo, no es un asunto que se resuelva como por arte de magia; con dinero no se comprará la alegría, ni la emoción, ni el interés; los discursos oficiales no acabarán con la apatía ni con la indiferencia y las inconformidades que se acumulan día con día en la medida en que simplemente tenemos noticia todos los días de las malas actuaciones de los gobernantes.
Nada de eso fortalecerá nuestra identidad ni despertará nuestro orgullo; y es tal el desaliento, que de pronto cuesta trabajo encontrar, precisamente, los motivos de orgullo; resulta difícil rescatar en lo más profundo de cada mexicano el amor por la Patria, ya ni sentimos el dolor –o no le hacemos caso— que causan la pobreza, la ignorancia, las desigualdades, las injusticias, la negligencia oficial y cotidiana, los rezagos en servicios básicos, infraestructura, educación, alimentación, salud, vivienda y empleo.
Y no es justo. No es justo que una nación como la nuestra, rica por su gente, por su historia, por su patrimonio, por sus legados sociales, jurídicos, científicos, de respeto y defensa de los derechos humanos, no sea celebrada como merece, como merecemos. Somos grandes y eso nadie nos lo va a quitar. Hagamos nuestra propia conmemoración, repasemos hechos y personajes y encontremos el sentido profundo de lo que hemos sido, de lo que somos y de lo que podemos y sabemos ser.

Columna publicada en El Informador el sábado 4 de septiembre de 2010.


Sobre la excomunión de Miguel Hidalgo y Costilla

Entrevista con el padre Jesús Gómez Fregoso, académico de la Universidad de Guadalajara, sobre la excomunión de Miguel Hidalgo y Costilla.
http://www.notisistema.net/h22/090222.html
Buenas Noches Metrópoli (1)
http://www.notisistema.net/h23/090223.html
Buenas Noches Metrópoli (2)
Jueves 2 de septiembre de 2010

jueves, 2 de septiembre de 2010

Independencia y Revolución ¿qué conmemoramos?

Colaboración del Dr. Jaime Tamayo, politólogo, profesor-investigador de la Universidad de Guadalajara, tema: sobre la Independencia y la Revolución mexicana ¿qué conmemoramos? ¿cómo?
http://www.notisistema.net/h22/090122.html
Buenas Noches Metrópoli (1)
http://www.notisistema.net/h23/090123.html
Buenas Noches Metrópoli (2)
Miércoles 1 de septiembre de 2010

sábado, 28 de agosto de 2010

¿Estamos para festejar?

Colaboración de Paty Blue, vida cotidiana; y entrevista con la Dra. Angélica Peregrina, directora del Centro INAH Jalisco sobre las actividades y las publicaciones en el marco de las conmemoraciones del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana y del Bicentenario del inicio de la Independencia.
http://www.notisistema.net/h22/082722.html
Buenas Noches Metrópoli (1)
http://www.notisistema.net/h23/082723.html
Buenas Noches Metrópoli (2)
Viernes 27 de agosto de 2010

jueves, 12 de agosto de 2010

Diálogo epistolar

Entrevista con Hugo Medrano, doctor en Literatura por la UdG, sobre el concurso "Diálogo epistolar", cartas dirigidas a personajes de la Independencia y de la Revolución mexicana, y sobre la historia y la ficción.
http://www.notisistema.net/h22/081022.html
Buenas Noches Metrópoli (1)
http://www.notisistema.net/h23/081023.html
Buenas Noches Metrópoli (2)
Martes 10 de agosto de 2010

sábado, 7 de agosto de 2010

El obispo Cabañas y la Insurgencia en México

Entrevista con el presbítero José Guadalupe Miranda, licenciado en Historia Eclesiástica y autor del estudio y selección documental del libro "El obispo Cabañas y la Insurgencia en México", colaborador por parte del Departamento de Estudios Históricos de la Arquidiócesis de Guadalajara.
http://www.notisistema.net/h22/080522.html
Buenas Noches Metrópoli (1)
http://www.notisistema.net/h23/080523.html
Buenas Noches Metrópoli (2)
Jueves 5 de agosto de 2010

jueves, 29 de julio de 2010

¿Mil millones para el Bicentenario en Jalisco?

Entrevista con la diputada local Elisa Ayón, presidenta de la Comisión del Bicentenario en el Congreso del Estado y los mil millones de pesos que dijo que le correspondían a Jalisco para las actividades.
Comentarios sobre las intenciones en el Senado de la República de empezar a analizar nuevamente la Reforma Política e incluir el fuero presidencial; también sobre la situación de Carlos Corona, secretario general del Congreso del Estado.
http://www.notisistema.net/h09/072709.html
Forma y Fondo
Jorge Octavio Navarro (Jonás) y Laura Castro Golarte
Martes 27 de julio de 2010

sábado, 24 de julio de 2010

Desorden

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Todavía estoy perpleja después de haber leído que a menos de dos meses del 16 de Septiembre, cuando se conmemorarán 200 años del inicio de la Independencia, el titular de la Secretaría de Educación Pública asume la coordinación de los “festejos” por el Centenario del inicio de la Revolución y del Bicentenario; y más perpleja aún porque Alonso Lujambio, aunque reconoció que “se ha percibido un desorden” dijo que el cambio de estafeta en la coordinación “es oportuna”.
Dos mil 900 millones de pesos se han gastado hasta la fecha en la organización de no sé cuántas actividades, en una “Estela de luz” en el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México que ni el mismo secretario sabe cómo va (ni qué es, yo creo) y en la difusión de… nada.
Desde la administración de Vicente Fox se anunció con gran boato la designación de Cuauhtémoc Cárdenas como coordinador de los “festejos” pero el ingeniero, muy sensible a la manipulación política, pronto dejó el encargo y desde entonces ha sido un ir y venir de personajes, lucha de egos y protagonismos y de, en pocas palabras: nada.
Y mientras se gastó ya esa cantidad exorbitante y se informa que todavía “se destinarán más recursos”, se reconoce por fin que el número de mexicanos en extrema pobreza es de seis millones ¡seis millones! Y se anuncia, como si fuera la gran cosa, que se enviaron 900 millones de pesos a Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas para enfrentar los daños que dejó el Huracán “Alex”; y se sabe, por ejemplo, que en marzo el Fondo Monetario Internacional aprobó una línea de crédito para México por 48 mil millones de pesos, para cuando se quiera usar, todo o en partes; que el Banco Mundial acaba de autorizar dos préstamos por 800 millones de dólares en total, dizque para el sistema de agua por el cambio climático y la modernización del transporte público; y el Banco Interamericano de Desarrollo otro por 500 millones de pesos “para promover mercados hipotecarios eficientes”.
Y claro, no hay recursos que alcancen para dotar de capacitación, equipo y mejores condiciones laborales a los policías; ni para que todos los mexicanos, todos, tengamos acceso a servicios “de clase mundial” en materia de salud, educación, agua y energía eléctrica.
Me temo que el desorden al que se refiere el secretario de Educación no es exclusivo de la organización de los “festejos” por las fechas históricas. Me temo que las autoridades de todos los niveles están rebasadas por la inseguridad y el crimen organizado, por los desastres, por los sindicatos, por la pobreza, por los poderes fácticos, por los rezagos en infraestructura, por la corrupción.
Ah, pero eso sí, se defienden como gato boca arriba de la sociedad; por la sociedad a la que se deben no pueden ser rebasados. Pareciera que los mexicanos somos los enemigos de nuestras propias autoridades.
Artículo publicado en El Informador el sábado 24 de julio de 2010.

viernes, 23 de julio de 2010

Seguridad pública en Jalisco, Bicentenario, Congreso del Estado y Ley SB1070

Comentarios políticos sobre las irregularidades en el Congreso del Estado; el cambio de estafeta en la coordinación de los "festejos" por el Centenario del inicio de la Revolución y el Bicentenario del inicio de la Independencia; la Ley SB1070 y el anunció del secretario de Seguridad de Jalisco, Luis Cárlos Nájera, sobre la posible alianza entre tres cárteles y su eventual operación en el Estado, entre otros.
http://www.notisistema.net/h09/072209.html
Forma y Fondo
Jorge Octavio Navarro (Jonás) y Laura Castro Golarte
Jueves 22 de julio de 2010

viernes, 7 de mayo de 2010

Iglesia-Independencia y Archivo musical catedralicio

Entrevista con el padre Tomás de Híjar, del Departamento de Estudios Históricos de la Arquidiócesis de Guadalajara sobre la IV Jornada Académica Iglesia-Independencia y con el Mtro. Aurelio Martínez, director del Coro de Infantes de la Catedral de Guadalajara sobre el rescate del archivo musical catedralicio.
http://www.notisistema.net/h22/050622.html
Buenas Noches Metrópoli (1)
http://www.notisistema.net/h23/050623.html
Buenas Noches Metrópoli (2)

Crónica sincrónica

México: un tiempo nuevo     Laura Castro Golarte     El aguacero estaba a punto. Amenazó todo el día y los charcos en las esqu...