sábado, 27 de febrero de 2021

¿Qué les cuesta?

Ciudad Adentro

 

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


 

El proceso se llevó un buen tiempo y el estira y afloja estuvo intenso, sobre todo porque el marco legal incluye tareas y obligaciones para el Estado, por eso las resistencias, increíble de verdad. Por fortuna ganó la presión que los colectivos de familiares ejercieron, sin ceder ni un ápice, para que no los dejaran fuera y el paquete de leyes tuviera un sentido efectivo, práctico y de justicia. Estoy hablando de la Ley de Personas Desaparecidas del Estado de Jalisco que finalmente se aprobó el jueves, por unanimidad.

Estuve atenta al proceso porque resulta que Jalisco ocupa el primer lugar en número de casos de personas desaparecidas en el país. Lamentable y dolorosamente ha ido ascendiendo en esta nada honrosa lista. De acuerdo al último reporte de la Secretaría de Gobernación, de diciembre de 2018 a diciembre de 2020, Jalisco es la Entidad que más casos registró (alrededor de tres mil 724) para un acumulado de 10 mil 031 personas “legalmente no localizadas” (la mayoría) y desaparecidas. Una de las organizaciones sostiene que la cifra llega a 11 mil 817 personas desde 1964 ¡hace 57 años! con sólo cinco sentencias condenatorias en ese lapso.

El trabajo de los colectivos y las aportaciones de las instituciones que estuvieron acompañando con trabajo técnico especializado fue fundamental para que esto se consolidara en términos de innovación y excelencia reconocidos más allá de nuestras fronteras. Como ciudadana agradezco esta labor que representa un beneficio social muy grande, porque trabajaron a favor de la colectividad y porque ahora son un ejemplo de lo que se puede lograr con determinación, perseverancia, adhesión y lealtad a una causa, así como empatía y conciencia social.

Gracias a Por Amor a Ellxs, Entre el Cielo y la Tierra, CLADEM (Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres), ITESO (Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente), Tómala, CEPAD (Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo) y Observatorio Legislativo ITESO; también a la Cruz Roja Internacional y a la Oficina del Alto Comisionado de la ONU en Derechos Humanos, entre otros organismos y asociaciones que estuvieron al pie del cañón por más de tres años y obtuvieron, según sus propias palabras, de las que son la voz de los que no están, un paquete legislativo “garantista e innovador”, el mejor en México.


Foto: ZonaDocs


Con la ley aprobada esta semana se fijan plazos límite para las autoridades de manera que están obligadas a agilizar las investigaciones y los procesos de identificación en caso de desapariciones. Se conformará un Sistema Estatal de Búsqueda encargado de coordinar acciones entre diferentes órdenes y niveles de gobierno y se permite, sin restricciones, la participación activa de los familiares.

Otras disposiciones, para tenerlas en mente y valorar en su justa medida la aprobación de la ley (que se suma a la de Declaración Especial de Ausencia por Desaparición aprobada hace unos diez días) son, por ejemplo: presunción de vida, la prohibición de que se destruyan cadáveres no identificados y que se disponga de sus pertenencias; se contempla, como instrucción al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, que elabore un registro del lugar donde sean depositados restos humanos; se homologarán los protocolos de investigación y se incluye como disposición el esclarecimiento de hechos.

Los colectivos e instituciones que impulsaron estas leyes y participaron en su redacción y contenido, reconocieron el trabajo de las legisladores de diferentes partidos que prácticamente tomaron a título personal esta tarea (a saber: Érika Pérez, Elizabeth Alcaraz, Priscilla Franco y Mara Robles), pero al mismo tiempo manifestaron su deseo, por un lado, de que el marco legal sea una herramienta efectiva para agilizar las labores de búsqueda y, sobre todo, para encontrar a los que no están; y, por el otro, aseguraron que vigilarán que las leyes se cumplan a pie juntillas. De que lo harán, no cabe la menor duda.

La aprobación de estas leyes, cuyo proceso no fue fácil ni terso, hubo momentos en los que se pensaba que se haría sin la participación de las familias (seguro se recuerda que en diciembre se hizo una clausura simbólica del Congreso porque se pretendía aprobar sin las familias), es un ejemplo de los resultados que puede tener una participación ciudadana intensa, consciente, colectiva, acompañada y preparada; también deja claro que, en realidad, a los legisladores no les cuesta nada trabajar de la mano de la sociedad civil. Sí es un asunto de voluntad. Y que es posible esquivar las presiones tendientes a reducir el nivel de responsabilidad y trabajo del Estado; hubo resistencias, pero al final, por lo pronto, se vencieron. Falta ahora poner en práctica el nuevo marco legal y estar al pendiente de que las autoridades e instituciones involucradas lo hagan bien. No les cuesta nada, para eso son y para eso se les paga.


Columna publicada en El Informador el sábado 27 de febrero de 2021.

sábado, 20 de febrero de 2021

No es suficiente

Ciudad Adentro

 

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

 

 

Es cierto que nunca en la historia algún gobierno presidencial en México incluyó a tantas mujeres en el gabinete, hasta ahora. Más o menos son mitad hombres y mitad mujeres tanto en el gabinete legal como en el ampliado. Muy bien, sí, para celebrar que se haga un reconocimiento, de esta manera, a las capacidades de las mujeres para encabezar puestos de los de más alto rango en el Gobierno y más allá del género. Sí, pero no es suficiente.

También es cierto que, desde hace algún tiempo, varias organizaciones de la sociedad civil enfocadas en la defensa de los derechos de las mujeres, con años de lucha contra las violencias hacia las mujeres, han sido usadas y/o infiltradas por grupos que, lejos de contribuir a que las causas avancen y se atiendan rezagos de décadas, han logrado que varios de estas asociaciones y sus manifestaciones sean descalificadas, desacreditadas y criminalizadas por varios sectores de la sociedad. Ha sucedido con movimientos feministas y con otros, particularmente de jóvenes estudiantes y de profesores.

Reconocer esta realidad ha llevado a que estos movimientos sean ignorados y desdeñados; se hace como que no existen aun cuando en el discurso se ponderan y se manifiesta respeto. Y, en gran medida, la puerta para la infiltración de gente que nunca antes había acompañado estas causas, la abrió el desdén presidencial por el tema. Hasta ahora, no ha sido y no es suficiente decir que se respeta el movimiento o los movimientos feministas. Es preciso ir más allá y no cortar con la misma tijera, distinguir.

La decisión de que el gabinete sea paritario tampoco es suficiente; urgen políticas públicas más claras, que se noten, que sean hechos cotidianos palpables, medibles, constatables y evaluables contra las violencias, contra los feminicidios, contra las injusticias laborales y de todo tipo, contra desventajas y discriminación, y contra todo lo que ha impedido que las mujeres alcancen las mismas condiciones en todos los ámbitos; faltan más acciones para el adelanto de las mujeres, en calidad, cantidad y carácter de permanencia. Lo que se ha hecho hasta ahora, desde el Gobierno federal, no es suficiente.

El “¡ya chole!” del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ante la insistencia reporteril sobre el caso de Félix Salgado Macedonio, nace de su convicción de que todo responde a acusaciones al calor de la contienda electoral o que son ataques de sus adversarios. Se equivoca. Claro que hay adversarios que se aprovechan y seguramente rivales electorales que llevarán agua a sus molinos, más aún con esa respuesta, pero también hay presuntas víctimas y no de ayer o antier. Las acusaciones por violaciones, presuntamente ocurridas en 1998 y 2016, esperan en los juzgados desde hace más de cuatro años.


Fuente: Imagen cortesía del colectivo Las Revueltas tomada de Cima Noticias

No hay sentencia judicial aún, pero las demandas están en proceso; nada más por eso no se debió permitir su registro como candidato de Morena, ni siquiera debió estar su nombre en las encuestas. En este sentido, los mecanismos y normas hacia el interior de los partidos deben ser expresos, claros y transparentes. ¿Hay un proceso judicial en curso del que el aspirante podría resultar inocente o culpable? Entonces no vas a la contienda. Así de simple, hasta que se resuelva. Por cierto, tendríamos que disponer de información precisa sobre las acciones y/u omisiones del Poder Judicial sobre este asunto.

Las autoridades deben resolver; la gente decidirá --si la candidatura se sostiene--, sin embargo, estoy convencida de que, si hay víctimas que acusan de violación, lo primero lo primero es atender sus demandas y que la justicia actúe de manera imparcial y expedita como debe ser cuando prevalece el Estado de Derecho. Que no queden dudas.

Me parece muy desafortunada la postura del Presidente, ojalá corrija. Celebro en cambio, las expresiones de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero: “El respeto irrestricto del derecho de las mujeres a vivir sin violencia es condición necesaria para una representación popular [...] Es responsabilidad de cada partido demostrar que sus candidatos están a la altura de las circunstancias y proceder de acuerdo con las leyes. Aplaudo la conciencia social que no tolera la violencia”.

Falta mucho por hacer, se trata de rezagos de años en todo, de inercias y resistencias que no ceden; y no es ni ha sido suficiente lo que se ha hecho por las causas feministas hasta ahora, no obstante, si el Presidente decidiera “romper el pacto” patriarcal y cambiar la postura sobre el caso Salgado Macedonio, quizá, entonces sí, se podría albergar alguna mínima esperanza de que estamos en el camino.


Columna publicada en El Informador el sábado 20 de febrero de 2020.

sábado, 13 de febrero de 2021

Vamos por partes

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

 

Cómo me gustaría que en las mesas a que convoca el gobernador del Estado, Enrique Alfaro, se incluyera por lo menos a una persona que tuviera un poquito de sentido común y de criterio para la toma de decisiones que nos afectan a todos los jaliscienses. No creo que sea difícil y el deseo es porque siempre hay algo que no checa o que de antemano la ciudadanía sabe que no funcionará o generará polémica, en la que nos enfrascamos siempre, por cierto, aun cuando sabemos que más pronto que tarde llegará una buena regañada y la descalificación inmediata a pesar de que las críticas y las observaciones se hagan para aportar.

¿A qué voy? Ahora sí que, por partes. Ayer terminó el periodo del segundo botón de emergencia de este año que se prolongó, junto con el primero, prácticamente durante un mes, más o menos del 16 de enero al 12 de febrero. Se tomó la decisión porque, como nunca en diez meses, los números en Jalisco se dispararon: cientos de casos nuevos, más hospitalizaciones y más lamentables defunciones. Volvimos al semáforo rojo y ahora sí, que yo sepa, desde Casa Jalisco no se dijo ni pío. Terminó el plazo y ayer mismo el gobernador y algunos funcionarios de su gabinete, detallaron el plan “Jalisco ante la pandemia. 2021: adaptación, convivencia y responsabilidad social” que tendrá una duración del 13 de febrero, es decir, a partir de hoy y hasta el 15 de diciembre.

Primero: No podemos bajar la guardia. Hay ligerísimas reducciones en los indicadores, pero nada para salir a las calles como si nada. No, por favor. En la medida de las posibilidades de cada quien, hay que quedarse en casa y seguir cuidándonos al extremo. Los números hoy son muy superiores a los registrados en noviembre pasado, por ejemplo. En otras palabras: la suspensión del botón de emergencia no quiere decir que volvemos a la vida de antes, no, en lo absoluto.

Segundo: Celebro dos cosas. El levantamiento de la prohibición para que adultos mayores ingresaran a comercios y diversos establecimientos. La prohibición es uno de los ejemplos de que las medidas siempre quedan mochas o con fallas. Se dio marcha atrás y sí, lo celebro. Y la otra cosa que me parece bien, es que no habrá clases presenciales en el actual ciclo escolar. No es lo ideal, todo mundo ya está harto, pero no queda de otra. En ninguna parte del mundo el regreso a clases presenciales ha dado resultado, invariablemente se han tenido que suspender por el impacto negativo en la incidencia de la enfermedad. El “sí o sí” del gobernador, de que en agosto se reanudarán las clases presenciales, no se lo doy por bueno. No se trata de deseos o ganas, hay una pandemia que es real, está activa y no se puede saber si en agosto habrá condiciones. Hay que esperar.



Tercero: La información estadística de la pandemia en Jalisco desde el principio ha sido deficiente; siempre hay diferencias entre lo que se manda a México y se difunde sobre Jalisco a nivel nacional y lo que se informa aquí. Las diferencias en la información dificultan la planeación y la atención de la pandemia como es debido, bueno, pues resulta que ahora no se darán a conocer los datos con regularidad (y aunque antes no eran perfectos, preferible así que como se plantea ahora). No me parece que sea lo más correcto. En un entorno de incertidumbres, lo que se requiere es eficiencia, seguridad y transparencia. La medida va contra eso totalmente.

Cuarto: Las fechas de evaluación no tienen nada qué ver con la forma en la que evoluciona una pandemia. Tuvimos oportunidad de aprenderlo el año pasado. Cinco días no eran suficientes para salvarnos de los contagios, para empezar. Las evaluaciones se tendrán que hacer antes, esta pandemia va de 15 en 15 días. Una revisión hasta el 15 de junio contando desde mañana, implica cuatro meses que no sabemos cómo serán ni qué pasará cuando se atraviesan vacaciones, 10 de Mayo y elecciones. Por favor, ojalá se reconsidere.

Quinto y último: urge un mejor mecanismo de comunicación de las medidas. No todas las personas tienen acceso a internet como para bajar el documento de 63 páginas. Hay detalles para los comercios, las industrias, el uso de parques y otros espacios públicos, el acceso a los servicios religiosos, en fin ¿cómo se hará llegar a todos y cada uno de los jaliscienses esta información? De entrada, que los adultos mayores sepan, todos, que ya no les van a impedir la entrada a una tienda o a un súper a comprar sus víveres y que no serán maltratados.

Vamos a ver cómo evoluciona esto y ojalá prevalezca el sentido común y se rectifique sobre la marcha si es lo que se requiere.


Columna publicada en El Informador el sábado 13 de febrero de 2021.  

sábado, 6 de febrero de 2021

2021

Ciudad Adentro

 

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


 

Desde que empezó este 2021 he tenido en mente escribir sobre los aniversarios que se cumplen este año, particularmente el de los 200 años de la Consumación de la Independencia. Primero, porque es a partir de esa fecha que empieza a conformarse México, realmente, como una nación independiente del dominio español; además —debo decirlo— porque ese episodio, con sus antecedentes y consecuencias, prácticamente es el centro de mi tesis de doctorado; y porque es un periodo de nuestra historia que ha sido poco y mal estudiado, sobre todo por el manejo maniqueo de sucesivos gobiernos e historiadores desde el siglo XIX (es un periodo “deliberadamente oscuro” como dijo ayer en conferencia el Dr. Jaime Olveda).

Por lo general se habla del “abrazo” de Acatempan, del Plan de Iguala, de los Tratados de Córdoba y de la entrada triunfal del Ejército Trigarante a la Ciudad de México. Quizá se añada algún hecho local como la adhesión al plan y a la independencia de Pedro Celestino Negrete en Guadalajara, por ejemplo, pero nada más.

Lo cierto es que fue un año que de principio a fin representó grandes riesgos, hubo movilizaciones, negociaciones, pláticas, refriegas, divisiones y aun cuando la independencia se consumó en septiembre, en octubre inició la toma de San Juan de Ulúa que duró cuatro años y en diciembre se descubrió una conspiración encabezada por Nicolás, Victoria y Miguel Domínguez, sí, el mismísimo corregidor de Querétaro.

En enero de ese año inició el intercambio de cartas entre Iturbide y Guerrero y duró aproximadamente un mes hasta que el día 10 de febrero (dentro de cuatro días se cumplirán 200 años de aquel encuentro) se reunieron en Acatempan. Guerrero aceptó la propuesta de Iturbide porque incluía la separación de México de España y su constitución como país independiente. Sin embargo, no era eso lo que se leía en el Plan de Iguala, un documento por demás interesante (Documentos para la historia del México independiente 1808-1938. (México: Cámara de Diputados LXI Legislatura/Miguel Ángel Porrúa), 2010).


Representación del "Abrazo de Acatempan". Fuente: Historiando.

Entre el Plan de Iguala y la entrada del Ejército Trigarante pasaron casi siete meses exactos, pero en el ínter muchas cosas sucedieron, incluyendo una reunión en junio, entre Guadalupe Victoria e Iturbide. El primero propuso que se constituyera un gobierno republicano pero el segundo la rechazó.

La mayor desgracia de Agustín de Iturbide y su más grande error fue erigirse en emperador de México, en aquella nación en ciernes inmersa en un contexto complejo y conflictivo a más no poder (dicho sea de paso, me habría encantado, como periodista, testificar aquellos hechos, momentos intensos y difíciles que concluyeron con el surgimiento de los Estados Unidos Mexicanos constituidos en una primera República federal).

Ese gran desacierto de Iturbide lo llevó a la tumba en términos literales y figurados. Es uno de los personajes prácticamente enterrados por la historia que, sin embargo, jugo un papel fundamental en la Consumación de la Independencia; no se le debería regatear. Tan equivocado estaba que su imperio fue efímero, duró un año escaso; pero antes, gozó del reconocimiento de los habitantes de entonces. Se le identificaba como el “Héroe de Iguala” mucho más que a Vicente Guerrero o que a cualquier otro de los sobrevivientes de la guerra que duró más de diez años.

Adentrarnos en la historia de México y sumarnos a las conmemoraciones (serán 15 a lo largo de todo el año) que incluyen 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán (13 de mayo) y 500 de la Conquista o de resistencia indígena (13 de agosto), las más importantes del año, puede darnos la gran oportunidad, para empezar, de conocerla con mayor profundidad (la producción será abundante y hay muchísimo material en internet de libre acceso; ayer empezó un ciclo de conferencias en El Colegio de Jalisco, vía zoom, sobre la Consumación. La inscripción es gratuita y se otorgará constancia).

En la medida en que conozcamos mejor nuestra historia estaremos mucho más conscientes de nuestra grandeza histórica, del pasado común que nos identifica y con el devenir de esta maravillosa nación a lo largo del tiempo, lo que somos ahora y las perspectivas de los años por venir.


Columna publicada en El Informador el sábado 6 de febrero de 2021.