sábado, 30 de marzo de 2019

300 años


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


A mediados del siglo XVIII, identificado en general como el Siglo de las Luces, el de la Ilustración, varios escritores europeos publicaron obras donde consideraban que todo lo americano era degenerado. Georges Louis Leclerc conde de Buffon (1747), Cornelius de Pauw (1768), Guillaume-Thomas Raynal (1770) y William Robertson (1777) escribieron que estaba corrompido; que los seres humanos y hasta los animales eran inferiores a los europeos: débiles, menos valerosos, de inteligencia escasa, menor estatura, sin vello, degradados en todos los signos de virilidad, la naturaleza era menos fértil, eran impotentes y cobardes. 
Estos escritos llegaron a América y despertaron lo que se conoce como patriotismo criollo. Es un tema complejo estudiado por varios historiadores desde hace décadas porque además persiste la discusión de si estos sentimientos patrióticos influyeron en los acontecimientos que se desataron a principios del siglo XIX en la América hispana y que terminaron en independencias.
Este patriotismo criollo implicó que ilustrados americanos se dedicaran a estudiar y a escribir sobre las maravillas americanas, empezando por los antepasados indígenas. Fueron varios también, pero destaca, de entre todos, Francisco Xavier Clavigero y su Historia Antigua de México, con la que responde, directamente, al escocés Robertson punto por punto. De alguna manera, entre las élites y en buena parte de la población por la forma en que se difundían impresos en la época, empezó a despertarse una conciencia con respecto a los casi 300 años de colonia; se empezó también a identificar al español como conquistador y como extranjero. La evolución de significados de la palabra gachupín así lo demuestra. El caso es que en el movimiento de independencia de México, de principio a fin, se fomentó un sentimiento antiespañol que tenía como propósito, primero, ganar adeptos para la causa de independencia hacia la segunda mitad del periodo; y, segundo, justificar las intenciones de separación cuando ya fueron tales por supuesto.
Entre 1810 y 1821, en la segunda mitad de la década, ya figuraban en diversos discursos expresiones como “300 años de opresión”, “tres siglos de despotismo”, esto, entre los insurgentes.
Una vez consumada la independencia el discurso no cambió, al contrario. Las nuevos gobernantes, unos meses antes apenas catalogados de rebeldes e insurrectos, repitieron y reforzaron ese discurso que alimentó el sentimiento antiespañol y llevó a un enardecimiento social fuerte y contundente contra los gachupines. Se expidieron leyes de expulsión y ante los intentos de reconquista se llamaba a actos que hoy serían considerados muy violentos.
La misma renuencia de la Corona española por reconocer a México como país independiente causó molestias y protestas airadas de este lado del Atlántico. Fue hasta tres años después de la muerte de Fernando VII en 1836 que la reina regente María Cristina reconoció a México como nación y se firmó un tratado de paz y amistad en donde expresamente, en el artículo II decía:
“Habrá total olvido de lo pasado, y una amnistía general y completa para todos los mexicanos y españoles […]” pero no fue suficiente. El sentimiento antiespañol nunca ha desaparecido, ni siquiera con la migración que llegó y ha aportado tanto a raíz de la Guerra civil española del siglo XX. Y en gran medida no ha desaparecido porque a través de la educación a lo largo de los años, en algunas épocas más que en otras, se ha fomentado desde el Estado mexicano ese sentimiento antiespañol (dejo aquí la liga del Tratado: https://aplicaciones.sre.gob.mx/tratados/ARCHIVOS/ESPANA-PAZ%20Y%20AMISTAD.pdf).
La enseñanza de la historia ha hecho hincapié en los 300 años de dominación, en lo perdido, en lo destruido… Lo sabemos, y en muchos mexicanos de hoy, tanto indígenas como mestizos, persisten los resentimientos seculares.
No creo que se deba seguir fomentando esa línea pero sí la de la revisión y de la reconciliación. Vamos a ver en qué para todo esto y a ver si se da a conocer la carta íntegra que envió el Presidente al rey de España, desconocemos la mitad de la misiva. No se me hace tampoco para desgarrarse las vestiduras como han hecho los más críticos de esta administración, y creo que sí podríamos rescatar la idea, que he vertido aquí desde hace tiempo, de que nos han enseñado mal la historia: urge corregir. No es nuestra historia una de héroes y villanos, hay matices, contextos, circunstancias que no se deben pasar por alto.
Todos los días hay nuevos archivos o los mismos archivos analizados y explicados con métodos y teóricas innovadoras, por nuevas generaciones de historiadores, que arrojan luces sobre diferentes momentos del pasado. Esto no está de más, al contrario, es una labor de la que se encargan los historiadores. Con esa parte me quedo, la de la revisión y también con la propuesta de reconciliación que incluye el reconocimiento de los agravios del Estado mexicano contra los indígenas y contra personas de otras nacionalidades.

Columna publicada en El Informador el sábado 30 de marzo de 2019.

domingo, 24 de marzo de 2019

Gestión y oficio político


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Urgente como es, una de las primeras acciones de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México fue la presentación ante el Poder Legislativo, el 12 de diciembre de 2018, de su iniciativa de reforma educativa; como se anunció y se prometió en campaña, el principal punto era la abrogación de la anterior, una dizque reforma que en este espacio critiqué de principio a fin (2012-2018) en repetidas ocasiones por varias cuestiones, entre otras, porque no era educativa sino laboral; porque hasta las postrimerías del sexenio se empezó a abordar la parte de los contenidos con un “nuevo modelo” que se alcanzó a aplicar en formato piloto, apenas; y porque incluía una serie de elementos manipuladores de los mismos profesores como los métodos de evaluación, que a lo largo de todo el periodo generaron recurrentes manifestaciones, paros y bloqueos.
Y la critiqué sobre todo por la falta de gestión política para resolver un problema añejo que el mismo Estado mexicano creó. Otros puntos eran cuestionables como la tergiversación y criminalización que se urdieron desde los medios de comunicación contra los docentes y de cómo los puntos finos de sus protestas no trascendían. Una de las ideas torcidas favoritas era insistir en que los maestros se manifestaban porque no querían ser evaluados y esto no es exacto, el punto de la inconformidad era que mediante las evaluaciones se pretendía presionar y deshacerse de maestros incómodos para la dirigencia magisterial.
El gobierno de Peña nunca intentó un diálogo sincero para resolver el problema; nunca se instaló una mesa de negociaciones para escuchar, atender, proponer y, tal cual, negociar; nunca. La estrategia fue de descalificación permanente mediante juicios y prejuicios unilaterales y, reitero, de manipulación.
Esto no quiere decir tampoco que todos los maestros sean perfectos y todos sus reclamos, justos, de hecho, traigo aquí el caso reciente de los docentes de la CNTE que irresponsablemente se prestaron al juego de Silvano Aureoles en Michoacán y bloquearon en enero las vías férreas con una afectación de miles de millones de pesos. Hay profesores del sistema de educación pública que se resisten a perder los privilegios que el mismo Estado mexicano les otorgó, desde los años 30 y 40 del siglo pasado, para usarlos como carne de urna y que efectivamente no quieren someterse a evaluaciones porque no las librarían. Pero no son todos, ni son la mayoría.
Arreglar el entuerto de los antepasados políticos con respecto a su relación con el magisterio y cómo ha sido usado, nunca ha sido la intención ni el propósito de ningún mandatario, hasta ahora, porque han seguido la misma conducta que sus antecesores. Hoy hay visos de que las cosas pueden cambiar de fondo, de verdad.
De entrada, se ejerció oficio político y labores de gestión para que maestros de la CNTE que bloquearon el trabajo de los diputados justo cuando abordarían la iniciativa esta semana, levantaran la obstrucción y se sentaran a dialogar con las autoridades, tanto la Secretaría de Gobernación como la de Educación Pública. Esto cuenta y contó antes, la manera como abordó el conflicto el Presidente para no dejar opción a los maestros inconformes más que de moverse, sentarse y dialogar.
Decían o dicen los manifestantes que el jefe del Ejecutivo federal no está cumpliendo sus promesas de campaña de abrogar la anterior reforma educativa, pero es justo lo que está haciendo. No para simplemente borrarla, sino que se están planteando elementos que responden a las demandas de la mayoría de los docentes y corrigen las decisiones autoritarias de la anterior. Se expusieron a los maestros las diferencias entre una iniciativa y otra; además de que se garantizó que no habría represión ni autoritarismo contra sus reclamos, sino diálogo y transparencia; una invitación a proponer y participar en el proceso. No había manera de decir que no. Esto hizo falta en la administración anterior y ha hecho falta en general en los gobiernos de las últimas décadas: se ha desdeñado el poder y el sentir de la sociedad y de sus organizaciones, se ha minimizado y catalogado a los mexicanos de “menores de edad” con esta idea claramente autoritaria de que sólo ellos, los que están en el gobierno, saben cómo hacerlo.
El tema educativo dará mucho más de qué hablar los próximos días y la invitación es a estar atentos e involucrarnos porque creo que por primera vez habrá cambios de fondo, trascendentales, que contribuirán a que México salga de la mediocridad en materia educativa.

Columna publicada en El Informador el sábado 23 de marzo de 2019.

318 años


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Fray Antonio Alcalde y Barriga se ha salvado de no ser castigado por la historia. Cura en la época colonial de dominación y despotismo y todo lo que ya sabemos, era blanco fácil de los liberales que, como todo el mundo, por lo menos el occidental, trataron de imponer una manera de conocer la historia con fines nacionalistas y de identidad y todo un discurso que aun cuando no nos suene tan lejano, rancio si huele.
Estoy convencida de que Alcalde se ha salvado por la magnitud de su obra. Con todo, el reconocimiento a lo que en 20 años hizo por esta ciudad y sus habitantes de entonces y de ahora, se ha omitido si se puede, tergiversado muchas veces y regateado casi siempre a lo largo de todo este tiempo.
Eso sí, le ha ido mejor que a otros, otros clérigos o mexicanos que militaron del lado conservador y fueron de plano eliminados; y no faltará quien juzgue esto que escribo o trate de malinterpretarlo, no me extrañaría nada, respondemos en mucho a patrones de conducta también impuestos. A partir de lo que he aprendido al estudiar historia, puedo decir que esto no es más que una descripción de lo que ha sucedido. Por fortuna, esto ha empezado a cambiar en los últimos lustros, aunque todavía falta mucho por hacer en episodios, personajes, momentos, acciones, prejuicios.
Escultura de Fray Antonio Alcalde y Barriga en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
Fuente: Líder Informativo.
El caso es que el jueves fue un aniversario más del natalicio del fraile de la calavera y tanto el Ayuntamiento de Guadalajara como el Cabildo catedralicio convocaron a una ceremonia para que la fecha no pasara inadvertida. Se ha retomado, y con fuerza, la figura de Alcalde como un hombre ejemplar cuyo legado aún disfrutamos; la diferencia es que lo ha hecho el gobierno con una serie de iniciativas que incluyen obras como el Paseo Alcalde; y que las acciones se han emprendido más allá de aniversarios luctuosos o de su natalicio.
Lo que hizo fray Antonio Alcalde y Barriga en 20 años, los últimos de su vida larga y productiva, fue una proeza inconmensurable. Sí se le ha regateado el legado, sobre todo por cuestiones de corrección política, pero al parecer eso quedó atrás y de verdad ojalá sea un signo de que la actitud simuladora del gobierno que nos han enseñado a repetir, ya no se practique más.
Además del Antiguo Hospital Civil que lleva su nombre y funciona como tal desde el principio (este año cumplirá 225 desde su apertura en 1794) y de sus gestiones para que fuera autorizada por el rey una universidad para Guadalajara y el Real Consulado, el fraile nacido en Cigales, España el 14 de marzo de 1701, dejó un ejemplo que de verdad, en la medida en que sea emulado por los políticos de hoy, seguirá generando beneficios.
Me refiero a varias cuestiones: su visión de entrada. Tuvo un don especial para calcular la dimensión de las que podrían ser necesidades de la población, y se abocó a su atención inmediata, no sólo con órdenes y gestiones, también con recursos; en materia educativa por ejemplo, que no sobra decir que le preocupaba particularmente la instrucción de las niñas, promovió la construcción y operación de colegios pero además se ocupó de asegurar que esos colegios dispondrían de los dineros necesarios para su manutención.
Prácticamente todo lo que hizo incluía los recursos necesarios para su operación. En este orden de ideas, fue un administrador de excelencia que repartió tanto como pudo, pero no sin ton ni son, sino con una idea clara tomando las decisiones correctas, a tiempo, para que en el futuro, nada faltara. 
Este don lo llevó a reorganizar la división territorial de la diócesis porque dada su extensión (el equivalente a la mitad de la extensión actual del territorio nacional) era imposible lograr la uniformidad de las acciones, que a todos los llegaran beneficios, decisiones, acuerdos…
Hoy hay un Paseo Alcalde, una estatua fue develada en el jardín de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres y las placas de la avenida que lleva su nombre lo incluyen ahora completo, amén de otras iniciativas que tienen como propósito, reitero, que las nuevas generaciones sepan quién fue, qué hizo y cómo su ejemplo es digno de seguir.

Columna publicada en El Informador el sábado 16 de marzo de 2019.


Mujeres


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Es difícil no abordar el tema en las actuales circunstancias. Siempre he manifestado mi desacuerdo y desagrado por la tergiversación que se ha hecho del 8 de Marzo como Día Internacional de las Mujeres y el consecuente manejo como una ocasión para el festejo y la felicitación, tipo el Día del Amor y la Amistad, fechas que han servido más para la banalidad y el consumismo que para propósitos más trascendentes.
Hay días que se señalan para conmemorar luchas y sacrificios, como es el 8 de Marzo, pero además son para generar conciencia en términos de afianzar y lograr que se arraigue una cultura de igualdad, defensa de derechos y convivencia armónica entre los seres humanos en todo el mundo. Pero no, viene el enfoque económico capitalista, así es, y los propósitos profundo se diluyen en la felicitación fácil y los memes cursis.
También he dicho que no me considero particularmente feminista pero la verdad, con los datos que algunas instituciones dan a conocer en torno a la fecha, la realidad de desigualdad, de abusos, violencia y retrasos de décadas en la definición y diseño de políticas públicas tendientes a propiciar el “adelanto para las mujeres” con respecto a los hombres, motivan alzar la voz una vez más para insistir, exigir y demandar que todo esto camine más rápido.
Abusos diversos, violencia de diferentes tipos, abandono, menos ingresos para trabajo igual, bloqueo de oportunidades y despidos por maternidad, negligencia, desdén por las causas femeninas, programas obsoletos o inoperables, planes y decisiones sin ejecutar, falta de atención y comprensión a víctimas de la delincuencia, desapariciones, asesinatos… Esta es la realidad de miles, cientos de miles de mujeres en el país, de todas las edades, que siguen sufriendo las mismas circunstancias por la inoperancia de las autoridades a la hora no sólo de resolver y paliar, sino de emprender iniciativas para corregir y erradicar.
El avance de las mujeres en la búsqueda de igualdad y justicia se ha dado como por oleadas, la cuestión es que cada intervalo no ha significado una especie de pausa, sino que se convierte en retroceso dados los rezagos.
En este contexto, doloroso sin duda, injusto en muchos sentidos; en este proceso que ha sido lento e imperfecto ha sido necesario luchar aparte contra inercias e idiosincrasias rebasadas y retrógradas que, sin embargo, persisten como mala yerba.
Lo que recientemente sucedió en Jalisco es un ejemplo de esto; y sí, hay una rectificación, pero creo también que es necesario resarcir el daño, repararlo, ofrecer disculpas, informar y transparentar los procesos y procedimientos.
El trato fue rudo e innecesariamente ofensivo. Si el camino es hacia adelante, de diálogo y encuentro y reencuentro en términos benéficos para todas las partes, creo que habría que empezar en un espacio saneado, lo más terso posible y con la mejor voluntad y disposición para enfrentar lo que sigue que no es poco, ni menor, ni fácil, ni agradable en la mayoría de las ocasiones.
El Ejecutivo estatal presentó la contrarreforma para enmendar la extinción del Instituto Jalisciense de las Mujeres, pero no se reunió antes con los colectivos inconformes ¿por qué la resistencia pues? Hay un dicho que reza: “lo que resiste persiste” y es cierto.
¿No le serviría más al gobernador atender las demandas femeninas que lamentablemente están sustentadas y justificadas? ¿Por qué se resiste a hacerlo? Digo, ese es el mensaje, es la impresión que me queda. ¿Acaso delegó en alguien más esta tarea? Si la respuesta es sí a la última pregunta, ese alguien no es confiable porque en lugar de resolver, empeoró; en lugar de ayudar, perjudicó; y en lugar de avanzar, atrasó. Alguien así debería estar fuera del gobierno y, en todo caso, si delegó el asunto, la lectura, después de lo vivido, es que no le interesa y se desentendió.
Después de lo que hemos pasado, y todavía, por obra y gracia de los gobiernos autoritarios, la esperanza es de un cambio radical, pero aún no se ve claro. Lo escribí la semana pasada, lo reitero ahora: “[…] se trata de construir y reconstruir, venimos de tiempos terribles y hasta ahora no hay muchas noticias de que el cambio nos conduzca a mejores condiciones”. Sigo esperando mejoras, hoy, por lo pronto, para las mujeres.

Columna publicada en El Informador el sábado 9 de marzo de 2019.


Es de sabios...


Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

De pronto no alcanzo a entender cuál es la razón o el motivo de que los gobernantes en turno, en el país y aquí en Jalisco (no sé de otros casos hasta el momento), se aferren a impulsar iniciativas hasta las últimas consecuencias, a pesar de que no sólo no sean bienvenidas sino de plano rechazadas; el mensaje es que no les importa porque en el proceso dañan el tejido social y la relación con los afectados por tales medidas.
Van con todo en asuntos que, además, no han sabido gestionar —se llama oficio político— ni  socializar ni comunicar. Hay un serio problema en esta materia, en ambos casos,  coincidentemente. Y luego resulta que se echan para atrás, por la presión o porque que la decisión, aparte, contravenía disposiciones constitucionales y convenciones internacionales.
Digo, qué bueno que han rectificado en ciertos casos (o que los han ayudado a hacerlo) pero me sigo preguntando ¿por qué así? ¿Por qué aferrarse, con urgencia y la peor práctica política, antes de asegurarse de que lo que ordenan o ejecutan es verdaderamente lo mejor, que es algo que necesita o reclama la sociedad? ¿Por qué actuar lastimando? ¿Por qué hacer enojar a los y las afectadas y a personas interesadas en estos procesos? Se echa pleito, se hacen declaraciones contundentes como para dejar claro quién tiene el poder y luego los cambios de giro se revisten de actitud democrática y todo eso, que escuchan, que consideraron, que tomaron en cuenta ¿por qué no conducirse así siempre antes de lanzarse con todo como locomotora o aplanadora?
Esto lo comento ahora, más que por las decisiones en el centro (en este momento), por la muy reciente de esta semana aquí en Jalisco de restituir lo que se conoce como Mecanismo de Adelanto para las Mujeres (MAM); en otras palabras, después de sorprender (léase madruguete) con una reforma a la Constitución del Estado para desaparecer el Instituto Jalisciense de las Mujeres y embutir la agenda de Derechos Humanos y grupos vulnerables en una secretaría, la de Igualdad Sustantiva entre Hombres y Mujeres, se rectifica y se anuncia una nueva reforma, sobre la anterior, para que esa secretaría se constituya en el MAM en lugar del instituto y se le dé la jerarquía y la importancia que reclamaban los colectivos y grupos de defensa y promoción de los derechos de las mujeres con base en lógica, sentido común, historia y convenciones internacionales.
En general, aunque algunas con reservas, las mujeres que se habían pronunciado sobre este asunto cuando se ordenó la extinción del IJM, expresaron su beneplácito por la nueva decisión del gobernador de dar un paso atrás. Específicamente Candelaria Ochoa, contra quien incluso se personalizó el debate sin argumento alguno, se congratuló (en su cuenta de Twitter @CandeOchoaA) de que el Gobierno de Jalisco reconociera “el retroceso que había dado para desaparecer el mecanismo para el adelanto de las mujeres, nunca es tarde para reconocer errores @EnriqueAlfaroR”. Esto fue el mismo miércoles que se emitió el comunicado. Y al día siguiente, en las reacciones a tal noticia, manifestó que había preguntas sobre el anuncio y, al mismo tiempo, disposición al diálogo y a la búsqueda de consensos.
Ahí está, todo en la mesa y quizá muy a tiempo de resarcir los daños causados en el proceso, siempre y cuando claro está, no se rompa el canal de comunicación y haya disposición sincera de todas las partes. Según yo no es tan difícil… no debería ser si se tiene oficio político.
En lo personal, que critiqué severamente al gobernador y a su operador en el Congreso del Estado (“Malas noticias para Jalisco” https://www.informador.mx/ideas/Malas-noticias-para-Jalisco-20190202-0003.html) celebro que efectivamente haya rectificado porque estoy convencida de que sí es de sabios cambiar de opinión. Más allá de saber qué lo llevó a corregir este asunto, como ciudadana me parece alentador que un gobernante, un representante popular, un servidor público, se auto-enmiende la plana.
Ahora, espero, claro que lo espero, que este no sea el signo ni la forma de operar, al contrario. Ojalá (otra vez, ojalá), con una auténtica visión de beneficio social, las decisiones se tomen de mejor manera. Las ideas y propuestas de participación ciudadana y gobernanza ahí están, es cuestión de ponerlas en práctica de verdad, actuar en consecuencia y evitar estas decisiones abruptas, groseras, contraproducentes que sólo dejan escombros en el camino cuando se trata de construir y reconstruir, venimos de tiempos terribles y hasta ahora no hay muchas noticias de que el cambio nos conduzca a mejores condiciones en todos los ámbitos y sentidos.

Columna publicada en El Informador el sábado 2 de marzo de 2019.