sábado, 28 de enero de 2017

Muy despiertos

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Entre las agresiones —violencia franca— de Donald Trump contra nuestro país; y las malas decisiones de Enrique Peña Nieto, los mexicanos estamos en una situación extraordinaria aunque no inédita que amerita, entre nosotros, con urgencia y más que en otros momentos, unión, solidaridad y fuerza.
En realidad no es mucho pedir. Si hacemos un repaso breve de nuestra historia reciente, el pueblo mexicano ha demostrado en diferentes circunstancias esas cualidades, hacia el interior y más allá de nuestras fronteras. El sistema político y la intensidad con la que se filtra en nuestro día a día han contribuido a profundizar divisiones y a radicalizar posturas, sin embargo, y por lo visto hasta ahora, después de las  primeras decisiones de Donald Trump, está en nuestra genética: la unión para nuestra defensa.
Hay sólo una cuestión que no comprendo ¿por qué se pide apoyo para Enrique Peña Nieto? ¿O por qué se piensa que esta unión nacional es para apoyarlo? No comprendo las expresiones de cerrar filas en torno al presidente y sí creo que todo es parte de una manipulación mediática para ver si acaso sube unos puntitos en sus niveles de aprobación, actualmente en 12 %, el indicador más bajo en la historia de los presidentes de México desde que inició tal medición. Y esta es una de las razones por las que llamo la atención hacia la necesidad de estar muy despiertos. No podemos ni debemos equivocarnos.
Tenemos encima los efectos del primer gasolinazo, en unos días se aplicará el segundo, para un incremento acumulado en el precio de las gasolinas cercano a 30 % y solamente los muy pero muy insensibles consideran que ya chole con el tema.
La eliminación del subsidio a las gasolinas con una carga impositiva de ese tamaño no implica costos sólo para quien tiene auto, por favor. Con un poquito de conocimiento, ya no digamos conciencia, sobre las dinámicas económicas, se sabría que este incremento repercute en los precios de absolutamente todo porque estos combustibles se usan para producción y distribución de cuanto producto, servicio y mercancía. Pero bueno. No estamos nada contentos con Peña Nieto en general y sí creo que en gran medida la crisis con el vecino del Norte se debe a las malas decisiones diplomáticas que ha tomado el actual Gobierno mexicano.
No puedo pensar tampoco que el anuncio de Peña de que no asistiría a la reunión del próximo martes sea un triunfo ¿de qué? Y perdón por el pesimismo y la desconfianza, pero la llamada de ayer tampoco me alienta. Trump insiste en que fue “muy fuerte” y luego añade que siente gran respeto por la gente de México. Es difícil creer en un individuo cuyo discurso es violento y contradictorio; y de parte de México se informa, ya no el Presidente en persona, que se dialogará sobre el muro pero no de manera pública. Bueno, o sea que el Gobierno mexicano podría finalmente doblar las manos para pagarlo sin que nadie se entere, bonita cosa. No puedo confiar en algo así. De manera que el apoyo no tendría que ser para Peña, además ¿cómo? ¿Echándole porras? ¿Gritándole que sí se puede? ¿O cómo? Si le dijéramos exactamente qué hacer como preguntó, lo más probable es que no nos hiciera caso porque así ha sido durante todo su mandato.
El apoyo, la unión, la fuerza y la solidaridad deben ser de nosotros para nosotros, entre los mexicanos, todos menos la clase política. Este es un asunto de la sociedad y sí incluyo a los empresarios porque muy bien podrían sacrificar un poco, sólo un poco, sus utilidades para aumentar salarios por ejemplo e inyectarle energía al poder adquisitivo con el propósito de reactivar el mercado interno. Hay otras medidas para lograrlo, ayer las expuso en conferencia de prensa Carlos Slim: manos a la obra. Esto no tiene que ver con apoyar a Peña, tiene que ver, más bien, con ponerlo a trabajar y a todo su equipo de haraganes privilegiados que hasta ahora no han tomado buenas decisiones; no están los tiempos para que el Gobierno mexicano se use como escuelita y saben a quién me refiero. Son necesarios los mejores y vaya que hay talentos en todas las áreas.
¿Por qué digo que no es inédita la situación actual? Guardadas todas las proporciones, cuando México se estrenaba como nación, tuvo que enfrentar los conflictos internos que eran complejos y fuertes (pronunciamientos, asonadas, golpes, muertos) en el proceso de constituir a México como nación pero además, los persistentes intentos de Fernando VII por reconquistar su antigua y rica y maravillosa Nueva España. Salimos adelante después de 300 años de colonia ¿no podremos hacerlo ahora? Claro que sí, pero necesitamos estar muy despiertos.

Columna publicada en El Informador el sábado 28 de enero de 2017.

sábado, 21 de enero de 2017

De luto

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

La verdad no sé si sea parte de la condición humana, o no, esta tendencia o proclividad a buscar lo positivo aun cuando no dispongamos de elementos ciertos para ello; queremos ver las situaciones con optimismo y encontrar esperanzas en los rincones más recónditos de los más oscuros y densos panoramas; y si de plano no las hallamos, pues hacemos corte o evadimos o bloqueamos… Sí, debe ser condición humana y creo que encajo, quizá como muchos, en esta percepción.
Sin embargo, a veces no es posible. De pronto la realidad nos aplasta a un grado que nos deja casi sin aliento, sin espacio para el optimismo. Así me siento hoy y lo comparto porque son asuntos que nos atañen a todos, porque a unos más que a otros nos preocupan, nos duelen, nos asustan o nos indignan y encontrar un reflejo con frecuencia ayuda precisamente a localizar pequeños nichos para la esperanza.
De luto, porque hace casi una semana, el día 15 de enero, asesinaron a uno de los activistas con más foro en la lucha por defender los bosques de la Sierra Tarahumara. Isidro Baldenegro, heredero de la causa que enarboló su padre, Julio, asesinado también, en 1986, recibió seis tiros que acabaron con su voz y sus acciones enfocadas en rescatar una de las sierras más ricas y bellas del mundo y, por lo mismo, altamente codiciada. El narcotráfico ha ganado terreno en la zona. Irónicamente, Baldenegro estuvo preso acusado falsamente de transportar drogas. El domingo pasado lo mataron. Así como de los periodistas, los homicidios de activistas defensores de diversas causas en México son frecuentes y por lo general quedan impunes ¿qué ha dicho alguien sobre este caso? Me refiero a autoridades responsables porque la indignación nacional e internacional en el ambiente de los ecologistas, es mayúscula. Isidro Baldenegro defendía la Sierra Tarahumara no por un interés personal, esos recursos naturales son patrimonio de todos los mexicanos.
De luto porque en México tenemos un Presidente desconectado de la realidad que no sólo da la espalda a los mexicanos de manera contumaz mientras mira hacia el vecino del Norte, sino que manda, como si de una ofrenda se tratara, al narcotraficante fugado dos veces en un hecho que analistas de otros países leen como una clara y vergonzosa sumisión a lo que disponga Donald Trump ahora ya presidente de Estados Unidos. Acepta la extradición de Joaquín Guzmán y plantea un discurso conciliador con quien ha ofendido y humillado a los mexicanos de forma recurrente y que no muestra ni un nano signo de apertura hacia el diálogo y las conversaciones: cierre total de comercio y fronteras con México.
De luto, porque no tenemos un Presidente con carácter que imponga límites y hable fuerte ante tales amenazas o que sea líder para encabezar las acciones que sin ayuda de nadie nos conducirían a mejores estadios de desarrollo. No hay.
De  luto, porque la manipulación mediática para bajar los ímpetus de los ciudadanos inconformes con tantas y tan malas decisiones está recargado despertando miedos y temores a la represión y la violencia que practican personajes filtrados y bien pagados en cuanta manifestación.
De luto por la impunidad, por el silencio y las omisiones del gobierno, porque desprecia las manifestaciones sociales, las propuestas y los justos reclamos.
De luto porque ya tomó posesión el cuadragésimo quinto presidente de la Unión Americana.
Y de luto por Monterrey. Con el corazón expuesto y el alma constreñida, con las lágrimas a punto de brotar; porque no son aceptables ni concebibles estas manifestaciones de soledad y violencia en ninguna parte del mundo, porque estamos cometiendo graves errores como sociedad; porque nadie lo merece empezando por los niños, pero tampoco los padres; porque la autoridad es omisa y perversa; porque el sistema global (México no se escapa y nadie hace nada para salvarlo) ha llevado a las familias de diversa índole a la separación y a la disfunción; porque quizá alguien se regocija con nuestros miedos, con nuestras derrotas, con el horror frente al que estamos inermes. El dolor es descomunal. Pienso en los padres del chico ahora muerto, víctima total; en sus hermanos, en sus compañeros; en todos nosotros.
Por fortuna el luto es un estado temporal y la fortaleza de nuestro pueblo, nuestra riqueza y creatividad, hallarán como en un desierto, el minúsculo nicho por el que se colará, pronto espero, un hilo de agua limpia, cierta, transparente, refrescante y nuestra. Mañana es 22.

Columna publicada en El Informador el sábado 21 de enero de 2017.


Por fin

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Ya que los empresarios organizados alzan la voz, las manifestaciones ciudadanas adquieren otra dimensión. Es como si de pronto los mexicanos de a pie, los que trabajamos y trabajamos para vivir al día; y pagamos impuestos y todo lo que hay que pagar, casi sin rechistar y con los ojos cerrados, nada más porque somos derechos y cumplidos, hubiéramos recibido un espaldarazo solidario y empático de parte de la Coparmex (Confederación Patronal de la República Mexicana).
Por cultura, por historia, por manipulación y conveniencia más que por ideología y/o convicciones, los empresarios caminan por una vía y la gente por otra, incluso si son sus propios trabajadores. Patrones y trabajadores, salvo honrosas excepciones, son como agua y aceite para usar una metáfora del dominio público y con la que difícilmente podemos estar en desacuerdo.
Claro que no lo digo yo ni estoy descubriendo el hilo negro, pero así es. Hay diferencias en todos los sentidos: orígenes, educación, ingresos, formación, habilidades técnicas y tecnológicas, filosofía de vida, intereses, necesidades, metras, proyectos… en fin; pero ambos están estrechamente vinculados, se necesitan mutuamente.
La postura de la Coparmex, digna, valiente, honesta, firme y contundente, ante la invitación a firmar un pacto, como tantos, de dientes para afuera, sin nada de sustancia, es en realidad un apoyo para el resto de los mexicanos que nos hemos manifestado contra el gasolinazo, una medida que, a estas alturas, ya es símbolo y paradigma.
La oposición al incremento de 20 % en las gasolinas ha dado pie a que los mexicanos de diferentes niveles económicos y educativos salgamos a las calles a expresar el enojo que se ha ido acumulando por la vergüenza de tener un mandatario ignorante, que no lee (para empezar) y que llegó a tal puesto con muy escasa legitimidad; por los abusos de la clase política que desde la cabeza se han permitido, tolerado y hasta fomentado; por el manejo tramposo de las dizque reformas estructurales como si fueran la gran cosa cuando sabemos que no es así porque no se notan en ninguna de las materias que abordan (sólo dos ejemplos: la energética y la educativa), digo, no se notan para bien, sí en cambio los prejuicios, la inconformidad y las repercusiones nocivas como, justamente, el gasolinazo; por la “casa blanca”, los vestidos de 20 mil dólares de Angélica Rivera y la vida de lujos como si de una monarquía se tratara; por las omisiones, por ese dejar hacer y dejar pasar a zánganos y parásitos como los diputados y los senadores (la mayoría, sí, hay también honrosas excepciones), los gobernadores como los Duarte y otros que con el cuento de la alternancia y de la “libertad y soberanía” de las entidades han hecho lo que han querido esquilmando y expoliando a su electores.
Esto y más está en los gritos y en las mantas de los mexicanos que hemos salido a las calles, en los pasos y en los puños, en la frente en alto y en la determinación; pero a diferencia de lo que sucedió en 2012 con el movimiento #YoSoy132, ahora los empresarios sí pusieron un límite, por fin. Y no sólo eso: además de decirle que no a Peña, a un acuerdo hechos sobre las rodillas, a todas luces mediático y del que recibieron la información correspondiente dos horas antes de que iniciara la ceremonia para su firma, lanzaron una contrapropuesta con medidas reales y precisas agrupadas en tres grandes ejes que sí, resumen los problemas gravísimos que enfrentamos en México: 1.- Promoción del Estado de derecho y combate real a la corrupción; 2.- Impulso a la economía familiar y a la creación de empleos; 3.- mejora de las finanzas públicas.

Las marchas y las diferentes expresiones ciudadanas tienen un gran valor porque además están saliendo a las calles personas que normalmente no lo hacen: amas de casa, médicos, dentistas, arquitectos, estilistas, jóvenes y niños de todos los grados escolares; burócratas ¡sí! burócratas… Pero si además de estas manifestaciones y expresiones diversas y tupidas en redes sociales, los mexicanos contamos con el apoyo de un empresariado organizado y poderoso, consciente y honesto de frente a la sociedad, preocupado más allá de por sus intereses por el destino de la nación, las correcciones en el rumbo, que urgen, pueden hacerse más rápido y de mejor manera. Sí, por fin.

Columna publicada en El Informador el sábado 14 de enero de 2017.

domingo, 8 de enero de 2017

Trascender el miedo

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


La semana pasada traté de desmenuzar los dichos repetidos hasta la náusea del secretario de Hacienda, para justificar el gasolinazo. Y digo traté no porque no lo haya logrado, sino por la brevedad del espacio. Con todo y de manera resumida, creo que lo hice, la cuestión es que, dadas las manifestaciones multitudinarias en todo el país y después de sus inmerecidas vacaciones, el Presidente salió a responder en dos momentos: cuando anunció los cambios en el gabinete y en el mensaje de Año nuevo que de buenos augurios y buenos deseos no traía nada.
Ahora, eso de responder es un decir, porque el texto está plagado de trampas, detecté por lo menos unas 10 y se suma a la sarta de ofensas contra los mexicanos que viene armando cuidadosamente desde que asumió como titular del Ejecutivo.
Antes de adentrarme en las trampas, no puedo dejar de comentar una de las decisiones de Peña que más ha indignado a los mexicanos: el nombramiento de Videgaray como canciller; el funcionario que ahora seguramente está muerto de la risa porque regresó contra muchos pronósticos disfrazado con un halo de santidad que lo llevó a decir, con toda la desfachatez, que él de relaciones exteriores no sabe nada (¿por qué tenemos que pagar los costos de su aprendizaje y quién sabe?).
Ejemplo claro, este nombramiento, de que Peña no escucha, ni sabe ni quiere. Vamos a las trampas. Primera: Se trata de un aumento que viene del exterior y descarta su relación con la reforma energética y más impuestos. Remito al lector al proyecto de paquete fiscal y al análisis inicial (septiembre de 2016) que se realizó en el Poder Legislativo páginas 4 y 5: “Se propone que a partir de enero de 2017 se adelante la liberalización del precio de las gasolinas y el diésel, de manera gradual y ordenada, siendo la CRE y COFECE quienes determinen el ritmo de la liberalización de los precios para las distintas regiones del país. Con ello, se busca garantizar una apertura ordenada, basada en el análisis de dos instituciones con capacidad técnica; mientras entra en vigor la liberación total, se mantendrá la política de precios máximos vigente”. Es como si un Ejecutivo hubiera mandado esta propuesta y otro, el gasolinazo.
La segunda trampa tiene que ver con los argumentos que ha venido repitiendo el secretario Meade, es decir, de todas manera se han incrementado impuestos; la deuda ha crecido más de 50 % en lo que va de la administración peñista y se han recortado programas sociales.
Tercera: las equivalencias para ponderar el gasto adicional que se tendría que hacer si no se ordenaba el gasolinazo, son un claro intento de manipulación: paralizar cuatro meses el IMSS (¿qué no está casi paralizado?); interrumpir dos años completos los apoyos de Prospera a casi siete millones de familias (¿y si mejor se trabaja para que efectivamente salgan de la pobreza?) y suspender el Seguro Popular (¿qué no escribió Peña que era un parche?). Mejor hubiera hecho equivalencias con respecto al gasto corriente. Por cierto, habló de una reducción pero en realidad se incrementó por encima del gasto público destinado a acciones productivas (“México en camino de aumentar el gasto en burócratas en 2017”, Expansión/CNN).
Cuarta: la pregunta de qué hubiéramos hecho nosotros; quinta: que el incremento en las gasolinas afecta a los ricos y no a los pobres porque los pobres no tienen automóviles. Por Dios. ¿Y las repercusiones del incremento en los precios de todo lo demás, de los productos de la canasta básica, del transporte público?; sexta: las referencias al sexenio anterior. Y no defiendo para nada a Calderón pero de eso a que Peña sí haga lo que critica como omisión en el otro, hay un mundo de distancia, un hoyo negro; séptima: que dizque nos van a defender de abusos y van a vigilar que no aumente todo (claro, como son tan eficientes) pero la peor de todas es la de la estabilidad económica y las cuatro cosas que dice que pasarían si se perdiera: mexicanos perderían sus empleos; jóvenes graduados no encontrarían trabajo; familias no podrían pagar su vivienda y a las amas de casa no les alcanzaría su gasto. ¿De verdad, en serio? Lo que hizo fue describir esa realidad que se niega a aceptar, la misma que lo lleva a tomar decisiones aberrantes y a mantenerse en ellas a pesar de que el país literalmente se le ha echado encima. ¿Cuál estabilidad económica con el peso cayendo frente al dólar? Y no es por el entorno internacional como pretenden que creamos desde el jefe del Ejecutivo hasta acomedidas como la ignorante de Claudia Delgadillo, presidenta del PRI Guadalajara. ¿Y para qué es todo esto? ¿Para que luego se suelten llorando como López Portillo?
Qué desgracia en verdad pero sigo creyendo que los mexicanos trascenderemos el miedo.

Columna publicada en El Informador el sábado 7 de enero de 2017.