sábado, 13 de marzo de 2021

¿Y el Lago de Chapala?

Ciudad Adentro

 

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)


 

Hice una revisión, y no exhaustiva, de las columnas y reportajes que he escrito en esta casa editorial desde hace casi 32 años, sobre el Lago de Chapala, la cuenca Lerma-Chapala-Santiago (ahora Lerma-Santiago-Pacífico) su consejo, su organismo; sobre el SIAPA, las fugas, la corrupción, las presas como El Zapotillo, Purgatorio, Calderón, aquel famoso crédito japonés, el Río Verde, los tandeos, los trasvases, los manantiales, el lirio, la contaminación, el canal de Atequiza, las plantas de tratamiento, la reforestación de la cuenca, en fin, y constato con preocupación, casi terror, que hemos estado caminando en círculos, porque el lago y todo el problema complejo y añejo del agua para Guadalajara han sido rehenes de intereses políticos-electorales y económicos que nos tienen, una vez más, en una situación crítica cuyas causas no son sólo el clima.

A principios de esta semana el gobernador del Estado, una vez más, traslada responsabilidades, ahora sin nomenclatura, y achaca la falta de agua a que no se hicieron trabajos para mejorar la distribución. Por supuesto, para él no cuenta que fue alcalde de Guadalajara y no dijo nada; y tampoco cuentan sus dos años al frente del Ejecutivo.

Tampoco cuenta para él que el temporal de lluvias del año pasado terminó cuando tenía qué terminar y desde entonces se sabía que llovió poco y enfrentaríamos problemas. Cero preparación, cero advertencia, cero campaña de concienciación, bueno, si pudiéramos valorar el interés que se tiene en el tema del agua desde el Gobierno del Estado, bastaría con revisar el tiempo y el espacio que se le ha dedicado al asunto en la presente administración.

Dice el gobernador que la presa de Calderón no tiene agua, está a menos de 20 % de su capacidad y resulta que de Calderón se toma 14 % de toda el agua que se consume en la zona metropolitana de Guadalajara. Además de las redes de distribución que identificó como un problema técnico, Alfaro dijo que no llovió lo suficiente el año pasado. Ahora sí que el Ejecutivo las trae nuevas o como si no nos hubiésemos percatado de tal realidad. El agua y las lluvias son, desde tiempos inmemoriales, tópicos muy sensibles para los habitantes de estas tierras.

Bueno, pues resulta que, además de que hay poca información (y lo que hallé fue después de un buen rato de búsquedas), sobre los niveles del Lago de Chapala (lo exiguo del temporal fue generalizado) me encontré con que Chapala está en un nivel muy bajo.

El gráfico, que obtuve en esta página: Comportamiento del Lago de Chapala 2019-2020, indica que mientras al 1 de enero de 2019 el lago estaba a 84.27 % de su capacidad y ese mismo día de 2020, estaba a 73.56 % --una baja ya de por sí considerable-- al 1 de enero de 2021, el Lago de Chapala estaba a 61.55 % de su capacidad. Por supuesto, estamos hablando de datos de hace dos meses. La información llega hasta el 26 de enero y los porcentajes son peores con una clara tendencia a la baja. El gráfico es elocuente porque muestra la evolución del nivel del vaso todo 2019 y todo 2020.



Fuente: CEA Jalisco con datos de CONAGUA.


La buena salud y estabilidad del Lago de Chapala es fundamental para el funcionamiento de la cuenca, del ecosistema, de las actividades económicas que dependen de actividades vinculadas con el lago (pesca, turismo) y del abasto de agua potable para los habitantes de los municipios de la ribera del lago y de la zona metropolitana, así como de varias industrias.

Es un problema grave, crítico, que no ha merecido la atención que requiere ya, el sentido es de urgencia. Habría que revisar los porcentajes de uso del agua, los niveles de las presas de todos los estados de la cuenca, el cumplimiento de los acuerdos; se tendrían que estar diseñando estrategias para que a Chapala no le falte agua, atender llamados y propuestas de expertos para que el agua del lago sea un recurso renovable, campañas de reforestación de cuidado del agua, en fin.

Urgen medidas, revisión de la realidad, un diagnóstico exprés, soluciones inmediatas y bien diseñadas y aplicadas, pero no veo que pase nada. No me sirve y a ningún habitantes de esta ciudad, que se diga hoy, a dos años de distancia, en un asunto básico como es la dotación de agua potable, que antes no hicieron quién sabe qué, cuando la falta de agua y la tendencia a la baja, data de hace, por lo menos, dos años.

Espero de verdad que se ponga atención en este asunto y se resuelva de una vez por todas. Lo seguiré siempre, pero ya no desde este espacio. Esta es la última colaboración que escribo para esta, hasta ahora, mi casa editorial por más de 32 años. Gracias a El Informador y gracias a los lectores por estar al pendiente, por su retroalimentación y lectura puntual cada sábado desde el primer día. Hasta pronto.

sábado, 6 de marzo de 2021

8M

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

 

Ya son muchos años de lucha y, la verdad, aunque no puedo decir que no se ha avanzado, los logros son lentos, pocos, se han ido dando con cuentagotas, se regatean o se autorizan como concesiones graciosas, como si nos hicieran el favor. Y las resistencias e inercias son poderosas. Y pasa que, ante el más mínimo avance, llueven reclamos, burlas, desdén o reconocimientos disfrazados.

Arrastramos como humanidad usos y costumbres, en todas las culturas, en mayor o menor medida, que sí dejan en desventaja a las mujeres, la minimizan, la segregan, la nulifican, la agreden. Es una realidad. Y están las desventajas, pero también las violencias motivadas por todo y por nada, por apreciaciones y percepciones que nacen de lo más profundo de las herencias patriarcales que aún se resisten a que el orden de las cosas cambie, de una vez y para siempre.

Es claro que no ha sido fácil, ni lo será lo que falta, pero ojalá el avance acelerara la marcha porque, en el ínter, los feminicidios, las violencias de todo tipo, los retrasos y la discriminación, no cesan. En muchos casos, al contrario, se recrudecen. Lamentablemente el ejemplo más cercano es el incremento en la violencia contra las mujeres en los hogares, durante este año y medio de confinamiento intermitente en el mundo por la pandemia.

Los mecanismos para el adelanto de las mujeres, los marcos legales tendientes a defender y proteger a las mujeres, a mejorar las condiciones laborales, de estudio, de vida, de desarrollo, de interrelaciones familiares, profesionales y sociales, son desiguales con marcadas diferencias entre un país y otro, pero no se puede claudicar ni bajar la guardia; al contrario, hay que imprimir velocidad.


Fuente: ONU Mujeres.


En el contexto de la pandemia las mujeres han desempeñado un papel fundamental en todos los ámbitos y podría ser la ocasión para que el reconocimiento se dé sin resistencias en una acción fundamental y necesaria para emprender un nuevo camino juntos todos los seres humanos, un camino armonioso y productivo, benéfico para unas y otros, especialmente para la niñez, porque crecerán bajo otros códigos y nacerán nuevas costumbres, donde la equidad sea natural, tan natural y normal que ni siquiera será necesario nombrarla o pedirla o pelear por ella.

Con todo y lo que se puede cuestionar de la ONU y sus filiales, para el 8 de Marzo de este año me llamó particularmente la atención el tema que eligieron porque realmente refleja que se logró detectar, con una gran sensibilidad, justo el papel de las mujeres en el contexto de la pandemia: “Mujeres líderes: por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”.

Durante la emergencia sanitaria han quedado en evidencia los liderazgos femeninos en el manejo de la pandemia, por ejemplo, hablando de estadistas y mujeres gobernantes; pero también en lo cotidiano, en el día día; en el lento y complejo proceso de adaptación a las circunstancias para combinar los cuidados y el encierro, con la lucha por la vida, el trabajo, la familia, la escuela y las actividades de los hijos, la protección de los abuelos, el desempeño de funciones dobles y triples en el trabajo y/o en el hogar. Incluso, y de manera muy relevante, en la contribución a las dinámicas económicas por todos los productos, básicos y no que consumimos las mujeres y que mantienen en pie a negocios de todos los tamaños, pero particularmente los pequeños, muy pequeños o hasta individuales.

ONU Mujeres lo reconoce: “Las mujeres líderes y las organizaciones de mujeres han demostrado sus habilidades, conocimientos y redes para liderar eficazmente los esfuerzos de respuesta y recuperación ante la Covid-19. Actualmente se acepta más que nunca que las mujeres aportan experiencias, perspectivas y habilidades diferentes y que contribuyen de manera indispensable en las decisiones políticas y leyes que funcionan mejor para todas y todos”. Es real, es lo que es, en todo el mundo. Con los recursos que han tenido a la mano y las circunstancias y entornos que las envuelven, son más los casos de éxito a la hora de enfrentar la emergencia sanitaria, que los fracasos.

Y precisamente por esas acciones que no han pasado inadvertidas, es que ONU Mujeres eligió el tema del 8 de Marzo y lo vinculó con el tema prioritario del LXV periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer: “La participación de las mujeres y la adopción de decisiones por ellas de forma plena y efectiva en la vida pública, así como la eliminación de la violencia, para lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas”. ¿Qué más?

Es claro que las capacidades, la sensibilidad, las experiencias, el sentido de cuidado y la toma de decisiones de las mujeres sustentadas en una cada vez más sólida preparación en distintos ámbitos y disciplinas, pueden aportar y contribuir ahora más que nunca, a enfrentar esta crisis y salir adelante en mejores condiciones, desde lo cotidiano y desde el gobierno. #YaEsHora.

Columna publicada en El Informador el sábado 6 de marzo de 2021.