lunes, 23 de junio de 2014

Reformas y futbol

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

A ver, una pregunta ¿si no hubiera Mundial los legisladores habrían hecho a un lado las leyes secundarias en materia energética o las de la reforma política? ¿Se habrían esperado o, al contrario, hubiesen adelantado la discusión para tener todo listo antes del Mundial y que la gente no se distrajera? ¿Habrían hecho caso de los señalamientos de la sociedad civil experta y organizada? Por favor. Claro que no.
Diputados y senadores y demás especímenes de la clase política como los dirigentes de partidos, de todas maneras ignoran a la sociedad, a las organizaciones, a los académicos y a los periodistas y analistas preocupados por lo que se está aprobando en el Congreso de la Unión; hace años, ahora y siempre.
De modo que hasta el discursito ese de “¿sigues en el Mundial?” me parece más distracción que el mismo futbol y una información que contribuye a sentirnos impotentes pero también culpables en muchos casos (es que somos taaan apáticos, tenemos el gobierno que merecemos –sorna incluida) de algo que de todas maneras no podemos evitar…Desgarre inútil de vestiduras. Ahora, si no nos sentimos culpables, alguien por ahí lo echa en cara y lo remarca y resulta que hasta de los arreglos, imposiciones, autoritarismo y asalto en despoblado de la clase política somos culpables.
Lo he dicho y escrito en otras ocasiones pero lo quiero repetir porque es muy fuerte lo que nos quieren hacer creer que somos y no somos. La mayoría en este país no vota de manera deliberada por el peor; incluso quienes saben que votaron por el peor tienen la secreta esperanza de que al llegar al poder no sea tan malo. No tenemos el gobierno que nos merecemos, no un país, una nación, una población que, la mayoría, vive y sobrevive cotidianamente, entregada a los esfuerzos y trabajos de todos los días para sacar adelante a la familia. Hay problemas económicos que enfrentar, de mala atención en los servicios de salud (el IMSS está cada vez peor), de educación deficiente; se lidia todos los días con infraestructura de mala calidad que genera costos en varios aspectos (tiempo, dinero, estado de ánimo); con la corrupción de funcionarios del más bajo hasta el más alto nivel de la burocracia en todos los órdenes; es preciso atender además los conflictos laborales, familiares; se abordan los retos que implica la formación de los hijos y todavía, nos involucramos y participamos, tratamos de estar por lo menos informados de lo que sucede en nuestro entorno, de lo que hacen los políticos y gobernantes; hay asociaciones civiles que además de todo esto aportan su talento y experiencia, su formación académica para decirles a los políticos qué hacer y cómo, qué queremos y qué no, pero son soberanamente ignorados.
El PRI, con su mayoría en el Congreso y los partidos comparsas, no necesita de nadie más para llevar adelante las leyes secundarias y están haciendo lo que les da la gana. Me encontré una nota en donde se reclama al lector si sigue en el Mundial mientras los legisladores aprobaron en cinco días las normas secundarias de la Reforma energética. Mucha gente no está atenta del Mundial, sino más bien enfrascados en sacar adelante todo lo que hay que sacar adelante ¿y? ¿Eso impedirá que se aprueben de todos modos las leyes que tienen fraguadas desde hace tiempo? Ni la oposición puede hacer algo.
Los niveles de impotencia, eso sí, son mayúsculos, y se incrementa al conocer, por ejemplo, esa estupidez (que ojalá los senadores corrijan) de eliminar de un delito electoral, la palabra “orienten” que era una prohibición expresa para los ministros de culto con relación al voto. Es decir, los ministros de culto pueden “orientar” el sentido del voto, no inducir ni presionar, pero orientar sí.

En resumen pues, futbol o no futbol, la clase política mexicana, autoritaria, cínica y desfachatada, de todas manera hace lo que quiere, como quiere, atiende sus intereses de grupo y de partido e ignora a los mexicanos en su conjunto, particularmente a los más desfavorecidos. 

Publicado en El Informador el sábado 21 de junio de 2014.