Ciudad adentro
La situación en Michoacán es cada vez más compleja, con todo y que fuerzas
del Estado mexicano han tomado varios municipios que estaban bajo el control de
los grupos de autodefensa. El reclamo de estas policías comunitarias (como
también se les conoce), es que precisamente los gobiernos, federal y estatal
asuman sus responsabilidades de frente al avance y poder del crimen organizado,
especialmente en Tierra Caliente.
El mal manejo que ha hecho el Gobierno de la República con relación al
líder Mireles, el asunto del desarme, las evidentes contradicciones en las
posturas y la ausencia de resultados contra los criminales en Michoacán, los
Templarios pues, han llevado a las autodefensas al incremento de la
radicalización y en este punto no puedo dejar de pensar en Colombia y los
paramilitares, como lo he mencionado en varias ocasiones en este mismo espacio.
¿Qué está haciendo el Gobierno pues? Perdón, sí. Ahora resulta que será a
través de programas culturales que se incentive la restitución del tejido
social en Michoacán. Es increíble como el Presidente Enrique Peña Nieto (él o
su equipo, para el caso es lo mismo) está manejando mediáticamente el asunto y
lo peor es que falta información, en general, para saber que todo es falso.
Pocos saben que desde que llegó a la Presidencia de la República en 2012,
el presupuesto para cultura, arte, deporte y cine se ha ido reduciendo en
proporciones muy altas. De 2012 a 2013, el recorte en estos rubros fue de 21% y
de 2013 a 2014, de ¡35 por ciento! Y ahora quiere que creamos que la cultura le
importa y que además le concede el valor que sí tiene para restituir el tejido
social, por lo pronto en Michoacán.
La incongruencia es evidente y descomunal pero además indignante, porque
seguramente quedará muy bien ante los ojos de intelectuales y extranjeros, qué
bárbaro; digo, de ser auténtico sí, suena muy bien: “El Presidente de la República
instruyó a Rafael Tovar y de Teresa a que inicie
operaciones, de inmediato, el programa Cultura para la Armonía, en Michoacán”,
decían los encabezados ayer.
Difícil de creer (nada
más para cerrar la pinza) que se pondere la cultura de esa manera mientras se
hacen recortes estratosféricos en el área. Esto por un lado, y por el otro,
está el hecho que seguramente el jefe del Ejecutivo federal ignora, de que
Michoacán es uno de los estados de la República con más actividad cultural y de
los que tienen más declaratorias de Patrimonio de la Humanidad histórico e
intangible ¿será cultura lo que falta para promover la cohesión social en el
Estado vecino?
Un anuncio oportunista
sin duda alguna y taquillero, eso que ni qué, ojalá en la información que se
procese, se ponderen los valores y se dé cuenta del contexto y los antecedentes
para entonces formar un juicio apegado a la verdad y no manipulado con
declaraciones pomposas y pegadoras. Ah, porque también dijo: “Mientras países
emergentes están destinando importantes recursos económicos para crearse una
identidad, México ya es potencia cultural, así lo confirman artistas,
cineastas, escritores, músicos, pintores, así como académicos e intelectuales”.
Todo esto lo dijo ayer en la ceremonia
por los 25 años de existencia del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
Conaculta.
Esto es por lo que
respecta a México porque, ahora resulta, que el Gobierno de Estados Unidos está
“muy” preocupado por lo que sucede en Michoacán y “muy” dispuesto, como el gran
vecino que es, a “ayudarnos” para resolver el problema. Ahora sí que ¡ay Dios!
Columna publicada en El Informador el sábado 18 de enero de 2014.