sábado, 4 de enero de 2014

Impotencia y desesperación

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Todavía no terminamos bien, bien 2013 y las quejas y manifestaciones (no necesariamente marchas) contra los nuevos impuestos y otras medidas no se han hecho esperar. Hay noticias de desobediencia civil por lo menos en Baja California y en Chihuahua, en ciudades fronterizas, porque el 16% de IVA se empezó a aplicar antes de que iniciara 2014. Y las acciones consisten en pagar el precio “exacto”, es decir, sin el cargo del Impuesto al Valor Agregado.
A ver cómo se ponen las cosas y, sobre todo, a ver cuánto dura la inconformidad y las quejas, pero esto tendrá repercusiones en uno o en otro sentido, o en varios. Por ejemplo, supongo que mucha gente reducirá drásticamente el consumo de refrescos, otras bebidas endulzadas y botanas o fritangas, lo que se conoce como comida “chatarra” y como sabemos, se trata de grandes empresas transnacionales que emplean a miles y miles de personas a lo largo y ancho del país ¿qué pasará con la baja en las ventas? Porque en este caso no creo que suceda lo de los cigarros, que los fumadores siguen fumando a pesar de mensajitos e incrementos, es decir, no es la forma de atacar un problema.
Para muchas personas que viven en pobreza y pobreza extrema, aunque no es lo ideal, los refrescos y las fritangas eran una forma barata de ganar calorías ¿qué pasará con esto? Porque no hay alternativas para modificar la alimentación, la fruta es muy cara y más si ahora se cobrará ISR a los productores agropecuarios o, como dice en la promoción gubernamental de la “reforma hacendaria”: “Los grandes productores del campo ya no pagarán menos ISR que empresarios en otros sectores”.
Ya dijo la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) que México tiene el mayor número de indigentes y pobres de América Latina y antes, sabíamos que en México estaba creciendo (está, de hecho) la pobreza en rangos exponenciales;  y ahí está el dato de la misma CEPAL: en 2013 en México creció en un millón el número de mexicanos en pobreza… ¡Un millón!
Y la indignación, la impotencia y la desesperación cunden entonces cuando para los políticos autoritarios… Perdón, perdón: Para los políticos que dicen que la tolerancia tiene límites (como aquella obra de teatro que se titulaba “Poquito embarazada”, o está o no está, pero bueno) resulta que en 2013 México “se atrevió a despegar”.
¿Cuál despegue? ¿De dónde o cómo? ¿Y el millón de pobres más qué? ¿A ese despegue se refiere? ¿A qué ahora el número de pobres en México se incrementará más rápido, volará por las nubes, subirá? ¿O a qué se refiere el Presidente Peña con esa expresión por Dios santo?
Y luego ¿es un asunto de atreverse? ¿Entonces antes no nos atrevíamos, nosotros, los mexicanos de a pie que trabajamos en dos y tres trabajos si gozamos de ese privilegio, para completar el gasto y vivir más o menos bien porque la mayoría de los empleos son vulnerables, mal pagados y precarios además de todo?
Indignante y desesperante que todo se reduzca a eso y que además se presente en un spot de un minuto 44 segundos, buena música, gran producción, gente equis deseando a toooodos los mexicanos un feliz año y que ahora sí porque nuevamente el Presidente dice que 2013 fue un año de “grandes transformaciones”. Se refiere, sin duda alguna, a las reformas “estructurales y de gran calado”. Bueno, ya estamos viendo las primeras reacciones a esas dizque reformas, negociadas no con base en las necesidades de los mexicanos, de la mayoría de los mexicanos, sino de los intereses partidistas de los legisladores y de los empresarios que tienen capacidad para invertir millones en regalos de lujo y en cabilderos profesionales; ah, y en campañas electorales.
Indignante y desesperante que además diga que es “hora de creer” y de que “juntos hagamos historia”. Justo eso es lo que la clase política no ha querido, hacer historia, pasar a la historia como la responsable de llevar a México a niveles superiores de desarrollo, de tener a la población contenta, con buenos empleos; de abatir las cifras de la pobreza y de la inseguridad y de las enfermedades y de la mala educación. Justo eso es lo que no han querido hacer políticos del PRI y del PAN y del PRD (qué flojera citar a la “chiquillada” pero es igual).
Indignante y desesperante, con su carga de impotencia, que el mensaje además se transmita a las masas y penetre en las mentes manipuladas de esos millones de pobres que no tienen un clavo ardiente del que asirse (educación, conciencia social, ojos abiertos) y se creen todo, ciegamente, aun cuando sus pies estén sufriendo el frío que sube por los huesos porque están en contacto directo con la tierra húmeda y dispareja; aun cuando no tienen más que un pan duro para llevarse a la boca y un techo de asbesto o nada, ni eso.
Indignante y desesperante que afirme que 2014 es el año para hacer realidad lo alcanzado en 2013, para hacer un mejor país y que 2014 será el año de la eficiencia.
Ofende la inteligencia y suena a burla, es indignante y desesperante, con su carga de impotencia.

Publicado en El Informador el sábado 4 de enero de 2014.
(Link del video que cito en la columna: Spot)